Partida Rol por web

Estaba empezando a sentirme bastante inquieta. El tiempo pasaba y los chicos no aparecían. Me quedé embobada mirando el agujero y preguntándome si les había pasado algo. Quizás había sido mala idea, después de todo…

—¡Ahh! —grité cuando vi que el chico del sombrero aparecía por la entrada de la torre. Casi me caigo de espaldas—. ¿Qué? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo has llegado aquí? —Al escuchar su explicación me quedé mirándolo con una ceja levantada—. ¡Venga ya! ¡Si solo has estado un rato! ¿Cómo has aparecido luego ahí fuera?

Cuando montó ese espectáculo empalagoso con la tal Rayla hice una mueca de asco y miré hacia otro lado.

Varios de los que estaban allí se enfadaron con él por haberse metido allí sin pensar, y con razón. ¿A quién se le ocurre entrar sin saber lo que podía pasar? Pero lo bueno de eso es que ya sabíamos que no pasaba nada por entrar.

—¿Qué? Eh… —La propuesta de ir a buscar al chico de las gafas me pilló por sorpresa. Era un lugar oscuro, que además me recordaba a cuando mi mundo fue consumido por la oscuridad. Pero ¿cómo iba a poder ir en busca de mi mundo si me acobardaba tan fácilmente? Además, el chico del sombrero estaba sano y salvo, y yo iba a ir con otras dos personas—. Sí… Sí, claro —dije, intentando disimular mi miedo, aunque en realidad me temblaban hasta las pestañas.

Sin que nadie le acompañara, Nate salió de la Torre del Reloj, dejando atrás a los misterios que se cernían sobre este lugar, lejos de aquella substancia negruzca y alejándose cada vez más y más de aquellos hombres y mujeres que se habían aglomerado en el lugar.

El tipo era raro, incluso para los estándares de Al. Al menos ya sabían que había del otro lado aunque no le ayudaba mucho saberlo. Pero el tipo de anteojos no había regresado. -Los acompaño a buscarlo - Dijo a la chica de pelo azul, la verdad es que también le preocupaba, y si el del sombrero decía la verdad, había todo un mundo del otro lado donde perderse. Y de cualquier manera se sentía atrapado en un cajita de música en un pueblo tan parecido al suyo pero que no dejaba de ser una mera copia. Dejo que Nate se fuera, ya lo encontraría luego, en su lugar se volvió hacia Archival que pedía compañía. - Quieres ver que hay del otro lado? - Ofreció con media sonrisa, quizás no era lo que tenía en mente, pero si era por investigar... Le faltaba una cosa, miró su mano y siguiendo una memoria muscular que no recordaba tener, hizo aparecer en ella la llave espada.Sonrió ampliamente y la agito de vuelta haciendola desaparecer.... así unas veinte veces. La miró satisfecho y se la calzó al hombro, preparado para la aventura -Como subimos? - Preguntó mirando la grieta y luego a sus compañeros.

Finalmente, aquella extraña pareja que conformaba Rayla y Aleksis salieron de la Torre del Reloj en dirección a la plaza. La luna ya se había alzado sobre todos los presentes y su amenaza con comenzar a descender entre las montañas y los bosques era más que evidente a estas alturas de la noche.

Que plasta el del sombrerito. Bueno, ahora que se ha largado... ¿Qué hacemos?

Digo mientras la gente se empieza a meter en el portal negro.

Naoko parecía nerviosa y asustada, pero tuvo el gran valor de asentir y aceptar entrar. Eso decía mucho de su gran corazón. Asentí con determinación "¡Venga, pues vamos adentro!" y dando el primer paso empujé como pude al grandote señor Vorton adentro, y luego tomé la mano de Naoko y la arrastré adentro conmigo.

Por su parte Naoko decidió replicar los pasos de Aleksis y Owen; y la joven sin pensarlo dos veces se mete en el interior de aquella substancia, y la substancia permite pasar a Naoko como si de un viejo amigo se tratara, o como si fuera un pedazo de pavo en el día de acción de gracias, o un disco de Justin Bieber en la basura más cercana.

Habían pasado ya unos cuantos segundos y Naoko no había regresado de aquella substancia. El resto de los presentes no escuchaban ningún sonido del interior de aquella substancia; igual que había pasado como en los dos casos anteriores; mucho menos vieron que esta se moviera en lo más mínimo, ni onda, ni nada. Tampoco eran capaces de ver tras la negrura de la misma.

Pese a que Naoko había entrado antes y Caerulea tenía intención de entrar; esta se detuvo en el sitio en el que se encontraba. Pues algo había tirado de ella hacia atrás; cuando esta se giró no vio a nadie, pero entonces se percató de una pequeña manita que asomaba y que le decía que no con la cabeza.

Al parecer, el Chirithy no quería cruzar...

Iba a entrar, pero me detuve por unos instantes. Mi corazón tuvo miedo entonces. Miedo a no entrar. ¡Miedo a entrar! Pero no podía echarme atrás, menos aún cuando Naoko había entrado también, no iba a dejarla a ella y a Owen solos. "Señor Vorton..." dije muy seria, girándome hacia el caballero. "Mejor no entre usted." le pedi, mientras me quitaba la mochila a mi espalda y se la entregaba. "Vaya a esperarnos unas horas en la plaza del pueblo, y si aún no aparecemos búsquenos por el pueblo. Necesitamos que uno del equipo investige también el pueblo, no podemos perdernos nada de lo que pase también por aquí. Le encomiendo eso a usted." dije dándole una reverencia japonesa. "¡Así que por favor, no entre! Quédese por el pueblo. Y proteja mis cosas, guardemelas." señalé con la cabeza la mochila que le entregué. "Confío en usted. ¡No entre! ¡No suelte nunca mi mochila! ¡Y nada de mirar dentro! Prometamelo ¿vale?" le di un abrazo al señor Vorton, me separé y esperé unos segundos que me confirmara con la cabeza o palabras que no entraría. Asentí en agradecimiento y entré en el portal.

-Gracias Al, pero no me siento cómodo cruzando esas cosas, aún sabiendo que se puede volver, no hay garantías- quizás pareciera que actuaba como un cobarde, pero no. ¿O sí?, a lo mejor estaba siendo un cobarde por no atreverme a cruzar como el resto de mis compañeros, a casi ninguno parecía darle miedo "tirarse al pozo".

No, sin duda estaba siendo precavido, pensar antes de actuar y todo eso... o tal vez me estuviera perdiendo la verdadera experiencia, ¿y si más allá es hacia donde deberíamos ir?, pero algunos de los que cruzaron aún no han vuelto, ¿y si tampoco es seguro volver?. Mil y un pensamientos volaron por mi cabeza como una bandada de pájaros alborotada, mientras decidía que hacer.

En ese momento, oí por casualidad a la chica peliazul hablando con el tipo grandote, un tal señor Vorton -Estoo, s-s-si quiere, señor, puedo quedarme con usted e investigar un poco más el lugar, de todas maneras parece que se esa haciendo tarde y no sería buena idea ir por unas calles desconocidas solo- pronuncie esto último haciendo entender que el enorme y musculoso caballero era el que necesitaría de compañía, pero creo que en mi subconsciente era yo el que no quería quedarse solo en la noche -Yo le ayudaré a cuidar sus pertenencias señorita, ¿que me dice?, después podemos volver a reunirnos todos en la plaza ¿no?- dirigí la mirada hacia Al, como un niño que le pide a sus padres que le dejen seguir jugando 5 minutos más.

-A todo esto, creo que no llegue a presentarme formalmente, yo soy Archival, pero podéis llamarme Archi-.

Dan tenía intención de entrar a buscar a Owen, pero no podía negarse a Caerulea, que daba ya por hecho que se iba a quedar, incapaz de negarle nada a la joven que había puesto su confianza en el, Dan acaba aceptando.

Está bien, pero ten cuidado ahí dentro, exploraremos mientras el pueblo.

pero si tardas mucho iré a sacarte yo mismo, así que procura no darme motivos de preocupación.

Dan se despide de ella y si dirige al joven de pelo rubio que le estaba hablando.

Mm claro Archi, cuántos más mejor. Tu tranquilo que no te pasará nada a mi lado. Vamos a dar una vuelta por el pueblo a ver que encontramos.

Dan carga con la mochila de Caerulea, que le queda enana en comparación de su cuerpo, y se lleva consigo a Archi

Me quedo perpleja, anodadada de tanta estupidez.

¡¿Pero qué demonios?! ¿Es que se han vuelto locos todos o qué ocurre? Lo que ha descrito el tipo del sombrero es un sitio oscuro lleno de maldad, ¿Por qué querría entrar nadie ahí?

Miro cómo se van sin nada más que decir, mis ojos se cruzan con los de Caerulea un instante antes de introducirse en el portal de petróleo.

Usando las escaleras que Owen había creado y tras entregarle al "Señor Vorton" sus pertenencias; Caerulea sin miedo se mete en la oscuridad, abrazándola como si fuera una vieja amiga... o como si fuera un monstruo de slime y ella tuviera una especie de filia con esas cosas viscosas y pringosas... Sea como fuere, la muchacha desapareció entre la substancia negruzca.

Por otro lado, tanto Dan Vorton con mochila en mano; como Archival, decidieron cambiar su paradero e ir de vuelta al pueblo, o mejor dicho, por le pueblo. Quizás a estas horas de la noche encontraran algo relevante por el pueblo, o tan solo sea un bonito paseo nocturno por un pueblo aparentemente fantasma, desconocido y lleno de peligros e incógnitas... una de las dos.

El gran grupo se había disgregado, algunos dentro de aquella substancia, otros huían por la puerta en dirección al pueblo; y finalmente tan solo tres personas quedaban en la escena; Asrai la cual parecía molesta de la poca sesera de algunos de los presentes por meterse de cabeza en aquella substancia; Alphonse el cual iba a ser la próxima víctima de una mirada molesta de Asrai pues parecía interesado en aquella substancia y ahora que había un camino de hielo podía hacerlo sin problemas; y finalmente Raanmar, que cual protagonista de anime, permanecía en un tercer plano observando en silencio lo que pasaba.