Partida Rol por web

Los dos Changelings entraron en la tienda sin girarse y sin ver a Theo, o al menos eso parecía; ¿que asuntos tendrían con Laura?

Después de un paseo de unos veinte minutos, Hieronymus y Mar llegaron a la tienda que les había indicado Lily. Rockabilly´s era una tienda de discos en el más puro sentido de la palabra, ya que estaba especializada en la venta de música no comercial, ediciones limitadas y vinilos para coleccionistas. Desde luego no era el tipo de tienda donde uno pudiese encontrar un disco de Bisbal, y de hecho se jactaban de ello. El exterior de la tienda parecía la parte frontal de un viejo jukebox, y el nombre estaba escrito en letras de cadillac en la etiqueta de la representación de un gran disco de vinilo. La tienda estaba abierta y desde fuera se podía escuchar las últimas notas de una melodía.

El interior no traicionaba al exterior. Montones de estanterías de madera apoyadas en las paredes contenían discos ordenados por temática y orden alfabético. Carátulas de discos y posters de películas anteriores a los noventa adornaban las paredes, destacando uno enorme de "Grease".

Pero lo más llamativo de la tienda era, sin lugar a dudas, la dependiente. Era una chica joven, de unos veintipocos años, y bella como solo lo podía ser una Changeling. Rostro completamente simétrico, curvas perfectas y bien proporcionadas, piernas largas y torneadas... Su cuerpo parecía haber sido esculpido por un artista talentoso. Su pelo, que le llegaba a la altura de los hombros, estaba bandeado en los siete colores del arco iris, y sus ojos eran de un puro color azul claro. Un pequeño piercing adornaba su aleta nasal derecha, y vestía una camiseta negra con el símbolo de los Rolling Stones y unos shorts vaqueros, rasgados y desgastados. Sus tobillos y muñecas estaban adornados con bonitos tatuajes florales, que dibujaban diseños de enredaderas que trepaban por sus brazos y piernas hasta quedar a media distancia del codo y la rodilla. Pero lo más destacable de ella, eran sus alas; dos grandes alas de luz trémula replegadas sobre su espalda, que brillaban con tonos irisados según la incidencia de la luz sobre ellas. No parecían reales ni funcionales, solo un reflejo de luz que adoptaban aquella impresionante forma.

La chica estaba de pie, junto al mostrador, y parecía distraída, pensando en algo.

En cuanto oyó la puerta cerrarse, Laura volvió de su ensimismamiento y se giró hacia los visitantes con una amplia sonrisa

- ¡Buenos días! ¿En que puedo...?

Se calló de golpe, sus alas se erizaron por encima de su cabeza, y sus ojos pasaron del azul claro a un tono más oscuro. Estaba entre sorprendida y algo cautelosa; dos Changelings que no conocía de nada, en su tienda. Uno parecía un lobo salvaje con ropa, y la otra, una pálida estatua de escarcha y nieve. Algo le decía que no estaban allí para comprar un disco.

- ¿Ho...hola?

Como no tenía excesiva prisa decidí observar a mi alrededor en la búsqueda de un banquito desde la que observar la entrada de la tienda. Supongo que no pasará nada... ¿Estaba feo... vigilar... de aquel modo?

Al entrar en la tienda lo primero que observo es la gran colección de discos, totalmente cosas para coleccionistas aunque varias captarían mi atención de no ser porque tenemos un motivo para estar en la tienda, y ese motivo pronto se presenta cuando noto a la changeling que atiende en la tienda, por unos instantes se nota una pequeña sorpresa en mi frió rostro, sin embargo pronto vuelvo a mi estado de impasibilidad. 

-¿Eres tu... Laura Prism, cierto? - Pregunto para asegurarme, no planeo darle el mensaje a otra persona porque eso significaría perder la ayuda prometida a cambio del recado - No se le ve tan mal, esperemos que haga honores a las... "primeras impresiones". 

Y además conocían su nombre... Eso la hizo ponerse aún más tensa.

- S..si, soy yo. ¿Por que? ¿Queriais algo?
 

El paseo hasta el lugar fue más silencioso de lo que él esperaba pero no se quejó por ello.  El lugar le gustaba aunque no sabía decir exactamente por qué.  Al ver a la muchacha no pudo evitar olfatear el aire, como si estuviera cazando una presa sus fosas nasales se hincharon y contrajeron llevándole el aroma de la mujer, tan exquisito como su apariencia.  La imaginó desnuda, yaciendo junto a él, disfrutando juntos.

Laura se giró de repente y Mar habló.  El sonido de su voz aplacó sus deseos y entonces, dueño nuevamente de su raciocinio, sonrió.  -Veo que hace honor a su "apellido" señorita Prism.- dio un paso al frente, podía notar el nerviosismo de la mujer -¿El lugar es suyo?  Debo decirle que me encanta, tiene algo, no puedo decir exactamente qué, pero tiene algo que hace que uno quiera quedarse.  ¿Conoce a Lilly? es una... muchacha conocedora de muchos secretos-

Las primeras palabras de Azacinto relajaron un poco a Laura; sus alas seguían erizadas y tensas, pero sus ojos suavizaron su tono azul. Como era de esperar, su aspecto había despertado deseo en los ojos del hombre; aunque le molestaba reconocerlo, muchas veces era algo que jugaba a su favor.

- No, no es mio. Trabajo para el dueño, atendiendo a los clientes, pero gracias; hacemos lo posible para que resulte un lugar agradable

Y luego de golpe, le menciona a Lily. ¿Casualidad? No, los Changelings, y menos aún los Changelings como ella, no creen en la casualidad. El Wyrd, una vez más, movía los hilos.

Replegó las alas y lanzó un largo suspiro, antes de responder a Hieronymus

- Si, claro que la conozco... ¿Que le ha dicho, señor...?

Azacinto enarcó las cejas y respiró profundamente mientras sus ojos se entornaban.  Luego sonrió  -Bueno, por el precio adecuado ella... puede decirle a uno lo que quiere saber-  la seriedad invadió su rostro de golpe borrando todo rastro de aquella sonrisa y en sus ojos brillo el alma del asesino en que a veces se convertía.  -Verá señorita Prism, no importa tanto lo que ella nos haya dicho, le daré la oportunidad de sincerarse y decirme usted misma lo que debería saber, si lo hace bien, si es sincera conmigo, me marcharé sin más, de lo contrario...- sus ojos se abrieron y su mirada se endureció aún más y el palaje de su "máscara" se erizó al tiempo que los colmillos crecían y en sus manos aparecían poderosas garras -podría llegar a sentirme herido- todo desapareció con tanta premura como había surgido y la sonrisa volvió al rostro del hombre -Pero eso no sucederá porque usted es una buena chica y no quiere herir a nadie.  ¿No es verdad señorita Prism?-

Laura levantó una ceja, incrédula. ¿Le estaba amenazando, o se estaba tirando un farol? El caso es que, por muy intimidante que fuese el aspecto de aquel Changeling, no parecía impresionada

- Mire, señor, no se quien es usted aunque usted si sepa quien soy yo. Pero el caso es que a Lily la conozco muy bien, probablemente bastante mejor que usted, y sé que no ha podido decirle nada que le sirva para amenazarme o chantajearme, menos aún para hacerme daño. Así que si son tan amables de decirme que han venido a hacer a mi tienda... Y si no, les agradecería que se marchasen; tengo trabajo que hacer.

No estaba acostumbrado a no asustar, vivía gracias al miedo que infundía, se alimentaba de él, pero por supuesto aquello funcionaba mejor con humanos.  Sabía que había algo allí, lo intuía, pero su su intento por entresacar algo de información de la mujer había fracasado rotundamente.  Evaluó las opciones y consideró que no le quedaba más opción que aceptar lo sucedido y hacer lo que había ido a hacer.

-Lo siento, intuí que había algo que te preocupaba y quise saber de que se trataba de la única forma que sé hacerlo.  Lo siento, tienes razón, nadie nos ha dicho nada y apenas conozco tu nombre.  Toma- dijo sacando el papel que le enviaba Lily -Sólo soy un mensajero, Lily me pidió que te entregase esto a cambio de información.-  Sabía que no servía de nada, pero prefería que la mujer conociese sus intenciones y que no lo tomase por un completo idiota.

Entorno los ojos ante la escena que ha montado Hieronymus, y aunque me da algo de vergüenza la situación, mi frío semblante no lo demuestra para nada, tras escuchar que mi compañero finalmente decide hacer a lo que vinimos observo a la chica de cabellos prismático para ver sus reacciones, tras meditar mientras escuchaba decido volver ha hablar.

-No es nada mas que una labor de mensajería, ya sea porque vuestra amiga o esta muy ocupada o no desea venir, nos ha pedido que os entreguemos aquel mensaje a cambio de se ayuda para nuestros asuntos - Me encojo de hombros - Un intercambio justo. 

Observo a la chica por si tiene algo que añadir, sin embargo no deseo revelar mas información que la que ya haya dicho ya, o que ya haya dicho mi compañero, después de todo necesitamos la ayuda de Lily para el duelo. 

Laura esbozó una ligera sonrisa de triunfo; sabía que se estaba tirando un farol. Pero también tenía curiosidad sobre lo que le quería decir Lily. Alargó la mano y cogió la nota; la leyó un par de veces. Volvió a sonreir, pero esta vez era una sonrisa triste; sus ojos pasaron del color azul al plateado.

- Ya veo... En fin, muchas gracias por entregarme el mensaje. ¿Quieren algo más?