Partida Rol por web

Bruck, miraba fijamente al animal, observando como el mismo hacía caso omiso a su complaciente invitación ¡Ah, claro! que necesitas intimidad para jamarte tu toligita. Perdoname, ahora me marcho para dejarte con tu manjar antes de que se enfríe.

El osgo retomó sus pasos hasta llegar a la puerta de la taberna, la cuál abrió de un sonoro puntapié al tiempo que exlamaba.

Camarero una cerveza fresquita y espumosa que ya estoy harto de cosas calientes y humeantes.

¿Vi a quién le habló y de donde salió?

Ves que Brugck sale junto a Nightwolf y se dirige a la taberna

Una vez que lleva un rato dentro, recién ahí hago aparición y entro.

Entras en la sala y ves solo a Varick con el tabernero, que se da prisa en coger un vaso y servirte la cerveza.

Al poco tiempo entra Elara acompañada de su lobo.

Cuando entrais, Varick espera con cara seria

¿Ya os habeis cansado de pasear? Ahora en serio, decidme que es lo que habeis hecho realmente. Ni tu has ido a mirar los caballos, ni tu has estado ayudandole, no me tomeis por estupido.

He estado viendo como cagaba un campesino...Se detiene un segundo y observa el gesto de preocupación del humano ¡Compréndelo! soy un gran investigador y hay que buscar cualquier indicio aunque sea entre la mierda... sólo me ha faltado un voluntario para catarla pero el perro de Elara es muy raro... no tiene gustos coprófagos. Yo tenía un perrito que se llamaba "Mojón" y que le encantaba la desgustación de excretos, vamos que muchas veces esperaba a que me bajase los calzones para comérsela lo más calentita posible, igual que si pusieras la boca debajo de la salida de una churrera... Lo bueno era que no tenía que limpiarme después, pues el tío me rebañaba el ano y lo dejaba como los chorros del oro.

La perra del perro no sé donde estaba, seguramente escondida esperando a que nos fuéramos para comerse la toliga ella solita.

Total... el perro habla más que ella.

Echa una sonora carcajada y esputa en el suelo, pega un largo sorbo de cerveza y suelta su tradiciona eructo que ya casi empieza ha parecer un canto de guerra.

Brrrrrrrrrrrrrrrrruuuuuuuuuuuuuuuuuuuuccccccccccccccccccccckkkkkkkkkkkkkkkkkk

Luego cambia su semblante y se pone totalmente serio. Bueno señor... los adelantos por mis estipendios han cubierto estos primeros días, más vale que mañana vaya pensando en abonarme mi jornal o el bueno de Bruck cogerá las de Villadiego.

Una respuesta digna de una porquería, pero que más se podría esperar de algo así. Semblante serio como siempre, miro fijamente al que ahora ostenta el "título" de líder del grupo. - Al ver que no estaba con los caballos, fui en su búsqueda. Quizás el fuera la primera desaparición fuera de los caminos y eso nos podría llegar a llevar con la causa de todo esto. - Y si me sigue molestando, el será el primer "desaparecido".

¡Uy, qué atenta la humana! Un poco más y me creo que me estabas protegiendo. Es normal que caces con un perdigón de reclamo como yo, no habrás visto un "pájaro" más aparente en toda tu vida.

En fin, si sus majestades no precisan de otra cosa el menda se va a dormir la mona a su catre. Mira al tabernero y levanta la mano.

Jefe, ponme una botella de vino, me gusta tener algo con lo que enjuagarme la boca cuando me levanto por las mañanas.

Se levanta tirando al suelo el taburete en el que estaba sentado y se encamina hacia la puerta que conduce al piso superior.

¡Ale!

Varick escucha sorprendido y asqueado la retahila de guarradas de Brugck. Elara también habla, pero Varick sigue intentando quitarse de la mente la imagen del perro comiendo del ano del osgo...

Finalmente parece que se va a la cama

Si, hijo sí, mejor nos acostamos todos. Tu tambien deberias subir y descansar, Elara.

Acompaña hacia la escalera a Brugck y espera a que también lo haga Elara

En la ciudad, tu superior Angford te manda hacia la aldea de Fard. Te dan una montura y la orden de que no pares hasta llegar a la aldea.

Allí te encontrarás con cuatro compañeros del ejercito a los que ayudaras a investigar las desapariciones en el bosque.

No las tienes todas contigo en este viaje, ya que es a los viajeros solitarios a los que más facilmente puede hacer desaparecer el bosque. Afortunadamente, lográs esquivar el peligro y llegas a la pequeña aldea de leñadores.

Amanece y aún no hay nadie en la calle, y decir la calle es bastante apropiado ya que solo hay una. Es una pequeña aldea en mitad de los arboles. Apenas hay unas 15 o 20 casas de madera con aspecto sencillo. Una de ellas tiene un cartel que indica que es la posada.

Viendo que finalmente dejan de estar molestando, subo a mi habitación y me dispongo a descansar tranquilamente, por lo menos esta noche.

Tao desmonta de su caballo. Ambos están agotados debido al esfuerzo de cabalgar día y noche sin descanso.

Conduce al caballo con las riendas en su mano. Tao sabe que aún es pronto para encontrar a alguien despierto al que dirigirse.

Bordea la posada caminando junto al caballo, hasta las caballerizas que normalmente debería haber en cualquier posada que sirve de parada a los viajeros. Allí ata a su montura a un madero y observa los establos.

Cuando despierto, abro los ojos primero, sin moverme de la cama, captando la atmosfera de la habitacion... Al sentir todo normal me incorporo, haciendo a un lado la sabana... Llevo mi tunica, aunque abierta, por lo que la prendo levemente, dejandola comoda pero no tan reveladora. Luego me pongo la armadura encima, vistiendome y equipandome cual si fuera a una batalla. Al terminar, me hecho la capa sobre los hombros, y bajo a desayunar...

Saludo a Varick con una leve inclinacion, sentandome junto a el. Hago una seña al tabernero, asimismo.

-Agua, pan y queso, buen hombre.

Miro al nuevo jefe, mientras llega el pedido, interrogandolo

-Y bien? Planes para hoy?

Me incorporo lentamente de mi descanso y equipo nuevamente, ahora más alivianada del día de ayer y dispuesta a terminar con todo esto de una vez por todas. Bajo con todo el equipo encima, me siento junto a los que ya están en la mesa y desayuno lo mismo que Menara. A mi compañero le pido un desayuno aparte, para que tenga siempre lo que necesite.