Partida Rol por web

Jessica tomó carrerilla para seguir los pasos de Darcy, desde luego tenían que saltar la amenaza, no valía con bordearla. Bordearla implicaría dar una vuelta a la isleta central de la cocina, acercándose peligrosamente con ello a todas las grasas hidrogenadas que guardaba ahí la criada para su disfrute propio. ¡Eso sí que era un terror y no los ojos de Luzbel!

El caso es que Jessica al intentar saltar, con el impulso previo, calló encima de las gemelas. Fue algo entre miedo y asco, donde iba de morros contra sus nuevas peores enemigas, con el plus de que estaban cubiertas de cucas.

Se les quitó la prepotencia. Hasta Channel se puso en su sitio y empezó a chillar al salir por patas, pisoteando a comosellame. Esa no. Otra comosellame. No, la otra, la que molestó a los perritos y se llevó un bocado en la mano. Esa. Luzbel sonrió al ver como pasaban por encima de la pelirroja aquella, que había justo a los pies bien taconados de las gemelas. Quería evitar a las cucas y ahora las cucas se le estaban enredando en la melena.

Una salió detrás de una oreja de Luzbel. A ella también se le habían enredado. Pero no le molestaba. Ya no. Ya podía aceptar a las cucas con toda tranquilidad, y que mamá dijera lo que quisiera. Llevaría a Beetlejuice a cenar a casa el Día de Acción de Gracias y en Nochebuena, y si mamá ponía el grito en el cielo, la fulminaría. ¡Y tanto!

Miró a la del suelo mientras otras salían despavoridas.

– Tst, tst, tst –dijo con sonrisa pícara y negando con el dedo–. Niña mala. Hermana, aquí tenemos a una pecadora. Una niña muy mala. Venía a buscar chochitos y tetitas a HOTs. Y eso está muy feo. Pues a lo mejor se lleva un pollazo, ¿no es así, hermana? ¿O se va a llevar otr cosa? ¿Relampolla o cuchillada?

El pollón eléctrico volvió a aparecer en la mano de Luzbel, que lo alzó y lo disparó contra Jesse. La chorrolectricidad surgió como un rayo del cipote e impactó junto a su cabeza, dejando un charco de plasma crepitante que desapareció entre chispas y olor a pelo quemado.

– ¡Puta! Tienes suerte que tengo que practicar.

Abandonaban a la moñas con una puta gacela herida. Le serviría para darse cuenta de que Chanel te deja tirada a la primera de cambio. Sin embargo, su destino no hubiera sido este si nos hubiera jurado a nosotras la fidelidad. Ahora, de ser así, estariamos pasándolo bien en plena orgía, mientras la que sería la EX presidente, nos servía las copas a golpe de látigo. En cambio...

La veo en el suelo y, ante el ataque herrado de Luzbel, me agacho para atravesar su cuerpo a base de cuchilladas. Sin embargo, la primera blandida da en suelo.

- Cerdito, cerdito...- errar solo incrementa mi sed de sangre. 

Un grito de rabia se puede escuchar salir desde mi posición en la sala cuando veo a las putas de las gemelas atacar a Jess.

- ¡¡¡ZORRAS, MALDITAS HIJAS DE PUTA, SI LA TOCÁIS OS DESPELLEJO VIVAS!!!

Me lanzo contra Lilith con la intención de quitarle el cuchillo.

Caigo en el suelo, y ni puedo itnentar pedir ayuda cuando Channel pasa encima mía. Para colmo Luzbel intenta violarme con esa polla espectral y Lilith intenta... ¡intenta apuñalarme!

- ¡AAAH! ¡Pero qué hacéis! ¡Mi padre es uno de los fiscales más importantes del país, si me hacéis algo malo él os castigará! - exclamo mientras intento apartarme de esas dos locas. Joder, si querían tema conmigo no hace falta ponerse así, y menos con pollas eléctricas. ¡No me gustan, casi me queman el pelo!

Y Beth salta en mi ayuda. Eso es una amiga, estoy tan agradecida que definitivamente me enrollaría con ella un millón de veces.

- Beth, sálvame... - pido con carita de pena.

A mi espalda quedan las gemelas haciendo travesuras de esas suyas, que tan pronto te quieren matar de un pollazo ataque electrónico o lo que sea eso, como te quieren agujerear con un abrecartas de marfil. "¡Ah no! Si es un vulgar cuchillo de cocina, ¡que asquete! Igual alguien cortó ajo con eso"

Jess esquiva el intento de las gemelas de trepanarle algo y yo siento algo dentro. Al principio me temo que es remordimiento por abandonarla pero no, resulta que me he dado un golpe con un cajón de la cocina por ir mirando hacia atrás. Suspiro aliviada, por un segundo me ha dado miedo que me saliera conciencia y tuviera que hacerme de PETA y vigilar que mi maquillaje no estuviera testado en animales.

Beth, que creo que tampoco tiene conciencia, va a ayudar a Jess. A mi no me engaña, lo hace para ver si se salva y hacen la tijereta.
-Si mueren ambas y su habitación no la destruye el incendio ¿me la puedo quedar?- pregunto mientras huyo de la cocina.

Darcy finalmente reaccionó y Dios sabe de donde sacó la navaja mariposa de Kim, a la que se la dio haciendose la tonta.

–¡Joder! Mira lo que he encontrado, seguro que te la robó alguna de las gemelas diabólicas esas.– dijo antes de salir corrieno junto a ella. Una pena lo del pelo de Jess. Habría dejado que le tocase las tetas de nuevo pero estaba claro que, con lo fea que iba a quedar después de aquello nanai. Pero antes de salir de la cocina, Darcy agarró una botella de cristal de aceite de oliva Mary Ann extra y lo lanzó con fuerza al área donde estaban las gemelas, la zorra gótica y ex-pelo bonito. Le daba igual a quien diese o si caían en medio. Lo que sabía era que el aceite prendía a base de bien. Que ardiesen las cuatro.

La biendotada Darcy echó a correr.

Kimber recogió la navaja y comprobó si funcionaba bien. Despues de haberlas tocado aquellas concubinas del demonio, quien sabía si no la estaba jodida para siempre. Sobre todo después de ver como emitían rayos de lefa arcoiris chisspeante*.

Una vez que vio su correcto funcionamiento, y a pesar de la situación sicotro...sicordel...psicodélica?, se le abrieron los ojos como platos y su boca esgrimió una potente sonrisa de satifascción, como cuando te comían el coño sin esperártelo y encima ¡bien hecho!.

No había nada más que decir, tan solo seguir corriendo y darle vueltecitas a la navaja como una idiot...como una buena HOTS. Esas furcias salidas del agujero infernal con más vicio de los dominios del maligno, pagarían.

Si, pagarían, con tarjeta visa gold o con sus dientes postizos.

Beth trata de quitarle el cuchillo a Lilith, viendo que iba a acabar haciendo daño a su amiga del alma que estaba tirada en el suelo. Pero claro, el forcejeo hizo que le pasara lo que a cualquier principiante en forcejeos con cuchillos: lo cogió por el filo y no por el mango. Eso, sumado a la mala leche que se gastaba Lilith, la dejó con un corte sangrante y muy doloroso en la mano.

En ese momento Darcy lanzó la botella de aceite de cocinar ugg, aceite, eso seguro que les causaba espinillas, pero que se jodieran y lo tiró sobre las gemelas, sobre Jessica y sobre Bethany. Aquello pasó a ser algo más pringoso, aceitoso y SENSUAL.

En ese momento la presidenta de H.O.T.S. comprobó que estaban jodidas y no como les gustaría, no. La puerta de la cocina también estaba bloqueada.

Beth salta a defenderme y forcejea con Lilith, pero acaba herida. Para colmo va Darcy y nos tira el aceite, quedándonos las 4 pringosas. Pero lo peor es que mi pelo está hecho un asco, y no sé si esto se arregla con 2 o 3 sesiones de peluquería.

- ¡Beth! - exclamo horrorizada al ver la sangre brotando de su mano - ¡Debemos irnos de aquí!

¿Pero hacia dónde? No veo ninguna salida y encima están estas gemelas que me tienen ganas, sin mencionar este pringue asqueroso que hay por el suelo. Busco por la cocina algo que coger y arrojar hacia ese par de arpías, no sea que vayan a por mi Beth.

Era el momento.

Cuando vio a la presidenta que era incapaz de abrir la puerta, lo vio claro. Había que entrar a matar, a destrozarlo todo, a sacar esa vena de tia chunga y peleona antes de que aquellas súcubos se las follasen a todas con nardos electrizantes.

En plena carrera, esprintó mientras gritaba

-QUITAOS QUE LA TIRO ABAJO-

Estaba decidida a reventar la puerta de una embestida. O a espachurrarse como un tomate contra un muro. Una de dos.

Cerró los ojos y cargó cual búfala enfurecida contra la maldita puerta.

Ahí ya no. Eso sí que no. De ninguna manera.

Hasta ese momento Luzbel había sido paciente. Bondadosa, incluso. Pero cuando aquella puta hortera se atrevió a atacar a Lilith, así, sin respeto alguno por la auténtica autoridad y la realeza, a Luzbel se le acabó la benevolencia. Eso sí que no.

– ¡Serás puta! ¿Cómo te atreves a tocar a mi hermana, so zorra? -gritó, levantando el brazo y disparando con rabia un lefazo de plasma contra la gótica. La ira la había hecho lanzar el rayo con demasiada precipotación, y además una mala pisada en el suelo aceitoso le hizo perder puntería. El rayo se desvió e impactó contra el techo, que goteó electromeco en partículas fosforescentes que se desvanecían antes de tocar el suelo. Esas perras estaban teniendo demasiada suerte.

Luzbel seguía disparando esos rayos mágicos de las pelotas. Beth estaba herida, Jessica llena de bichos y aceite... como las gemelas y Beth también. Aquella noche aumentaba los grados de horror y mierda a cada momento. ¡Y la jodida puerta no se abría! Kimberly se lanzó contra la puerta y Channel no pudo sino aplaudirla mentalmente.

Bravo chica. Te harás papilla contra la pared, pero todos sabremos que lo intentaste, si es que vamos a morir todas aquí...

¿Morir aquí? ¿Junto con esas gemelas traidoras y con las novatas a las que no he tenido tiempo de educar?

No, channel no moriría, antes de eso acabaría con las amenazas, se acercó al microondas y lo arrojó, sin desenchufarlo sobre la gemela más cercana.

—¡Tantas pizzas te has recalentado en tu amigo que ahora quiere venganza, zorra! —gritó. 

Olfatee la sangre e hizo que me vibrara la pepitilla como un consolador nivel Sasha Grey. La sangre de aquella puta traidora, la que podría haber sido mi mejor amiga y prefirió la plebe y por eso debe morir.... Huele bastarda a la que en otro tiempo hubiera pensado en contar mis mas intimos secretos. Nos llueve aceite y eso hace un poquito mas HOT todo. La sangre se mezcla con la sangre, creando una almizcle aceitoso rojizo con olor ferroso, las telas se pegan a los cuerpos marcando hasta la última curva o protuberancia de nuestra anatomía... y yo, ajena a todo lo que nos pueda volar encima, voy a pinchar a la tripa de Beth, por atacarme.

Se había acabado ya la puta comedia. Ahora comenzaba el terror.

"¡Ay dios! ¡Están todas locas!"

No me sorprende que Beth y Jess quieran defender su amor eterno y bolleril jugando a acuchillarse con la gemelas, como si fueran unas pandilleras cualquiera del Bronx (bueno, si las pandillas del Bronx tuviesen falos psicodélicos, ojos de extraterrestre y chicas explosivas untadas en aceite, sus peleas serían retransmitidas en la tele seguro).

Lo que me sorprende es que nuestra lideresa, se una a esa lucha tirándoles un microondas. "¿¿Pero qué reality de mierda es este?? Hay más elegancia en Empeños a lo Bestia"

Que yo estoy dispuesta a seguirla a casi todos lados pero si tengo que elegir ayudar a la choni de Kim a tirar una puerta o enfrentarme a las gemelas chaladas... pues contra la puerta que voy. Lo antes posible. Antes de que se cabreen más.

¿El microondas? ¿De verdad? Si seguro que hasta tenía restos de grasa de los tacos que las chachas recalentaban. ¡Que asco! Pero bueno. Había que ayudar.

–¡Dale duro Kim!¡KIM!¡KIM!¡KIM!–bramó mostrando sus mejores dotes de animadora mientras encendió una caja de cerillas (porque encender una sola es de pringaos) y la lanzaba encima de la aceitosa lucha. Si esto no funciona habrá que sacrificar una virgen.

Darcy no tenía muy claro donde encontrar una, perolo que tenía claro era que en las películas funcionaba ¿vale?

Con la fuerza que tenía Kim, que ni se igualaba a la del resto de chicos que habían muerto bajo las vigas (que Dios los tenga en su harén personal de maromos en torso en el cuelo), consiguió que la puerta de la cocina cediera. Así es como las HOTS novatas descubrieron el codiciado patio trasero de la fraternidad. 

Allí se hacían unas fiestas cuando hacía buen tiempo que ríete tú de project X, es más, algunas de las ideas de la película fueron inspiradas a los guionistas por aquello que pasaba en algunas de las fiestas HOTS más locas. Como el coche en la piscina o el enano en el horno.

O bueno, solo un par de novatas descubrieron aquel jardín del edén del éxito y la lascivia. Dentro Lilith acababa de clavarle un cuchillo a Beth y aquello había hecho mucha pupa. Los pollirayos de Luzbel seguían saliendo disparados en todas direcciones sin alcanzar objetivo alguno y las cerillas que Darcy lanzó no prendieron mucho. Aquel aceite no estaba tan caliente como podría esperarse como para prender como si fuera queroseno.

Había una salida abierta para salir de aquella casa infernal, una puerta destrozada por la que Kimberly más tarde tendría que pagar y dos gemelas en modo perras apocalípticas deseando finiquitar un trabajo que llevaban planeando tiempo (no mucho tiempo, vale, pero algo) en la sombra: joder a todas las HOTS.

El microondas se quedó corto y no consiguió dar a la gemela. Matarían a Beth. Bueno, ya había dicho yo que ella moriría desangrada, ¿verdad? Y siempre tenía razón.

Y más que la tenía habiendo ascendido a hermanas a todas las novatas, se estaban portando. Sirviendo de puente, de escudo humano de... de pizza...

Y entonces escucho un crash y la puerta se abre. ¡No hubo pizza humana! ¡Kim lo ha conseguido! ¡Bien por haberla ascendido! ¡Tenía lo que tenía que tener! Ningún cerebro y mucho músculo, una esbirra ideal, no como las gemelas psicópatas, que tarde o temprano se habrían rebelado contra mí, contra su legítima autoridad. Putas de cara de cerdo...

Pero ahora Kim, Kim había abierto la puerta. ¡Bien!

Atravesé el umbral a toda velocidad. —¡Vamos chicas, sucia furcia comepollas la última! —grito al salir disparada. 

Me tapo la boca horrorizada y suelto un chillido cuando Lilith logra apuñalar a Beth y ésta empieza a sangrar de tal forma que casi me desmayo. No sé qué tiene esta chica que hace que pierda el sentido. Ah, sí, la sangre, claro... ya andaba pesando cosas raras.

Escucho un golpe fuerte y seco y me giro para comprobar que Kim ha destrozado la puerta, y Channel ni lo duda para salir por allí. ¡Es nuestra escapatoria!

- ¡Beth, salgamos de aquí! - grito intentando agarrarla del brazo para tirar de ella y escapar de esas gemelas locas. Rayos, con el aceite no logro agarrarla bien. Estaré asustada y tendré un miedo tremendo, y tengo unas ganas terribles de escapar, pero no puedo dejar atrás a Beth. No después de haber sido la única en ir en mi ayuda.

Intento agarrarme varias veces a la mano que me ofrece Jess, aunque no con mucho éxito por culpa del aceite. Al final, veo que es más inteligente intentar salir por mi cuenta y dejar de retrasarla a ella.

- ¡¡¡Vete, Jess!!! ¡No te preocupes, estaré bien! ¡Vete, no te retrases más por mí, ponte a salvo!