Partida Rol por web

Yo vagaba en la soledad y la calma junto a otros tantos, allá a lo lejos en la orilla opuesta empecé a vislumbrar unas figuras humanóides, parecían todos mis ancestros, mis seres queridos ya fallecidos, seria ese mi destino final... reunirme con ellos.... pero algo en mi interior me decía que el camino  no seria tan corto, aunque de seguro ese seria mi destino... algún día.. .en mi interior empezó a insuflarse un halo de vida, de fuerza, una claridad empezó a cernirse rápidamente sobre mi cabeza, la luz apareció del cielo y un estallido , un fogonazo por un segundo ciego me dejo... al abrir los ojos una cara desconocida para mi, borrosa aun, pero desconocida al fin, encima mía estaba, agitando los brazos de un lado a otro, con gasas, ungüentos y atados.... su voz grave  y su peculiar bigote eran dignas de mención, tan tranquilizadoras, tan afables.... no le conocía, pero sabia que estaba en buenas manos.. pues sentía de nuevo ese dolor algo mas amortiguado, pero aun no había desaparecido, y esas fuerzas que en sueños parecían se infinitas, aquí se habían transformado en un simple poder respirar, y con mucho dolor y agotamiento poder incorporarme levemente..... ESTOY VIVO, crei gritar al fin.....

En un último vistazo al Arrecife veis que las aguas iluminadas por Ithil entre el arrecife y la costa no estaban vacías ni mucho menos, estaban llenas de una ingente horda de figuras que nadaban veloces en dirección al pueblo.

A su vez, y desde el pueblo, empezaba a oírse vocerío y gritos de una persecución en toda regla. Recortados por antorchas, veis un grupo de individuos torpes y encogidos que andaban muy deprisa y bamboleándose en una misma dirección. En realidad, llevaban una dirección aleatoria, no exactamente hacia vosotros. De hecho, no creíais que os hubieran visto, sencillamente, debía obedecer a un plan general que consistía en cortaros la salida. Eso implicaba que todos los caminos que salían de N´gurth debían vigilarlos por igual, ya que no estarían seguros de por dónde huiríais.

No obstante, Gaelitos ya había previsto esa circunstancia y corría campo a través, lejos de cualquier camino, acercándose peligrosamente a los acantilados, donde sin duda, los pies  amorfos de las criaturas los podrían enviar al vacío más fácilmente que a vosotros. Le preocupaban más los que venían por el mar, que además era su medio...

Un vistazo atras, otro al lateral. Por detras las hordas de seres resbaladizos, por el lado, las altas melenas de piedra del acantilado, se hundian en el mar. Correr, su mente solo pensaba en correr, huir, salvar la vida... No habia tiempo para el despues, solo correr tras Gaelitos, en busca de un sitio seguro, si es que eso existia en N'gurth, o mejor dicho lejos de ella.

Los seres avanzaban por el iluminado mar, corrian desde el pasadizo que acababan de dejar, y seguramente el pueblo entero saldria a cortarlos el paso. Debian confiar en el devoto de Salmar, era su unica y ultima esperanza. Estaban debiles, heridos y exhaustos, tenian que encontrar refugio, y tenian que hacerlo cuanto antes.

Correr decían… apenas si podía ponerme en pie, y mi velocidad por muy rápida que quisiera que fuera, no ayudaría a sanar mis heridas, pero lo que se avecinaba tampoco era para quedarse allí esperando.. así pues sacando fuerzas de donde no las había, me intente incorporar trastabillando un par de veces y avance lo mas rápido que mi maltrecho cuerpo me permitía…. Con dolores por doquier, era todo un suplicio, dar dos pasos seguidos, pero por los dioses que así lo intentaría, por ellos y por mis  compañeros… en un momento que pude, dije… Gracias por tu inestimable ayuda Gaelitos, creo haber oído que te llamabas, gracias a los dioses que llegaste a tiempo…

Gaelitos os guía por una zona de maleza y escaramujo que os dificulta el paso y os desgarra la ropa atrozmente, mas a pesar de todo os alegró su presencia, pues dado el caso os podíais esconder; además, apenas ya sentíais dolor dado vuestro estado de shock, sobre todo Aërengoll, que había perdido más cordura que vida, y no sabíais como iba a acabar después de esta*.

La zona de acantilados apareció después. Antes de adentraros en esa peligrosa zona echáis un vistazo hacia atrás, mas nadie os seguía. ¡Pardiez!-balbuceaba Atandil de vez en cuando, apenas sin aliento (la cosa no estaba para endecasílabos). El muchacho parecía más ligero que vosotros; estaba más entero, era más joven y conocía la zona. ¡Y ganas tenía ya de salir con ciertas garantías de ese inhóspito lugar!, así que solía adelantarse incluso a Gaelitos, que era, como digo, quien os hacía de guía.

A lo lejos creíais distinguir un preocupante movimiento ondulante, lo que os llevó a pensar que una horda muy grande debía de estar saliendo en tropel del pueblo. La distancia era considerable y no pudisteis distinguir nada, pero no os gustaba nada el aspecto de aquella columna en movimiento. Lo que estaba claro es que el número de vuestros perseguidores era insólitamente grande para un pueblo como N´gurth.

¿Acaso aquellas insondables madrigueras rebosaban de una insospechada y no catalogada forma de vida pervertida?¿O es que habían desembarcado una legión de intrusos desconocidos en aquel infernal arrecife?¿Quiénes eran?¿Qué hacían ahí?¿Qué control tenían sobre el mar y los elementos? Esas y otras preguntas os las guardabais para formulárselas después a Gaelitos, cuanto tuvieras un momento de respiro. Si es que no os despeñabais por estos peligrosos acantilados del infierno...

-Habrá que esconderse y descansar para afrontar con garantías estos acantilados. Nos ganarán terreno, pero creo que merece la pena -dijo de repente Gaelitos, mientras jadeaba levemente- ¿Cómo estáis?¿Qué decís?

Habíais entrado en una zanja cubierta de maleza mientras avanzabais penosamente. Más allá ya sólo había roca pelada. Esta era la última oportunidad para esconderse.

Entonces, volvió ese detestable olor a pescado. El viento había cambiado de repente y ahora soplaba desde el sureste, ya que, apenas habíais parado un minuto y también se empezaban a oír horribles murmullos guturales desde la zona de la playa, hasta ahora silenciosa.

- Es el fin, vamos a morir, no tenemos salvacion, Ulmo nos manda sus ejercitos, ejercitos de aniquilacion, es el fin - La cara de Aërengoll se tornaba a mueca desesperada, demasiado habia visto el hombre de fe esa noche.

- Gaelitos, estoy cansado, herido y mentalmente agotado. Yo hare lo que tu consideres mejor. No se cuanto nos queda, ni conozco el camino, estamos en tus manos amigo. - resopabla por el esfuerzo

Al menos habian recuperado el aliento, un descanso escaso pero necesario. Aunando nuevas fuerzas se preparo para correr, aun agachado esperando la señal de Gaelitos.

- Moriremos

Maese Aerengol. digo entre quejidos... no es hora de pesimismos, pues no era peor lo que nos aconteció en el interior de aquella galería... esto en comparación será un paseo por los Campos Gladios, es mas sin duda una muerte a cielo raso y con las hijas del árbol que en aman habito mirando desde el cielo... no es lo mas vello que podría pasar en tales circunstancias?... valor y coraje que ya habrá tiempo de sanar la heridas..cof cof cof toso enérgicamente mientras esputo sangre al hacerlo....
Vamos Gaelitos, yo mismo he de valerme para trepar por el acantilado, lo prefiero a esas pestilentes criaturas....

-¡Voto a Irmo, que tiene un cuajo formidable, maese Erandil! -comenta Atandil entre jadeos- nunca se rinde, nunca quiere descansar, siempre dispuesto a continuar -por fin parece recuperar el resuello-, mas he aprendido a confiar en vuestras mercedes, así que continuemos. A ver si este Infierno acaba de una vez ¡Voto a Eru!

A Gaelitos no parece gustarle nada la facilidad de Atandil de mencionar a los Señores de Arda, mas nada dice al respecto. En cualquier caso, él ya está preparado para continuar.

-Si así lo piensan vuestras mercedes... ¡sea!¡continuemos antes de que cambie el viento y le lleve nuestro olor a esas criaturas!

me arreglo algo mi aun sangrante herida, que por momento me hace ver imágenes del cielo estrellado en mi mente... si continuemos ..coff cofff tosiendo y esputando alguna gotas de sangre que al final discurre un hilillo por la comisura de mis labios.... ya habrá tiempo mañana de descansar.... con la mirada por los suelos intento captar alguna figura larga y suficiente que a modo de muleta me ayudase a moverme sin tener que depender de mis compañeros, pues si su vida se perdiera por defender la mía eso seria algo que jamás me perdonaría....

Se dispusieron a enfrentarse al acantilado, un dificil camino de rocas escarpadas; veredas serpenteantes, si se podian considerar veredas; y una caida mortal. Aun asi resultaba mas esperanzador que lo que se les venia encima, los seres salian de las catacumbas, el pueblo e incluso del mar. No escatimaban efectivos para atraparlos, eso era seguro, tal vez sintieran una amenaza real, tal vez y mas logico, es que hubiesen coincidido en el peor momento, alguna concontracion de seres para un oscuro culto, o quizas algo peor.

Aërengoll seguia a sus compañeros, todos ellos guiados por la inestimable ayuda de Gaelitos. El sirviente de Salmar estaba fresco como una lechuga, mientras que los demas, sobre todo Erandil y el propio Aërengoll desfallecian por momentos. Aun asi,debian continuar, mejor morir estrellado contra las rocas, abajo en el mar, que atrapados por los asquerosos seres que los buscaban.

El acantilado resbaladizo por la lluvia, vuestra precaria situación y el miedo que os atenaza, dificulta sobre manera el recorrido. Incluso el propio Gaelitos parece preocupado, ya que pretendía cubrir la zona en mucho menos tiempo. A veces os abandona un instante para subir a un risco y otear el horizonte en busca del enemigo o de alguna señal de los suyos quizás.

Los que os siguen por tierra, van quedando atrás pese a todo, no así las aberraciones que tomaron el camino del mar. En algunas ocasiones teníais que acercaros peligrosamente al agua, que lamía las escarpadas rocas cubriéndolo todo de blanquísima espuma.

En una de estas, vuestros movimientos torpes entre las rocas os llevan demasiado cerca de un grupo de figuras, que creyendo oír algo también salien grácilmente del agua para encaramarse a las rocas.

-¡Al suelo!¡Agazaparos entre esas rocas¡¡Presto!-susurró Gaelitos, instándoos a esconderos de esas criaturas, que pese a no se más de una decena perfectamente podrían dar la temida alarma a sus malcarados congéneres.

a duras penas avanzamos, mis heridas no hacen sino relentizar al grupo y con ello ponernos peligrosamente cerca de esos engendros... Espero, no, ruego a Ulmo que apelando a su ira para con sus enemigos se lleve a esas bestias a las profundidades de donde surgieron... por todos los dioses doy gracias a ellos por concederme la posibilidad de ver una vez mas el cielo, pero esto parece una broma de mal gusto, un tortura no es mas que una prolongacion del tormento acaecido en las cuevas...(pienso).
POR LOS DIOSES SIENTO PONEROS EN TAL PELIGRO. DEJARME SOLO FRENTE A ELLOS Y SALVAOS VOSOTROS. TENEIS QUE CONSEGUIR LLEVAR ESTA INFORMACION HASTA PELAGIR. YO OS DARE ALGO MAS DE TIEMPO Y NO OS RETRASARE. DEJARME CON ELLOS.... (susurro)
Con las pocas fuerzas que tengo, temblando tomo mi daga y me incorporo encorvado para no ser descubiergo antes de tiempo...(pienso)

- No digais tonterias maese Erandil, no estais en condiciones - susurro en hombre de fe al paladin. - Abajo, echaos y pasaran de largo.

Rapidamente busco una hendidura en las rocas, no demasiado grande pero si justa para ocultar todo el cuerpo de Aërengoll, insto al igual que Gaelitos, a que todos lo imitaran, con suerte no serian descubiertos.

Pronto, el hedor volvió a hacerse más penetrante, y los ruidos aumentaron hasta convertirse en un babel de gruñidos, aullidos y ladridos, sin el menor indicio de lenguaje humano. Aquel aleteo y ruido de pasos era espantoso... ni os atrevíais a mirar en esa dirección.

Atandil y Brago, agazapados y con los ojos cerrados, esperaron también hasta que los ruidos se desviaron al oeste. Las criaturas optaron por no internarse en los acantilados; por precaución y porque no os creyeron tan inconscientes...

Más adelante, y tras creeros a salvo de la secta de Ossë -o Dagon, según queráis verlo ^^-, salís al camino. Gaelitos os dice que es mejor, aún entre los hombres, que nadie os vea, y seguís avanzando en subterfugio entre caminos y veredas. Rodeáis las aldeas, y tenéis sumo cuidado en puentes y zonas de túmulos. Gaelitos parece conocer bien el camino. Sólo Gaelitos se adentra en el pueblo con el muchacho para abastecerse de comida en la madrugada. También en busca de mantas y ropas secas y calientes. Y Tabaco para pipa. Pues sépase que Gaelitos es amante de fumar en pipa.

Vuestra salud mejora, fuera de la zona de acción de N´gurth, el tiempo parece haber mejorado notablemente. Y los humores son más sanos. No así vuestro agotamiento, que os hace desfallecer (aunque esta vez podéis descansar más y mejor).

Así, continuáis hasta un acantilado que se abre al mar. Con unas magníficas vistas a la majestuosa y espectacular Torre Vigía élfica de 120 metros de altura de Lond Ernil (futuro Dol Amroth). La visión de tan magnífica construcción, que alumbra y guía a los pueblos de Bien os hace recuperar parte de vuestra maltrecha cordura*.

   Tras días andando por senderos desconocidos, y eludiendo los caminos, la fuerza va regresando a mi corazón y mi ama pues la lejanía  a  cada paso mayor con N´gurth, se hace notable, aun débil por las heridas, ya puedo por mi mismo valerme y desplazarme con mas o menos soltura…
   Los cuidados de Gaelitos han sido clave para mi supervivencia pero sobre todo para el grupo entero…. Fue un milagro, llego justo como agua caída de mayo…
   Ahora mis pensamientos se ciernen en llegar a algún lugar desde el que podamos comunicarnos con Pelagir, hay que informar rápido de lo que ese maldito pueblo y sus aledaños esconden, ese peligro que vimos será de seguro solo la punta de la lanza, porque el mal que esconde presiento es mucho mayor que solo eso….
   Debemos avisar…….