Partida Rol por web

Estas a bordo del crucero Argenon. El Imperio te ha pagado un pasaje porque tienes que llegar hasta el sistema Daroius y una vez allí contactar con el Prefecto territorial, para entregarte unos importantes documentos.

El camarote está bien, aunque crees que alguien de tu nivel se merece algo mejor. Por la hora que es, estarán sirviendo la cena. El viaje aun tiene que durar unas horas más.

- "Aún no entiendo ésta ridícula costumbre de comer todos juntos. Si se come se come y si se habla se habla pero mezclar los dos actos es estúpido. Además comer debería ser íntimo. Estoy tentado de pedir que me traigan la cena al camarote pero tengo que aprovechar que estoy aquí para intentar conocer alguna persona influyente del Imperio. Así que a pesar que no me guste tendré que pasar el mal trago de cenar... en compañía. ¡Puahj!" - Compruevo que voy vestido impecablemente, que tengo el sable a mano y bien sujeto al cinturon, y me dispongo a salir hacia el comedor del Argenon.

Sales del camarote y te diriges al comedor. Mientras vas de camino te cruzas con algún sirviente y algún droide de enlace. Todo parece transcurrir con normalidad. La ruta no presenta sobresaltos ni transitáis una zona llena de piratas.

Llegas al comedor. No hay muchos pasajeros, es pronto aún y hay muchas mesas libres y algunos camareros esperando a los comensales.

Maldigo mi mala suerte y busco una mesa libre en una de las esquinas desde donde pueda observar toda la sala y sus accesos. Me entretengo mirando el ir y venir del personal del restaurante imaginándome sus anodinas vidas.

Estás tan tranquilo sumido en tus pensamientos cuando se te acerca un camarero.

- ¿Le ayudo, señor? - te dice con un tono de voz del todo afable y servicial. - ¿Desea algo en especial? Nuestra carta tiene un gran surtido de platos y bebidas para los paladares más exigentes.

- "¿Algo especial dices? Me gustaría que hubieramos llegado ya a Daroius ¿acaso puedes ofrecermelo? ¿No? Pues vuelve a la cocina y tráeme algo que yo pueda comer. ¿Crees que eso si que puedes ofrecérmelo?" - Le digo arrastrando las sílabas de la última frase, enseñandole mis dientes y clavándole mi mirada más afilada.

Percibo que intenta sonsacarme algo, pero logro rechazar su ataque mental.

No logras percibir nada de nada. Como si su mente estuviera en blanco.

- Ahora mismo señor.- te dice con el mismo tono de voz que antes - Le traeré una exquisitez digna de su categoría.

Y acto seguido se dirige a la puerta de la cocina para desaparecer tras la puerta.

- "Tengo que estudiar un poco más los caminos de la Fuerza cuando un sencillo camarero es capaz de resistir mi escrutinio" -

Al poco vuelve el camarero, con una bandeja con un plato humeante y lleno a rebosar.

- Para usted. Espero que lo disfrute. Es la especialidad de nuestro jefe cocinero. - afirma dejándolo encima de tu mesa, frente a ti.

Acto seguido se retira para dejarte comer tranquilo.

- "Esto seguro que será muy bueno para los humanos pero ¡qué poco me apetece comérmelo aquí, delante de todo el mundo!"

Degustas el plato, su sabor aunque indeterminado, te acaba gustando.

Deglutas y comes con apetito voraz. Bocado tras bocado vas acabando tu plato.

A medida que vas comiendo, notas como un gusto raro en la comida. No logras identificarlo pero no parece de ninguna especie que hayan utilizado para elaborar el plato.

Voy comiendo lentamente. Y cuando acabo me retiro a mi habitación si no me encuentro con nadie interesante.

A medida que vas hacia tus aposentos, empiezas a encontrarte mareado. Todo te da vueltas, notas un extraño sopor que invade tu cuerpo. Tienes como un sueño dulce y placentero...

Entonces comprendes que el ingrediente que no has reconocido su sabor no es nada más que un potente narcótico. Es lo que te produce sueño, por lo que casi llegando a tu habitación tienes que apoyarte en la pared para no caerte.

Primero he empezado a notar un pequeño mareo pero que ha ido aumentando hasta llegar a parecer que la nave surcara un mar embravecido en lugar del espacio. - ¡Un narcótico! ¡Me han drogado! - Intento tranquilizarme y me concentro el la Fuerza para intentar minimizar los efectos de la sustancia.

Mientras me recupero pienso en lo que debo hacer. Quien me haya intentado envenenar puede no andar muy lejos así que tengo que estar preparado. Desenfundo mi espada láser (ver su luz encarnada y el vibrante sonido me tranquiliza) y busco un pulsador de alarma de incendios o un terminal para pedir ayuda. - ¡Esta vez no os va a resultar tan fácil capturarme! -

Liberandote de los efectos narcoticos del ingrediente metido en la comida, caminas por el pasillo hasta llegar a una zona de ocio. Pero esta vacia, excepto por una figura humana que esta a unos metros de ti. Es el camarero que te sirvió la cena.

Y te fijas que, como tu, tiene un sable laser...

-Veo que te has librado de los efectos de la droga... - le digo a mi oponente - pero liberarte de mi te sera un poco más dificil.

Alzo mi sable, dispuesto a la batalla.

- ¿Así que has sido tu quien me ha intentado envenenar? No ha sido ni demasiado honorable ni demasiado efectivo ¿no crees? Veremos ahora quien captura a quien. -

Me pongo en posición de ataque preparado para luchar contra mi contrincante jedi pero intento sentir si tiene algún aliado cerca para evitar sorpresas.