Partida Rol por web

Uno a uno, recorriendo el Seto, llegaron a este punto, buscando alguien o algo, siguiendo el rastro de rosas rojas pudriendose a cada paso que dabais. Era una entrada, una gran entrada a un laberinto de espinas, similar al Seto, pero claramente manipulado por manos humanoides, sus muros eran altos y cortados con cariño, aunque hacia tiempo que no los recortaban, y ahora esgrimian extensiones y deformaciones que les daban un aspecto antiguo y decayente, asi mismo la entrada estaba protegida por puerta formadas por verjas oxidadas y puntiagudas, de las cuales solo se podia pasar abriendo la cerradura corroida que sujetaban las cadenas que ataban en su lugar la verja.

Esta oscuro como la misma noche, solo pudiendo ver poco mas alla de unos metros gracias a la generosidad de la luz de la luna que se filtraba entre las copas de los arboles, pero poco mas, y a veces ni eso, y sentis la opresion y escalofrio de estar en Seto Profundo, notando en todo momento, ojos rojos brillando a los lejos, de depredadores hambrientas por presas faciles.

El primero en llegar fue Macario, el artista loco, sangrando en la palma de su mano y exhausto, un poco mas tarde fueron el payaso diabolico, Azacinto, acompañado de una joven bifida y otra mas ardillesca, Lily y Natalia, luego la siguieron la pareja contradictoria que formaba el joven oscuro junto la joven arcoiris, Theo y Laura, y por ultimo, llegaron el caballero ogro de verano y su acompañante la nivea cortesana de primavera, Pietrus y Miriam.

Ocho Perdidos se reunian ahi delante de aquel impio lugar, buscando alguien, sin saber, la tenebrosa verdad que se ocultaba entre sus espinas.

- Ugh... Creo que he comido demasiado rápido... -comentó Laura mientras se llevaba una mano al vientre

No es que el comentario tuviera mucha relevancia; lo había hecho más para romper el hielo que otra cosa. Tantos Changelings allí reunidos... Había percibido algo grande, y toda aquella gente lo confirmaba. No era casualidad.

Lily estaba tensa, y se adivinaba porque no llevaba su perpetua sonrisa en la cara, y porque jugueteaba nerviosamente con su navaja de mariposa. Todo aquello había sido muy extraño, y tenía la sensación de que se encontraba ante algo peligroso. No le preocupaba tanto su propia seguridad; sabía pelear, y además estaban Natalia y un cortesano carmesí. Lo que le preocupaba eran las implicaciones de todo aquello... y también la seguridad de otros Changelings que no estaban tan bien preparados para el combate como ella.

Natalia miraba a su alrededor con una expresión dura y alerta, apretando con fuerza su rifle. Aquello era... antinatural. Por supuesto, nada en el Seto era natural, pero ella conocía bien su ecología y sabía que alli había sido alterada durante mucho tiempo y con algún propósito que se le antojaba siniestro. Sus ojos buscaban instintívamente alguna sombra entre la maleza a la que disparar, o algún hueco del que pudiera surgir sin previo aviso alguna amenaza.

Puedo caminar por encima de la valla gracias a mis talentos (ignorando la gravedad)? O al menos intentarlo

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Jadeando, recuperando su aliento apenas, Macario puso la mano contra la verja herrumbada, viendo como las rosas que había hecho para Laura se marchitaban poco a poco. ¡Lily! -volvió a tomar aire- ¡que bueno que viniste! ¿Son estos tus amigos buscadores?

La niña debe estar aquí.-dijo, mientras atisbaba más allá de la reja. Debemos entrar. ¿Están listos? ¿Esperamos a alguien más?

Reconoció al payaso. Lo siento, no pude llegar al duelo. Esta pista era demasiado valiosa y podría perderse una niña. Se que está adentro una chiquita del orfanato que está cerca de la Sagrada Familia, le dijo a ser Xavi, Petrus.

Averigüe algo de quien la atrapó. Era una humana, una changeling, probablemente ya tan metida en el Seto que ya suena como si fuera Hada. Tan alto su wyrd. Creo que habla de conspiraciones entre las cortes, inventadas o con bases, pero siembra cizaña como si fueran rábanos en Corcuera. Mantengámonos unidos compañeros, que rescatar gente siempre está por arriba de las diferencias entre estaciones. Y si queremos que el Feudo aguante, tenemos que armar puentes, no destruirlos. Diciendo esto saltó con un movimiento de parkour sobre la reja. Entremos. Las rosas son una guía que sembré en un sueño, pero todo nos puede engañar aquí. ¿Hacemos dos grupos y nos movemos al derecho y al revés de las manecillas del reloj por el laberinto? Tenía sistema y símbolo eso.

Se que en "el centro" hay un jardín de esculturas, hechas de piedras o perdidos. -tembló involuntariamente, pero se templó. Vamos. Es una niña que soñó ser gorrión. .

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Esperaba encontrarse tan sólo con el mono, pero se habían reunido allí otras tantas criaturas.  Aquello era extraño, pensó en Mar y por un momento deseó volver sobre sus pasos, entonces respiró profundamente, dejó que sus garras asomaran y se dirigió a Macario.

-¿Qué ha pasado?  ¿Dónde está la niña?-

Era todo lo que le importaba, encontrar a la niña y devolverla al mundo al que pertenecía.

- Macario, ¿que cojones haces?- le pregunto llegando hasta él sin apartar a Miriam de mi lado. ¿Acaso te has vuelto loco? ¿Como se te ocurre entrar sólo?

Al llegar a su lado observo sus manos.

- ¿Que demonios ha pasado? - prosigo con el interrogatorio. ¿Como te has hecho eso?

Al notar como el tipo del sombrero se acerca a Macario con "fines hostiles" saco mis armas y me planto frente a él.

- Relájate. - le digo. Guarda las Garras y tranquilízate.

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Tienes razón Pietrus. -se detuvo antes de saltar, estaba muy acelerado.- Le respondió al Azacinto: Laura, una niña del orfanato de por la Sagrada Familia, fue raptada por una changeling, de alto wyrd, no una hada. No se su nombre, no lo dijo, pero parece que pertenecía antes a nuestro Feudo. Tiene adentro de esta verja un laberinto, y en medio de éste un jardín, donde los que atrapa los vuelve estatuas y otras cosas, quizá... bajó la mirada.

Debemos entrar a buscarla. Está libre gracias a que la guíe con un contrato de sueño, por eso me hice esta cortada -le dolía pero se aguantaba- para ahorrar glamour. Pero su libertad durará poco tiempo, si no la traemos pronto el seto, azuzado por esta mujer, la volverá a dormir y habitar con ramas.

Se puso mejor a abrir la verja para todos, usando sus habilidades que le servían tanto para sobrevivir en y de las calles. Laberinto y en el Seto- esto va a estar difícil pero no imposible- las claves que dejé en el sueño de la niña fueron flores, amarillas y rojas como de nuestra Catalunya. Y ella se sueña un gorrión. Quizá un puente quede. Nos hice a imagen de segadores, y luego soñé insectos que comían hojas del seto. -trataba de hacer sentido aun con su hablar rápido, pero respondía como aun no totalmente fuera del soñar.- Eso es todo lo que se. Dejé claves. Parecía triste de no haber podido hacer más, pero los sueños sueños son, había dicho la mujer. No, los sueños son guía y viento, brújula y oasis. Necio era el Macario.

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Una sonrisa se dibujó en el rostro de Hieronymus, al parecer los monos también se movían en manada de ese lado de la realidad.  -Apunta tus armas hacia otro sitio, idiota, estoy aquí porque una niña corre peligro, no para matar al mono, al menos no hasta que el duelo pactado haya concluido.- suspiró, tratar con gente de pocas luces siempre parecía demandarle demasiada energía -Estas garras no pretenden hoy probar sangre de mono, quizás tu perspicacia es un tanto... limitada- como seguro lo eran el resto de sus funciones mentales -Simplemente intento estar listo para cuando el peligro que nos rodea sea haga presente.  ¿Donde está la niña?- volvió a preguntar, aunque intuía que la respuesta no le agradaría en lo más mínimo.

Cómo había supuesto la respuesta no le agradó, pero la respuesta de Macario lo había satisfecho en más de una forma y lo había acercado al changeling, incluso comenzaba a sentir cierto respeto por él, Macario, ya no lo llamaría mono aunque actuase como tal en algunas ocasiones, se estaba arriesgando para cumplir un objetivo noble.  Asintió con la cabeza ante la respuesta del artista, aunque esta le resultó difícil de comprender por sus propias limitaciones.  Flores y gorrión fueron las palabras que se fijaron en su mente y entendió que debía encontrar a un gorrión siguiendo flores rojas y amarillas, estaba algo desconcertado por lo que prefirió poner palabras a sus pensamientos.

-M- no, ya no lo llamaría mono -Macario.  ¿Intentas decirnos que tenemos que seguir un rastro de flores para dar con un gorrión?-

Laura suspiró ante el "espectáculo" ofrecido por Hieronymus y Pietrus

- ¿Por que no nos relajamos un poco? Si estamos aquí por una niña, esa debería ser nuestra prioridad, no empezar con las típicas rencillas entre cortes.

Mientras Hieronymus y Pietrus "intercambiaban" opiniones, Macario terminó con la oxidada cerradura de la verja, que se abrió con un siniestro ruido chirriante.

Miró a Laura, la mujer tenía razón, dejó sus garras donde estaban y cuando Macario terminó con la puerta se acercó para adentrarse en el lugar.  Al pasar junto a él le hizo un gesto de asentimiento con la cabeza y aguardó por la respuesta a la pregunta que le había hecho.

Asiento a las palabras de la chica del pelo arcoiris.

Cuando Macario termina con la cerradura me acerco a él junto a Miriam.

- No os separéis de mi lado. - digo a ambos adentrándome al otro lado de la verja.