Partida Rol por web

Tras levantar el campamento, el suceso con el extraño animal, y volver a poneros en marcha aun os queda como una hora de dura conducción*. El
desvío hacia la central de maquinaria Jarkov 37 podría no estar señalizado, aunque ahora es visible una linea de postes telegráficos que os acompaña por el camino. La central y los koljoses que la rodean ocupan un risco bajo que se proyecta sobre un área de marismas, y la toscamente trazada carretera se mantiene generalmente en la parte alta.

Mientras avanzáis, más despacio de lo que os gustaría debido al mal estado de la carretera podéis asomaros para observar el paisaje aunque el polvoriento y nada compacto suelo es levantado por el viento y los vehículos, formando molestos remolinos. También es evidente la ausencia de vida vegetal o animal, aunque eso será debido a que aún estamos en el frío invierno.

-Parece que este viaje no va a ser fácil ¿Eh?- dijo Petr cuando el conductor empezó a dar bandazos.

Dugov se acomodo todo lo que pudo en su asiento improvisado mientras observaba el paisaje por el hueco de la lona. El paisaje agreste que se proyectaba ante su cara le hacia perder el animo. ¿En cuantos kilómetros no hay vida?... A saber, esto parece completamente despoblado.

El joven se quedo embobado pensando embobado mientras sus pensamientos se centraban en el trabajo que iba a tener que desempeñar en cuanto llegase. Solo quería llegar a la central, reparar lo que pasase y volver a hacer el tedioso camino de vuelta a casa.

-Parece que la estancia no va a ser del todo agradable... Dugov dejo escapar las palabras con la vista perdida y sin pensar en quien podría escucharlas, pero estaba tan quemado del viaje que ya poco le importaba.

Faltaba poco para llegar, se notaba en el ambiente. El viaje había sido largo y tortuoso, no tenía muchas expectativas sobre lo que me iba a encontrar allí, pero iba a trabajar. Haría lo que me correspondía y luego a volver. Pero había que ir paso a paso.

Mantuve los ojos abiertos, habían señales de que podía estar pasando algo extraño, mucha gente desaparecida, más me valía estar bien en guardia.

– Ummm Esperemos que al menos sea corta – Respondi a Nikolai, con media sonrisa en mi cara.

Uno de los vehículos debe parar debido a un problema mecánico. Aunque aún es temprano y no ha salido demasiado el sol sigue haciendo bastante frío y los soldados son reacios de salir del vehículo a la espera de recibir ordenes.

Vosotros os juntáis junto al vehículo estropeado valorando las opciones. La CMJ 37 esta cerca, se podría forzar el vehiculo o esperar a arreglarlo que podría llevar una hora, o incluso que el camión que no esta estropeado avance en primer lugar.

Petr bajó del camión malhumorado, sacó de un bolsillo interno de su chaqueta una libreta con el membrete del Partido y apuntó:

"Traer repuestos mecánicos."

Viendo que la oportunidad de diseccionar al especimen que he tardado tanto en guardar esta disponible si espero con el camión estropeado. Recojo el bichejo lo pongo en una tabla en algún rincón no muy lejano, pero no a la vista de los soldados que parecen estar bastante nerviosos con mi adquisición. Con un escarpelo abro al animal e intento recordar mentalmente para después apuntarlo los elementos anómalos de su interior. 

Sin meditar mucho la decisión Dugov agarro sus cosas del camión y se bajo para seguir a Triepinov.

Se quedo quieto a su lado esperando que emprendiese la marcha mientras observaba los alrededores, después de un rato dejo caer sus hombros en señal de agotamiento y con pocas ganas escupió unas pocas de palabras.

-Parece que la linea telegráfica ha sido cortada. En gran parte de los postes falta el cableado, en otras partes hasta faltan los postes, seguramente empezaron a cambiarlo y dejaron el trabajo a medias...

Petr miró como Triepinov y Dugov se alejaban un poco del grupo ante la impasibilidad del resto, por lo que sencillamente les dijo:

-Está muy bien eso del espíritu aventurero, es algo que les encanta a los liberales. Aquí en Rusia, en cambio, trabajamos en grupo.-

Aunque vissarion ha intentado ser discreto los soldados acaban viéndole y se vuelven a escuchar rumores en voz baja entre ellos. Algunos bajan a estirar las patas o a mear pero dudan sobre si encender un fuego a la espera de saber si van a seguir el viaje o se quedan aquí.

 A Yuri le estaba empezando a irritar sobremanera tanta parada, aunque también es cierto que cualquier cosa lo hacía. Tras un suspiro baja del camión con porte estirado y enarca una ceja ante la decisión de ir a pie de sus compañeros.

 -Es mejor que vayamos todos juntos, sobretodo teniendo en cuenta el incidente de ayer-.Dice sin molestarse en mirar a Trepinov.

Petrovich hizo un comentario absurdo – Eso será a tus niveles de responsabilidad, no sabes nada del TASS… – Le espeté con media sonrisa, en pocas palabras le acababa de llamar ignorante.

Petr pareció no inmutarse, miró a Triepinov con calma, metió la mano en el bolsillo de su chaqueta con calma y sonrió mientras negaba lentamente con la cabeza. Menos de un segundo después su mano salía armada con la velocidad del rayo y se plantaba firme, apuntando directamente a la cabeza del capitán del TASS.

-Puedo ejecutarlo aquí mismo y me darían una medalla. Ahora le daré un único consejo: Cuídese mucho de volver a tratar de ofender a la Rodina ^(*), y haga que su superior le explique el sistema de rangos.-

Luego guardó tranquilamente el arma y se giró para ir con el resto del grupo, dando la espalda a los dos que pretendían separarse y caminar.

Si aquel estúpido pensaba que me iba a amedrentar con su pequeña arma lo tenía claro. Eso si, se retiró rápido como los cobardes – Yo me como las cabezas de los niñatos – Dije para quien quisiera escuchar.

Del único que esperaba la opinión era del comandante Kopolev que dijo que sería mejor ir juntos, así que guardé mi mapa y acaté las ordenes. Al menos por esta vez y le dije unas palabras en voz baja a Dugov.

– Volvamos Dugov, parece que hay quién prefiere tocar las pelotas, dejemos que lo hagan mientras puedan

Mientras media compañia cuchicheaba, unos por el incidente con los "caminantes" y otros por el pobre doctor y su "conejo" Petr miró a Kopolev y dijo de manera fría y cortante, en el modo en que los oficiales políticos dicen cuando la cosa empieza a ir muy mal:

-Comandante. Esos hombres son su responsabilidad.-