Partida Rol por web

A lomos de tu montura empiezas a salir de Fard. Tienes dinero suficiente para pasar un tiempecito, pero no para despreocuparte de conseguir algun otro trabajo.

Es por la mañana y el sol penetra a tope en el bosque, lo que no se hace demasiado comodo para tus ojos de osgo.

Cabalgas un tiempo y a tu alrededor te sientes observado. Entonces recuerdas algo de lo que dijeron los "jefes".

"No ataca a los grupos armados, suelen desaparecer gente que va sola"

Eso te hace un potencial objetivo.

Bruck azuzaba su montura por el camino de vuelta a su querida taberna, su mente estaba inmersa en la espumeante cerveza que allí le esperaba y con la conciencia de tener dinero suficiente como para pasar una buena temporada Fácil ha sido ganar este dinero sin apenas haber doblado el espinazo.

En esos momentos aparece la sensación de estar siendo observado y recuerdó aquellas palabras que se pronunciaron en el cuartel, sin duda ahora estaba sólo y sin duda estaba en el lugar y sitio equivocado, por lo que cabalgaba alerta a cualquier improvisto que se le pudiera presentar en el camino.

Por encima tuyo vuelan en circulos varios pajaros y te has dado cuenta que lo hacen desde un par de minutos al menos.

Sigues cabalgando y un brillo entre los arboles unos metros más adelante llama tu atención. Al menos a unos 15 metros ves a un lobo agazapado entre la maleza junto al camino. Miras hacia el otro lado y ves a dos lobos más.

Observo los pájaros en el cielo dando círculos y luego a los canes agazapado a ambos lados del camino Mira parece que el tutito de Elara tiene unos amiguitos ambrientos, tantas desapariciones, tanta intriga y tanta mandanga para concluir que el mal de un bosque son los lobos... si son criaturitas de Dios. Bueno pues si quieren cena van a tener que correr y de lo lindo...

Lejos de detenerse o huir dándose la vuelta Bruck espolea el caballo y lo pone a galopar a toda velocidad. Se va a cagar la perrina

Empiezas la carrera y no más de un par de segundos después, tu montura cae al suelo haciendote rodar por el suelo.

Cuando alzas la mirada hacia el caballo, lo ves con las piernas agarrotadas, totalmente inmovilizadas. No hay señales de ningún ataque, pero no puede moverse.

Alrededor tuya ves como salen de entre los arboles unos seis lobos que avanzan lentamente hacia ti.

Mirando hacia atrás, unos metros por detrás de donde te encontrabas una figura humana sale despacio de entre la espesura del bosque. Viste ropa de cuero y una espada en una de sus manos. Te mira fijamente pero como sin emoción. Una señal de su mano envía a los lobos contra tí.

¡Pero...Cóño! Tutitos otra vez, pero porqué siempre me tienen que estar dando la lata los perritos de las narices.

Oye tú, humano, deja a mi caballo en paz y manda a tus perros a retozar por los campos, siempre la misma historia...

Visto que el humano hace caso omiso y ante la inminente situación de convertirse en merienda para perros Bruck gira su cuerpo desenroscando la larga cadena armada.

Mira humano, te cambio mi corcel por la vida de estos seis perritos, supongo que les tienes cariño como yo a mi caballo así que no me hagas darles muerte y déjame seguir mi camino, te advierto que el tito Bruck merienda perros como el que come galletitas saladas.

Bruck se dirige a uno de los lobos, la cadena empieza a silvar por el aire hasta que es de súbito interrumpida por otro sonido más fuerte, el aullido de un de los lobos que se retuerce al notar el impacto del metal en su peludo cuerpo.

Acto seguid el osgo se gira hacia los otros lobos y, asiendo la cadena por uno de los extemos empieza ha enarvolarla haciendo circulos alrededor de su cuerpo.

Venid con tito Bruck y probad de la misma medicina que vuestro compañero.

AUUUU!!

El lobo recibe un golpe con la cadena que le abre la cabeza en dos y lo lanza unos metros hacia atrás.

Los demás animales que te acechaban, se tiran a la vez hacia ti con intención de morderte y hacerte cachitos, pero ninguno consigue sobrepasar las defensas de tu armadura.

El hombre que parece liderar a estos animales espera desde la lejania mientras murmura palabras extrañas y hace gestos hacia el cielo.

Bruck hace girar su cadena en círculos y comienza a golpear a cuantos lobos se le aproximan, la cadena silva y silva al surcar el aire al tiempo que los lobos aullan al recibir los prominentes golpes del osgo. Cuando la marea de sangre, pelos y dientes deja de divisar algo, Bruck sale airoso del primer encontronazo y carga diréctamente contra el desconocido del bosque.

Con unas rápidas zancadas se planta delante del desconocido y le asesta un podroso cadenazo en su enclenque cuerpo.

Te lo dije, me das mi jaca o te quito el pellejo.

Mientras te alejas del lobo, este intenta darte un muerdo, pero ni siquiera acierta a llegar donde tienes tu cuerpo.

Corres contra el desconocido y le golpeas con fuerza con la cadena. Sin ningún tipo de expresión en la cara, termina de dibujar los gestos en el aire y un relampago cae entonces justo donde estás situado.

¿Con que con chispitas no? Bruck observa como el lobo que había dejado atrás trata de alcanzarlo nuevamente, por lo que en cuanto entra en su radio de acción hace girar su cadena y lo golpea con sarna. Luego hace lo propio con el desconocido que está enfrente, pero éste es más hábil que el can y logra esquivar el cadenazo.

El hombre del bosque esquiva tu golpe con un movimiento rapido y seco. No hay expresión en él y ahora que lo tienes más cerca puedes percibir que tampoco hay color en sus ojos, incluso dirías que huele algo mal...pero eso no impide que vuelva a señalar en tu direccion y un nuevo rayo caiga encima tuya

Bruck echa para atrás la cabeza ante el nauseabundo olor del desconocido, motivo por el cual su cadena silva en el aire sin llegar a impactar en su objetivo.

Vuelve a moverse lentamente haciendo un nuevo gesto que dirige un rayo a tu lugar.

Ni habiendolo golpeado antes, no habiendo fallado consigues apreciar un movimiento de su cara. Es más, dirías que incluso le falta un pedazo de labio.