Partida Rol por web

Diez enormes campanadas provenientes de la Torre del Reloj hizo que los presentes salieran de su zona de confort para suponer como el reloj movía su aguja un poco hacia la derecha. Y probablemente actualmente se encontraba en las "10" pese a que cualquiera de los presentes podían ver como era mucho más tarde -o temprano- de esa hora.

Siendo transportada por cuatro buitres, Caerulea logró volver de algún lugar en el que esta estuviera; al parecer aquel sueño reparador que había tenido la había vuelto a estar completamente activa a la hora de afrontar cualquier tipo de situación que se le pudiera presentar por delante... en estos casos, la situación era de una joven desconocida y el perro rosado.

"¡Hasta luego, y graciaaas!" me despedi de los buitres cuando estuve a suficiente altura como para soltarme sin recibir daños. Me bajé a la altura de un tejado y luego bajé desde ahí haciendo parkour. Di una voltereta en el suelo al descender al suelo de la plaza y aprovechando la inercia iba a correr como alma que lleva el diablo a la Torre, cuando tuve que frenar en seco al ver que había alguien nuevo ahi. "¡Uy! ¿Y tú quién eres?" pregunté. ¡No la había visto nunca!"

En el centro de la plaza un portal de oscuridad se abrió ante los presentes, y antes de que ninguna de ellas pudiera decir nada, algo saltó del interior del mismo. Un Chirithy. En concreto EL CHIRHITHY. Al parecer estaba malherido y magullado, y se encontraba huyendo de algo o alguien, pues miraba hacia atrás por si lo estaban persiguiendo, por fortuna el portal de oscuridad se cerró dejándole más tranquilo, sensación que aumentó al ver a Caerulea.

-¡CAE! -Gritó saltando a los brazos de la muchacha- ¡El chico nuevo ese me ha intentado matar y la de la máscara!.

"¡GASP!" tomé aire en suma sorpresa cuando vi al pequeño Chirithy aparecer de la nada y correr hacia mi. Saltó a mis brazos y le recibí en un abrazo. "¡Chiritín! ¿Qué te ha pasado? ¿Qué haces aquí, por qué no estás con Rayla? ¡¿La mujer enmascarada?! ¡Oh no! ¿Cómo pasó? ¿Cómo fue que te descubrió? ¿Y-y qué chico nuevo? Vale, calmemonos, cuéntame todo. Deja un momento..." sin soltarle, liberé un brazo para poder tomar la espada llave esa rara y volver a decir... "¡Cura!"

Gracias a la cura de Caerulea, el Chirithy sanó todas sus heridas sin mayores problemas o complicaciones. Pero lo importante no era eso, sino explicar qué fue lo que había pasado. Y eso era largo de contar, y a mi se me da mal resumir. -El otro Chirithy, el oscuro, convenció a Rayla de llevarme a ver a la Maestra Ava, la Maestra dijo que quería matarme y Rayla usó al bebé para teletransportarnos a una playa de oscuridad. Luego vinieron dos tipos raros y hubo una batalla a tres bandos... Ava me atrapó, el chico raro me electrocutó y justo antes de que me golpeara Ava, se le cayó un buitre esqueleto encima y yo pude huir por el portal que apareció despues de que Dan y la otra chica derrotaran a la armadura. -Al Chirithy se le daba bien.

Once enormes campanadas provenientes de la Torre del Reloj hizo que los presentes salieran de su zona de confort para suponer como el reloj movía su aguja un poco hacia la derecha. Y probablemente actualmente se encontraba en las "11" pese a que cualquiera de los presentes podían ver como era mucho más tarde -o temprano- de esa hora.

De la absoluta nada un portal apareció y de este cayó el cuerpo inconsciente de Rayla, la joven se encontraba derrotada y apaleada por todo lo que había pasado al otro lado del portal, pero al menos estaba con vida. Algo que a fin de cuentas, era mucho presuponer teniendo en cuenta cuántos estuvieron muriendo hasta entonces.

Otro portal más apareció, haciendo que de su interior apareciera un pequeño bebé con antifaz y traje rojo, el cual de forma divertida y con una risa bastante característica, caía encima de la herida Rayla y comenzaba a jugar con el cabello de la caballero inconsciente.

Yu Suk H i Ase Ay desapareció de la estancia...

..Dan Vorton apareció en la estancia.

En la mano de Dan Vorton se podía ver que la batería de aquel aparato había bajado al 18%, quizás eso fuera a tener en cuenta por cada vez que se usara ese chisme. Sea como fuera; no parecía haber ninguna zona donde poder recargarlo, así que el grandullón de Dan Vorton tendría que usar la cabeza si no quería quedarse con un trasto inútil.

Dan Vorton miró a aquel pequeño trasto que indicaba que tan solo tenía un 18% de Batería, con un gesto de malestar visible en su rostro, el grandullón decidió hacer lo que tenía que hacer para asegurar la seguridad de todos a los que le importaba.

-Adiós cacharro mágico. -Con su mano destrozó el aparato- Has sido útil para encerrar a esos doppelgangers de mis compañeros muertos... -Alzando la cabeza miró a Caerulea- Hola Caeru. ¿Podrías curar a Rayla?. Ya han muerto Nate y Archival allá... y la de la máscara de zorro.

Y por si faltara alguien más en aquella fiesta de caras cocinas, volviendo del camino principal se encontraba Stitch, el cual al ver a Rayla tumbada en el suelo con un bebé encima se preocupó de que esta estuviera mal.

-Yu porma dissy! -Gritó apartando a aquel bebé de encima de Rayla- Rayla... ¿Bootifa?.

Al parecer esto le estaba preguntando tanto a Dan Vorton como a la propia Caerulea, a la cual se le encargó que curaran a la pequeña que se encontraba en un estado bastante deplorable a decir verdad.

Eso sí, la decisión sobre si curarla o no, recaía sobre Caerulea.

"Hablando de la reina de Roma..." mi rostro se arrugó cuando apareció Rayla inconsciente a través de aquel portal. Chiritín me había contado lo que le había hecho. Junto a ella apareció aquel bebé raro y... ¡anda! "¡Hola señor Vorton!" le saludé, pero parecía bastante melancólico, y más serio de lo ya normalmente serio. "¿Doppelgangers?" pregunté inclinando la cabeza hacia un lado en confusión, y mi rostro se horrorizó cuando me dijo que Nate y Archivan habían muerto... junto a la enmascarada, la que el Chirithy había llamado Ava. "S-sí, puedo curarla. Dame un momento... nffgh..." me crucé de brazos y miré a la fuente de la plaza. Pensé en lo mal que habían salido las cosas. ¡Me había quedado dormida en medio de una batalla, maldita fuera! Esto era tan culpa mía como de Rayla...

El tal Stitch la miró preocupada, apartándole el bebé de encima, y luego me miró a mi como pidiendo ayuda. Invoqué la espada-llave. "¡Cura!"