Partida Rol por web

Cornago

III. La Casa Carrillo

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13/12/2015, 23:01
Laureano Amezaga

No me resistí. Lo contrario hubiera supuesto una muerte rápida y de las minas se sale, pero no de la fosa.

Pude oir el susurro de Uloxio dándonos ánimos y asentí brevemente con la cabeza. Mi otro compañero, Manuel, pedía una oportunidad para demostrar nuestro talento - bueno, el mío es escaso - de manera que aún abrigaba una pequeña esperanza en que nos permitieran actuar y librarnos de la mina.

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19/12/2015, 15:13
Ramón

TOC TOC... -la puerta de la habitación sonó. Ya os habíais cambiado, y ahora procedían a llevaros a buen recaudo vuestras armas-. ¿Se puede? -dijo una voz tras la misma, a la cual Unai afirmó. Luego la puerta se abrió.

¿Me llamó, señor? -dijo un tipo fondón y gordo que medio accedió a la habitación-.

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19/12/2015, 15:15
Unai

Sí, entra... -dijo Unai-. Explícale a éstos, los nuevos, cómo marcha esta hacienda. Luego llévalos a sus habitaciones, pues se quedarán una temporada en la mina. Y hay otro en el cuarto de cirujanos: a ese llévale un plato de comida luego... ¿qué hay hoy para cenar, por cierto?

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19/12/2015, 15:17
Ramón

Po, po... polla, ¡pollo! -dijo tartamudeando un poco el tipo del nerviosismo-. Maté esta mañana el maldito pollo que siempre se me abalanzaba -era como si le tuviera cierto odio a aquel animal, como si le hubiera dado finalmente su merecido-. Ha quedado muy guapo en la cazuela. Como ordenes, ahora mismo les muestro sus camas.

Fue entonces cuando los soldados se llevaron vuestras armas, y Unai y éstos desaparecieron de allí, dejándoos con aquel tipo.

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19/12/2015, 16:06
Director

El cirujano te miraba, comprobando el grado de dolor al retorcer las puñeteras saetas incrustadas en brazos y pecho. Seguramente pensara que "te apuntó a matar", empero que no quiso Dios darle muerte. Las dos criadas, una más mayor que la otra (aunque tampoco tanto) miraban y le daban todo lo que el cirujano pedía (el agua, las vendas, etc.). Efectivamente, retorcíaste de dolor, empero que allí estaban las dos mozas para alegrarte la vista, aunque no fuera el mejor momento... o sí.

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19/12/2015, 16:08
Cirujano

Ahora aguanta... voy a tirar... -decía el cirujano-.

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19/12/2015, 16:08
María

Tenga cuidado... -le decía la mayor al que te iba a operar-. Hágalo presto y limpió, a ser posible...

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19/12/2015, 16:09
Malena

Ains.... -musitaba la otra mientras sujetaba una palangana de agua caliente-.

Notas de juego

Te dejo que narres tu propia salvación ;)

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19/12/2015, 19:54
Fadrique
Sólo para el director

Ahí desnudo de cintura para arriba bien se hacía de ver que Fadrique era hombre de pendencias, que no le faltaban cicatrices bien marcadas de cortes en entrenamientos et peleas.

Del trozo de palo que le habían dado a morder poco quedaba, que casi se había dejado en él los dientes, et en el antebrazo de la buena moza et del ama habían buenas marcas de sus cinco dedos incluyendo la seña de su anillo de casado en la diestra, que se había agarrado a ellas como a un clavo ardiendo, antes de dejar que le sujetaran. Poco después ya no tenía fuerza en las manos, que los tirones le habían aflojado todas las entrañas et el dolor había fecho el resto. Ahora veía los maderos del techo como en una niebla, et todo su mundo eran las llagas de los brazos. Aun así, miró al malhadado ballestero que ahora tomaba el oficio de cirujano, con un punto de sorna: Aquí i hai un hombre que sabe estar a las duras y a las maduras, sinyoret, consiguió farfullar entre babas. Un día que siamos mas a buenas puede que t'amuestre cómo cal tirar de ballesta ta no fallar o blanco.

¡Mas vin! Gritó luego, cuando arreciaron los dolores, tanteando torpe con dedos que no le respondían la cántara de vino, que d'iste trance no he de salir sereno si en bella cosa me tiengo.

Pero pronto su natural silencioso se impuso, que no era de tanto fablar si no era en momentos de mucho nervio. Quedó sereno mientras le cosían los rotos con crin, et mientras le untaban emplastos et le vendaban. Luego procuró dormir un poco.

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20/12/2015, 00:38
Uloxio Arrugas

Tras vestirnos como pordioseros no se permite elevar la vista. Ha sido humillado... rodaran cabezas. Solo cuando el gordinflon se queda solo con ellos cuatro una idea le ronda la mente.

¿Y ese pollo? dice Uloxio mirando hacia aquel extraño individuo y haciendo ojitos a sus compañeros dudando de si era el momento o no de tomar la iniciativa ¿era grande? ¿estaba bien alimentado? ¿comia almacigas?

Valora las posibilidades que tendria de reducirlo y evitar que diera la voz de alarma. Los numeros jugaban en su contra. No lo conseguiria solo.

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20/12/2015, 11:04
Manuel de Fonseca

No había funcionado la treta del grupo itinerante, me había ilusionado con la idea de una actuación y no había visto la realidad, eramos un grupo de guerreros veteranos que venían de campaña y con una misión. Nuestra tapadera descubierta a la primera de cambio, deberíamos habernos echo pasar por comerciantes, o quizás por soldados que buscan un nuevo señor. Pero a toro pasado se ven muy bien las cosas.

¿Cómo escaparíamos de aquí? No tenía idea, ya me imaginaba muriendo en las minas.

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20/12/2015, 15:55
Dámaso Montalvo

La farsa había fallado, pero nos encontrábamos justo donde queríamos. La situación puede que no fuera la mejor, pero para quien ha vivido en las calles, el ingenio era la mejor herramienta.

Noté las señas de Uloxio y asentí levemente con la cabeza mientras me acercaba sigilosamente por detrás. Puedo parecer la menor amenaza, pero he sobrevivido ya mucho tiempo como para detenerme por nimiedades como esa.

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21/12/2015, 08:44
Laureano Amezaga

Estaba cabizbajo. El plan había sido un fracaso desde el principio. Es más, ¡ si ni siquiera habíamos empezado a ponerlo en práctica!. Ahora solo nos quedaba el trabajo en la mina y aprovechar cualquier oportunidad para escapar.

En esas estaba cuando de pronto oí a mi compañero Uloxio mostrar un interés desmesurado por el pollo. Eso me hizo levantar la cabeza y ponerme en tensión. Sin duda tramaba algo, de manera que observé atentamente y me dispuse a secundarlo en lo que quiera que tuviese en mente hacer.

Notas de juego

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21/12/2015, 17:23
Director

Te acercabas a la Casa Carrillo. Hacíase ya de noche, et no tardaste en vislumbrar que aquella hacienda estaba bien vigilada por fuera, sobre sus muros. Sobre ellos, antorchas contra la noche que se avecinaba, et que así era y asi decíase. Mientras caminabas, un poco desencajada y sin saber cómo presentarte, una rama crujió junto a tí.

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21/12/2015, 17:27
Hombres emboscadores

¡¡Ya te tenemos!! -unos hombres, soldados según vísteis, te habían apresado, saliendo de entre la oscuridad de los matorrales. Probablemente habrían estado vigilando los alrededores o volvieran o pasara por la hacienda. ¿Eh? ¡Un momento! ¡Eres tú! ¡la mujer que escapó esta tarde! ¡Guardias! ¡Retenedla bien! ¡Que no escape! Efectivamente, Antonio tenía razón: aquel lugar parecía un nido de hombres armados.

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21/12/2015, 17:29
Director

Et que sin posibilidad de escapar, cinco hombres te llevaron cogidas por los hombros y apuntándote con lanza de camino a la hacienda. Te intentabas resistir, aunque no mucho, pues en realidad acudir allí era lo que pretendías. Nada más llegar al portón princial, te registraron, arrebatándote tu única y preciada daga.

Tras cruzar la barbacana de la entrada, te dísteis cuenta de que la casa Carrillo, que así llamábase, era ciertamente una pequeña fortaleza que podía albergar al menos a un centenar de personas. En el centro de las edificaciones se alzaba una torre cuadrada, de tres plantas y doce varas de lado. La entrada, que se encontraba en el primer piso, se alcanba subiendo unas escaleras y cruzando un pequeño puente de madera. Dos guardias os flanqueaban la entrada y varios más ocupaban la sala interior, alrededor de una mesa que se encontraba a la derecha. A la izquierda unas escaleras subían y bajaban hacia otras alturas de la torre. El hombre que os había quitado las armas se encaminaba hacia el piso inferior. En el centro, un arco con una gruesa cortina daba paso a otra estancia, por la que fuiste conducida. Nada más entrar allí, al interior, aguardaste con los guardias, y en breves acudió el tipo que lideraba a los que os emboscaron.

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21/12/2015, 17:32
Unai

¡¡Túu!! -exclamó con una sonrisilla en la boca- al fin te han cazado, mala perra... -decía el tipo mirándote-. Avisa a Juan Luis -le ordenó a uno de los soldados que te había traído-.

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21/12/2015, 17:34
Juan Luis

En pocos minutos apareció un hombre de intensa mirada y una fea cicatriz en la sien, alrededor de la cual no le crecía el pelo negro y rizado que ocupa el resto de su cabeza, y parte de la cara en forma de largas patillas desarregladas. Venía hacia tí.

¿Y ésta quién diantres es? -dijo el tipo de rudo aspecto-.

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21/12/2015, 17:35
Unai

Ésta es la única mujer que viajaba con el grupo de los comediantes... -dijo-. Se escapó esta tarde... Parece que tiene más cojones que sus compañeros, amén del cuajado de virotes... -refiriéndose a Fadrique-. ¿Le doy un traje para el trabajao como a los otros?

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21/12/2015, 17:37
Juan Luis

No... -y el tipo te miró lascivamente, de abajo a arriba-. Ésta servirá con las hijas del cocinero. Con los otros hombres tenemos suficiente. Que se encargue de la cocina y limpiar esta casa...

Acto seguido, el tal Juan Luis desapareció.