Partida Rol por web

Como su nombre indica, el salón del piano de la 1ª Planta se caracteriza por tener un piano antiguo. El piano bloquea la conexion que hay entre la sala de estar y esta estancia.

No obstante, la incapacidad de Lord Arthur de ser un buen pianista le obligó a buscar sitio para una gramola, unica forma de escuchar musica decente.

Los discos de vinilo, ordenados con un patrón peculiar, descansan cerca de la gramola. Siempre hay uno puesto aunque la gramola no este funcionando.

En el centro de la estancia hay una mesa de marmol con un curioso adorno circular.

No hay ni rastro de lord Arthur. En la mesa encontrais un vaso vacio y un plato con migajas de lo que probablemente eran las galletas de Jane.

Entra en la sala del piano aunque también parece ser sala de música por el gramófono que hay en la sala. La verdad es que ese lugar es bastante acogedor y le dan a uno ganas de tocar el enorme piano de cola que hay allí, aunque ella no es que sea muy habilidosa con el piano y no es por que no haya recibido clases.

-Parece que aquí ha habido alguien. Hay un vaso vacío y lo que parecen los restos de las galletas de Jane.

Se acerca a la mesa para observar mejor... Deben de ser recientes por que sino el servicio ya lo hubiese recogido.

 Eleanor entró en la sala, e inmediatamente su pulso se aceleró imperceptiblemente. Bella parecía ajena al torbellino interior en que se encontraba inmersa, por lo que Elanor hizo un esfuerzo por mantener la calma e hizo lo que había venido a hacer. Echó un vistazo en derredor comprobando que ni ella ni Arthur se hubieran dejado nada que pudiera revelar la verdad sobre la desaparición de su marido. 

Era momento de jugar bien sus cartas...

 Eleanor entró en la sala y esbozó una expresión preocupada al no encontrar allí a Arthur.

- Vaya, ya me había dicho Catherine que no está aquí, pero aún conservaba la esperanza de encontrarle donde siempre, querida. 

Acto seguido se acercó al plato que su compañera le mostraba.

- En cuanto a esto, tienes razón, tienen todo el aspecto de ser galletas de Jane. La verdad es que no me extraña, porque Arthur tiene la manía de permanecer en vela muchas noches y no es raro que tome un tentempié. Aún así, vamos a echar un vistazo a ver qué podemos encontrar por aquí, a lo mejor nos da alguna pista sobre las intenciones de mi marido. ¡A saber en qué estaría pensando! ¡Igual ha intentado seguir a su fantasma, o qué sé yo! Arthur cada día es más extravagante, especialmente en este tipo de fiestas.

Eleanor dirige su atención hacia el plato y prueba con el dedo algunas migajas. Además, se fija en el extraño adorno circular de la mesa. ¿Había puesto ella eso ahí?  

Os ponéis a buscar, tal y como lo ha indicado lady Adler. De repente oís un estruendo. Al daros la vuelta, veis como uno de los cuadros que había cerca de una ventana está en el suelo. Era un cuadro de colores ocres, con un pequeño molino. Cuando os acercáis a inspeccionarlo, aparece William por la puerta.

- ¡¡Otra vez!!- dijo. Parecía realmente enfadado.- Por favor, no se acerquen, no vaya a ser que se hagan daño.

Cogió la escarpia que se había salido y, con mano habilidosa, la puso en la pared y colocó el cuadro. Después se dirigió a la señora de la casa.

- Siento, lo ocurrido… eh… la verdad es que teníamos que habérselo comunicado antes, pero no queríamos preocuparla. La verdad, es que últimamente se caen muchos cuadros por toda la casa. Su señor esposo lo atribuye al fantasma, como muy bien habrá supuesto usted. No sabemos porqué ocurre, pero convenimos en no decirla nada, no queríamos asustarla por esta nimiedad… Lo sentimos.

William parecía apurado por la situación. Él no quería preocupar a la señora, nada más.

 - ¡Santo cielo! ¡Por todos los...! ¿Estás bien, Bella, querida? -exclama Eleanor al escuchar semejante escándalo - Oh, William, ¿cómo no me habéis dicho nada? Me imagino que Arthur debe de estar encantado, pero yo preferiría que la decoración de mi casa se mantuviera quietecita en su sitio. En fin, te felicito por la prontitud de tu reacción. ¿Tenéis alguna idea alternativa sobre el motivo de estas caídas? Me refiero a aparte del fantasma... 

Eleanor examina con la mirada el lugar en que está colgado el cuadro, en busca de alguna pista. 

- Pues no, señora. Hemos estado hablando de ello todo el servicio y no se nos ocurre ninguna idea. Los cuadros que se caen son distintos cada vez, por lo que se puede descartar que el agujero se haya agrandado...

William miró el cuadro como si fuera un verdadero fantasma.

- Si no necesitan nada, me retiro- añadió con una pequeña reverencia.

Se acerca a ver el extraño adorno de la mesa, junto con lady Adler, cuando de pronto un fuerte ruido se oye a sus espaldas y al girarse ven que uno de los cuadros que adornan las paredes se ha caído. Suerte que no se ha roto ni el marco ni el lienzo por que la verdad es que el cuadro es bastante bonito. 

-Sí, estoy bien... pero menudo susto. Si hubiesemos estado cerca, no podríamos haber hecho daño.

Se dispone a acercarse al cuadro cuando entra el mayordomo en la sala y les pide que no se acerquen por que podría resultar peligroso. Y, sin duda, es muy extraño que los cuadros se caigan por caerse sin ayudarles... y más sin una explicación lógica.

-Quizá hayan movido el cuadro y por eso se ha caído.

 - ¿Pero quién ha podido moverlo? Aquí sólo estamos tú y yo, y no creo que William haya tenido tan mala idea... Además, me resulta muy extraño eso de que cada vez se caigan cuadros distintos. ¿Quizá estamos sufriendo temblores de tierra tan leves que no los notamos? He oído casos así en algunas mansiones... 

-Si es muy antigua la casa... quizá se esté moviendo por los cimientos o algo de eso... no entiendo mucho de esas cosas... quizá tengan algo especial los cuadros que se caen... todo podría ser... un gancho mal colocado, más peso del adecuado...

Se queda pensativa unos instantes... el asunto del cuadro la ha distraído de su verdadero motivo para ir allí... 

-Deberíamos seguir mirando por la habitación... puede que encontremos alguna pista de Lord Adler... debemos buscarlo.

 - Tienes toda la razón, echemos un nuevo vistazo a ver qué podemos encontrar. Esta casa es tan antigua que se cae a pedazos... Voy a mirar bien en la mesa y en los sofás, a ver si hay algo... 

Eleanor volvió hacia la mesa y estudió con cuidado su entorno en busca de algo que pudiera indicarle el paradero de su marido. 

Va hacia los sillones y sofás para ver si encuentra algo que les diga el posible paradero de el Sr. Adler. Mete la mano entre el sillón y el cojín de éste para ver si hay algo allí. Prueba en todas las ranuras que el cojín tiene con el sillón. 

 Eleanor por su parte examinó cuidadosamente el adorno central de la mesa y el suelo, mirando bajo la mesa y los sofás por si se había caído algo. 

- ¿Ha habido suerte, querida? Yo no veo nada raro hasta ahora... -le comenta a Bella.

-Nada... es como si hubiera desaparecido después de haberse comido las galletas de Jane.

Se gira mirando a su alrededor, buscando alguna pista que se les haya podido pasar... va hacia el gramófono y lo pone en marcha para escuchar el disco que se supone que estaba escuchando el sr. Adler. Quizá pueda darles alguna pista.

Bella acciona el mecanismo de la vieja gramola. La aguja se desliza por el disco de pizarra, subiendo y bajando según los surcos. Las notas empiezan a surgir de la máquina. Es una música melancólica, pausada, como procedente de un sueño.

Escucha atentamente la melodía. Le encanta esa canción, aunque es bastante triste... sobre todo para escucharla en plena noche.

-Suele escuchar este tipo de música? Le sugiere algo Lady Adler?

 Eleanor se acercó a la gramola. 

- Desde luego, mi marido tiene buen gusto para estas cosas... -comentó. 

Estudió la gramola, mirando en el interior y dándole la vuelta al disco, para ver si encontraba algún detalle que le llamara la atención.

 Eleanor se fija detenidamente en cada movimiento de Bella, vigilándola, atenta a todo lo que hace. Si Bella descubre demasiado, será un problema, pero si por el contrario sigue una pista falsa, allanará el camino. Lo primordial ahora es descubrir qué trama. 

¿Tiene algo escondido bajo la ropa? ¿Qué está mirando? ¿Qué expresión tiene? ¿Qué trama? ¿En qué piensa? No se puede escapar ni un detalle...