Partida Rol por web

Kimber miró todo aquello totalmente alucinada. Había visto mierda si, pero que unos baños así estuviesen dentro de HOTS hicieron que su pipa se cerrase de golpe. Bueno, había que limpiar, si o si, y más viendo a Darcy, que ya iba preparada para la faena. Otra cosa sería la movida esa de examinar su obra.

Si el capullo que le tocase no le daba un 10, le partiría la cara y esos medidores de mierda por el ojo de las mil arrugas, o lo que venía siendo el culo...

...Tuvo que respirar para no ponerse allí mismo a repartir sopapos entre tanto friki.

-Venga, a ello- dijo con una muy mala disimulada furia, había que currar, ya se lo cobraría despues.

—Adios, Chad, puedo prometerte novatas cachondas liándose entre ellas. Y chicas de verdad además. Venid los que tú consideres, sabrás lo que es apropiado...— Chad nunca traería a nadie que fastidiara una fiesta. Los hombres ricos y guapos nunca sobraban. Y Chad no se relacionaría con otro tipo.

Y no porque fuera gay.

De vuelta a la realidad —Manda a tus encantadoras criaturitas a descansar en la perrera, o a la peluquería, o a que los paseen— dije a la gemela las gemelas no paseaban perros, era algo que estaba por encima de ellas. —Hemos solventado esta situación. Ahora deberíamos esperar a ver el informe sentadas en unas sillas y ver quién perdió. Castigarla y hacer equipos para la siguiente prueba. 

—Podríamos hacer que se presentaran ahora en serio, y que nos dijeran por qué quieren estar en HOTs, así sabríamos cosas de ellas que podríamos utilizar en su contra...

-Sí, que se presenten, porque yo todavía no sé ni cómo se llaman. Que no es que me importe, pero es que, de verdadperoporfavor, qué poca elegancia y estilo ¿eh? Olían a ciudadanía y no han tenido ni la educación de decir sus nombres ni hacer una reverencia. ¿Pero dónde se creen que están? Este año muy mal. Hemos hecho bien en mandarlas a los retretes, ahí estarán en su salsa.

Hablaba con el móvil en la mano. Una no sabe cuándo tiene que publicar una foto en tuiter o mandarle un mensaje de apoyo a Trump.

-Quiero que sufran. Y la que pierda, quiero que sufra más -su natural dulzura a veces no tapaba un espíritu sádico y sin filtros. Pero no quiso decir que lo que le apetecía era quemarles los párpados con un mechero. Para ser la primera prueba eso quizá era demasiado-. A la que pierda hay que afeitarle las cejas, con cuchilla o cera, no sé. Y que lo haga la ganadora. Quiero que sufran y se odien.

¿Para eso son las novatadas, no? Bromitas inocentes que no hacen daño a nadie y crean sentido de equipo.

De vuelta a la realidad, me puse bien recta, rascando con una mano la cabecita de uno de nuestros perretes. Eran una dulzura...No podía entender como le temían. Sólo por hacer un poco de sangre...Luego seguro que se hacen un dedillo viendo cosas de vampiros tipo Crepúsculo. Y ahora mira la que arman por un poco de sangre...No era, osea, no era como si se hubieran roto una uña. Como yo.

- Cuchilla, cuchilla...- ante el método para extirpar pelos en cejas - La cera duele más, pero con cuchilla luego salen mas gordos y horribles los pelos...- además, con suerte, la mano inexperta de la mano ejecutora provocaba un pequeño corte sangrante. Nada más de pensarlo me empapaba aún más el mejillón.- También deberíamos pintarle una polla entre ceja y ceja, con permanente. Imaginaos cuando tengan que ir al campus así...Además, la ganadora podría escoger su propio equipo, o algo así.

Me viene de pronto la imagen de Luzbel siendo empalada por dos tipos, mientras uno se pajea. La miro instintivamente. Entrecierro los ojos y me pregunto, por un momento, si no pensará también incluir ahí a mi hombre. 

Luzbel escuchó con alegría a su hermana. ¡Qué feliz le hacía!

-¡Sí! ¡Sí! ¡Pollas en la frente! ¡Pollas en la frente! -dijo con un chillidito de emoción, agarrando las manos de Lilith y dando saltitos como una niña que recibe su primera Barbie-. ¿Podemos ponerles pollas en la frente, Channel? ¡De las que no se borran! Porfiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

—La piel, si está bien cuidada, se renueva, las pollas no serían permanentes, pero...— no podía dejar de dar algún capricho a las gemelas, por obsceno que fuera. —...un tiempo si que le durará, lo que le tarden en crecer las cejas. Vale. Una polla. Una, a la perdedora de la prueba. Y las cejas con cuchilla, preparad los instrumentos, ahora esperemos a ver cual es. Y así las otras se prepararán para castigos semejantes. 

Se puso a dar saltitos de emoción.

-¡Síiii! ¡Síiii! ¡Pollita en la frente! ¡Pollita en la frente! ¡Y cejas rasuradas! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias -se estaba animando. Despúes de todo el mal trago que les habían hecho pasar la basura, por fin veía algo de luz al final del tunel. ¿Podrían las novatas, definitivamente, servir por fin para algo?

-¡Cuchilla! ¡Cuchilla! -se mostró ansiosa de pronto, como si las novatas fueran a volver de inmediato y perdieran la oportunidad de acuchillarlas depilarlas. Una tontería, porque con una palabra el tiempo en HOTS se detiene y ya. Pero estaba emocionada e infantil-. Hay que buscar material... ajá... cuchillas ¿no? -miró a Lilith de reojo, cómplice y con una sonrisita picaruela. ...venga, hermana, que lo sé, hermana, venga... si siempre tienes a mano algo que pincha o corta... ¿verdad?... parecía pensar.

Los hombres embutidos en trajes comenzaron a sudar profusamente, eso se veía en que tenían la máscara del traje empañada y las gafas. Porque todos sabemos que para distinguir a un friki de un no-friki porque los primeros llevaban gafas, como Bill Gates o incluso Steve Jobs. Que sí, eran frikis forrados de pasta... Pero pensad, ¿quién quiere tirarse a Bill Gates? Si hasta deben sudarle esos pies de pardillo en la cama. ¡IU! ¡Qué escalofrío me ha dado!

El caso, los nerds sudorosos (PUAJ) estaban allí viendo mujerona de cuasi primera calidad. A aquellas chicas solos les faltaba entrar a la fraternidad para ser tan guays como para que aquellos nerds no pudieran ni soñar con ellas. Sino les tocaría casarse con el Stephen Hawking de turno... 

Mary Ann se llevó alguna mirada obscena mientras fingía limpiar algo con el culo en pompa. Otro miraba el canalillo que oprimía los pechos de Beth, ahí sudaban todos en exceso. Una tía buena, popular y gótica. Casi se oía zumbar a aquellos nerds bajo el traje. Y Darcy estaba causando infartos con el traje de maid. ¡Tías buenas haciendo cosplay! ¡Que alguien llame a una ambulancia!

Por allí además aparecieron como para vigilar los perros del infierno de las gemelas, que se sentaron en la puerta a mirar y olisquear por igual a los frikis embutidos en plásticos y a las aspirantes a algo en la vida.

Ambos perros salieron corriendo cuando Luzbel les dio el visto bueno. No habían dejado ni una sola gota de sangre en el suelo, todo limpio y reluciente.

- Bueno, pues tú mismo. - Digo agarrando al que esté más cerca, visto que todos se han quedado tan quietos que ninguno iba a tener el valor de ofrecerse voluntario. - Seguramente porque con tal erección entre las piernas es muy complicado andar.

Le meto conmigo, un poco como puedo, dentro del diminuto cubículo que es eso a lo que llaman "servicio".

Al ver cómo tenía el retrete sabía que iba a ser demasiado. ¡Nunca había limpiado uno, cómo demonios iba a conseguir nada con mis primeras papillas ahí dentro, burbujeando y todo? ¡Qué asco!

Me giro y veo que algunas de mis compañeras intentan coquetear con aquellos estudiantes. No me agrada nada la idea, pero si quiero entrar en la fraternidad tendré que conseguir que alguno me haga el favor. No me queda otra.

Me giro hacia uno de ellos e intento mirarle a los ojos, algo difícil con esa máscara empañada.

- Perdona, ¿podrías ayudarme? Hace un momento casi me desangro - le enseño la mano vendada, donde me mordió aquel simpático perro infernal - Me encuentro un poco débil y me preguntaba si alguien tan capaz y amable como tú podría ayudarme. Porfaaaa...

Le dedico la mejor de mis sonrisas de niña buena, la que tantas veces ha derretido el corazón de mis padres y el del vecino ese tan raro y simpático que siempre trepaba y se asomaba por mi ventana para vigilarme todas las noches y que ahora duerme en la cárcel por no sé qué tema de pedofilia.

Una vez dentro, cierro la puerta, y me acerco a él más de lo necesario para que quepamos los dos allí.

- Escúchame bien... Um, ¿podrías quitarte eso? - Le digo mientras señalo con la cabeza aquella especie de escafandra. - Bueno, da igual. El caso es que te quiero pedir un favor... - Me acerco aún más, si fuese posible. - Verás... haría cualquier cosa por superar esta prueba... cualquier cosa. Y tú puedes ayudarme... ¿A qué sí? - Otra vez la carita de muñeca. - Yo no te voy a pedir que lo limpies tú, como seguramente van a hacer esas zorras con tus amigos, no. Lo mío es mucho más... noble y digno. Quiero que me consigas unas cositas. Lejía, o cualquier buen desinfectante que se te ocurra. El mejor del mercado. Tranquilo, yo te lo pago. Y una botella de hipoclorito. Así, cuando hagas las pruebas con tu bastoncito... - Bajo la mirada de forma insinuante hasta su entrepierna. - Verás que no hay ni rastro de suciedad, orina, u otras cosas. Y también necesito trapos. ¿Ves? Será todo legal, sin trampas. No tendrás que mentir en las pruebas porque será verdad que todo está limpio. Si me lo consigues, puedo ser muy agradecida... ¿Y sabes qué? Tengo amigas igual de agradecidas que yo. Si haces que uno de tus amigos de una valoración negativa a la rubia de la cara de mala hostia o a la morena de las tetas desmesuradas, yo y una amiga os lo agradeceremos a ti y a él. Y si el amigo que haga las pruebas a la chica que ha vomitado, por el contrario, le ayuda a limpiar y a pasar la prueba, una tercera amiga se unirá. ¿Has entendido?

Darcy esperó a que su víctima entrase por la puerta antes de comenzar a "limpiar" a su manera. El agua subía y subía mientras Darcy tiraba de la cisterna. Entonces se agachó, haciendo que la parte de abajo de su mini-vestido se subiese hasta donde el friki perdía la visión. La chica sonrió, se enderezó y, moviendo las manos a una velocidad sorprendente con la que esperaba no ser descubierta por el nerd  se arrancó lanzó su minitanga. Por supuesto era un tanga de stripper, extrafácil de arrancar. Muy útil para las noches de zorreo. Se oyó un suave "splash". Esperando que el monstruito no hubiese visto que había arrojado el tanga comenzó su actuación. No había ganado el premio a la actriz de teatro adolescente más zorra por casualidad. Lo había ganado por zorra claro,  pero también por actriz.

-¡Oh no!- Exclamó con voz preocupada -Se me ha caído... Rápido, ven a ayudarme... y cierra la puerta. Es importante. Se me han caído...

Había urgencia en la voz de Darcy. Cuando el muchacho se acercó a mirar, el tono de voz cambio

-Las bragas, y puede que se me caiga algo más (o que levante algo) si me ayudas. Ya sabes... a acabar con el trabajo rápido... pero sobre todo bien. Me esforzaré tanto como tú.