Partida Rol por web

LLegáis hasta el rellano de la primera planta. Las escaleras siguen ascendiendo hacia pisos superiores. Desde el pequeño rellano se abren tres robustas puertas de madera. Las tres cerradas.

La primera de vuestra izquierda posee un extraño símbolo grabado sobre ella. Conocéis ese tipo de símbolos. Cualquier lutín los conoce y los teme: es una runa. 

Las otras dos, una a vuestro frente y otra a vuestra derecha, son semejantes pero no poseen ningún símbolo ni ninguna otra cosa que pueda daros una pista de lo que se oculta tras de ella. 

- Magia = runa. Aix chicos, cuánto debo a mi sagacidad e inteligancia. Vamos para allá, seguro que tras esa puerta hay una sala repleta de objectos mágicos, entre ellos esa alfombra que debo remendar.

Existe un tiempo para los héroes y otro para los eruditos. Desde luego que Zalafafafa no es del tipo comelibros. Sin decir nada (salvo algunos gases que escapan de su cuerpo) va detrás de Algorimedes, que tal vez encuentre una habitación interesante, repleta de objetos culinarios mágicos.

-¡Runa! Retroceda compañero Algorimedes, sucede que tengo un doctorado en su decodificación y creación. - Gran razón había en que todo lutín conocía de la existencia de estos símbolos mágicos, pues Runas I y II eran parte del programa en todas las escuelas públicas del Infierno, o eso creía recordar...

El lenguaje rúnico no es dificultad para los avezados lutines que se arremolinan entorno a la misteriosa puerta.

Tanto Algorímedes como Danya conocían aquella runa. "Raido"

La runa Raido se asocia la rueda, la carroza o al acto de cabalgar; los desplazamientos y movimientos. Tal es su poder.

No obstante, otra cosa es entender el poder que encierra la runa y otra cosa mucho más compleja, es saber cómo puede focalizar un mago dicho poder. Eso desde luego, está fuera del alcance de cualquier lutín, incluso de los más espavilados.

A todo esto, de la puerta opuesta a la de la runa, oís que viene una voz.

-¿¡Quién anda ahí!?-exclama-.

Parece la voz de una mujer que probablemente, ha sabido de vuestra presencia al escuchar vuestra conversación.

-Esto... ¡somos del equipo de agricultura-mantenimiento-cocina-control de plagas! regrese a sus labores y no nos moleste a menos que tenga información que lleve a la captura y  posterior horneado de una rata.-

Dado que la lectura de la runa no había dado ningún resultado, podría llegar a pensarse que la habitación era más o menos ''segura'', pero no estaba de más buscar con precaución por una de esas trampas matalutines que quién sabe porqué habían puesto en las áreas donde trabajaba el personal. -Camarada Algorímedes, el camino está despejado.- dice Danya cruzando los dedos a sus espaldas y despidiéndose mentalmente de su compañero.

El extraño dibujo que los demás lutines llamaban runa era todo un misterio para el draconil héroe, aunque la fémina voz que salía de la habitación representaba todo un misterio. Zalakatunga espero a Algorimedes por su reacción.

Tal vez quien se encuentre dentro abriría la puerta o tal vez deberían ingresar ellos. Los que sucediera primero por el beneficio de una correcta cocción de la presa que habían dejado maniatada en el descanso de la escalera.

- Un momento chicos, esta torre esconde muchos enigmas. Recordad que buscamos una alfombra y por lo que sé, las alfombras no hablan. Tiempo al tiempo, pero por el momento los humanos no conocen tal tecnología. - susurra Algorímedes

- ¿Ah de la habitación con la runa Raido, hay alguna alfombra mágica contigo?

Los tres lutines parecían intimidados por la presencia de aquella runa. Y no era para menos. La magia debía ser temida y de una runa como aquella, en manos de un mago poderos como Rudesindus, se podía esperar cualquier cosa. El mayor peligro...y la mayor fortuna.

La puerta de Raido no contesta a la llamada de Algorímedes, pero la puerta opuesta, sí.

-¿¡Equipo de qué...!?...¿!a¡lfombra mágica!?-dice la voz de mujer que oísteis antes-¡¡¡Abrid la puerta, os lo ruego!!!

Es una voz chillona, que ahora os llega acompañada de un "bom-bom-bom" causado seguramente por sus puños al golpear la puerta que os separa de ella.

La situación dejaba mucho que desear. Una runa, dos puertas y tres lutines. Que interesante fórmula para el éxito o el desastre.
Ese pensamiento sacude la azotea del gran ZalaSpaggiari.
Sin esperar crujió sus dedos y puso sus manos a la obra. Intentaría abrir la puerta del tesoro Raido. La lluvia de oro los recibiría al abrir la puerta. -Shhhhh! !! - silenció con un dedo a sus compañeros mientras hurga con una uña la cerradura. ..

- Yo me aventuro a creer que la alfombra no está tras esa puerta. No sé quién hay ahí dentro - susurra Algorímedes - pero no será prudente hacerle demasiado caso. Quizá sea un experimento del Amo, o vete a saber.

Para sospechas como estas, la pericia detectivesca del gran Dan Respho no se andaba con rodeos, mientras Zala se encargaba de la puerta Raido, el interrogaría a la posible rata de la otra habitación. 
 

-Disculpe la molestia, ¿es usted una prueba de nuestro amo? ¿¡Escucha!? Porqué no  vamos a arruinar este maravilloso empleo en esta maravillosa mazmorra. Dígale que la cena está casi lista, pero no le prometa nada- dice mientras responde con patadas los golpes al otro lado de la puerta. 

-¡Y deje ya de hacer tanto escándalo!-

Zala gira el pomo de la puerta y la abre lentamente. Las bisagras crujen con ese ruido característico que evidencia la falta de lubricante. Al otro lado de la puerta, se puede observar un cuarto senc...¡FLOSHHHHHH!

La runa Raido se asocia la rueda, la carroza o al acto de cabalgar; los desplazamientos y movimientos. 

Una especie de luz azul eléctrica surge de la puerta y os envuelve produciéndoos una notable sensación de desorientación. 

La voz de mujer que seguía hablando se oye cada vez más lejana

-Pero ¿qué prueba ni que ocho cuartos?¡Soy la princesa Madina de Betia...!

De pronto ya no se escucha nada salvo un "fush-fush-fush" bastante cutre que por lo que entendéis, debe ser provocado por esa especie de vórtice que os rodea. Os esperabais algo más digno de un mago como Rudesindus. Dentro de poco ese efecto en espiral va haciéndose más lento...y más lento hasta que se difumina y caéis de culo sobre una superficie rocosa. 

Lo que veis a vuestro alrededor os recuerda bastante a vuestra casa. Piedra roja, calorcillo y pozos de fuego. Algo se está cociendo. El olor es delicioso. Pronto veis de dónde sale. Un enorme demonio está removiendo un brebaje en el que se ven seres humanos flotando y retorciéndose de dolor. Sus lamentos os llegan como música para vuestros oídos. 

Nadie parece haber advertido vuestra presencia. 

Los trabajos anteriores de Zalasinempleo habían durado un poco mas, algunas horas y hasta días pero el tal Rudesindus tenía pocas pulgas. Al parecer los había devuelto al tercer circulo del infierno, o como bien es llamado “elcentrodecomidarápidaparalosdemoniosmenores” (si, se lee todo junto y rápido. ¡Son las reglas!). Al menos podría desayunar y devolver el delicado smokin draconil.

Solo que algo no estab en su lugar. ¡No había aderezos por ninguna parte! - ¡Pffff ezshto no juele vienh! No ezhtamoh en Kansas my buddyes… - susurró para sus dos compañeros lutines tras ocultarse detrás de una pila de cráneos…

-Princesa Madinesawa ni que ocho-cuartos, no pienso abrir a menos que... ¿Cómo demonios¹  llegamos aquí? No creo que hayamos fallado ningun encargo todavía ¡y aún ni he incendiado nada!- El Sucio Dan no terminó de responder a la prueba del hechicero cuando ya había aparecido sin darse cuenta dentro de lo que parecía ser un lugar a un charco de lava y dos rocas de distancia de su propia casa.

-¡Perdone, caballero!- le grita al demonio que revuelve el caldero de sopa humana -¿Ha visto una mazmorra por aquí? Especificamente la de Rudesindus.-

- Mier da. Amigos, creo que nos van a echar por esto.

-Ah, hola ¿Os envía Rudesindus? Pasad, pasad...llegáis justo para la cena-contesta el demonio esbozando una amable sonrisa mientras os señala con la palma de su mano una mesa con seis sillas hechas de huesos humanos-¿Así que ese viejo malhumorado ha vuelto a matar a todos sus lutines y ha tenido que contratar una nueva plantilla ¿eh? Bueno, bueno. No os preocupéis, sólo tenéis que hacer todos sus encargos y os irá bien. Pero...¿dónde están mis modales, por favor? Soy Lordemius, señor de este infierno. Sé que no es muy grande, pero es acogedor, ¿a que sí?

La mesa y las sillas son de vuestro tamaño. Obviamente él es demasiado grande para sentarse en ellas.

-¿Os gusta? Las he hecho yo. Hay que hacer algo con los restos de la sopa. Aquí todo se aprovecha. Pero decidme, ¿qué quiere ese viejo mago esta vez? ¿Otra vez se ha vuelto a quedar sin almas afligidas para su pócima de dolor? Hahaha.

Lordemius huele a ceniza y al reír un humo negro y maloliente, como de basura quemada, sale de su boca.

¡Ohhh pedho zi es un miniinfiedno! piensa Zala tras escuchar la respuesta de Lordemius. Sale al encuentro del cocinero infernal pegando un salto desde la pila de cráneos en la que se ocultaba. - ¡Yum,yum! ¡Ke wuen infiedno tiene aki ohhh gran Loddemiuz! - Zalabarrigasinfondo saluda al amo del mini averno en el que se encuentran. Con sus manos limpia su baba tras olfatear el exquisito guiso de humano que se cuece en la marmita.