Partida Rol por web

El amanecer te coge en un bar desayunando mientras ojeas el periódico "Národní Listy", pero como está en Checo, no entiendes ni jota.

Hace un frío que pela y te sientes muy cansado. Lo peor de todo es que probablemente muy pronto tengas a la policía pegada al culo, si no la tienes ya.

Busco una cabina telefónica y desde allí llamo a uno de mis contactos en la organización. Hablo en alemán.

-Hola, soy Andrej; he llegado a destino. Temo que la interpol me siga el rastro. Necesito ayuda e instrucciones.

- Dígame, Mr Katsulas ¿donde se encuentra ahora? Sabemos que la INTERPOL desconoce su identidad falsa y su auténtico paradero. Puede continuar utilizando el pasaporte que usa actualmente para desplazarse hasta Alemania si quiere. ¿Necesita que le saque billetes? ¿Que medio de transporte prefiere?

-Es un alivio saberlo. Si no la conocen, no crean que puedan seguirme, ni siquiera saber que he salido del país. Respecto al viaje, supongo que lo mejor sería viajar en tren. Cuanto antes mejor y sí, les agradecería que se ocupasen ustedes de las reservas. Aquí tengo problemas con el idioma.

- Los billetes de tren le estarán esperando en la estación, a nombre de Mr. Manuel Blanco. Si quiere, le llamaré dentro de unos minutos para confirmarselo y decirle el horario de los trenes.

-No será necesario, iré allí de inmediato, gracias.

Dicho esto, Katsulas cuelga y se dirije a la estación. Si es hora, paso por una tienda a comprarme ropa discreta.

Todavía es un poco temprano para que abran las tiendas, de modo que decides ir primero a recoger los billetes a la estación de Hlavni Nadrazi.

La principal estación de trenes de Praga se construyó en 1909 y alguna vez fue una bella estructura de cuatro pisos del estilo Art Nouveau. Fue además, uno de los diseños arquitectónicos más preciados de la ciudad antes de ser unificado con un salón de transferencias misteriosamente moderno, que ha chafado todo el diseño.

Te acercas a la ventanilla para pedir los billetes...

-¿Habla inglés por favor?. Desaría retirar un pasaje de tren para Berlín a nombre de Manuel Blanco. (En inglés).

La mujer de la taquilla te mira con cara de no entender muy bien, mientras agita la cabeza en un gesto negativo. Luego se acerca al hueco de la ventanilla en el cristal y te dice:

- Sprechen Sie Deutdch? - ¿habla alemán?

Al parecer, en todos los países que un día pertenecieron en URSS, el inglés no era la lengua extranjera que se enseñaba en los colegios, sino el alemán.

-Si, hablo aleman. Desaría retirar un pasaje de tren para Berlín a nombre de Manuel Blanco. (en aleman, naturalmente).

Una vez que la conversación pasa al alemán, la mujer te entiende sin demasiadas complicaciones, y te entrega tus billetes, aunque te pide el pasaporte para comprobar la identidad.

Entre unas cosas y otras, las tiendas de ropa han empezado abrir, pero descubres que no tienes coronas Checas con las que pagar, si quieres comprar ropa. De cualquier modo, no vas mal vestido, solo un poco "arrugado", pero no tanto como para llamar la atención. De hecho, tu atuendo combina bastante bien con la barba que ya te empieza a crecer desde ayer, y la mala cara por la falta de sueño y el cansancio del viaje. Estás seguro de que nadie que buscase a Andreas Katsulas lo reconocería con esta pinta.

Andreas compra algo de ropa informal. Un jersey y unos pantalones de pana, por ejemplo. Después, pasea un poco haciendo tiempo hasta la hora del tren.

¿Y como pagas? Llevas algo de efectivo en los bolsillo: 62 libras y 27 euros. Las monedas no tienen valor fuera del país en el que se emitieron, asi que realmente son 60 libras y 25 euros.

Preguntas a la chica de la ventanilla por la oficina de cambio más cercana, y te informa de que en la misma estación de trenes hay una, justo al lado de la cafetería.

Ropa sencilla, barata e informal que no llame la atención. Pantalón, jersey,...supongo que lo que tengo no me dará para mucho. Cambio lo justo. 50 libras, por ejemplo. La ropa vieja, la guardo en mi maleta.

Tus 50 libras se convierten en 2000 coronas checas, una vez descontada la comisión del cambista. Supones que, buscando por ahí habrías encontrado un sitio más barato, pero te da igual, porque realmente has cambiado muy poco dinero, y por mucho que te quiten, es una cantidad bastante baja.

Lo bueno de la República Checa es que todas las cosas están tiradas de precio. Con el dinero que llevas te da para comprarte ropa bastante decente, y aun te sobra un poco para un segundo desayuno.

Ataviado con mi nueva ropa y mimetizado con la población local con mi apariencia de operario de fábrica que está desayunando antes de ir para el trabajo, disfruto de mi desayuno con tranquilidad mientras observo a la gente pasar a través de la cristalera de la cafetería.

"Bien, parece que esta historia llega a su fin. A ver en qué queda todo"

Andreas hace tiempo entanto no llega el momento de coger su tren para Berlín.

Media hora antes de la hora programada para la salida te acercas al andén, y compruebas para tu alegría que ya está puesto el tren. Cuando subes, te das cuenta de que te han reservado billetes de primera clase, por lo que te preparas para un viaje cómodo y aburrido.

Son las 11:00 de la mañana, y está previsto que llegues a Berlín a las 17:00

Andreas deja su bolsa de mano en el portaequipajes. Se trata de una pequeña bolsa donde lleva algunas cosas como un neceser, algo de ropa, medicamentos, etc. El resto va en el maletero del tren. Es entonces cuando repara en lo cansado que está. Con la tensión sufrida en las últimas horas, no pudo dormir demasiado y ahora el subidón de adrenalina le está pasando factura, así que recuesta el asiento y se dispone a escharse una siesta reparadora.