Partida Rol por web

El portal se abrió expulsando a Rayla de bruces contra el suelo, haciendo que esta rodara y se arrastrara por la tierra antes de que pudiera abrir los ojos; y cuando pudo hacerlo, tan solo vio la figura encapuchada e impoluta -a diferencia de la propia Rayla- de una persona sentada en el borde de aquella colina jugueteando con unos dientes de león; pero al escuchar como Rayla había llegado sin ningún tipo de cariño o delicadeza lanzó el tallo cortado al vacío.

-Veo que todo está ocurriendo tal y como debería... ¿Pero no crees que es algo aburrido estar predestinado a cometer los mismos errores siempre?. Rayla siempre se ha de negar a tomar una decisión, Élan y Naoko siempre han de morir... No hace falta que respondas, ya me leí la respuesta... Sería una pérdida de tiempo y de energías por tu parte...

La figura ni siquiera se había dignado a levantarse, o a mirar a la joven.

ouffff. Caí contra el suelo, el tío de la capucha estaba sentado en la colina. ¿¡Tu otra vez!? ¿¡Que rayos quieres ahora?! ¡Déjame en paz! ya has hecho suficiente, déjame en paz, por tu culpa ellos... ellos... ¡¿Que quieres de nosotros?!

El encapuchado se levantó del suelo mientras recogía otro diente de león; en esta ocasión iba a zarandearlo un poco mientras este encapuchado seguía hablando.

-Como no... -Se burló. -Siempre hay un faro. Siempre hay un hombre. Siempre hay una ciudad... -El encapuchado lanza el diente de león a la finitud de la colina. Al parecer no estaba alegre con lo que el mismo contaba. -¿Quieres ayudarme a detener los engranajes de esta historia ya narrada?

¡Ya te dije que no pensaba ayudarte, no traes mas que problemas y sufrimiento al resto! ¿Cual es tu plan? Sino hubieras traído a esos dos, esos niños seguirían...  

Pienso un poco en lo que ha dicho y trato de relajarme, al fin y al cabo esto es culpa mia por no acabar con ellos en su dia.

¿Que engranajes? ¿De que hablas?

El encapuchado suspiró ante la respuesta de la muchacha; al parecer se sentía profundamente decepcionado porque esta decidiera actuar así. 

-El futuro está escrito y hemos leído lo que iba a pasar y con nuestros propios ojos vimos lo que pasó... cada uno de nosotros fuimos el traidor que entre las sombras se ocultaba. Por eso mismo me puedes llamar eso, sombra, oscuridad... llámame Darkness.- Quizás no fuera el nombre más adecuado, pero al menos era uno.- Nuestros errores y egos nos llevaron a la destrucción de lo que conocíamos, de la comunidad que vivía aquí, en DayBreak Town. Hasta que tan solo quedó un pequeño grupo de elegidos que fue esparcido... como los dientes de león...

Tras una leve pausa el encapuchado retomó el tema.

-Me has preguntado qué era lo que quería; quiero lo que ya te he dicho, que los engranajes se detengan. Que la torre del reloj insaciable caiga en pedazos... que el tiempo inmutable... mute... Y para eso te pido una cosa: Mata a Caerulea.

¿Solo sabe hablar con acertijos o que? No tenía nada mejor que hacer y no sabía donde estaba... Estuve bastante distraida hasta que...

Mata a Caerulea.

¿La chica azul? ¿Que te ha hecho para que quieras acabar con ella? No voy a matar a nadie, te lo dije, da igual cuantos monstruos me sueltes.

El enmascarado no dijo nada por unos segundos, pero finalmente este cedió y se volvió a sentar en aquella colina con vistas al pueblo. -Lo que está en tinta no ha de ser cambiado... ¿Eh?. -Inquirió, su voz se notaba apenada pese a ello continuó hablando-  Recuerda: "El Camino del Infierno está lleno de Buenas Intenciones", en este caso es a la inversa. Espero que te sirva... aunque tu no podrás cruzar. -Tras esto se despidió, aún sentado en aquel lugar, no parecía ser una amenaza. -Que tu corazón sea tu llave guía...

¡Ey! Aún no hemos acabado. ¿Por qué quieres acabar con ella? No parecía mala chica. Recuerda recuerda el momento de la batalla cuando se puso a llorar por su compañera caída...

¿En que influye para tus planes? 

El encapuchado seguía ahí, aunque no parecía del todo satisfecho con las acciones de Rayla, y a modo de respuesta, lo único que parecía que le iba a dar era el silencio. Algo bueno si se estaba en una Biblioteca o en un Velatorio, pero para nada deseado o agradable si alguien quisiera entabalar una conversación o más aún pedir las respuestas a la cuestión que se le estaba haciendo en cuanto al motivo por el cual era necesaria la muerte de Caerulea.

Bien, me voy, está claro que no voy a obtener nada de ti. Que no quieras contestar me hace pensar que no tienes argumentos para que vaya a matarla, quizá ella sea una amenaza para ti ¿No? Como sea espero no verte más.

Aunque me hubiera encantado pelear contra el sabía que no estaba al mismo nivel. Ya lo aprendí aquel día. Me dirigí hacia la plaza del pueblo, estaba preocupada por ellos.

Espero que aleksis se haya ocupado de Yusuki y que ella esté bien y aun tengo que encontrar esa esfera.

Agarre el bolso con el objeto y fui a la plaza.

Mientras caminaba hacia la plaza, Rayla se encontró algo raro... y si eso fuera lo más raro que Rayla había visto, era más que probable que ese Top1 iba a volver a cambiar con la presencia de una criatura rosada bípeda con gran hocico y cabeza acristalada con lo que parecían ser bolitas de colores, más similar al chicle que a cualquier otra cosa.

-Elemental mi querida Rayla. -Comentó con una voz mucho más grave de lo que una criatura de su tamaño y aspecto pareciera tener, incluso tenía un leve acento Inglés- El asesinato es lo que mueve todo en este mundo, quizás el orden de las muertes tenga algo que ver para  "detener los engranajes", quizás por eso pide que mates a Caerulea.

Con un leve gesto con su pequeña manita, aquella criaturita rosadita parecía querer que la muchacha lo siguiera dentro de una de las casas de aquel pueblo, en concreto, hacia una amplia casa que parecía tener un cartel en forma de libro, quizás fuera una Biblioteca o una Librería.

-Gumshoe. Detective Inspector Gumshoe. -Comentó sin darle tiempo a la muchacha de preguntar- Estoy aquí porque me has liberado de mi prisión, así que supongo que necesitas mi ayuda... Pero yo no necesito la tuya, ni de ninguno de esos imberbes de encefalograma plano. ¡Ven aquí si tienes algo para mi!. Dame un caso que llame mi atención y demuestra que vales la pena y me pensaré ayudarte.

Miro con asombro a la extraña criatura. ¡¿Qué rayos es eso?! Como si el día no estuviera siendo lo suficientemente raro. 

¡Espera! ¿Estabas espiando? Apenas le había podido preguntar nada cuando se metio dentro de aquel edificio. 

Espero que al menos este sí que me de alguna respuesta.

Y Rayla abandonó el lugar.

El camino sin rumbo de Caerulea la llevó hasta las afueras del pueblo, por un sendero hacia una colina con unas hermosas vistas de la noche en Daybreak Town; y cuando llegó hasta allá arriba, tan solo vio la figura encapuchada e impoluta -a diferencia de la propia Caerulea- de una persona sentada en el borde de aquella colina jugueteando con unos dientes de león; pero al escuchar como Caerulea había llegado sin ningún tipo de cariño o delicadeza lanzó el tallo cortado al vacío.

-Veo que todo está ocurriendo tal y como debería... ¿Pero no crees que es algo aburrido estar predestinado a cometer los mismos errores siempre?. Caerulea siempre ha de sobrevivir, siempre ha de buscar una forma de salir adelante pese a todo, siempre ha de causar dolor a aquellos que la rodean... No hace falta que respondas, ya me leí la respuesta... Sería una pérdida de tiempo y de energías por tu parte...

La figura ni siquiera se había dignado a levantarse, o a mirar a la joven.

"Sí, tienes razón..." No esperaba compañía... pero no la rechacé. Me senté en la hierba en lo alto de la colina, junto al encapuchado. Había espacio para los dos. No sabía quién era, y desde donde estaba tampoco podía verle el rostro a no ser que me fuera a inclinar de forma muy ruda. Y no, no iba a hacer eso. Me imaginaba que si estaba aquí era o bien porque como yo quería estar solo y habíamos coincidido sin esperar compañía... o bien directamente sabía que me encontraría aquí... "Hace nada... hablé con un tipo vestido igual que tú que me llamó Piscis... pero no eres tú ¿verdad? Hablas diferente... tú me has llamado por mi nombre en vez de Piscis... ...Cuesta un poco distinguiros... todos me conocéis pero yo no recuerdo a ninguno..."

Bajé la cabeza para mirar mi anillo, representando la alianza y los sentimientos entre mi prometido y yo. Con la mano libre empecé a acariciar el anillo, mientras miraba hacia el cielo nocturno estrellado estrellado. "En mi mundo natal... también sentía lo mismo. Eso de no encajar... de ser una desconocida para todos. Eso de que causaba daño a la gente simplemente por existir... Por no saber encajar y eso... ...Siempre estaba sola y prefería estar sola. Corría de aquí para allá por los tejados de los edificios de White Island... escapando de ni siquiera sabía qué... Hasta que un día... hace cinco años, mi-mirando a un cielo estrellado como este... cuando yo tan solo tenía trece años..." aunque estaba muy triste, sonreí ligeramente al recordarlo "...Vi una estrella fugaz..." sentía cómo mi corazón se llenaba una vez más de calidez y nostalgia mientras lo recordaba. "Él cayó a mi mundo del cielo como una estrella... Y-yo fui corriendo a ver qué había pasado... pensé que sería un meteorito o algo... y que podría llevarme un trocito a casa. Heheh... resultó que era un viajero perdido que había venido de las estrellas... Pero me lo llevé a casa igual." agarré una de las flores arrancadas por el viento que yacían cerca de donde estábamos. "Él no tenía dinero ni a dónde ir, así que le ofrecí hospedaje en mi casa, y nos hicimos amigos... Convivimos juntos durante cuatro años y entonces... entonces..." volví a llevarme la mano a mi anillo de compromiso. "Me pidió la mano a la luz de las estrellas... en el cuarto aniversario tras conocernos. Y yo acepté..." la sonrisa de mi rostro se volvió amarga entonces. "Pero algo o alguien le estaba siguiendo y él quería protegerme, así que tuvo que irse... Me prometió que volvería en menos de medio año, y nunca... nunca le volví a ver desde entonces."

Se me volvieron a saltar las lágrimas, y empecé a sollozar. Me agarré la chaqueta a la altura del corazón. "¡Es por eso...! ...¡Es por eso que tengo que sobrevivir! ¡N-no puedo dejar que termine así! Tengo que volver a encontrarlo... tengo que rescatarlo... S-si se ha perdido... si está a oscuras... ¡Yo...! Quería ser la luz del faro... que le guiara de vuelta a casa a través del mar de las estrellas..."

El enmascarado no dijo nada por unos segundos, tan solo suspiró-Lo que está en tinta no ha de ser cambiado... ¿Eh?. -Inquirió, su voz se notaba apenada pese a ello continuó hablando-  En otras circunstancias me ofendería que no me reconocieras, Caerulea. Pero supongo que tal y como te encuentras es normal que no recuerdes a un viejo amigo... Esa historia ya la sé, yo fui quien te ayudó a buscarle, llámame Darkness, si lo prefieres. -El encapuchado alzó una mano tratando de atrapar una semilla de un diente de león- Y estoy aquí para terminar lo que empecé.