Partida Rol por web

Iniciativas:

Dámaso: 27 --> ataque a dos manos a hombre
Fadrique: 21 --> ataque y ataque a mujer1 y hombre
Uloxio: 21 --> ataque con Hacha y Parada contra mujer1
Hombre: 14 --> Entra en melé contra Manuel
Mujer1: 14 --> Entra en melé contra Uloxio
Xilda: 22 --> melé y esquiva* contra mujer1
Mujer2: 12 --> Entra en melé contra Xilda
Manuel: 11 --> Parada completa con Daga

Resumen turno 1:

Dámaso tenía antecedentes en esto de moverse rápido. El pequeño de Arroyo se lanzó daga y espada en mano contra el tipo que había estado torturando a Fernando, allí encadenado su cadáver, hasta la muerte. Dámaso lanzó dos estocadas, a izquierda y derecha, pero sólo lograron acertar al aire, librándose aquel tipo de la embestida. Tras ello Fadrique llegó tras Dámaso para atacar al tipo, y luego hízolo con la primera mujer. Al primero le atravesó la pierna por el muslo con el filo, sacándole otra vez la hoja y haciéndo una terrible herida sangrante. A la mujer la hirió en el pecho con un corte oblicuo, tan aterrador como esa cueva y esa hoguera... El tremendo impacto la hizo caer hacia atrás inconsciente...

Daño a hombre: 12 (/2 por pierna) (sin protección): 6 puntos de daño.
Daño a mujer1: 13 (sin protección): 13 puntos de daño*. --> queda a -3 pv y descendiendo (inconsciente).

Acto seguido Uloxio no pretendió sino hacer lo mismo con la otra mujer. El alcaide de castillo no fue piadoso y le golpeó en la misma zona donde Fadrique había golpeado a la anterior.

Daño: 5 (sin protección): 5 puntos de daño.

Los cánticos seguían sucediéndose en la parte trasera de la cueva: la última mujer cantaba y cantaba, y el humo seguía y seguía saliendo del gran caldero. El hombre ahora se puso en avanzó hasta Manuel (melé), dispuesto posteriormente a atacarle. Lo mismo hicieron Xilda y la otra mujer (mujer2), pues se encararon ambas cuchillos en mano.

¡Yo os maldigo! -dijo una de las mujeres que no participó y quedó tras la lucha al ver a su compañera inconsciente-. Entonces sacó otro cuchillo como los del resto y se puso en el lugar de su inconsciente igual*.

Viendo al hombre tan cerca me lanzé al ataque esperando quitármelo de encima.

Xilda lanza un ataque y esquiva.

Iniciativas:

Dámaso: 28 --> Declara.
Fadrique: 27 --> Declara.
Xilda: 22 --> Ataque y esquiva a Mujer2 (están en melé ambas)
Hombre: 25 --> Ataque preciso al pecho y Parada a Manuel (están en melé ambos)
Mujer2: 20 --> Ataca y Ataque preciso a Xilda a la cabeza (están en melé ambas)
Mujer3: 20 --> Entra en melé contra Fadrique y esquiva.
Uloxio: 18 --> Confirma ataque y parada
Mujer del Fondo --> Canturrea y hace aspavientos (pero no véis qué hace concretamente)
Manuel: 11 --> Ataque y parada (con suerte) (están en melé ambos)
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Los cánticos del fondo, procedentes de la cuarta mujer casi invisible por las sombras, ¡se alzaban más y más!

Viendo cómo tienen el ataque controlado y con los pelos de punta por los cánticos, me guardo la daga y voy hacia la mujer que está recitando

Iniciativas:

Dámaso: 28 --> Coger carrerilla hacia el caldero bajo la llama y Saltar sobre el.
Fadrique: 27 --> Ataque y Ataque a Mujer3
Xilda: 22 --> Ataque y esquiva a Mujer2 (están en melé ambas)
Hombre: 25 --> Ataque preciso al pecho y Parada a Manuel (están en melé ambos)
Mujer2: 20 --> Ataca y Ataque preciso a Xilda a la cabeza (están en melé ambas)
Mujer3: 20 --> Entra en melé contra Fadrique y esquiva.
Uloxio: 18 --> Ataque y parada a Mujer2
Mujer del Fondo --> Canturrea y hace aspavientos (pero no véis qué hace concretamente)
Manuel: 11 --> Ataque y parada (con suerte) (están en melé ambos)

Resumen turno 2:

El pequeño Dámaso era lo que llamaría una "centella"; un pequeño rayo, un suspiro, una fugaz estrella (rápida y precisa) o un felino ágil y discreto. Sin ningún impedimento, no hizo el joven bufón de Arroyo sino coger carrerilla, espada y daga en mano, y saltar por el caldero humeante, caliente a rabiar bajo la gran hoguera llameante. Claro que, el formular la treta no fue sino harto imposible, pues pequeño era él y grande el caldero y ancha la fogata: cuando saltó estrepitosamente puso las manos sin querer en el caldero, soltando al suelo sus armas y se resbaló entonces hacia abajo, golpeándose en el cuerpo con un madero en llamas que calentaba el metal sobre sí:

Daño: 2 puntos de daño*.

Acto seguido, Fadrique se encaró con la nueva mujer en cuestión (mujer3) y no hizo sino atacarla dos veces con su espada. Ningún mandoblazo logró el soldado aragonés contra ella (lejos de lo que se pudiera pensar). Es más, tan mal fueron sus nobles y fieros espadazos que tras cortar el aire se le cayó la espada casi en el intento**. Tras ello, la bella Xilda no dudó en atacar a la mujer2 que tenía en situación muy propicia (melé). Ésta intentó esquivarla, pero sin éxito.

Daño: 10 (/2 por pierna) (sin protección): 5 puntos de daño.

Mujer2 emitió un terrible grito de dolor y luego cayó al suelo rocoso sin sentido, pues la irmandiña pelirroja le había clavado la hoja entera de su daga en una pierna. Acto seguido, el hombre airoso que estaba muy junto con Manuel (melé) le clavó el cuchillo a al alquimista, sin poder hacer nada éste (ni tan siquiera pararlo), en la cabeza. Concretamente le hirió una de sus orejas, y el corte fue tremendamente terrible, ¡pues se la hubo de seccionar y dejar que sangrara!***:

Daño: 6 (x2 en cabeza) (/2 por ataque preciso) (sin protección): 6 puntos de daño.

La mujer2, tras haber sido alcanzada en la pierna por Xilda, sacó fuerzas de donde no pudo y la atacó, a modo de venganza, haciéndolo también con un filo pequeño (su cuchillo). No obstante, la mujer parecía intuir sus intenciones y logró zafarse de las cuchilladas de la terrible sectaria. Fue entonces cuando la tercera en discordia (mujer3) se encaró a Fadrique (entró en melé con él), y tras ello parecía el turno del alcaide. Uloxio atacó con severidad a la mujer2, que estaba con Xilda enzarzada. Claro que, Uloxio blandió el aire... ¡fracaso!

Los cánticos, pues, andábanse bastantes animados de nuevo, y quienquiera que estuviera en el fondo se hacía notar. Claro que, tras unos instantes de melodías siniestras y tarareos, la voz suspiró y se calmó, callándose totalmente. Ya no oíais nada, absolutamente nada. Finalmente, el de Fonseca, que se había llevado la mano a la oreja cercenada, tuvo la entereza y la fuerza para devolver el golpe a quien le hizo tamaña ofensa:

Daño: 6 (sin protección): 6 puntos de daño.