Partida Rol por web

Siguiendo el camino marcado por la densa Jungla, los 3 extranjeros y el emperador llama se encontraban cada vez más y más tensos con cada paso que daban, pues a medido que avanzaban por aquella jungla notaban una docena de ojos entre la oscuridad del follaje, fijándose en ellos... bueno, al menos esto lo percibían los extranjeros, la llama estaba suficientemente distraída cantando y golpeando la cabeza de Archival a intervalos regulares mientras seguía su cancioncilla.

-6...5...4...3...- seguía contando para sus adentros mientras se aguantaba las ganas de asesinar a alguien. Tragandose su propio orgullo, Archi retomo la conversación -Disculpad, majestad, pero aún no me habeis dicho quién os hizo esto- al decirlo, la mira de arriba a abajo, dando a entender que se refiere a su transformación.

-Y si no le importa, creo que deberíamos no hacer tanto ruido, este sitio parece peligroso y lo mejor seria no llamar demasiado la atención- miraba de reojo a todo matorral, árbol y roca, intentando prevenir el acecho de cualquier depredador que se les avalanzara, aunque una cosa tenía clara, se tenía que escoger entre su vida y la de Kuzko, bueno....

Mejor que no aparezca ningún depredador por la zona.

Me quede viendo a Archi como estaba y de la nada solte una risita. - Señor emperador llama que llama, venga a mi espalda. Conmigo no podrá pelear mucho. Lo quede mirando hasta que note varios ojos que podían verse en la jungla en la que estabamos.

Mire a Rika. - Deberiamos prepararnos para lo peor, en ese caso suelta al emperador Archi. Mi mano estaba un poco abierta esperando el momento para hacerla aparecer. - Alguna vez salio de su palacio emperador?

Rika nunca había estado en un lugar siquiera parecido a una jungla, esta experiencia era completamente nueva para ella y lo desconocido la atemorizaba. Avanza junto al grupo la última, por detrás de sus fuertes y capacitados compañeros, esperando que la puedan proteger si algo les está acechando.

Rika:

Chicos, creo que deberíamos haber esperado a que amaneciese antes de adentrarnos en este sitio a oscuras... tengo un mal presentimiento.

Abraza fuertemente su bolsa, manteniéndola apretada contra sus pechos con los brazos cruzados por encima mientras mira a ambos lados nerviosa.

Y entre la maleza apareció la terrible bestia que los estaba acechando en la oscuridad. ¡Bucky la Ardilla!.

¿Squacky?

Me quedé mirando a la ardilla con cara extraña. -Una ardilla que lindas, podemos llevarla? Prometo cuidarla y darle de comer... Luego me quedé pensando.

-Ardilla no eres humano verdad?, Ya tengo una llama parlante humana.

El arbusto se movía y Archival se pusó tensó, ¿que clase de bestia les estaría acechando?. Ahora que no tenía al pesado emperador a sus espaldas, adoptó una postura más defensiva.

Estaba preparado..., el momento se acercaba... y entonces...

-Ouuuh, pero que cosa más mona, ¿que tal pequeñina?, ¿tu también necesitas ayuda?- el joven se agacho y se acerco lentamente mientras le ofrecía la mano a la ardilla y a la vez emitía un suave chirrido con los dientes -Vamos pequeña, no te haremos nada malo-.

Rika, que estaba preparada para que se abalanzara contra ella las mismas criaturas a las que ya se habían enfrentado o algo peor, reacciona sobresaltada cuando aparece una linda ardilla y su llave espada aparece en sus manos.

Rika:

¡AAAAH, UN MONSTRUO!

Y en un impulso de valentía inesperado, golpea a la ardilla con la espada mientras cierra los ojos, pensando todavía que era un enemigo.

La Ardilla recibió el golpe de la joven, haciendo que esta cayera de la raíz en la que se encontraba; maldiciendo en un idioma "ardilleil" a aquellos viajeros mientras esta huía hacia la densa niebla. Un problema menos tenían que lidiar aquellos aventureros, algo que era de agradecer, pues el caso de la llama-emperador era demasiado preocupante como para tener más cosas en las que pensar.

Siguieron avanzando sin mayores problemas e inconvenientes por la densa jungla hasta que un sonido alertó a los ya alertas jóvenes; con un poderoso salto a la izquierda, Archival logró esquivar una piedra de tamaño considerable que iba hacia su cabeza.

Ya alarmados por la presencia de peligro; todos sacan sus espadas, incluso el emperador asustado parece que saltó de lomos de quien estaba a caballito para dejar que luchéis sin ningún tipo de interferencia por su parte. 

(Akihiko) (Archival) (Rika)

Rika: 

Oh, no chicos, he leído sobre estos enemigos en mis estudios, son bastante poderosos y parece que estamos rodeados, ese de ahí genera unas esporas curativas con sus feromonas que pueden curar a sus compañeros y ese del fondo también utiliza feromonas para atraer a más de los suyos.  

Rika señala al mono verde con bolas en las manos y luego al mono rosa. Por desgracia, al perder tiempo explicando a sus compañeros, tiene poca iniciativa.

Me lanzo hacía unos de los monos comunes que protege al rosado con doble ataque. -Por favor no más.

Aquellas criaturas con apariencias de Mono no se tomaron nada bien que Akihiko Himura atacara a uno de los suyos; pese a ello, parecían mantener cierto respecto con el joven que golpeó al azulado primate; puesto que en los sucesivos ataques que estos hicieron, ninguno de ellos fue en contra de él, sino contra Archival y Rika Otome.

Los monos anaranjados con tirachinas dispararon y dieron a Archival en la espalda; mientras que otro de los Monos saltó y arañó con sus garras la piel del joven que ni tuvo la fortaleza para bloquear las manos ni la destreza para esquivarlos. Por otro lado los otros dos monos, incluso el que parecía más malherido de ellos, se abalanzaron sobre Rika Otome.

Si eso no fuera lo suficientemente malo para ellos; la que quedaba llamó a otro mono anaranjado que se puso frente a ella, en el suelo, al pie del árbol en el que esta se encontraba, quizás dispuesta a llamar a otro compañero.

(Akihiko) (Archival) (Rika)