Partida Rol por web

La lluvia cae implacable como si intentara ayudar al cazador a ocultarse de ti, aun así el rastro es fácil de seguir, no se ha molestado en ser cuidadoso, las ramas rotas y unas huellas profundas y características te permitirían seguirle incluso sin esa sangre brillante marcando el camino.

Es casi demasiado fácil...

Tu instinto te advierte cuando llegas a una zona especialmente boscosa, te es difícil ver entre los arboles

Seguís como mejor podéis a Bill, pero os lleva ventaja y es muy rápido. Aun así el rastro es claro, ninguno de los dos lo esta ocultando y aunque rastrear no es vuestro fuerte no tenéis problema para seguir el rastro de ramas rotas, pisadas profundas, y sobretodo la inquietante sangre brillante de la bestia

Pero el rastro se adentra en una zona boscosa, el lugar ideal para una emboscada

- Permanezca atento a posibles emboscadas. - le susurro a Foundec mientras entramos en una zona boscosa.

Avanzas con cuidado temiendo una emboscada y de repente... el rastro que seguias desaparece por completo. Es como si hasta ese momento lo hubiera dejado a proposito para que lo siguieras hasta aquí.

Una sensación de amenaza desciende sobre ti mientras das vueltas, el ataque puede llegar desde cualquier dirección

El doctor iba detrás de Costigan, pero también intentaba advertir si había alguna trampa. No se fiaba de la bestia, parecía ser  un formidable cazador. Lo malo es que ellos parecían ser la presa.

-Eso haré- dijo en voz muy baja.

Sientes un escalofrío cuando ves algo cruzando la lluvia, un brillante haz color rubi que cruza la lluvia desde la copa de los árboles hasta la nuca de Costigan

Estoy cerca de Costigan

Fondec sabía que aquella luz no avecinaba nada bueno, u apuntaba directamente a Costigan.

-Corra lejos- le dijo a Costigan mientras le propinaba un empujón hacia delante.

Él mismo saltó en dirección opuesta, intentando alejarse lo máximo posible de lo que fuera que venía del cielo.

Al escuchar la advertencia de Foundec me lanzo hacia el lado contrario que él ayudado en parte por el empujón recibido.

- Póngase a cubierto. - digo apoyándome en un árbol mirando el camino por donde hemos venido y preparando el rifle. Esa maldita criatura es terriblemente peligrosa. Había que descubrirla cuanto antes.

El débil empujón de Fondec no tiene otro efecto aparte de advertir a Costigan, el cual al girarse ve el brillante haz de luz carmesí delineado por la lluvia clavarse en su pecho, su reacción es rápida intentando saltar tras la cobertura de un arbol, sin embargo un rayo azul disparado desde la copa de los arboles le acierta en el muslo antes de que pueda cubrirse por completo, la herida es terrible, y de haber acertado en algún órgano vital habría sido sin duda letal

Pero ahora el peligro acecha en la copa de los árboles

De repente se escuchan voces a tu espalda, Costigan y Fondec te han seguido, las voces terminan con un brusco grito de dolor

No te hace falta pensar mucho para darte cuenta de que la criatura te ha engañado con el rastro falso

Su aviso le salvó la vida a Costigan, pero no estuvo a tiempo para que se evadiera de todo daño. El doctor se quedó solo, Dean parecía haberse quedado inconsciente. Solo... con aquella bestia. 

Si Fondec hubiera sido un tipo religioso habría rezado en este mismo momento, pero como no lo era intentó buscar el origen de aquel resplandor y disparó su arma. No era buen tirador, pero no iba a morir sin luchar.

-Hemos quedado solos, "amigo", pero no me voy a quedar quieto- dijo lleno de frustración.

William está a punto de correr hacia sus compañeros pero de pronto se da cuenta de lo que pasa. Por primera vez comprende como se siente una pantera perseguida. No se enfrentan a un enemigo como iguales... se enfrentan a un cazador como presas. Esa cosa, ese demonio, los está cazando como a vulgares animales.

El explorador no piensa caer en la trampa. En lugar de correr aterrado decide devolverle la jugada al misterioso demonio. No busca a sus compañeros ni se mueve a ciegas. Busca un rincón lo más oculto posible y se cubre la cara y el cuerpo con el barro provocado por la lluvia, intentando después pegar hojas y ramas. Todo esto en el lugar donde el demonio ha tendido su trampa. Recostándose extrañamente calmado William dispone la escopeta de manera que pueda disparar de forma rápida.

Un disparo resuena en la selva

El disparo de Fondec se pierde en la copa de los árboles, mezclandose con el sonido de truenos lejanos.

Una vez mas el haz carmesi baja de lo alto para posarse, esta vez sobre la frente de Fondec