Partida Rol por web

El Escuadrón 8º de la Marina Colonial, destinados en el USS Falcon al apartado Korravan-3, se despierta del sueño criogénico al que fueron inducidos durante el largo viaje.

Me despierto del sueño hiperespacial. La verdad es que ya había perdido la costumbre, pero me reconfortaba el sentir esta sensación tan añorada. Al poner los pies en el frío suelo, se me termina de despertar el cuerpo. Me dirijo hacia la taquilla mía mientras me pongo el uniforme de marine y comienzo con algunos ejercicios para estirar los músculos, mientras espero a mis compañeros.

De repente vuelvo a la vida después de la criogenización para el largo viaje, lo cierto que ya se había convertido en un rito más, tras tantas misiones había dejado de ser hasta molesto. Como siempre fallaban algo las piernas por lo que permanecí unos segundos en la posición que estaba, para luego salir y dar un par de pasos, tras ellos hago un par de ejercicios de estiramiento y calentamiento.

Luego me dirijo hacia el sitio de mi taquilla, con parsimonia me visto con calma, para luego volver a estirar y realizar unas flexiones, tras eso muevo los brazos para que vuelvan a la acción. Lo cierto que aun para ser un puñetero veterano mi cuerpo respondía perfectamente. "Bueno aquí estamos, veamos que nos espera. Lo que daria por tener a uno de esos cientificos que dicen que la criogenizacion no es para tanto." Siempre pienso lo mismo tras uno de estos viajes, puesto que no puede ser sano, aunque total preocuparse por eso cuando nos sueltan en lugares desconocidos sin saber que nos espera, es algo ridiculo.

Cuando me despierto intento contener el vómito.- Nunca me acostumbrare a esto- susurro.

Veo que empezamos a despertar todos, por lo que estoy atento a los efectos del viaje en los demás, y ayudo a quien lo necesite.

Dos ya se han despertado, y los veo haciendo ejercicios. -Recuerden hidratarse, cuanta más agua beban antes se pasarán del todo los síntomas. 

Y para predicar con el ejemplo, voy bebiendo agua a sorbos pequeños mientras me voy vistiendo.

-Cuando todos hallan despertado y comido la doctora y yo haremos el examen de salud de protocolo.

Tras esto, preparo bolsas y botellines de agua para los que despierten después, por si vomitan.

"en el momento que despiertes, espera 30 segundos y aplícate esta fórmula en el muslo izquierdo, te hará sentir mucho mejor"

Recordaba esas palabras mientras salía del sueño criogénico, al cual tenía una alta disposición de crear dificultades en mi sistema sanguíneo por hipercoagulación de componentes aislados de plasma, enfermedad poco común en humanos, y mucho menos entre marines, a los cuales no les permitía enlistarse con esta.

Debo agradecer a James por esta vez inyección, me ha salvado de nuevo. 

Gracias al doctor de la flota de infantería en el sistema Artemis, con el cual entablé buena amistad en mis primeros años de servicio, y el cual no solo detectó, sino que creó una contramedida para mi condición actual, tendría muchas razones para agradecerle luego.

Muy lentamente comienzo a moverme dentro de mi capsula, buscando la jeringuilla que había dispuesto de contrabando justo antes del despegue. La hallo y prontamente alisto la aguja -dieciséis, diecisiete, dieciocho- intento ubicar la arteria femoral con mis aún entumidas manos -veinticuatro, veinticinco- la encuentro e inmediatamente me inyecto. La sensación de mareos y nauseas comienzan a dejarme lentamente, mientras consigo moverme con más libertad que antes. Escondo la jeringuilla entre mis ropas nuevamente, y abro la escotilla que da al pasillo. Veo que algunos compañeros ya han salido y ejercitan su cuerpo para ambientarse con mayor facilidad. Antes de dirigirme a la sala médica, dispongo en un contenedor el contrabando, no sin antes verificar que nadie está cerca.

    Dormir en los viajes de por sí es molesto aunque sea necesario, pero despertar es mucho peor. Cada vez que me despertaba era como si tuviera menos energía y lo que antes no sucedía ahora empieza a suceder: desde hace como 3 misiones he empezado a vomitar cuando salgo de la criogenización y me sentía más débil, lo que me molestaba porque la vulnerabilidad era algo que definitivamente no va conmigo pero quiere adueñarse de mí. Un dolor punzante en la cabeza casi no se asemejaba al que corroía mi estómago; sin embargo, tomo una de las botellas que el doctor ha preparado y, antes de probar el primer sorbo, vomito en un recipiente para tal propósito -Parece que la vejez me ha alcanzado de antemano- murmuro para mis antes de sumirme en más líquido. En realidad no soy tan vieja pero así es como me sentía en ese momento, por lo que me quedo sentada un minuto hasta que me acostumbro nuevamente al ambiente de la nave. Sé que hacer ejercicios ayuda a que el cuerpo recupere fuerzas y al instante tomo el ejemplo de algunos compañeros y comienzo a ejercitarme: primero unas flexiones y luego otro poco de abdominales.

   Una vez terminada la ejercitación voy a mi casillero y procedo a vestirme. Esta ropa que nos han dado para esta misión parece de papel. Cómo quieren que nos mantengamos enteros! Ni que se les hubieran acabado los fondos a estos del ejército.- era algo que daba vueltas en mi cabeza, ya que he visto mejor equipamiento y ropa en misiones anteriores, pero quizás fuera por haber estado en una fuerza especial de caza antes que me asignaran una misión que parecía rutinaria. Vaya que esto me estaba cambiando un poco el humor y ver gente desconocida sólo hacía que quiera relacionarme lo justo y necesario, dado que no vengo aquí a hacer amigos pero sé que es necesario tener canales de comunicación como cualquier pelotón normal.   

   Puedo sentir que muchos parecían tener el mismo pensamiento que yo dado que nadie se había presentado todavía. Se nota que varios profesionales de campo estaban presentes pues se me ocurría que estaban analizando a todos los que estaban allí como para hacerse una idea de fortalezas y debilidades. No tomo la iniciativa en presentarme, pero sé que es mejor presentarse en el medio, por lo que esperaré a que algunos lo hagan; mientras tanto, me mantendré al margen y revisaré mi equipamiento.

- De nuevo esta horrible jaqueca...

Calgar acaba de despertar, todavía sentía entumecidos todos los músculos de su cuerpo. Estaba algo desorientado, pero debían de estar próximos a su destino, Korravan-3. Tras unos instantes inmóvil mientras se recuperaba, abrió su cápsula y se incorporó. La escotilla de la sala estaba abierta, y algunos de los miembros del equipo ya la habían abandonado.

Al poner los pies en el suelo una sensación de inestabilidad invadió su cuerpo, lentamente se pusó en pie y avanzó hacia la puerta, apoyándose en la pared. Al salir al pasillo pudo ver a algunos de los que serían sus nuevos compañeros haciendo estiramientos y algunos ejercicios. Sin prestarles mucha atención se dirigió hacia la zona de taquillas. Al entrar pudo ver a uno de los doctores preparando unos botellines de agua.

- Gracias, soy el soldado de primera Calgar -dijo cuando cogía uno para beber mientras buscaba la taquilla con su nombre-.

Tras abrir la taquilla y vestirse, se sentó en uno de los bancos del vestuario mientras se terminaba el agua. Antes de estirar necesitaba que desapareciese ese maldito dolor de cabeza.

- Espero que lleguemos pronto, tengo ganas de salir de esta nave.

Poco después se unió a la actividad realizando unas series de estiramientos y ejercicios para despertar los músculos antes de dirigirse al comedor. Más tarde tendrían que pasar el examen médico rutinario.

Me despierto, bostezo y me estiro al abrirse mi camara criojenica, tenia mi casco puesto y ya me habia acostumbrada a tenerlo todo el tiempo puesto -[[ajum... ahhh....... buenos dias a todos...]]-  digo en forma general un tanto mareada por el viajesito -[[que hora es??... que dia??... ahhh..]]-... reviso mis signos vitales desde mi casco, y dejo que me examinen para revisar si estoy en buenas condiciones... espero a que terminen mis examenes de reflejos y respiracion entonces me levanto...

Y acomodandome los chones n_n me dirijo a algun androide de servicio -[[buenas dias Señor Androide... oye, estoy algo sudorosa y necesito darme un baño... me puedes guiar hacia una ducha para poder darme un regaderazo... necesito lavarme el cabello antes de entrar en servicio...]]- queria arreglarme y comer algo antes de entrevistarme con el oficial al mando...

La criogenización hizo que el largo viaje a bordo del USS FALCON pareciera segundos para Arturia. Una siesta breve, pero demasiado profunda de la que comenzó a librarse lentamente. Los murmullos llegaban a sus oídos pero aún no era capaz de procesarlos y sus ojos se entreabrieron, teniendo que volverse a cerrar con fuerza por la luz a la que habían dejado de acostumbrarse. Tardó bastante tiempo en comenzar a moverse con delicadeza mientras pensaba cómo los Marines Coloniales podían soportar semejante tortura y luego combatir con su legendaria fiereza. Los mareos, las náuseas, el aturdimiento general como si te hubiera arrollado un tanque…

-Gracias- Es todo lo que llega a articular cuando Doc, del personal médico la ayuda a reincorporarse. No duda en aceptar el agua y pega un par de tragos para hacer los debidos estiramientos tras ello. Cuando va recuperándose del viaje, se percata de que se encuentra vestida con escasa ropa interior y aunque la mayoría parece haber superado ese pudor, ella se vio impulsada a acercarse a su taquilla, teclear el código de seguridad y hacerse con algo de ropa. Algo que le ayudaría a entrar en calor. Antes de cerrarla revisó que su equipo se encontrara en buen estado tras el viaje y se encaminó hacia las duchas.

Hasta que volvió no había dicho gran cosa. Tuvo una lenta recuperación y a pesar de que no necesitó usar una de las bolsas de vómito, a punto estuvo. Una vez que ya era ella misma, no resultó tan callada.

-Necesito algo más que un simple vaso de agua para reaccionar, Doc.- Habló mientras preparaba un café. Era malo y sabía a pis de caballo, pero café al fin y al cabo.  Alzó la cafetera y la zarandeó para llamar la atención  – ¿Alguien más quiere una taza?- Se deleitó con el aroma recién hecho inundando su olfato y apoyando las nalgas sobre la encimera miró a sus compañeros. –Bueno, Encantada. Como sabéis me llamo Arturia y ya que conocemos poco más que nuestros nombres me presento. Soy bioingeniera con entrenamiento militar, estoy especializada en el comportamiento de los “bichos” y tengo unas ganas inmensas de abandonar esta chatarra. De veras, con las cantidades ingentes de presupuesto que se gasta el ejército en I+D podían invertir parte en daros a los marines un juguete un poco más nuevo.-

- Kyle Reese, superviviente de los mundos fronterizos Lv.3XX, especialista en combate a distancia y contra Xenomorphos.

Calgar se encontraba revisando su equipo mientras hacía tiempo antes de dirigirse al comedor con el resto. Sin levantar la vista se dirigió a sus compañeros, mostrándose aún algo reservado.

- Marneus Calgar, soldado de primera y superviviente del LV-541 -tras lo que esbozó una ligera sonrisa-.

Vaya ahora parecía que era el momento de las presentaciones "Coño no sabía que me había reenganchado a los Boy Scout" Me digo al ver como todos se presentaban "Esto es un puñetero momento Cumbaya". Pero tras acabar de ponerme el típico chándal que colocaban en nuestras taquillas.

Llamarme Snake, especialista en acabar con todo bastardo que sea necesario, como sea posible. Era ya marine mientras vosotros amamantabais los pechos de vuestras madres. Acabo de decir mientras tomo el agua que uno de ellos había ofrecido. Gracias. Luego tomo un gran trago. Bueno lo cierto es que tengo ganas de comer algo de esa bazofia que llaman comida los jefazos. Lo cierto que tenía hambre y total ahora era lo mejor que se podía hacer hasta nuevo aviso.

En el comedor, distribuyendo el almuerzo y las bebidas en distintas bandejas, hay una unidad Bishop. Este, en concreto, es el Bishop-008. Él fue el que os dijo cuanto y como sería el viaje y el sueño criogénico y os dijo que en vuestro destino sería vuestro "personal de apoyo"
- Buenos días soldados ¿Algún problema durante el sueño? ¿Molestias? Buenos días Drs. Dra García, sería conveniente que primero comiera algo-y os sonríe, afectuoso.

-Soy Doc, arreglo todo tipo de  cosas, desde motores y armas, hasta brazos y piernas.- Me preguntaba que hacia tanto tipo duro en esta misión. Esta era una misión de rescate, sacar a unos mineros del agujero donde se hubieran caido y curar a los heridos, asique, ¿para que mandar tanto músculo y armas?

El último en salir del vestuario es el que parece ser vuestro superior, el Sargento Dave Robertson. Es un marine de tamaño considerable y con una gran musculatura. Lleva puestos los pantalones de camuflaje del uniforme, las botas y una camisa de tirantes.

- Descansen, soldados ¿Cómo han dormido las criaturitas? Espero que bien, porque lo que nos espera en nuestro destino es una cacería de bichos. Si os han asignado bajo mi mando es porque vale la pena la decisión. Esto no va a ser un paseo por el campo. No vamos a coleccionar mariposas, ¿entendido? En cuanto acaben de comer, tienen 10 minutos para ir al hangar con sus uniformes completos. Buenos días, Bishop- Bishop sonríe y le hace el saludo militar al Sargento. Este se siento y comienza a comer.

Tras unos minutos aparece un bishop, odiaba aquellas cosas no me fiaba de esos seres, si por mi fuera les volaría la cabeza a todos, pero eran material del ejército y muy caro como para eso "Prefiero un robot cien por cien que esa cosa". Rápidamente me olvido de aquello cuando llego al comedor, justo en ese momento veo al Sargento Robertson, así que me cuadre y salude. Como era de esperar nos soltó el discurso de bienvenida, el que escuche con atención. Entendido Sargento. Contesto cuando acaba, luego tomo una bandeja con comida y me siento a comer, con cierta parsimonia y disfrutando de ese pequeño momento de calma ante la tormenta que seguramente nos esperaba.
 

-[[Tienes razon, gracias Bishop...]] n_n- voy junto a mis colegas al comedor mientras los saludo y bromeo un poco en buen plan... -[[vaya viaje eh chicos?... no me gustan mucho estos vuelos comerciales je je :p siempre es un lio comer para mi por mi casco XD... que nos esperara haya abajo??...]]- 

y mientras intento comer algo abriendo la pequeña linea de la escafandra de mica del casco para meterme los bocados y disfrutar de la comida llega el Sargento Robertson a quien saludo poniendome de pie y cerrandome el casco... escucho lo que dice y me digo -[[jiuhhh, creo que no tengo mucho tiempo...]]- termino de comer a bocados grandes y rapidos -[[buen provecho chicos los veo al rato...]]- y salgo rapido del comedor para ir a darme un duchazo rapido de 5 minutos para estar a tiempo lista en el hangar