Partida Rol por web

Primera semana desde la llegada de la primavera, al fin comenzarán los eventos y los noticiarios dan buenas nuevas a cerca del clima, por lo que la administración local ha decidido realizar el festival de primavera que se emplazará a lo largo de la quinta avenida. Es de mañana y estáis en cómodamente en casa, pero tenéis la intención de visitar el festival.

Despierto un día mas en el hospital y cada vez me encuentro mejor. El médico me va dar el alta esta mañana, pero me van a tocar pasar por algunas revisiones y comprobar mi evolución después. Finalmente despierto me levanto de la cama, tengo algunas molestias pero no muchas y me voy al servicio para lavarme la cara, despejarme y asearme. El baño lo hago con sumo cuidado y siguiendo las instrucciones del médico para no perjudicarme mas. Seguramente cuando termine de asearme lleguen mis padres o Tony, mi mejor amigo y compañero de piso además de mejor amigo. Alguno llegará si sus obligaciones no se lo impiden. Tony es un universitario de la carrera de derecho, le encanta la fiesta, disfrutar de la vida y si ves mas allá de su fachada es un futuro abogado de primera. También aunque no lo aparenta es extremadamente perspicaz y detallista. Finalmente me visto y termino de recoger las cosas, deseando salir del hospital de una vez. Iré con Tony al festival de primavera, no ha dejado de insistir en ir desde mi llegada de Iraq, es tan cansado escucharle aveces que no le puedes decir que no. Cuando llegué a casa me arreglaré adecuadamente y cogeré el coche para no llegar sudado como un animal sin necesidad.

Mi día comienza durmiendo con alguien a mi lado, es que bueno noches alegres... Mañanas complejas. Lo bueno es que debido a la intensidad que hemos compartido duerme como oso y yo gracias a mi sigilo natural, puedo abandonar la cama e ir al baño para ducharme. Es que no me gustan los despertares melosos, esos que te dices cosas lindas y estás todo el día suspirando corazones. 

Vivo el momento y así lo tomo, entonces mis relaciones son ocasionales. Duran semanas, algunas veces días. Cómo una verborrea pasional y cada uno por su lado. Así que ese es mi gran tema. Rápidamente me meto en la ducha y el baño es en verdad rápido, quiero quitarme su aroma que gracias a mis sentidos lo siento aún más. Y también anhelo empezar el día. 

Hoy tengo el festival, a este chico que durmió conmigo le hacía ilu que vayamos juntos pero no sé. De igual manera salgo completamente desnuda de la ducha y tras secarme, siempre a hurtadillas busco algo de ropa y voy a la cocina. Hora de desayunar. Me preparo un poco de café, unas tostadas y ya. 

Me despierta el sonido chirriante del maldito despertador, hoy no hay clases debido al festival, pero igualmente tenemos entrenamiento del equipo.

Me levanto de la cama y realizo mi rutina de ejercicios de calentamiento, no me apetece mucho, pero se que lo agradeceré cuando comience el ejercicio intenso de verdad, tras esto me doy una ducha fría para terminar de despejarme y me pongo el uniforme de equipo

Compruebo que todo está en la mochila y bajo a desayunar,  Juanita, la chica de servicio ya ha preparado el desayuno pero no está en la cocina, supongo que estará en otra parte de la casa, así que me sirvo una tostada y huevos revueltos, lo como todo rápidamente y voy al garaje

El camino desde mi casa al aparcamiento del instituto no es largo, voy con el coche descapotado para sentir la brisa primaveral y veo que por el camino atraigo algunas miradas, quizá de envidia, quizá de deseo, no me importa, estoy acostumbrado.

Llego al instituto y dejo el coche en el parking, que está casi vacío, solo veo el coche del entrenador, así que me doy algo de prisa para llegar al vestuario, allí están ya el resto de mis compañeros, entre ellos el grupo que hemos quedado para ir al festival al acabar el entrenamiento: Kurt, mi mejor amigo y quarterback titular del equipo; Jhonny, receptor y Andrew, Fullback

Los rayos de Sol comienzan a colarse por su ventana. Primero empiezan a calentar el antebrazo de Vanessa, pero poco a poco, terminan dándole en la cara. Concretamente, en un ojo. La joven se gira y refunfuña aún medio dormida, pero por desgracia, ya está despierta. Abre un ojo y mira el reloj de la mesilla, son las 8 de la mañana. Vuelve a refunfuñar. ¿Por qué ha tenido que despertarle el dichoso sol? ¡Hoy no hay clase! 

Se gira y se queda boca arriba. Se estira, bosteza, se frota los ojos y se queda mirando al techo. Sabe que una vez despierta, aunque intente volver a dormir, será inútil. Estira el brazo hasta su mesilla y coge su móvil que está encima. Abre Whatsapp, abre la conversación en la que pone Zacky y lee "última conexión: 00:34". Suspira, y deja el móvil sobre su pecho. "Estará durmiendo durante, al menos, un par de horas más... Le pasa por dormirse tan tarde... ¿Se acordará del festival?" Pensó para sí mientras recordaba ella misma, el festival.

Se levantó y bajó a desayunar. Sus padres ya estaban despiertos y andaban también desayunando. Les dio un beso a cada uno mientras murmuraba "buenos días" y se servía una taza de café. Se apoyó en la encimera de la cocina oyendo hablar a su padres y mirando la tele de la cocina, estaban las noticias puestas. 

— Hoy iré al festival de primavera. — Sus padres la miraron. No parecían estar del todo contentos con la idea. — Voy con Zaaaack... — Dijo poniendo los ojos en blanco. Pareció que ese comentario era lo que necesitaban sus padres para ver con mejor ojos que fuese al festival. — Sí, sí... No llegaré muy tarde... — Respondió a su padre mientras se subía para su cuarto con la taza de café y nada más. Se echaría un par de partidas al LoL antes de ir a ducharse, vestirse... Y todas esas cosas de persona. De hecho, tenía que terminar un trabajo de clase. Pero eso podría esperar.

Les he pedido Mostrar su actividad a todos, ya que en algún momento os encontraréis en un entorno compartido durante el festival.

La voz de su madre despertó a Zack con la promesa de un desayuno listo. El chico comenzo a palpar a ciegas sus alrededores en busca de su móvil: Primero la cama, luego la mesita más cercana y por último, el suelo. Allí estaba, junto a su calzado. Fue entonces cuando recordó que había pasado la mayor parte de la noche leyendo un cómic que le habían recomendado sobre unas llaves mágicas. Finalmente, Zack abrió los ojos para poder ver la hora en su móvil. Un suspiro se escapó... Se había quedado dormido más de la cuenta. Parece ser que tres alarmas no eran suficientes después de acostarse tan tarde.

Tras unos minutos de maldecir su incapacidad para resistirse a una buena historia, Zack se levantó, algo desorientado. Se vistió torpemente, mientras bostazaba, y se preparó para bajar a la cocina con sus padres. Desde las escaleras ya podía intuir que sus padres estaban discutiendo, gracias al volumen del telediario. Se sentó en un escalón para dejarles su espacio, y buscó en su WhatsApp a su amiga: "Hey, Nessie! Te recojo para el festival, no? No te han puesto pegas, verdad?"

Pasó un par de minutos en la escalera, comprobando sus redes sociales y enviando mensajes, preparándose para el día de hoy. Cuando terminó, viendo que la discusión de la cocina parecía no tener un fin próximo, se puso en pie de un salto. Entró en la cocina, esbozando una sonrisa, y cogió lo primero que vió de lo que había preparado en la mesa, una tostada con mermelada. — ¡Buenos días, padres! — decía, acercándose para darles un beso: primero a su madre, y luego a su padre — Me llevo esto, que me he quedado dormido, y tenía planes para hoy. ¡Os quiero! — gritó mientras salía de la habitación, tan rápido como había entrado, sin apenas darles tiempo a contestar.

Zack se aseguró de que llevaba todo lo importante encima y salió a la calle a disfrutar de un paseo, móvil en mano y música en sus oídos.

pueden chatear entre ustedes marcándose solo entre ustedes dos los mensajes.

Vanessa se echó un LoL aunque en realidad, habría preferido echarse otro más... Pero tenía que hacer cosas de clase, y las obligaciones eran las obligaciones. Así que al terminar, que, de hecho, perdió, se fue a duchar. Eso de perder, le hacía enfadarse demasiado y necesitaba despejarse, respirar, y empezar el día de buen humor. Se duchó, se vistió con unos vaqueros rotos por la parte de los muslos y las rodillas, una camiseta de manga corta negra con el escudo del Capitán América en el centro y unas zapatillas deportivas con la suela alta.

Había bajado a la cocina, había cogido una zanahoria y, tal cual cruda, se la fue comiendo mientras volvía a su cuarto y se disponía a estudiar. Su padre no estaba en casa, pero su madre sí. El súper donde trabajaba hoy cerraba. Andaba recogiendo la casa, limpiando y poniendo coladas. Vanessa, se puso a estudiar y adelantar trabajos cuando recibió un Whatsapp. Era Zack. 

"Dios, donde estabas!? En serio, eres lo peor... Estabas durmiendo verdad? Por un momento pensé que se te habria olvidado lo del festival.. Y no, les he dicho a mis padres que voy contigo y listo! jaja! (Y) Son unos pesados..." Respondió al mensaje y siguió estudiando.

Todo digno festival, tiene eventos predecesores más pequeños y esta no podía ser la excepción Bofa SteakHouse tendrá platillos deliciosos para ofrecer en su menú durante los eventos y justo por allí pasará una exhibición de marcha militar, cruzando la calle está el restaurante japonés Rakugo, donde hacen divertidos monólogos (hoy habrá degustación de sushi y sake) y a unos 20 metros encuentras una de las mejores pizzerias de la ciudad,  SottoCasa Pizzeria, donde a demás puedes disfrutar jugando en las consolas que tienen para los clientes.

Finalmente los que llegan son Tony y mi padre, mi madre está ocupada en reuniones sobre la misión y esas historias. Mi padre es el primero en llegar y me hace una foto riendo. Es para tu madre me dice con humor... quiere pruebas de vida, con el todo va bien hasta que llega Tony con un fuerte abrazo y tan bizarro como siempre.

!Au! me quejo divertido ante su fuerte abrazo que tas un rato muy pequeño decidimos abandonar el dichoso hospital de una vez donde mi padre vuelve a su casa y nosotros a la nuestra.

Una vez en casa completo lo que me falta para salir civilizado al festival vistiendo con unos zapatos negros, un pantalón también negros de vestir y una camisa negra remangada y algunos botones de arriba sueltos.

Al llegar tenemos planeado el resto del día para ver el desfile, los monólogos y distintos eventos para comer en la pizzeria con una partida de la consola. Tony no deja de buscar una mujer una mujer con la que ligar y si no me abandonado todavía es porque como lo haga sabe que me voy a volver a casa ya que no me apetecía venir, pero después de comer lo hará seguro, porque ya le ha echado el ojo a una pelirroja que ha visto en la entrada y el plan se va ir al traste para poder irse mientras el se va con la pelirroja.

Como siempre tras en el entrenamiento un grupo bastante nutrido de compañeros del equipo fuimos a Sotto Casa, la pizzería era el punto de encuentro habitual de muchos de los estudiantes de su instituto, sobretodo aquellos que participaban en los equipos deportivos, debido a que allí podían utilizar libremente las consolas que allí había a disposición de los clientes mientras devoraban deliciosas porciones de pizza, luego lo pagarían caro en el gim, pero nada del otro mundo

Tyler y sus amigos entraron y tras pedir una pizza barbacoa escogieron una de las consolas, rápidamente los cuatro se abalanzaron a coger los mandos de la única consola que en aquel momento, a poco rato del desfile, todavía estaba libre; Tyler fue el primero en coger un mando y Kurt consiguió el segundo al placar a Andrea que estaba a punto de alcanzar el único otro mando disponible

Tyler escogió uno de sus juegos favoritos, un simulador de carreras de coches, estaba ya acostumbrado a aquel juego y personalizó rápidamente su vehículo, mientras Kurt se hacía con los controles, las reglas de la competición estaban claras, el que perdía debía ceder su sitio al siguiente compañero

- Pilla ese lamborginni, sino va a ser demasiado fácil ganarte con mi Ferrari - las puyas entre los chicos eran habituales y ninguno se las tomaba en serio.

 Decidida a hacer algo con este día, tras haber desayunado sola luego de que haberse retirado mi "amigo" me entretengo mirando el móvil un rato. Quizás pensando en los planes que pueda tener, no sé, algo de diversión, conocer gente. Aquel festival no es que me ilusiona por completo, pero al menos puedo pasar el rato. 

Tras decidir que ponerme, eligiendo una falda a cuadrillé bastante corta, unas medias negras y mis queridos borcegos, prefiero una blusa más suelta arriba. Siempre con ese estilo muy peculiar, a veces un tanto rebelde, pero es solo para disfrutar de la imagen que doy y lo poco que me importa en verdad todo. 

Una vez salgo a la calle, camino entre los transeúntes, no miro a nadie en especial, sólo camino y divago mentalmente. Luego decido entrar a la pizzería para tomar algo y disfrutar de las delicias de la casa, además me encanta ver a los que se ponen con las consolas y escuchar como juegan o putean en su defecto. 

Soy una chica, simple y por eso me gusta este tipo de cosas. Además como ando en solitario, siempre se puede improvisar y encontrar un punto de la situación que valga la pena. Así que tras de pedir mis dos porciones de pizza y la cerveza, veo que unos chicos van a correr unas carreras, eso mola, así que les doy mi total atención. 

- Si me dejan unirme, verán como una chica puede hacerlos comer el polvo. - digo a Tyler y compañía. 

Zack andaba acompañado de su música. Según la canción que sonase, aceleraba o disminuía el ritmo de caminar, aunque sin que fuese algo exagerado. El paseo, que había comenzado sin un rumbo claro, tenía ahora un objetivo: Se dirigía a casa de su amiga, para recogerla y pasar un buen festival.

A lo largo de la mañana, en sus redes sociales, había sido invitado a diferentes planes. Sin siquiera pensarlo, se decantó por la apuesta segura: Pizza y videojuegos. No hacía falta ser un genio para saber que esa sería la opción favorita de Nessie, y también la suya.

Cuando llegó a la casa de los Evans, dió un toque largo al télefono de su amiga, y se esperó en la calle, sentado en el capó del primer coche que vió. Sinceramente, hoy no tenía ganas de hablar, sólo distraerse. Y sabía que Michelle, su "madre adoptiva", probablemente le haría preguntas que no tenía ganas de contestar.

Mientras esperaba, se puso a jugar a un juego en su móvil. De vez en cuando lanzaba miradas furtivas hacia la puerta de la casa, pendiente de si se abría. Tal y como la vió, bloqueó su móvil, se quitó los auriculares, y con una sonrisa de oreja a oreja, saludó:

- ¡Hey, Nessie! Sotto. Tu, yo, y una buena pizza de marisco de esas que tanto te gustan. ¿Qué te parece? - preguntó, sabiendo la reacción que iba a obtener, a la vez que se levantaba del capó del coche para abrazar a su amiga.

La mañana se le echó encima mientras terminaba un trabajo de Dibujo Técnico. Cuando su móvil comenzó a sonar y paró antes siquiera de que pudiera cogerlo, supo lo que significaba. Zack estaba abajo. Pegó un brinco de la silla, ya estaba harta de estudiar y esa era la señal de su libertad. Además, empezaba a tener hambre. Se metió el móvil en el bolsillo y la cartera en el otro. Salió de su habitación y bajó al trote las escaleras. 

— Zack está fueraaa. — Dijo dándole un beso a su madre y yéndose casi corriendo. Su madre le preguntó algo así como "¿Por qué no ha entrado?" — Yo que sé mamá, porque eres muy pesada seguramente. — Escuchó a su madre quejarse y decir algo de "esa boca" pero ella ya estaba cogiendo las llaves y cerrando la puerta de la calle tras ella. 

Al salir vio al chico apoyado en un coche frente a su casa. Ella bajó las escaleras de la entrada también al trote. Le lanzó las llaves. — Guárdame esto anda, tus bolsillos son más grandes. — Dijo mientras se acercaba a él y sonreía por el planazo que tenía. Lo abrazó y le dio un beso prácticamente en el oído, eso igual había dolido, pero ella no se dio cuenta. — Me pareeeeeece... ¡Estupendo! ¡Ya me muero de hambre! — Y lo cierto es que comenzaba a tener hambre antes, pero ahora, que había pensado en pizza y casi había podido olerla en sus recuerdos, le rugió la barriga. Así que era momento de... ¡comer! Al separarse del abrazo aprovechó para pincharle con el dedo en el costado. — Pero de marisco te la pides tú, si quieres, capullo. — Le hizo una pedorreta y después se rió.

Llevaba dos turnos seguidos siendo imbatible y ahora le tocaba el turno a mi colega Jonny cuando una chica se nos acercó con una cerveza y un par de trozos de pizza pidiendo jugar, Jonny y yo nos echamos una mirada y el le cedió su mando a la recién llegada - por supuesto, aquí no discriminamos a nadie, a ver que sabes hacer - dije sonriendo mientras le enseñaba el asiento que había quedado libre a mi lado

Divertida al ver que acepta mi propuesta, asiento con la cabeza y tomo asiento en el lugar que se encuentra al lado del rubio. 

- Que amable, me encanta la velocidad. Dudo que me vaya mal. - digo sonriendo. - ¿Cómo te llamas? 

Está bueno conocer gente nueva, y hablando de ello, aparece un chico junto a una joven de ojos azules. Alzo la mano para saludar en plan buen rollo con la mejor de las ondas. Quizás se arma un mini torneo y molaría mil. 

- ¡Hola chicos! - saludo a Vanessa y Zack. 

Disfruto de mi partida de Call of Duty mientras se llena el local, echaba de menos comer comida basura y jugar a la consola o ver la tele mientras lo hago, también es cierto que llevo meses sin dormir mas de seis horas seguidas o disfrutar de perder el tiempo con estas cosas tan sencillas.

Venga Tony, deja de preguntar si estoy bien porque te doy una patada en el culo. Le reprocho sin estar molesto de verdad porque sabe que realmente no estoy bien y me conoce como si fuera mi hermano, tratando de hacer que hable de un tema que no me apetece preocupado por mi.

No puedo evitar mirar al los diferentes grupos de chicos no mucho mas jóvenes que yo sacando una sonrisa amable y sincera, en ocasiones recuerdo con alegría mi época de estudiante. Disfrutando de la alegría que trasmiten mientras juego y como.