Partida Rol por web

El grupo de caza se adentro en la sabana, una tierra virgen sin el mas mínimo rastro de presencia humana ya que los indígenas no alteran el paisaje natural, o al menos no de un modo que vosotros seáis capaces de notar.

Al cabo de un par de horas Jim se detiene a buscar rastros, anoche en su exploración del terreno encontró rastros de leones en esta dirección, podéis estar muy cerca de un grupo de leones y en estos casos es fácil que el cazador se convierta en presa. El pelaje de los leones en la sabana es un camuflaje tan eficaz como el de los tigres en la jungla, y podéis ver que los porteadores miran en todas direcciones con frecuencia.

Bajo un sol que empieza a calentar sentís todos la inquietud de la caza mientras intentáis identificar los múltiples sonidos a vuestro alrededor

Había estado en Sudáfrica pero aquello no tenía ni punto de comparación...era mucho más impresionante. Se sentía muy pequeño ante la majestuosidad de aquellas tierras y ante los peligros que se le podían avecinar. Tragó saliva y se subió en una roca de medio metro de altura. Se puso la mano por encima de los ojos para hacer sombra y echó un vistazo buscando una buena presa para su cámara.

Jim caminó con los demás. Ya les había advertido la necesidad de conducirse en silencio, intentando perturbar lo menos posible a la fauna local. Ya sería el momento de los gritos y las distracciones por parte de los porteadores para poder cazar a simba.

Caminaba junto al grupo, pero ligeramente apartado. Estaba pendiente, tanto del entorno, como de las reacciones de los porteadores. Había salido con ellos anoche y sabía hasta donde podía confiar en sus sentidos, acostumbrados a la sabana. Se deslizaba sin un ruido, el rifle presto en la mano, los ojos entornados para protegerlos del sol cada vez más arriba.

Herbert seguía al grupo, en silencio. Miraba a todos lados cuando oía algún ruido sospechoso pensando que podría ser un animal salvaje. Tenía su rifle preparado y un buen cuchillo atado de su cinturón. Si fuera por él ya se habría lanzado a tiros con cualquier animalillo que se hubiese cruzado, pero entendía que lo mejor era esperar para una víctima mejor.

Parece que te cuesta, pero guiado por los rastros que encontraste anoche finalmente hayas la pista del grupo de leones que sabes que deben estar por aquí. Si el grupo no hace mucho ruido no deberíais tener problemas en encontrarlo en breve

Jim sigue caminando a unos diez metros por delante del grupo, el y el guia van muy atentos al suelo en busca de rastro. Demasiado atentos tal vez, porque casí por casualidad ves que camina lentamente hacia una leona que le observa con interes.

Esta sentada entre la maleza y si no hubiera movido la cabeza no la habrías visto, no parece que el resto del grupo se haya dado cuenta de su presencia,  y con lo cerca que esta de Jim quien sabe como reaccionará a un sobresalto

Jim sigue caminando a unos diez metros por delante del grupo, el y el guia van muy atentos al suelo en busca de rastro. Demasiado atentos tal vez, porque casí por casualidad ves que camina lentamente hacia una leona que le observa con interes.

Esta sentada entre la maleza y si no hubiera movido la cabeza no la habrías visto, no parece que el resto del grupo se haya dado cuenta de su presencia,  y con lo cerca que esta de Jim quien sabe como reaccionará a un sobresalto

Boring reprimió un grito cuando vio a la leona tan cerca de Jim y el guía. Su sudoración aumentó mientras en los pocos segundos que tenía debía pensar algo. Pensó en gritar pero reprimió el gritó puesto que esto haría girarse a los hombres y pondría alerta a la leona. Correr hacia ellos no era opción pues cuando llegara la leona podría haber atacado ya. Lo único que se le vino a la mente fue realizar un disparo a la dirección de la maleza. No a ella directamente, pues tendría que apuntar y no había tiempo para ello, sino justo por encima para asustarla. En Sudáfrica había visto como reaccionaban los leones al estruendo de un disparo: huían todo lo rápido que podían. Así que ni coroto ni perezoso se acercó a Herbert y de sorpresa le arrebató el rifle y disparó por encima de la zona de la maleza donde se situaban Jim y el guía para que la leona huyera para el otro lado.

El guía los llevó rápidamente, tras intruirles discreción.

Llegados a un punto, se detuvo. Con su habitual seriedad se giró hacia los demás. A poca distancia se encuentra un macho, una hembra y seguramente cachorros. Si nos acercamos en silencio tendremos una oportunidad de cobrarnos una pieza. Pero eso implica que solo aquellos capaces de defenderse si la bestia carga contra nosotros pueden acercarse; el resto deberá quedarse aquí, a salvo junto con una parte de los negros.

Jim atrajo a Tembaqui, para coordinar con él. Por supuesto, el jefe sabía cómo disponer a los hombres para distraer al león, e intentar evitar que atacara a los blancos desviando su atención hacia sus hombres, pero Jim escuchó sus planes para asegurarse de que nada iba a salir mal.

- Bien, quienes entonces? Les recuerdo que solo podemos cobrarnos al ejemplar macho; la hembra y los cachorros deben vivir. 

La sensación de peligro y la tensión de la cacería, hacían disparar mi adrenalina en pequeñas dosis… -echaba de menos esta sensación, es realmente emocionante, ¿sentirá Dorothy lo mismo?- …pensé y miré a mi esposa.

Más tarde Jim nos comunico el avistamiento de una posible presa, yo estaba ansioso por cazar, pero me contuve las ganas, ya que no estaba solo de caza y más aún por Dorothy, a la cual le había prometido que la dejaría cazar.

Más tarde llegaría mi momento, mi presa debía ser única, un gran ejemplar con el que poder lucirme ante mi esposa y mostrar con orgullo en Inglaterra, así que mire a mi esposa con una leve sonrisa e indicándole con los ojos la dirección de los animales, dándole a entender, de que si quería cazar, podía intentarlo ahora mismo.

Me quede mudo esperando una respuesta mientras intentaba trasmitirle confianza con la mirada.

Herbert se adelantó lentamente y bajó la voz. Con el rifle señaló hacía unos arbustos.

- Psst... Jim cuidado con esa leona.. - dijo señalando una hembra que estaba medio escondida y que parecía que nadie la había visto. El animal estaba muy cerca del grupo y había pasado desapercibido.

Ahora su cuerpo estaba en tensión al haber visto a esos animales, y tenía el rifle preparado para disparar cuando creyera oportuno.

Ante la observación de Stoker, Jim alzó el rifle e indicó a los demás que se movieran hacia el lado contrario. Lentamente. Si alguien corre, automáticamente será una presa... 

Observa a la leona, para determinar si se encuentra de caza o no. Si resulta lo primero, tal vez tenga que abatirla... cosa que prefiere evitar. Matar a una madre, o futura madre, es algo malo.

Herbert empieza a adelantarse hacia Jim, pero apenas avanza unos pocos pasos Boring se abalanza sobre el y le arrebata el rifle apuntando hacía un punto por delante de Jim, este se gira debido a la súbita acción, mientras una leona hasta ese momento oculta entre la vegetación se levanta y se prepara a saltar a por el.

El único en situación de hacer algo es Boring, aunque a Jim no debería costarle mucho saber que algo pasa detrás de el

Mala idea, Boring...mala idea. - Pensó Maurice cuando vio que su disparo no había hecho huir a la leona. Al revés la había hecho posicionarse para el ataque contra Jim. Cargó rápidamente el arma y apuntó a la leona. Hacía muchos años que no había disparado y el pulso le temblaba. Él sabía que eso era una catastrofe al hora de disparar y que tendría que serenarse para hacerlo. Pero no había tiempo así que disparó casi sin apuntar.