Partida Rol por web

La tercera leva de lanceros de Scofferishire se levantó temprano al día siguiente con los gritos de su superior Hilger de Chautrec. Hilger les hizo avanzarse en el camino como avanzadilla, sería una práctica sobre terreno que según decía en su discurso Ayudará a que conozcáis a quien está a vuestro lado. Así que recogieron sus bártulos, y se largaron del campamento mientras muchos seguían tendidos en el suelo, dormidos aún.

Los seis compañeros tuvieron que acatar las órdenes de su superior y avanzar con el resto del grupo. Corven, Eldler, Bobby, Hedric, Nermal y Merwin pasaron aquella mañana marchando y no se paró hasta que el sol estaba ya en lo más alto. Pararon a comer en una elevación muy poblada de árboles, que cobijaban del sol y del calor que este provocaba. Cercano se oía un río, y algunos soldados no tardaron en ir en su búsqueda.

Me acerco al río esperando refrescarme y saciar mi sed. Eso sí, avanzo con cautela, y llevo conmigo toda la impedimenta por si las moscas.

Bobby, tras sentarse unos minutos, se dirige al río a refrescarse como muchos otros lo han hecho. La avanzadilla en su totalidad es de ciento veinte hombres a cargo de un caballero, tres hombres de confianza y su escudero, un adolescente rubio apunto de convertirse en hombre.

La tercera descansaba en aquella colina por la que cruzaba un río. Gran parte de la tropa estaba ya en el río, se les oía divertirse, gritar y montar alguna escaramuza. El resto descansaba bajo los árboles a la sombra del sol que ya había llegado a encumbrar el cielo y ahora estaba por encima de ellos. Hilger y sus hombres pasaban cada rato para hechar una ojeada y hablar con los hombres trantando de alentarlos y animarlos en su empresa.

Al rato, se oyó el trote de varios caballos en la lejanía. Cinco hombres fueron ordenados a avistar desde las alturas. Aquellos hombres no tardaron en ver el estandarte de Scofferishire asomando detrás de la pequeña arboleda que ocultaba parte de aquella colina. A sus gritos, Hilger y sus hombres corrieron a sus caballos para montarlos y partir al encuentro del resto del ejército. Dejando solo a Aaron, su escudero entre aquel grupo de cansados soldados.

Corre sin detenerse gritando ¡A prepararse!¡Todos en pie! ¡Se acerca nuestro señor Sighard de Scofferi! el chico salta entre los hombres tumbados en el suelo, los pies de los que se apoyan en los árboles y esquivando aquellos que caminan o simplemente están de pie. Repite el mensaje a todos, tratando de no descuidar ningún grupo de soldados. ¡Soldados!¡A preparseeeeeeee! Viene nuestro señor Siiiiiiighaaaaarddddd!

Corro a formar con porte lo más marcial posible para que nuestro nuevo señor no se lleve mala impresión de mí.

Hedric se levanta y forma en la fila que se está organizando. venga chicos, han de vernos frescos y dispuestos o nos dejarán en este bonito y soleado lugar a morirnos de asco jajajajajajajaja ríe a carcajadas.

Merwin se alzó al rato y formó donde pudo colocándose el peto torpemente. con lo bien que se estaba estirado.

Corven al lado de Merwin le miró no te quejes tanto, las veremos peores a partir de ahora.

Vuelve cabalgando con sus hombres a gran velocidad, los soldados de Sighard no aparecen detrás de ellos.

¡soldados!¡Soldados! la primera de Scofferi baja ahora la colina, ¡y la bajaremos también nosotros! Se han avistado unas levas que marchan hacia Missina en socorro de los que están en el castillo ¡y no dejaremos que lleguen!

Los hombres empiezan a gritar y ha ahuyentar todos sus miedos a través de aullidos y golpes de metal contra metal.

¡la tercera! está en estos momentos marchando para crear una distracción, ¡Cuando lo consigan! estaremos a sus espaldas y ¡no se salvará ni uno!

Más aullidos y metal en golpes intermitentes producidas por aquel numeroso grupo de soldados.

¡Adelante!

La tercera empieza a avanzar colina abajo con ánimos renovados. No tardan en cruzar el bosque y salir al valle. Tras haber caminado un buen rato, llegan a una elevación del terreno bastante inclinada, que ya cuesta superara a algunos. Al llegar al plano, ya se puede ver no muy lejos, la segunda compañía comandada por el caballero Hölgut plantando cara a cinco levas de infantería. Hay una escaramuza entre dos unidades enemigas y la segunda compañía, que consta de unos doscientos hombres. La primera y la cuarta siguen a Sighard quien aparece por otro de los flancos, iza la bandera de infantería y tres unidades empiezan a avanzar campo a través. Hilger, hace avanzar a toda la tercera y les alienta para acercarse más a la retaguardia del ejército enemigo. Tras dar las órdenes, el y sus hombres marchan a reunirse con Sighard y sus caballeros para plantear el ataque que hará la caballería. Por suerte para todos, parece que el enemigo no dispone de arqueros ni ballesteros, y menos una caballería.

Vamos a acabar con estos bastardos hijos de perra! alza su lanza Vamos a devolverles a patadas a la ciénaga de donde provienen!

¡Así se dice hermano! ¡venga, vamos!

La tercera avanza por el terreno. Las tres levas formadas en línea a paso ligero, acercándose a la retaguardia del enemigo. La caballería se ha reunido en un punto, los enemigos ya se han dado cuenta del avance. Las fuerzas están aparentemente igualadas y la segunda sigue peleando duro ahora en defensa, mienstras dos hombres a caballo castigan los flancos y la retaguardia mientras les rodean. La caballería forma, la primera y la cuarta ahora están ya posicionadas al flanco derecho de la tercera. Avanzan juntas formando un gran línea a preparada para cargar en breves instantes.

¡Vamos chicos! sólo quedan unos pies! Hedric avanza seguro a sabiendas de que sus flancos están cubiertos.

Deseando dar mamporros, que al fin y al cabo es para lo que me he preparado durante el viaje.

VAAAAMOOOOS

Edler corre al lado de sus compañeros, están apunto de caer sobre un enemigo que parece no saber que hacer en un campo de batalla en una situación como esa. Aghhhhhhhh desliza su lanza através de sus manos alargándola unas cuantas pulgadas más, ha dejado caer el escudo al suelo para poder maniobrar mejor con ella. ¡Perros Normandos! Edler grita para sacar toda la rabia que recorre por su cuerpo, ya está preparado para cargar.

A pocos metros los soldados como la línea enemiga corren en dirección a unos grandes arbustos. Las dos unidades más cercanas se dividen indecisos, y mientras que unos se quedan a hacer frente al gentío que se acerca, el resto corren en dirección del resto del ejército. La quinta sale de entre los arbustos y bloca el paso del ejército haciéndoles detener para reorganizarse, nadie les había echado en falta pero ahora es una alegría verles.

La tercera carga ya. Cómo una ola gigante barre la línea desorganizada mientras ve como la caballería carga contra la otra parte de las unidades destrozándolas por completo. Hilger alza la espada y ordena una segunda carga. Los hombres están cansados de correr pero no desfallecen e intentan mantener el ritmo para cargar sobre el tumulto que se ha formado.

Tras la tercera, la primera y la cuarta les siguen para carcar por uno de los flancos. Por el otro flanco la quinta y en último caso deberían pasar por encima de la segunda, quien ahora ahuyentaba al enemigo que corre en desbandada. Están rodeados. Todo el ejército carga contra el enemigo, que recibe golpes desde todo costado. La caballería cubre el perímetro por aquellos que consigues salir de la melee.

Merwin cae sobre el enemigo directamente hundiendo su espada en su pecho, aprovechando un hueco descubierto. YEEEEH Nunca se ha sentido más vencedor de lo que se está sintiendo hoy. Un soldado enemigo se cruza en su camino y Merwin no duda en lanzar un espadazo que le hace caer herido al suelo, el cuero parece haberse partido. El tipo no se levanta.

Hedric supera al adversario y le golpea con la lanza para clavársela luego. En cuanto este cae al suelo le pisa y va a por el siguiente.