Partida Rol por web

20 de noviembre de 1940, 09.38 h. Cuartel general aliado en Dover, Inglaterra.

Cuatro meses habían pasado desde la batalla contra la flota francesa en Mers El Kebir y habían sido de todo menos tranquilos. Al mismo día siguiente del ataque, el gobierno francés de Vichy había roto relaciones con Gran Bretaña y los primeros aviones italianos habían atacado a los ingleses. Los submarinos alemanes seguían haciendo estragos entre todos los barcos que cruzaban el canal pero era la Luftwaffe la que realmente preocupada a los aliados. A partir del 10 de julio, los alemanes empezaron a cruzar el canal en masa para bombardear ciudades inglesas. Los civiles británicos empezaron a sufrir en sus propias carnes el terror de la guerra con las sirenas antiaéreas sonando al menos dos veces al día. A pesar de que Hitler había ofrecido hacer la paz, Inglaterra se había negado en redondo a aceptarla con lo cual los ataques se recrudecieron.

El 21 de julio y bajo presión, Estonia, Letonia y Lituania se anexionan a la Unión Soviética. El día 25, el presidente Rooselvet firma la resolución de negar la venta de combustible de aviación, lubricantes y metales estratégicos a Japón ya que Estados Unidos no quería que otra potencia mundial se aliara del lado del eje.

El 1 de agosto, la URSS se declaró oficialmente neutral en el conflicto confirmando los peores temores británicos. El país se encontraba solo contra todos pero seguía resistiendo fieramente y sin perder la cara. Al mismo tiempo llegaban noticias de que Italia había empezado la invasión de la Somalia Británica. Otro nuevo frente de guerra se abría en el mundo. El 12 de agosto vuestra posición fue atacada por casi doscientos bombarderos alemanes que buscaban destruir los radares británicos. A Pepe le recordó sus tiempos en la guerra civil mientras que los demás experimentaban por primera vez la impotencia de ver caer las bombas a vuestro alrededor sin poder hacer nada para evitarlo. Sólo confiar en que los cazas aliados que se batían el cobre en las alturas pudieran rechazarlos como habían hecho durante todo el mes. Pero no todo iban a ser malas noticias, el día 26 Berlín es bombardeada por primera vez. Una noticia que se retransmitió por la BBC y que llevó un poco más de esperanza al atribulado pueblo inglés.

Septiembre transcurrió entre más bombardeos, que empezaban a ser habituales, y con una noticia que llegó a mitad de mes. En Estados Unidos se había instaurado de nuevo el servicio militar obligatorio. Los americanos del comando temían que su país entrara en guerra y pensaban en sus amigos y familiares que tal vez ahora mismo estaban siendo entrenados para combatir en Europa tal y como ellos hacían de forma voluntaria. Un mes más tarde, Estados Unidos ya había movilizado a 16 millones de hombres.

El 20 de ocubre, Italia, que seguía avanzando por Africa sin oposición, invadió Grecia sin previo aviso. Gran Bretaña intenta contraatacar en Africa para detener el avance italiano.

El 5 de noviembre, Roosevelt es elegido presidente por tercera vez en unas impresionantes elecciones.

Y llegamos hasta el día 20. Justo el día anterior los griegos habían rechazado a los italianos. La actividad en los barracones es la habitual de cualquier día como los anteriores, sólo que esta mañana os ha sorprendido la noticia de que el gobierno húngaro se sumaba a la declaración de Rumania y Eslovaquia de apoyar a Alemania integrando la alianza con Italia.

Reúno a los muchachos después del ejercicio de rutina y de haber ingerido (porque no se le podía llamar de otra manera) el rancho en la cantina. El lugar: nuestro sitio "privado", el Pub de la base, donde tantas veces habíamos brindado por una misión sin incidentes. Una vez reunidos todos les comento la oscura noticia sin levantar mucho la voz:

Muchachos, ¿Lo sabéis? Me han llegado noticias de un tipo del 5º regimiento que tiene un hermano en inteligencia... El gobierno húngaro se sumaba a la declaración de Rumania y Eslovaquia de apoyar a Alemania.

Observo las caras de mis compañeros, intentando ver sus reacciones y tras unos segundos de silencio les pregunto abiertamente: ¿Que? ¿Como lo veis? Es probable que nos toque mover el culo pronto. Algo me dice que habrá jaleo.

Les miro esperando sus comentarios mientras levanto la mano llamando la atención del camarero. ¿Que queréis?

 Carrick se encontraba en la cantina con los demás. Tenía la cerveza a medias sobre la mesa. Caliente y casi sin espuma. No estaban las cosas para exquisiteces. Le habían llegado noticias de sus compatriotas norteamericanos por fin se estaban pensando entrar en aquel meollo. Después de que esos comequesitos pierdeguerras, atajo de franchutes sin pelotas les dejaran con el culo al aire, las cosas habían ido realmente mal. El intercambio de zambombazos entre Inglaterra y Alemania no hacía si no encrudecer aún más esta contienda a la que todavía le quedaba mucha mecha por recorrer. "Manda huevos" pensó Carrick, medio país en la resistencia francesa y al final, para variar, tendrán que ser los de fuera los que les saquen del aprieto. El soldado dejó de lado su autodiscurso antifranchute para escuchar las palabras del teniente. La cosa se tornaba aún más fea.

- Por aquí ya estoy servido, gracias - dijo mirando la poco atractiva cerveza que tenía delante de sus narices.

Su rostro se mostró parcialmente asombrado. No era un hacha en política ni en relaciones internacionales, pero no hacía falta serlo para darse cuenta de que Alemania había presionado tanto al bloque oriental que o se unían a su jodido canciller o los iban a hacer papilla. Y encima esos cabrones de comunistas declarándose neutrales... en esta guerra sobran políticos y faltan pelotas... es la conclusión a la que llegó Carrick esta fastuosa mañana.

- Seguro que todos esos cabrones de húngaros, eslovacos y yugoslavos están deseando hacer méritos delante del puto führer para quitarse los territorios unos a otros. - rió de forma cínica, ante lo patético de la situación.

- El teniente tiene razón... algo me dice que en breve van a sacarnos de aquí - agachó un poco la cabeza para cerrar el círculo que formaban - ... y qué queréis que os diga, no sé que es más peligroso, mandarnos allí o quedarnos aquí a verlas venir, hermanos.

Las últimas noticias de Larkin se transformaron en otra losa más que sepultaba nuestros maltrechos ánimos en esta guerra. De momento lo único que comenzaba a apreciar de estar fuera de mis Estados Unidos del alma era el whisky puramente escocés que podía pedir en la maldita cantina británica. A medida que pasaba el tiempo me convertía más y más en devoto del whisky y el tabaco.

No son buenas noticias... no lo son. Pero al menos los soviéticos no han metido las narices... Solo espero que nuestro próximo objetivo no sea en tierras de los vendidos que comentabas. No hay nadie peor que los desesperados, y esos ejércitos estarán ansiosos de despellejar soldados rivales ya que no tienen lo que hay que tener para hacerlo con los alemanes.

Concuerdo con ambos. Nos están dejando con el culo al aire, y eso no me gusta nada... ¿En quién vamos a tener que fiarnos? ¿Se puede depositar esperanzas ya en alguien? Hago un ademan amplio con la mano como diciendo: "Repasemos la situación".  ¿En los Españoles? UFfff... eso es meterse en tema espinoso, ahora mismo la mitad de ellos están en cunetas y fosas sin nombre. Y si no que se lo digan al bueno de Pepe, que de eso sabe un rato... Hijos de puta... Comento con rencor recordando los malos tiempos pasados en aquellas bellas tierras asoladas por la guerra. 

¿En los de mi tierra? Pues hasta que míster president no se decida la cosa está jodida, y hace falta un buen contingente para quitarles las ganas a esa panda de ex-prusianos de meterse en invasiones... Joder, no salieron de una guerra y ya estaban organizando la siguiente, a esa gente deberían tenerla atada muy corta... Comento dándole vueltas al vaso de Jack Daniels medio vacío, porque ahora mismo y sobre todo hablando en cuestión de bebercio la cosa estaba siempre medio vacia...

Veremos, solo digo una cosa: Esta noche aprovecharla, ir a meterla en algún agujero, o restregarla con las chavalas del Zulonder, porque no doy el canto de una pela por que mañana por la mañana sigamos aquí en tierra.

Je... Yo por si acaso, he estado estudiando idiomas, que siempre me lo dijo mi instructor, iba a decir mi madre pero la verdad es que pasé más tiempo con el instructor que con ella, lo dicho, siempre decía: "Sin idiomas nunca se va a ningún lado" y solía añadir "Ni sin idiomas, ni sin una 45."

Permanezco un rato en silencio, pensando en la situación.

Por cierto, el señor Gayman y el franchute nos abandonan. La cosa les superaba, así que han hecho sus bártulos, han escrito una detallada carta explicando donde dejaron sus cojones y porque no los encuentran y se han largado tal como llegaron. Aun no sé nada sobre reemplazos, creo que esta vez nadie se va a atrever a juntarse con nosotros. Digo guiñándoles un ojo. Debemos ser los peores piezas de toda esta maldita guerra.

Márquez se había chustado una increíble cantidad de pitillos desde su entrada en el bareto y consiguiente apalanque en la zona "vip" del lugar. Solo los tipos más duros a este lado del Mississippi podían estar ahí. Las Fuerzas Especiales, vamos.

Lo cierto es que el panorama internacional no pintaba demasiado bien, la URSS no decía ni sí ni no, sino todo lo contrario. EEUU parecía preparase para el conflicto, pero sin demasiado interés en intervenir en el mismo - ya llevaban un año y sólo los voluntarios como los compañeros de Pepe se habían metido en el fregado, y a título personal - y media Europa del Este se unía a los germanos. Solo Gran Bretaña - esos piratas de mierda - seguía al pie del cañón junto con los Maquis en francia y para de contar.

Las cosas pintaban muy pero que muy mal, así que Márquez decidió aprovechar su tiempo, y le pegó un buen lingotazo a su ginebra.

- Somos los cabrones más duros de todo el continente, joder.-

sentencia Pepe encendiéndose otro piti.

- Os recuerdo, camaradas, que nuestra unidad no posee nombre. Creo que después de unas cuantas experiencias violentas como las que hemos tenido, nos merecemos algo mejor que unos miserables números en el estadillo de bajas del Ejército Británico. ¿Alguna proposición?-

les inquiere.

Bueno, cuatro misiones burlando a la muerte... Quizás deberíamos dejarlo correr, cada vez que volvemos planteamos lo mismo, y acabamos partiendo sin un nombre, casi se ha convertido en ritual, llamarme supersticioso, pero... Quizás la escuadra no haya recibido nombre por algo, no se... Yo lo dejaría correr. Más que comandos somos Mercenarios joder... jajajaja. Tipos de todos lados del globo. Por mi seguiría así, haciendo referencia a nuestra pequeña sociedad como, la escuadra. ¿Sabéis a que me refiero? Pero bueno, como vosotros prefiráis. Si queréis tener un bonito nombre para figurar en los libros de historia... Jejejeje. Aunque por desgracia a los tipos que se encargan de redactar, los nombres de tipos como nosotros nosotros se les suelen olvidar.

Saco un largo puro del bolsillo del pecho de la guerrera y lo enciendo con un fosforo pese a llevar mi Zippo conmigo. Un cigarro como este no hay que atufarlo con el olor a gasolina, es algo sutil.

Pero bueno, entrar en la historia no es lo que me llamaba de este asunto, dado que entre en el sabiendo que seguramente lo que lograse seria salir de ella...

 Carrick sonríe. No le sorprendía lo de los dos nuevos. No todos están hechos para este trabajo. Cuando crees que has visto lo peor de lo peor, aún te pueden sorprender, y bajar la guardia no es una opción, o puedes acabar jodido de verdad, desangrado como un perro encima de una azotea, a miles de millas de tu familia, a la que con suerte lo único que entregarán será una jodida medalla y un apretón de manos, que siempre queda bien en la foto.

- Cuatro misiones muchachos. A mí lo del nombre llega un momento que me la pela. El nombre nos convierte en un batallón... nuestro trabajo nos convertirá en leyendas...

Cogió la cerveza y la alzó. Parecía todavía andar jodido por lo que le sucedió a su compañero meses atrás.

- Dos de esas misiones las hicimos con uno de los tipos con más cojones que he visto en mi vida. Angus, no sé como lo haremos, pero ganaremos esta puta guerra. Por ti y por todos los que habéis dado la vida defendiendo el mundo libre. - miró a sus compañeros, ahora ya prácticamente sus hermanos - ¡Salud! - y dio un largo trago con el que terminó con toda la botella. Se seco los labios y carraspeó.

Comparto el brindis propuesto por Carrick. Lo cierto es que habíamos durado mucho, tal vez demasiado... Nunca se sabe cuando puedes quedarte ahí, tirado en medio de la nada con varios agujeros en tu cuerpo mientras te desangras como un perro...

El Pelotón de John Doe. Ese sería un nombre cojonudo. Nadie nos conoce, nadie querrá conocernos y nadie hablará de nosotros cuando ya no estemos aquí. Además, si algún imbécil se interesa por nosotros, seguro que se dejará el culo buscando a ese tal John, jajaja.

Los nuevos... tan pronto como llegaron se fueron. Mejor, no quiero cobardes en el grupo, necesito tipos con cojones a mi alrededor.

Compañeros, siguiendo las recomendaciones del Teniente, me voy de putas. Aún no estoy tan borracho como para que no se me levante, así que tengo que aprovecharlo. Nos vemos por la mañana. Recordadle al camarero de mi parte que no se olvide de reservarme whisky para llevar en la próxima misión, no querría estar sin él en medio del enemigo. Buenas noches.

Un soldado de la Policía Militar entra en el club y mira por las mesas buscando algo. Cuando os ve, se acerca hasta vosotros.

-Teniente Larkin -dice haciendo el saludo-. Reunión de instrucción esta tarde a las seis en el edificio central, señor. Lleve a todo su equipo, señor.

Asiento gravemente y me llevo una mano a la frente correspondiendo a su formal actitud:

Gracias soldado. Ahí estaremos.

Cuando se marcha del bar hecho un ojo a la hora que tenemos para calibrar cuanto tiempo nos queda. Luego miro a Caparso y arqueando las cejas le digo:

Ni echar un polvo nos van a dejar. ¿Em..? Hay que joderse... Bueno caballeros, ya lo sabéis, id empaquetando los bártulos, si es que alguno se acomodó. Nos van a tocar unos días moviditos, porque no creo que nos hayan llamado para darnos la enhorabuena y decirnos que nos han hecho embajadores de un país caribeño donde las nativas sean abiertas y complacientes... Ya me entendéis... Seis en punto chicos.

Vaya forma de joderme los planes.

Cambio de planes. Me vuelvo a por mis cosas para dejarlas preparadas por si debemos salir echando leches. Como tenemos reunión a las seis, aprovecharé para descansar un poco en mi cama y que se quite este medio pedo que llevo encima. No sería inteligente presentarse así ante el mando.

 Carrick se levanta de la mesa y se dirige a preparar todas sus cosas para estar a la hora convenida en edificio central del cuartel. Cigarrillos, munición... la dieta básica de un soldado en campaña. Esta vez partirían solo los cuatro. Esperaba que el mando no decidiera incluir a ningún pazguato de última hora. Lo que no le hacía falta a esta unidad era tener más niños a los que cambiarles el pañal.

Mientras hace el petate, Carrick se vuelve a sus compañeros.

- ¿Qué apostáis? ¿Nos mandan otra vez con esos comequesitos pierdeguerras o nos van a enviar al este, donde está la acción de verdad?

A la hora convenida os dirigís al habitual punto de instrucción situado en el edificio de la base. Los mapas seguían en el mismo sitio que hace cuatro meses atrás, pero esta vez mostrando los nuevos cambios de alianzas en el panorama europeo. El general Howell ya se encontraba allí y os saludó a todos antes de poneros en antecedentes.

-Señores, han demostrado que su unidad está más allá de cualquier otra a la vista de los resultados obtenidos desde que empezaron a operar. Los continuos reemplazos que les proporcionamos no están a la altura de su rendimiento así que he decidido reducir su unidad a únicamente cuatro miembros. Será mucho más fácil introducirles en operaciones encubiertas.

La misión que espero que hagan pienso que es la más difícil a la que tendrán que enfrentarse hasta la fecha. Penetrarán en territorio enemigo hasta la Polonia ocupada. Como sabrán, hace tres días el gobierno alemán ordenó el cierre del guetto de Varsovia... Quiero que entren en dicho guetto.

El general aguardó un momento para esperar a las reacciones de sus hombres.

Vaaaaaaaya, otra infiltración. Solo que esta vez en un sitio repleto de germanos y de gente oprimida. Va a ser realmente complicado, sobre todo porque no hablamos polaco, y me imagino que alemán tampoco demasiado bien.

- Muy bien, nos infiltraremos. ¿Pero cuál será nuestro objetivo?-

inquiere Márquez al general. Una cosa era entrar, pero primero había que saber qué iban a hacer allí dentro.

- Además, espero que nos provean de ropa civil  así como del armamento adecuado para ese fin. Me refiero a aparatos fáciles de ocultar y a poder ser del mismo calibre que el que utilicen los alemanes.-

dice planteando nuevas incógnitas.

Asiento gravemente ante las palabras del general. Mi cabeza ya se había puesto en marcha rápidamente, para esta operación y dada la información actual hasta el momento, más bien escasa hasta ahora, tenía una buena idea que sugerir cuando nuestro oficial terminara de explayarse. Una buena idea para adentrarnos en territorio alemán, poder hablar inglés sin que nos mirasen raro y circular sin excesivos percances.

Comprendo señor. No será una misión fácil pero.. ¿Alguna vez lo son? Continúe señor, toda información será útil en este caso. Señor.

 Carrick asintió. Los mandaban a Polonia, muy, muy cerca del nido de la serpiente. Aquello casi logra arrancar una media sonrisa en el rostro del soldado. Sin duda iba a ser una misión tan peligrosa como emocionante, pero tampoco era motivo de celebración. El guetto era un hervidero y el más mínimo descuido podía hacer que cualquiera de ellos no regresara jamás.

No dijo nada, esperó a que terminaran de dar instrucciones, escuchando atentamente. Les habían dado el lugar, ahora les darían el objetivo de la misión, que siguiendo con la estela de las anteriores no sería ni sencillo ni rápido... pero tal y como les habían dicho ellos cuatro estaban más allá de cualquier otro comando conocido.