Partida Rol por web

La vuelta ocurre un poco sin pena ni gloria, todos los nerds habían huido ante la llamada de Mary Ann para ser famosos y palpar actrices rubias. A quién íbamos a engañar, la esperanza de la fama y una mujer ya famosa estaban por encima de ver un poco de teta o culo de novata, aunque estas fueran de HOTS. Por el contrario el paseo parece servir para unificar a las novatas, bueno tienen una charla o algo mientras se pasean con mucha gracia.

-Que entren ya o algo, seguro que están espantando a los chicos y por eso no vinieron aun- dijo Sadie, dando otro pequeño sorbo a su copa. -Lo importante de esta fiesta es que los chicos nos asalten en mitad de la noche y con gordas en bragas por ahí no pasará nunca. Channel, deberías ponerle remedio.

—No creas, Sadie, esas gordas en bragas están en extremo inferior de la curva de peso, con más del 95% del resto de la población con mayor proporción grasienta, no hay mejor carne de perra en todo el campus, obviando las presentes... —dijo Channel distraída, como si se hubiera fusionado por un segundo con una identidad suya de otra dimensión una que fuera sincera y supiera matemáticas... Durante otro instante se horrorizó de si misma. ¿Qué hacía pensando? ¿O demostrando su inteligencia? Esas no eran las cualidades por las que había entrado en HOTs. Ni las que harían a una mujer triunfar nunca. Así que afiló su lengua para solucionar el problema.

—Y ahora cállate, prostituta orejuda, si un espectáculo de sado con humillación y mujeres semidesnudas no les atrae, no serán hombres. Los chicos no vienen porque tu aura a "estoy aburrida, soy lesbiana pasiva y quiero un conejito para mí" les espanta. Si sigues así, acabarás agitando la bandera arcoiris y dejándote pelo en los sobacos, ahuyentando a cualquier hombre adinerado o dispuesto a trabajar y a ser un hombre. Para mujeres, ya estamos nosotras, no tus amiguitos de LGTByrestodelabecedario...

Las novatas entraron llevando a Darcy y a Kim  de las correas, Channel se levantó tirando el resto de la copa hacia Mary Ann, que le cayera líquido en el pecho (y que agarrara la copa antes de que cayera al suelo si tenía reflejos) ¿Aquello era una fiesta, no?

—Estoy muy defraudada, putas... no he escuchado gemidos de dolor, a ver esos culos... —agarró las correas de Jessica y Beth. —¿Y los gritos de lo perra que soy?, no los he escuchado, putas gordas, creo que vais a tener que dar otra vuelta con unas amas más severas...

Algo interrumpió a Channel...

La luz se fue de repente y la música (¿había música? No sé, digamos que sí, era una fiesta... O algo) dejó de sonar. Las chicas quedaron a oscuras y en silencio. ¿Algún nerd habría entrado en casa? ¿Habría un apagón espontáneo? ¿Realmente Channel era rubia? Aquellas eran preguntas demasiado complicadas solo de pensar para una HOTS.

Channel pensó que se había quedado ciega... no, no podía ser eso. Ella veía bien, tenían que haber sido las luces, la electricidad... malditos demócratas, ¿ya estábamos con apagones como en Venezuela?

Sin dudarlo, sacó su Iphone 7 personalizado, buscó la aplicación de linterna y la encendió.

—Alguien va a tener que ir a buscar velas, putas. 

Quizá llegaran los chicos y lo solucionaran todo... pero sólo quizás. 

Allí nunca dijo nada calladas como putas, ni se movió cuando Channel lo pidió. ¿Estaría perdiendo su toque de liderazgo? ¿De verdad se estaba volviendo blanda con las novatas? Seguramente, pero eso solo daría más oportunidades al resto de chicas, a modo de preciosas puñaladas traperas de las veteranas.

De repente Sadie gritó, sobresaltada. Un grito desgarrador de terror. Había alguien ahí con ellas. Varios alguienes al parecer. Porque cuando se encendió la luz ¡APARECIERON LOS HOMBRES!

Iban todos muy guapos y conjuntados, unos pinceles. Entre ellos también estaban Scott, Tom y Chad. Eran las estrellas de su fraternidad, el resto solo eran personajes de relleno con gafas de sol y tableta de chocolate.

-He pensado que nos echaríais de menos. No hay fiesta de pijamas sin allanamiento nocturno para que esta fiesta pase a otro nivel- sonrió Chad, agarrando a Channel por la cintura, aunque los ojos se le iban hacia todos lados con tanta mujer ligera de ropa. ¿Beth llevaba una fusta en la mano?

Darcy, vestida tan solo con la ropa interior y un collar de cuero, contempló con la mirada (con qué si no) a aquellos hombres con pantaloncitos cortos. A ver, que los pantalones cortos no eran lo mas cool precisamente, pero desde luego permitían ver quien les saludaba...y quien se alegraba de verla.

Se va la luz espontáneamente. Ay, no. ¿No me digas que hay problemas con el suministro eléctrico? Pero un rato después vuelve la luz... y se ve a los chicos de la otra fraternidad en pantalón corto y enseñando cacho.

"Ah, no, es aún peor. Ya se fueron mis posibilidades de pillar cacho", lamento mentalmente, aunque se nota un poco (solo un poco) por mi cara.

Me doy cuenta que entre ellos está Chad, el hombre que atendió mi herida de mordedura... y al que tanto le gusta a Beth. Miro de reojo a mi amiga, esperando ver su reacción.

La acción avanzó a la velocidad de un pestañeo. Las castigadas y sus verdugos volvieron, pero no llego a ver sangre en sus glúteos ni signo de desollado. Esas heridas en donde la piel se levanta y la carne emana un liquido espeso y transparente, acuoso, de sabor salado. Fluido que se solidifica, coagula y forma una preciosa costra que, con suerte, luego puedes arrancar y hacer que tu piel sangre. Pero eso no es algo que haya una señorita que no desea tener marcas en su piel, es para nerd raritas. Yo no era rarita. 

- Que decepción... ¿que clase de Dark Barriobajera eres que esta puta viene con el culo intacto? - reprocho a Beth, con evidente desencanto. De paso la insultaba y dejaba patente que tenía alguna clase de esperanza en ella. Pero mi desilusión queda en suspenso cuando se van las luces. Empiezo a suponer que se han ido los plomos y que, en algun momento con suerte, alguien puede tropezar y partirse la nuca.... Un grito desgarrado... Un palpito en mi de mera espectación ¿se habrá partido la nuca esa lesbiana oprimida?

Cuando los chicos aparecen, siento una punzada de decepción. Nadie había muerto. Suena en mi cabeza como el tono chirriante de un disco rallado.

Entran las que estaban fuera y ninguna de las veteranas parece muy contenta. Channel me lanza su copa, antes de abroncarlas, que cojo por los pelos, aunque parte del champange me cae sobre mi fantástico camisón "Vaya..."

Lilith también le lee la cartilla...

...Y las luces se van. Escucho a Channel pedir que vayamos a por velas pero yo esta vez no me muevo, porque no sé ni dónde las tienen.

Sadie, grita metiéndome un susto de muerte. Pero es porque han llegado los chicos. Los Chicos. Por esto estoy aquí. Observo las opciones. Esto es importante pero sólo es un paso previo. Así que no pasa nada por ir a un nivel Dos. Ya iré a un nivel Uno cuando mi puesto esté más asentado...

Observo atenta mis opciones, a Chad, Tom y Scott los saco del radar... por ahora. No voy a perder mis posibilidades de entrar en HOTs por pelearme con las veteranas por un chico, por muy buenos que estén.

"¡Guau! Son casi perfectos con esas camisas, esos pantalones de tela cortos, esos náuticos... si solo les falta un jersey anudado al cuello para ser como los protas de mi sueño erótico preferido*, ese que transcurre en una Convención Republicana..."

Espero a que hablen para decidirme... quiero el más tímido, el más callado... "¡Nooo! ¡Queremos el más lanzado! ¡El primero que hable! ¡¡Nooo!! ¡El primero que haga un chiste con doble sentido... cuanto más guarro mejor!"

(La Mary Ann guarrilla, aguarda sin mover un músculo, observando desde su puesto. En cuanto detecte el movimiento de su potencial presa, saltará al ataque. Esta noche cena carne, sí o sí)

- "Obedezco órdenes", Lilith. Se me dijo que las azotara si se portaban mal, pero han sido buenas perras.

Acto seguido todo se queda oscuro y nos mandan a por velas, pero yo no me muevo del sitio. La verdad es que me importa una mierda que se vaya la luz. Me gusta la oscuridad. Y no puedo más que reírme cuando Sadie suelta aquel grito de rubia tetona que siempre muere de forma gore en las películas de miedo malas, esas de Serie B, como ella.

Y me habría decepcionado que la luz volviera si no hubiera sido porque con la luz vinieron los hombres. ¡LOS HOMBRES! Y Chad se va directito a por la sosa de Channel.

Ya caerás, ya.

Le miro de forma juguetona mientras acaricio la fusta.

Kimber primero se dirigió a Channel.

-Si hubiese sido al revés, y las perras hubiesen sido estas dos pájaras, ahora estarías más que contenta, presi, vendrían con el culo igual que una tomatera, si es que no valen ni para fustigar, tanto rollo gótico y no tienes ni idea, Beth-

Luego se giró hacia los chicos, sólamente con el tanga y el sujetador cubriendo su cuerpo, puso los brazos en jarras, allí se veía mucho cuerpo como Dios trajo el mundo a Kimber.

-Vaya, ya era hora de que alguien hiciera algo productivo, chicos- y con productivo quería decir, follar dentro de poco.

Los hombres aparecieron. Sadie gritó (sería alérgica, su lesbianismo puteril habría alcanzado cotas superiores). Channel se pegó a Chad. Y pegarse significaba espalda de diosa rubia contra pecho de chico rico y guapo. Así con el culo podría comprobar como estaba la cosa. 

Lilith reprocha (con razón) a las putas novatas que no nos han satisfecho dejando el culo rojo a las gordas (bueno, para satisfacer a las gemelas no tendrían que haber dejado piel alguna).

—Ya podías haber llegado antes, Chad... me aburro —dijo Channel— aquí sólo tenemos putas novatas semidesnudas y otras putas semidesnudas también que las azotan suavemente con fustas de cuero, gemelas calentorras y putillas lesbianas dispuestas a tener sus primeras experiencias cuanto antes... además de muchísimo alcohol para bajar inhibiciones. No es mucho para una fiesta...

Alzo un dedo, ante la escusa de Beth.

- Si te limitas sólo  a las órdenes, no triunfarás en la vida. A veces, hay que tener iniciativa y adelantarse a lo que sabes que se espera. - tenia que reprender, pues aquella putilla en la que tantas esperanzas tenía, y tanto odiaba a la vez, tenía que destacar. Vamos, que para ser my best, no podía ser un muermo como el resto.

Al meno hecho un ojo por si vino ¿Tom?, ya no recuerdo el nombre del maromo al que prometí ordeñar esta noche. ¿Se dejaría dar con un arnés? ¿Con o sin arnés? He ahí la cuestión...

Ceroceja se estaba cagando en sus compañeras mientras no podían oírla, pero Luzbel perdió el interés en cuanto le preguntó. Algo sobre que era mejor que las demás, quizá. En fin, Luzbel estaba sopesando el suicidio por aburrimiento, volviéndose a echar en el diván como una lánguida reina de cine clásico. Poco después llegaron las cuatro. Le había dado mucha rabia que Channel la hubiera entretenido con sus neuras, porque ella quería participar en el juego y desollar el culo de la vaca a golpes.

Levantó la ceja con curiosidad y por un momento pensó en levantarse para ver el resultado del castigo, pero desistió:

a) Porque sabía que hubiera lo que hubiera hecho, el resultado le iba a decepcionar. La darks era una blanda sí o sí.

b) Porque pa qué levantarse si puedes llamar a una esclava cualquiera con un chasquido de dedos para que se acerque donde estés. Obvio.

Iba a hacerlo cuando de pronto se fue la luz. ¿Qué era esa mierda? ¿Acaso estaban en un barrio de clase media? ¿Era esa una chabola de panchitos?

-Lo que faltaba. Ahora que iban a echar Battle Royale Divas Edition en la tele.

Por suerte la luz volvió, y con premio. ¡HOMBRES! A las paupérrimas se les notó el nervio de tener cerca a machos de verdad. Hombres que estaban muy lejos de poder catar, y sobre todo, de poder satisfacer. Porque claro, a esos hombres les pones un toto por delante y se lo follan, aunque sea el coño gonorréico de una de esas. Pero una cosa es que les dieran un desahogo y un vacío de huevos rutinario, y otra que FOLLARAN. Y, que Luzbel supiera, bajo ese techo solo sabían follar dos personas: ella misma y su hermana.

Dejó que cacarearan las gallinas, sin levantarse del diván, tranquila y sosegada.

-¡Pst! -llamó-. Chicos, aquí.

La presencia de Luzbel siempre había sido como una catarata de feromonas en los tíos. No había cipote que no señalara a su polo norte cuando ella estaba ahí. Solo por existir, ellos se derretían. Una caída de ojos, un maromo rogando. Una mirada prometedora, una eyaculación espontánea. Es lo que tiene ser una diosa.

¿Había alguno ahí que no hubiera catado? ¿O esa noche tocaba repetir?

Sonrío con picardía infernal al proyecto de médico. ¿Se llamaba Tom? Tenía su nombre un poco difuminado en la memoria, pero no importaba. Había sido dotada para quedarme con los datos importantes, no con los de un chico que acudiría a mi llamada fuera cual fuese el apelativo que le dirigiese. 

Se nota quien mueve el pescado en la fiesta, quien son las amas. Quien no lo haya notado ya, es que es disminuida, ciega o a estudiado en un colegio público. Cuando mi hermana llama a los chicos, tomo la iniciativa de acercarme a ellos y coger a ¿Tom? de la mano para acercarlo al diván donde íbamos a reposar yo y mi hermana. Para no acabar bajo la sombra de Luzbel, por muy hermana mía que fuera. 

- Tráeme una copa, rey, y sírvete tu otra. Que está noche te voy a dejar mas seco que el palo de un calippo en verano - mascullo para el maromo, guiñándole un ojo.

Los miembros de Delta Psi Beta habían traído a algunos de sus novatos. No eran hombres hechos y derechos aún, no formaban parte de la fraternidad del todo, pero era carne fresca de la que las mujeres podían servirse. Los chicos gritaron, o aullaron, o hicieron algún ruido de esos de manada de machos. De la nada apareció un DJ.

De la misma forma, el champán fue pronto eclipsado por un barril de cerveza del cual los hombres se servían de la manera tradicional: A morro.

Todo iba bien. Los chicos bailaban, las chicas bailaban, había frotes de cebolleta, las veteranas estaban demasiado ocupadas para putear a las novatas. Lo normal de una fiesta de pijamas en HOTS. La gente se lo pasaba bien y se creaban relaciones que quedarían para la posteridad. Un alto mandatario nunca olvidaba quién se la chupó en el baño de HOTS, como si de una diosa del porno amorrada a la bragueta se tratara la susodicha.

Todo iba de la leche, hasta que un grito hizo que se parara la música. Era la attention whore de Sadie, con su cara de lesbiana reprimida.

-¡¡Un muerto en la cocina!!- gritó por encima de la música y todo. Menudos pulmones tenía la zorra.

Todo tenía que ser perfecto, todo lo iba a ser y... Channel se quedó mirando a la histérica de Sadie.

—¿Un muerto? ¿Ya se ha emborrachado alguien? —con algunos hombres pasaba eso. Incluso con los de decoración que traía Chad y que estaban para hacer de fondo en las fotos de ultradiversión y selfies de rigor. 

Channel buscó con la mirada a sus esbirras. Las gemelas deberían ocuparse de eso. —Id a echar con máximo prejuicio al borracho... —luego alzó la voz— ¡No ha pasado nada! Una puta lesbiana histérica ha debido de ver a alguien desmayado ¡Que siga la fiesta! ¡Llega mi canción favorita!

Miró al DJ, si no seguía con lo suyo, iba a perder los dedos en algún desafortunado "accidente". Las fiestas de HOTs eran perfectas, sólo se moría o suicidaban las que no iban. 

La fiesta empezaba, y todo se animaba aunque no fuese muy de mi gusto. Todas las chicas andan con los chicos, y yo sin oportunidad de pillar nada. Es más, he tenido que despistar a un par que se me acercaban. Y para colmo a Sadie no la veo, que es con quien tenía más posibilidades de enrollarme. Oh, ahí está, y no tiene buena cara. Un muerto, dice que ha visto con cara de espanto.

Espera un momento... ¿Un muerto? ¿En serio? ¿No será que ha visto a alguien demasiado borracho? Channel piensa lo mismo y ordena a las gemelas que se encarguen de él. Claro, si es que beben de ese barril como si fuese un botijo con agua, normal que acaben tan pedos. Tíos... qué asco les tengo.

Busco con la mirada a Beth para estar con ella, si es que no anda ocupado con nadie.