Partida Rol por web

Rose dio un respingo al verse abrazada por K.A. A pesar de que la afectividad del chico siempre era así, ella no estaba en su momento más receptivo. 

Escuchó cómo K.A hablaba, casi sin pausa, asimilando como pudo las preguntas para contestar después. No obstante, sintió un alivio y gratitud inmensos cuando sintió la chaqueta de K.A sobre los hombros. 

—Gracias —murmuró, sintiendo el calorcito de la chaqueta—. Yo también me alegro de verte, no sabes cuánto.  

Respiró hondo, tranquilizándose, antes de contestarle: 

—Me trataron de secuestrar ayer. Fueron... fueron dos tipos de moteros, embistieron un furgón blindado contra nuestro coche. L-les planté cara, pero el conductor está grave en el hospital... M-morgana decidió vengarse mientras dormía —explicó como pudo, clavando los ojos en el suelo, muerta de culpa y vergüenza—. Recuperé la consciencia en medio del bar, y salí corriendo... 

Después, miró al hombre adulto enmascarado. 

—Si no es mucha molestia, agradecería mucho que me llevarais a casa. P-pero puedo esperar a que acabéis. No quiero ser una molestia —dijo entonces. 

Tú nunca molestas tía - dijo el chico verde con aire despreocupado. - Curioso. Están habiendo muchos secuestros últimamente. Yo esta noche casi detengo uno. - dijo con una sonrisa. Actos seguido el rostro se tornó mucho más sombrio. Con un hilo de voz dijo - Vamos a investigar el coche del tío ese. Yo puedo olisquear a ver si encuentro algo que se os escape.

La chica parecía mucho más en calma, gracias en parte al muchacho, que parecía conocerla lo suficientemente bien como para tranquilizarla. Al menos no tendría que encargarse de aquel punto, lo cual era toda una suerte.
La muchacha soltó aun más datos escalofriantes sobre la desaparición de niños, al parecer a ella también la habían intentado secuestrar, ¿cuantos casos de esto habían aparecido en los últimos día? ¿Y porque no se había enterado antes?, sentía que había fallado a aquellos críos, pero era hora de arreglar aquello, no de venirse abajo. No acababa de entender esa bipolaridad que parecía encerar la chica, pero no parecía importante en aquel momento.

-Niño, por el momento no deberías separarte de ella.- Dijo Moonshine ordenando sus ideas, en aquellos casos si que no había consolas de por medio, era extraño que el modus operandi variara tanto, ¿quizás una casualidad?- No sabemos si quien sea podría volver.- Sin duda estaba subestimando a la chica, y tampoco es que confiara en el crío, pero estaba bastante seguro de que entre los dos podían dar pelea.- Investigaremos ese coche, y luego os llevaré a tu casa,- Dijo refiriéndose a la chica.- tengo mi coche por aquí cerca, así que en marcha. -No se le daban para nada bien los críos, pero intentaba no sonar demasiado duro con ellos.

Pusieron rumbo al coche del señor Herbert con la esperanza de encontrar alguna pista que les indicara el camino, pues de momento parecía que no dejaba de encontrar ramificaciones, pero ninguna lo suficientemente sólidas para seguir tirando del hilo.

Moonshine abre el maletero sin demasiados problemas, encontrando en su interior un embrollo de cuerdas, una gorra de béisbol y una pistola con el número de serie raspado. Mientras el justiciero enmascarado intenta sacarle algún significado a sus hallazgos K.A. intenta echar una mano investigando la cabina del coche. Sin embargo abre la puerta con tanta fuerza que golpea el coche de al lado haciendo sonar la alarma...

- Upss - dijo con una sonrisa y la mano detrás de la cabeza. - Creo que he sido yo. Esto se va a poner peliaguado. ¡Vamos! La policía no tardara en llegar pero vendrán con la calle principal. Si vamos por lo callejones los evitaremos por completo, creedme, lo se. - Dijo el chico verde al convertirse en un perro y correr calle abajo echando una mirada atrás para comprobar que Moonshine y Rose le siguen. 

Abrió el maletero sin mayor problema y se quedó mirando unos segundos pensativo. No había duda de que el chico tenía razón, aquel tipo no era lo que intentaba aparentar, la cuerda y la gorra podía haber sido una pista o no, pero aquella pistola allí y el hecho de que estuviera sin registrar no dejaba ningún tipo de duda.
Entonces la alarma empieza a sonar "¡Niños!", ¿qué demonios hacía investigando aquello con dos niños? debería haberlos dejado en casa antes de nada, pero no había querido que la pista se enfriara.

-¿Tan difícil era estarse quietecito y calladito?- Protesta de mala gana.

Vuelve a echar un vistazo al maletero, no puede dejar aquello allí, la cuerda no la necesita, pero la pistola y la gorra podrían aportarle alguna pista, así que la coge rápidamente, quizás sea una malisima idea, pero no piensa dejarlo allí.
No está muy seguro de que seguir al chico sea la mejor idea del mundo, pero la situación es delicada, por lo que decide hacerle caso y seguirlo.

-Si puede ser que el camino no nos lleve directos a la policía chico.- Sugiere el justiciero.

La astucia callejera de K.A. demuestra ser de lo más útil. El chico verde conduce a sus compañeros a través de calles y callejones cada vez más oscuros y desiertos hasta que las sirenas de la policía que ha acudido al altercado del bar no son más que un rumor lejano. Durante la carrera Moonshine nota que la gorra de béisbol es más pesada de lo que aparenta en un principio. Al echar un vistazo al interior descubre una pequeña maraña de cables y electros conectados a una batería...

- Fiuuu, ¿Estáis bien? - pregunto después de volverse humano. Apoyando sus manos en sus piernas se preocupa de recuperar el aliento. Un momentos más tarde se levanta triunfal. - Veis como sabía por donde había que ir. Esto me ha pasado más veces y al final vas conociendo la rutas de los coches. Soy un tipo avispado - termino convirtiendose en avispa y volando alrededor de Rose.

Después vuelve a su forma humana y se rie a carcajadas de su ingeniosa broma.

Moonshine no hizo demasiado caso al chico, pues había descubierto algo demasiado raro, durante su huida ya había captado que su peso no era normal, pero ahora tenía más tiempo para mirarlo con calma, ¿qué narices era aquello? ¿alguna especie de máquina de control mental? ¿tendría que ver con la tecnología de su consola?
Entonces se percató de las tonterías del muchacho, y sin dejar de examinar el extraño aparato se dirigió a él.

-Si fueras tan avispado no habrías hecho sonar la alarma.- le dijo en un tono un tanto burlón.- Vamos a mi coche, os dejaré en casa.

Quería deshacerse de los niños lo antes posible para volver a la oficina a que investigaran aquello, no lo harían por Moonshine, pero sin duda lo harían por el dueño de Archibald Enterprises. Así que sin más el justiciero encaminó sus pasos hacia su vehículo confiando en que los niños le siguieran.

Rose, callada hasta entonces y concentrando cada molécula de su ser en no dejar escapar nada de esencia, miró a K.A con ojos como platos cuando mencionó que "eso le había pasado más veces". 

Al fin, cuando el enmascarado mencionó las palabras mágicas "ir a casa", casi se le escapa un suspiro de alivio. Consiguió esconder su impaciencia y respiro hundiendose momentáneamente en el sofá. Había sido una mañana demasiado ajetreada para no haberse bebido el café siquiera. Salió del coche aún abrumada y miró a K.A para ver qué hacía. Después, miró al enmascarado, como decidiendo si meterse en otro coche con esos dos era buena idea. 

Al final, mirando las piernas desnudas apenas cubiertas por las patas del pijama de verano pudieron a sus dudas. Quería ir a casa. Necesitaba ir a casa. Sólo quería escuchar a Arthur y que éste le dijera que no pasaba nada. 

Así, se puso a seguir a Moonshine aún con la cazadora de K.A puesta, que le daba el calorcito que necesitaba para no venirse abajo en el frío de la mañana. 

Vaya chasco colega - dijo el chico verde ante el corte de Moonshine - ¿Quieres ir alante Rose?. Te llevamos a ti primero y así me aseguro de que llegas sana y salva. ¿Te parece? - Pregunto a la chica pelirosa.

La verdad es que era de las pocas veces que veia a Rose tan indefensa. Le puso una mano en la espalda y le dedico su sonrisa mas cálida. Quizás eso ayudara...

Ah, no - dice Morgana - De eso nada, niña. Hemos venido hasta aquí y vamos a quedarnos hasta averiguar qué está pasando ¡Nadie ofende a Morgana Le Fay y queda sin castigo!

Moonshine se pone al volante y pone rumbo hacia Umbría City. Sin embargo los recuerdos del trazado de carreteras de Greenville parecen emborronados, como si de pronto se le hubieran olvidado. Su visión se vuelve borrosa y su conducción algo errática hasta el punto de hacer protestar varias veces al piloto automático del vehículo. Desde el asiento de atrás K.A. se da cuenta de los músculos tensos de Moonshine y las manchas de sudor en la máscara del justiciero plateado. Lo que en un principio podría achacarse a la tensión de lo sucedido se esfuma cuando el chico verde se da cuenta de que Moonshine va directo hacia un espectáculo callejero...

Eh Eh ¡EH! - Le grito al enmascarado zarandeandolo. - ¡Despierta tío! -

Viendo que no esta respondiendo me lanzo a coger el volante. El corazón va a mil por hora. No era el mas híbil conduciendo, nunca le habia preocupado. Si al menos estuviera aquí Rubi. - ¡Rose Ayudame! - digo mientras intento, como pueda, redirigir el coche hacia un lugar que no sea un puto espectáculo callejero lleno de gente.

Con un alarde de reflejos y habilidad K.A. consigue detener el coche sin que nadie resulte herido. Mientras Moonshine se pregunta qué demonios le ha pasado un corpulento policía golpea furiosamente el cristal.

¡Eh, usted! ¿Qué demonios se supone que está haciendo?

K.A. y Rose miran a su alrededor: hay un pequeño círculo de personas rodeando a un oso bailarín tocado con un gracioso gorrito de colores. El animal está mirando hacia el coche... como si de alguna manera lo estuviera reconociendo...

Me quedo congelado, como cuando a un cervatillo le dan las largas del coche. Con el cuerpo cruzado y el volante entre las manos se queda mirando fijamente al policía sin saber qué decir...
- ehhh... Esto... Señor Age...agente.. a mi compañero le ha dado un... Algo... Y se ha desmayado... - el chico verde no paraba de balbucear. se veía claramente que la figura de policía le imponía y no era capaz de ver más allá a ese oso bailando. Al menos no era capaz de procesarlo.

Parece despertar de un sueño, "¿Qué narices ha pasado?" ¿pude haber sido cosa del microchip?, quizás haya tenido algún fallo, pero nunca había ocurrido y no cree en las coincidencias. Se permite respirar un segundo al ver que aquel niño ha salvado la situación. Quiere quitarse la máscara, pero no se lo puede permitir, y entonces llega aquel hombre.

Moonshine está demasiado aturdido para responder a aquel policía, pero K.A. está rápido y toma la iniciativa, aunque lo hace de una forma un tanto lamentable "¿Qué le pasa?"

-Perdone agente.- Se disculpó Moonshine bajando del cocha.- No se que ha ocurrido... He perdido el control.- Enseguida miró a K.A.- ¿Qué te pasa chico?

El justiciero miró el oso como si lo conociera de algo, lo cual era una de las situaciones más absurdas que había vivido en su vida.

El policía mira a Moonshine con desconfianza, pero acaba por lanzar un suspiro de resignación - Usted es uno de esos "modernos" de Umbría City ¿Verdad? ¿Qué está buscando aquí? ¿Va bebido, drogado?

En ese momento el móvil de K.A. que Sadie aún sostiene en sus manos empieza a vibrar y emitir su melodía. El número llamante es el de Arthur.

Mientras tanto, la gente empieza a extrañarse por la actitud del oso. Su entrenador, que luce un gran sombrero de cowboy, también mira el coche con expresión idiotizada...