A la sombra del manzano

Se encuentra una huerta de calabazas y nabos, rodeados de pura niebla.

Entre ellas son decenas las figuras sin rostro que se alzan, cultivando, moviéndose con sigilo.

El Castillo del Rey Buencorazón queda tan lejos como las estrellas y tan cerca como la sombra de uno mismo, pero en cualquier caso resulta inalcanzable.

Es entonces cuando los ojos os observan y sonríen.

Los Malos Derrelleno son los señores del lugar.

Loading capacidades... Mañana lo tendrás todo.

0 Muertos: Los muertos votan entre todos y le dan entre todos un voto en contra de alguien. Todos los días.

1 Muertos: Los muertos pueden ver el mundo de los vivos durante hasta el próximo amanecer o anochecer, pero no podrán interactuar con él. 1 vez al día.

1 Muertos: Un vivo designado por el señor del lugar puede ver el mundo de los muertos hasta el próximo amanecer o anochecer, sin poder interactuar con él. 1 vez al día (no puede usarse a la vez que el anterior).

3 Muertos: Entre todos los muertos pueden elaborar un mensaje que se mandará a los vivos, añadiendo cada uno una frase. 1 vez al día.

3 Muertos: los muertos pueden ver el mundo de los vivos hasta el próximo amanecer. 1 vez al día (no puede usarse a la vez que el anterior).

5 Muertos: La votación de los muertos cuenta doble. Sólo los días pares.

5 Muertos: La votación de los muertos resta dos votos al elegido. Sólo los días pares (no puede usarse a la vez que el anterior).

7 Muertos: Los muertos pueden hacer otra votación para mandar a un muerto al mundo de los vivos, pudiendo interactuar con él, hasta el siguiente amanecer. Sólo los días impares.

7 Muertos: Los muertos pueden hacer otra votación para que un muerto pueda usar su objeto pese a estar muerto. Sólo los días impares (no puede usarse a la vez que el anterior).

10 Muertos: Los muertos pueden interactuar con el mundo de los vivos, un único post por cada muerto. 1 vez cada día múltiplo de 3 (3, 6, 9...).

10 Muertos: Los muertos pueden hacer otra votación para recargar un uso de un objeto de uno de los muertos. 1 vez cada día múltiplo de 3 (3, 6, 9...) (no puede usarse a la vez que el anterior).

13+ Muertos: La votación de los muertos puede usarse para matar a alguien o para devolver a un muerto a los vivos. 1 única vez.

Noche 1: Los muertos ven la noche.

Día 2: Los muertos ven el día.

Noche 2: Los muertos ven la noche.

Día 3: Los muertos ven el día y la noche.

Noche 4: Los muertos ven la noche.

Día 5: Devolver un Muerto al Mundo de los Vivos hasta el Amanecer (Abuelita).

Noche 5: Los muertos ven la noche.

Día 6: El Tabernero ve el mundo de los muertos, los muertos ven el día y la noche, la votación de los muertos cuenta doble.

Noche 6: Votación para recargar el objeto de un muerto (Sabio).

Día 7: El Mercader Misterioso ve el mundo de los muertos, los muertos ven el día y la noche.

Noche 7: Votación para usar el objeto de un muerto (Mago).

Día 8: Los muertos ven el día, los muertos pueden mandar un mensaje entre todos a los vivos, la votación de los muertos resucita (Mago).

Día 9: Los muertos ven el día y la noche, devolver un muerto al mundo de los vivos hasta el siguiente amanecer (), los muertos pueden interactuar con el mundo de los vivos (una única vez).

Como si de pequeñas flores se tratasen, tanto la Princesa Enapuros como el Tabernero surgen de la tierra tras su desaparición.

Enseguida lo comprenden: están muertos.

Miro a mi al rededor sin entender muy bien como habiamos llegado a aquel extraño lugar, al levantarme sacudo de polvo mi pantalon y observo que a mi lado esta la princesa Permitame que le ayude princesa - le digo a la princesa mientras le tiendo las manos para que se pueda levantar, seguramente una princesa como ella no quera tocar a un plebeyo como yo pero al menos tenia las manos limpias. Donde estamos? - esta pregunta iba mas bien dirigida a los malos de relleno 

También cerca del manzano se alza el atril, sólo que rodeado de brasas incandescentes, por fastidiar un poco.

Y en el atril un libro tan viejo como el propio tiempo. A su lado, una pluma blanca que en nada se diferenciaría de las demás para el ojo común y un tintero que contiene el propio universo encerrado en él.

Sabéis enseguida lo que tenéis que hacer: apuntar vuestros acusados.

Mi voto es para niño travieso

Entre todos ellos, el que parecía mas trasparente se acerco a los recién llegados.

-Vale... a ver soy Nº32, llamarme como queráis total... Os aclaro un temita un poco raro... -Se rasco la nuca y sintió frio, ser el centro de atención le llevo a la muerte la ultima vez, ahora se costaba tener confianza.

-¡DALE 32! -¡Tu puedes! -Venga échale narices, total ya estas muerto. -Eso no ayuda... -Que sabrás tu. -Las voces del resto se escuchaban mucho mas lejanas.

-Vale vale... cabritos... Bueno como sabréis estáis muertos. Pero yo o mas bien nosotros podemos hacer cosas por vosotros. Para empezar podéis votar en el atril por un acusado y eso contara como un voto para pillar a quien os a mandando aquí. Así que si sabéis algo o visteis a quien os mato o algo parecido. Toda ayuda es buena, a cambio os diré lo que pasa allí y según pasen los días y me empolle este manual. -Saco de ninguna parte un libro mas gordo que el libro mas gordo que jamas nadie hubiera visto. -Con suerte aprendo a ayudaros y poder hacer cositas entre los vivos. Pero con paciencia, porque ahora se poco mas que vosotros. -Volvió a guarda el libro en ninguna parte.

-Déjate de tonterías y vete al grano. -Si ya lo ha hecho ahora le toca a los muertos. -Un respeto hombre... -¿Acaso ellos lo tuvieron con nosotros? -Yo aun me acuerdo del tabernero que no movió un dedo mientras el Príncipe encantado me dio una paliza. -A mi, aun me duele el costillar. -No seáis ceporros...

-¡A CALLAR QUE LOS ASUSTÁIS! -32 alzo el puño amenazante. -Por la parte que nos toca os diré que entre los vivos no hacen mas que alucinar y preocuparse pero hablar de lo importante na'de'na.

La princesa parece desorientada y no sabe muy bien dónde está. Mira a su alrededor confusa y acepta la mano que el tabernero le ofrece para levantarse. Gracias, muy amable.

Después escucha al tal señor Derelleno 32. Parece asustada y agarra la mano del tabernero con fuerza. Esta vez el príncipe Encantador no había llegado a tiempo para salvarla, se veía venir,  no podía salir bien todas las veces…..Lo siento, pero no sé quién me mató, no vi nada. la princesa Enapuros baja la cabeza avergonzada por no poder ser de más ayuda.

Le permito a la princesa que apriete mi mano, no tenia mucha fuerza asi que si eso la tranquilizaba....

No, yo tampoco vi quien me ataco - le digo a Nº32 - Y espero que se pongan de acuerdo en localizar a los asesinos, por que si no vendran hacernos compañia- le digo a ambos- llegasteis a ver lo que os regalo el Rey? 

-Así es, una calabaza. ¡¡UNA!! Para todos los que somos... Pero por eso ahora estoy aquí. Je. Yo soy quien me la lleve... pese a que pensaba que estaba muerto... y sustituido por el Nº33... Pero en fin. El caso es que gracias a esto estoy ahora aquí y puedo "ayudaros". -Henchido de poder miro por encima al resto de los suyos, muy lejos para replicarle.

-Mira que humilde... -¡¡LA ROBASTE!! -Eso, que a cada uno nos tocaba una deudecimilisima parte de aquella sugerente calabaza. -LADRÓN. -Tienes suerte que moriste en esa trampa de pinchos... -¡SUERTUDO! -O no tan lejos...

-Bah ignorarlos. -Dijo haciendo un ademan con las manos, las dos que era mucho mas importante. -Os dejaría ver lo que sucede en el día de hoy... Pero os lo puedo resumir: están contándose las historias de cada uno con la esperanza de que de allí se saque algo en claro. Ah y la única que parece ni interesada en decir ni mu es la Madrastra Malvada. -Bostezo sin quererlo. -Os recuerdo que podéis votar, pero deberíais votar al mismo para que vuestro voto tenga peso.

Escucho atento las palabras de Nº32 antes de decirle que fue lo que me regalo el rey - Pues a mi me dejo dos pociones... Pongo bastante atencion sobre el comentario de la Malvada madrastra -Deacuerdo, aunque sin pistas va a ser un voto por votar- Me acerco al atril y escribo un nombre.

A mí me regaló una manzana para hacer un amigo, pero no la he podido utilizar. Respondió la Princesa.

Y desde el mundo de los muertos no se puede ni ver ni escuchar a los vivos, por eso voté un poco por azar, un buen resumen e ir informando de los importante nos iría bien.

-Si sera... Eso hemos estado haciendo muy señora mía.-Dijo Nº32 con las manos en jarra.

-¡¡Eso!! -Las princessas siempre a su bola, venga... -No si cuanto mas tienen mas quieren...

-Y usted no se preocupe que solo están hablando del porque de cada voto. Nada útil vaya. Excepto que el elegido de hoy no ha sido ajusticiado -¿Se dice así? -Porque alguien mas le ha salvado o él mismo a usado magia para evitarlo. -Hecho la vista al pasado y los otros parecieron asentir, allí en lo lejano.

Se rasco la nuca, luego el pandero y saco el libro de recetas. -Ademas como les dije ver o no el lugar de los vivos puede que consiga cambiarlo si tienen paciencia... Creo que esta noche al menos deberían ser capaces de verlo. -Repasaba el libro gordo de petete. -Juraría que era este punto... igual torcí a la derecha y no era este el sitio...

Como si de pequeñas flores se tratasen, tanto el Hada Madrina como el Lobo Feroz como la Princesa Guerrera surgen de la tierra tras su desaparición.

Por otro lado, la tierra engulle al Tabernero.

Enseguida lo comprenden: están muertos... bueno, el Tabernero ya no.

Mientras, el atril se alza entre brasas para votar...

No sabía qué había pasado, pues de un soplido había aparecido en otro lugar totalmente distinto, un escenario lúgubre donde la niebla cubría gran parte de su visión.

Al principio pensó que era otro cambio de escenario como el castillo helado, pero al comprobar que estaba sola alzó el vuelo unos escasos centímetros del suelo y recorrió el lugar sin saber exactamente a donde estaba yendo. No sabía por dónde moverse, ni ningún tipo de ubicación con la que orientarse, además de que creía que sus energías se agotaban poco a poco pues lo lúgubre que la rodeaba era cuantioso.- Necesito colorido en mi vida.

Como un espejismo vio a sus ahijadas, soltando un pequeño grito de júbilo mientras se acercaba a ambas, sobre todo a la joven Princesa Enapuros.

- ¡Pequeña, estás bien! – La cogió de la mano e hizo que diera la vuelta para comprobar su estado físico, esperando que no hubiera ninguna herida visible entre sus ropajes.- Temía tanto por vuestra seguridad, lamento no haber podido estar ahí.- No estaba sola, pues también el Tabernero, Lobo y Princesa Guerrera eran sus acompañantes.

Entonces lo entendió. No era una ilusión ni una pesadilla provocada por el empacho de comida (aunque si pudiera repetiría gustosamente cada plato), sino que había muerto. O eso creía.

- Veo que los traidores del rey segaron varias vidas.- Respiró hondo mientras cerraba los ojos, concentrándose en lo último que recordaba antes de caer en el olvido de la muerte, viendo también el grupo de secuaces de Malos Derelleno.- Sabed que pude ver el rostro de aquél que trataba de matar a alguien, más no sé si fue el único causante de nuestra caída o siquiera el artífice de la misma.- Si se concentraba podía vivir la escena, una perfecta película de lo acontecido. Cogió su varita y con dos ligeros toques dibujó en el aire un cuadrado, saliendo el rostro de Borracho Delpueblo.- Él fue quién vi, más deben tener cuidado.

Y... allí estaba... muerta. Más muerta que Walt Disney.

Y enfadada, sorprendida, confusa, triste... era un volcán de sentimientos encontrados.

Corrí hacia el Hada Madrina y la abracé fuerte, aún con el sabor del licor del pastelito que me había dado en la boca. ¿Cómo alguien había sido capaz de querer hacerle daño a una mujer tan maravillosa como aquella? ¿Es que no sabían que cantaba mejor que las de Cabaret? Imbéciles...
Después me acerqué a mi prima llorona. 
La verdad es que me sentía gilipollas por haber acabado allí, muerta, compartiendo destino junto a alguien que era tan tonta como una piedra pero... en fin.
Aquello no era lo peor, desde luego. Me miré las manos. ¿Ya nunca podría llegar a ser pastelera? Me cago en la leche.

Estuve unos segundos paniqueando, pensando en dulces, en golosinas, en sueños destruidos. En muchos sueños destruidos, sí, pero entonces, cuando por mi cabeza pasaba la imagen de la gran fantasía de mi vida que no había podido cumplir (montarme un trío en el que yo fuera una dominatrix vestida de cuero negro) fue cuando lo vi.
Abrí mucho la boca y empecé a ponerme tan púrpura como un arándano.

LA MADRE QUE LE PARIO. O la perra, visto lo visto.

-TÚ - le dije al Lobo Feroz. - TÚ HAS SIDO UNO DE LOS QUE ME HA MATADO. -le miré de arriba a abajo.
Y pensar que... que me gustaba un poco. Que incluso había pensando en darle una oportunidad, en declararme en la fiesta, en decirle que quería compartir mi vida con él porque los villanos siempre nos hacían más fuertes.
Me había roto el corazón, sin duda, pero yo era más fuerte que todo ese mimimi, blablabla, DRAMA y shippeo que mojaba mis bragas.

Puse los brazos en jarras, indignada. Se merecía una patada en esas pelotas peludas. Hijo de perra.

-Pues que sepas que tu grupito ha elegido mal. ¿Por qué? Porque al matarme a mi, me he llevado a uno de vosotros conmigo. Sí, a ti, chucho apestoso. ¿Y sabes qué? Además de eso, tenía otro as en la manga. Papá me dio una reliquia al morir, una reliquia maravillosa que me permitía hacer una lista de sospechosos. -y como no tenía mucha idea de quien podía estar detrás de todo esto cuando me la entregó, decidí que la lista sería por orden alfabético, así de sencillo. - Excálibur iría comprobando uno por uno la lealtad de todos los presentes en la lista hasta encontrarse con alguien malvado y matarlo cuando yo estuviera al borde de la muerte. - entonces me giré a los demás mientras explicaba mis poderes y mi objeto mágico - Por eso sé que Abuelita, la primera de mi lista de sospechosos, es buena. El Borracho, ese machista putero, no lo es. Se supone que ese capullo bebedor debería haber muerto también por mi espada mágica, pero solamente he conseguido herirlo. Imagino que tendrá algún licor que haya hecho que las heridas no fueran mortales. - callé, reflexionando al respecto.  - O algo así.
Debería haber matado a dos villanos, pero solamente había matado a uno y había herido a otro, lo que significaba que aquel tío que hablaba como un mongólico debía de tener dos vidas. O algo que lo protegiera de la muerte, al menos, en una ocasión.

En fin, ahora solo teníamos que averiguar si había alguien más que estuviera en el ajo.
Miré al lamedor de mermelada* con autosuficiencia, que para eso era una Princesa Guerrera.

-Y tú, pulgoso...  -tomé aire, le hice un corte de mangas - JÓDETE, QUE TE DEN POR CULO Y QUE NO TE GUSTE, PORQUE AHORA ESTÁS TAN MUERTO COMO YO, TRAIDOR.

¿Qué era este lugar? ¿dónde se suponía qué estábamos? Me levanté de entre la tierra y di un vistazo a mi alrededor. Luego de ver con quiénes me encontraba lo supe: estaba muerto. O al menos, en principio, pienso al ver el cuerpo del Tabernero desaparecer del lugar.

Entre ese recorrido que hacía con la mirada, mis ojos se cruzan con los de la Princesa Guerrera. Puedo verlo, se halla enfadada... y con razón. Luego de escuchar sus palabras, y manteniendo un rostro inexpresivo, respondo.

"- Acepto tu enojo, humana. Acepto mi destino fatal. Me lo merecía, luego de haberte quitado la vida -digo, aunque sin rastros de remordimiento. Pero hay una cosa que no acepto, y es que me emparejes con esas porquerías -el tono de mi voz se había tornado en un desprecio absoluto. Yo no tengo nada que ver con esos proclamados traidores. No soy el responsable de qué nos hallan encerrado y mucho menos de haber matado al Rey -era un buen hombre después de todo, y como bien dije, le tenía aprecio. Yo estoy solo, como siempre lo he estado. Mi regalo fue el Anillo Único y mi objetivo así también lo fue: quedar solo. Nunca confié en ustedes y no haría ahora la excepción. Pero como digas que confiaba en esos otros deshonrados... te equivocas".

Me di un tiempo para bajar los ánimos e intentar tranquilizarme. Demonios, ¿cómo acabé así? Tonto, tonto.

"- Si te preguntas por qué a ti, la respuesta es sencilla, y algo decepcionante -me anticipo a decir. Por ninguna razón en especial. No tengo nada contra ti en particular. Pensé en asesinar a alguien no tan participativo -confieso. Mis disculpas poco valen por lo que no pienso darlas, pero espero que el hecho de que no tenga rencor hacia ti te haga sentir más tranquila -por más de que tú sí lo tuvieses hacía mí, y con mucha razón".

Luego de dar esa explicación, y de esperar la respuesta de la Princesa Guerrera (que dicho sea de paso no me sorprendería no me dirigiese más la palabra, o peor aún, intentase matarme otra vez), me detengo a reflexionar sobre las palabras del Hada Madrina.

"- Yo todavía creo que el Hechicero ha de ser uno de los responsables -comento, aunque ahora algo dubitativo. Pero así que ese borracho tiene algo que ver, ¿eh? Las apariencias engañan, una vez más".

Nº32 Pareció con sus gafas ahumadas llenas de ollin. -Vale... ¿A ver gente podéis ver el otro lado? E estado un tanto ocupadete y como le resto son unos vagos redomados...

-¡Has tu trabajo olgazan! -Menudo... como se nota que es de dos dígitos. -¡Disidente!

Aquel DeRelleno, continuo su conversación con los muertos sin importarle las suplicas del resto.
-Pues no he podido avisaros antes... pero creo que deberíais de poder ver a los vivos tirarse de los pelos. Ale, creo que voy aprendiendo lo que este lugar supone... -Se froto las manos antes de volverse a poner las gafas y rebuscar por el suelo la trampilla.

-Míralo... Que nos ignora. -Se creerá muy importante... -Ninguno mejor que yo. -¿A que viene eso 42? -Cuarenta y Dos, por favor que intento hacerme un nombre. -No si ahora va de divo... -Y a donde va, que holgazán.

-¡Por cierto! No os olvidéis de votar por vuestro acusado, cuantos mas votéis por el mismo, mas peso entre los vivos. -Dijo antes de desaparecer por la trampilla.