Asiento afirmativamente a las palabras de Don Pedro, estoy más que dispuesto a ayudar a Doña María. PArecía que mis servicios a Don Juan habían llegado a su fín, pero todavía había algo en lo que podría ayudarle. La propuesta de Damaso me parecía bien, incluso pensé en llevarla más allá,- Quizás podríamos infiltrarnos en casa Carrillo faziendonos pasar por uno de esos grupos itinerantes. Conozco un par de trucos que quizás puedan pasar por mágicos. Damaso non tendría problema con sus piruetas et sus chanzas. Et el resto non se que podrían fazer, uno podría fazerse pasar por el mio ayudante.-Esto se me ocurrió, quizás no era el momento, pero podía darnos una pista sobre lo que acaecía en las tierras del enemigo.
Al ver que la mujer de don Juan pedía ayuda y que don Pedro non se la negaba, decidí que lo mejor sería ayudar. Tampoco tenía donde ir ni que hacer.
Me quité la gorra con la que me cubría la cabeza y, en señal de respeto la mantuve entre mis manos con la cabeza agachada. – Mi señora, don Pedro, non soy muy ducho con las palabras mas seguro estoy que de alguna manera podré ayudar. – Acerté a decir sin atreverme a levantar demasiado la cabeza.
Xilda asintió a la propuesta de Dámaso.
-Creo que é boa cousa la que propón a vuesa merced-dice Xilda mirando a Dámaso-Ben sabido é que estas xentes gustan de los titiriteros y compañías itinerantes. Yo creo que podería denferderme como bailarina.
Fadrique escucha las declaraciones de lealtad sin terciar palabra ni alterar su semblante. Sirvió lealmente a Don Juan, cabalgó junto a él a la guerra y luchó por su causa. Pero ahora está muerto, y una cosa es trabajar para un poderoso señor y la otra dejarse matar gratis por su vidua. Él también tiene una mujer que se quedará vidua si se mete en líos. Y un hijo pequeño.
- Señora haríais bien en pedir justicia al rey o a alguien de la corte que pueda defenderos. Sin hombres y sin dinero tampoco podréis mantener este feudo mucho tiempo. Si el arzobispo es tan poderoso como decís, poca cosa podrán mis compañeros.
Cierto es, Uloxio -dijo Pedro, también hablándole a la dama de Luna-, pues vois fuísteis alcaide de castillo y en vos puedo contar en cuanto a la estrategia a seguir. Me alegra que estéis ahora con nos.
Como bien dice nuestro amigo -dijo doña María refiriéndose al pequeño Dámaso-, quizá habría que investigar un poco. Gracias Uloxio -se aprendió el nombre- empero que ya teneos efectvos en el castillo de mi difuto esposo. Lo que necesito son hombres... que averigüen... Luego, la mujer, asentía como buena opción la de Manuel de Fonseca, sobre todo en siendo vosotros nuevos avenidos a aquestas tierras. La mujer miró luego a Laureano de manera bondadosa, y después a Fadrique.
La situación de Aragón es muy inestable. Mucho -le respondió María-. Según me cuentan, el propio rey o quiere para sí éste señorío o lo quiere para algún favor suyo... No puedo hacer sino defenderme, como antaño lo hicieran los propios habitantes de Cornago, campesinos y pastores, contra lo que venga... aun siendo un rey. Y ya no está aquí mi marido... -miró al cuerpo del difunto y tragó saliva una vez más-.
Fadrique, pensemos algo, tal y como ha hecho Dámaso o Alonso, por ejemplo -dijo Pedro-. Don Juan ha de ser honrado de tan inútil y espantosa muerte la suya, et la suya esposa aquí se encuentra desamparada y desat...
Antes de que el oficial acabara la frase, todos notásteis cómo la temperatura cayó por lo menos una docena de grados y una brisa helada apagó todas las velas de la capilla, dejándola en penumbras, iluminada tan solo por la difusa luz que entra por el ventanal. Oísteis ruidos como de crujidos y rasgados provenientes del altar en donde está el cuerpo de don Juan, mas con la luz de que disponen solo verán moverse una sombra que habla con voz cavernosa:
…Carrillo...perdición...Cornago...
…María…perdóname…
Inmediatamente, antes de que pudiérais hace nada, la temperatura regresó, la brisa se detuvo y las velas volvieron a iluminar la capilla. Todos regresásteis de la estupefacción y oísteis un fuerte golpe. Al giraros vísteis un banco en el suelo, la puerta de la iglesia abierta y una figura con hábitos de fraile saliendo rápidamente (sin poder apreciar con claridad quién era).
El que quiera puede tirar por templanza e interpretar un poco su resultado ;)
Fadriquee stá viendo que no habrá ni un maravedí por el medio. No prometen nada y encima esperan que colabore porque si... Está a punto de decirlo cuando empiezan a suceder sucesos extraños...
- ¡Por todos los santos!
Motivo: Templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 91 (Fracaso)
¿Cómo va la tirada de templanza?
¡¡Otra vez no!! grita Uloxio echandose las manos a la cabeza tras el acontecimiento inesperado y sobrenatural. Mas no pierde valioso tiempo Esta vez hay algo o alguien huyendo. No permitira que las pesadillas vuelvan a asediarle.
¡Por Dios y Don Juan!
Corre tras el fraile cogiendo por el camino una de las antorchas que encuentre.
Me coloqué entre la voz y Doña María en un acto de caballerosidad, intentando protegerla de cualquier ser sobrenatural. Saqué mi daga y apunté con ella al lugar del que procedía la voz.-Non se preocupe Doña María, non permitiremos que le pase nada malo.
Motivo: templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 26 (Exito)
Según me estaba acercando a Uloxio para investigar lo que decía aparece un espíritu junto al cuerpo de Don Juan, demasiado para mí, siento como el miedo me paraliza y no me doy cuenta más que del ánima que nos habla.
Motivo: Templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 67 (Fracaso)
¿no tengo templanza?
Algunos de estos PJ que tenéis están fabricados antes de la salida de la Tercera Edición. Si no tenéis templanza (por dicha razón) vuestro % en Templanza será el estándar, oséase, del 50%. Si superáis dicha tirada, digamos, que lograréis sobreponeros a tal cosa (lo cual podéis interpretar, tanto si superáis la tirada como si no) ;)
Motivo: templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 6 (Exito)
Mantengo mi accion :D
A pesar de que Xilda estaba acostumbrada a las historias sobre hechicería et ánimas, no pudo evitar que se le estremeciera el cuerpo ante la extraña y sobrecogedora sensación que les embargaba, mas supo mantener la compostura, haciéndose la señal de la cruz y murmurando unas palabras.
-Por San Bieito, ¿qué foi isso?-exclamo-.
Su pregunta tuvo una imprecisa respuesta cuando vio a aquella suerte de fraile escapando de la habitación. Sin dudar, la joven desenfundó el cuchillo y salió detrás de él con intención de capturarlo para inerrogarle sobrelo acababa de acontencer.
Motivo: Templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 17 (Exito)
Gracias por la aclaración.
Las palabras de don Pedro quedaron cortadas por un suceso inesperado. Todo se enfrió y oscureció como en una galerna repentina. De pronto recordé las primeras navegadas por el Cantábrico con sus aguas embravecidas. Esperando una ola traicionera, que nunca llego, vino una voz de no quiero saber dónde.
Me pegué de espaldas a la pared y santigüeme dos veces a la velocidad del rayo.
Motivo: Templanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 64-
Resultado: 83 (Fracaso)
Laureano y el pequeño Dámaso se estremecieron. Et que aquesto no era para menos, que no era tal cosa la guerra, sino algo aparentemente peor. Luces fuera, voz cavernosa y un tipo espiando, ¿acaso no era aquello digno de ser recordado? ¿o tal vez olvidado? Mientras Manuel poníase caballerosamente delante de doña María, visiblemente afectada, Xilda y Uloxio, siervos de corazón caliente y efectivos, fueron tras el tipo, corriendo hacia la salida de la capilla. No obstante, en cuanto salieron de allí, no vieron figura alguna corriendo: se había esfumado completamente... Quedáronse observando por dónde podría haber escapado y tras ellos llegó corriendo también Pedro.
Nada... -oteando el interior del convento, como buscando una posible salida-. ¿Qué diantres fue eso? ¿Quién era...?
Non...non lo se.-respondí dubitativo. Pero la sombra de una duda atisbó a mi mente, me excuse con doña María y salí corriendo hacia el altar dónde se encontraba Don Juan. Nunca lo hubiese dicho, pero juraría que ...no podía ser los muertos no hablan. Había leido cosas sobre despertar muertos, pero nunca llegué a comprobarlas. Quizás el muerto habló, quizás alguien con el poder de la magia lo despertó. Quería comprobar el cuerpo y salir de dudas, si era eso, tremenda hechicería teníamos ante nosotros. Nada dije de mis dudas, que ya se sabe que en menos que canta un gallo en estos tiempos te toman por loco, o lo que es peor, por brujo.