Partida Rol por web

Corsarios de Belfalas

Patente de Corso - 2 - Duelo en Lond Ernil

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21/09/2010, 19:35
Director

Mapa de situación de Lond Ernil y Edhellond

 

Lond Ernil, la ciudad principesca de los barcos blancos, se oculta entre los acantilados de la impresionante península que conforma el punto más occidental de Belfalas. A sólo un día a caballo al sur de la boca del río Morthond (donde se eleva el puerto élfico de Edhellond), el promontorio protege uno de los mejores puertos de todo Endor.

Lond Ernil es la principal ciudad de Dor-en-Ernil y la gran península de Belfalas, y es el mayor asentamiento gondoriano al oeste de Lebennin. Casi todo el comercio que corre a lo largo de las costas centrales de la Tierra de la Piedra lega hasta sus muelles, incluida la tripulación del ahora maltrecho Turupanto.

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21/09/2010, 19:38
Director

Ensenada de Lond Ernil

 

Alcanzáis el puerto de Lond Ernil con las luces del nuevo día. Una vez en la dársena del puerto dejáis la galeota haradrim a cargo de las autoridades navales, que lo fondean frente a la imponente muralla que rodea la ciudad, besada por las aguas. Y el Turupanto pasa directamente al arsenal, acción necesaria dada vuestra maltrecha situación.

 

Notas de juego

Quizás este sea momento para una arenga, Veantur... xD.

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21/09/2010, 20:04
Herion

Toda la tripulación esta presente mientras, con un par de recias cadenas sujetas a sendos tornos, el Turupanto es sacado en la dársena del puerto hasta un dique seco. Contemplamos la maniobra en silencio viendo trabajar a los encargados de la maniobra. Y ya con la nave asegurada, me permito un leve suspiro de alivio.

Solo entonces me doy la vuelta y contemplo a mi tripulación. En sus rostros, se puede ver la fatiga provocada por la jornada y la pena por los camaradas caídos en batalla. Pero también, orgullo. Orgullo por que han sido los artífices de otra victoria mas de Gondor sobre los mares.

ASiento satisfecho y tras dar un par e pasos, digo.ñ

Soldados de Gondor. Hoy, habéis demostrado una vez, a través de la fuerza de vuestros brazos y el valor de vuestras almas, la audacia que caracteriza a nuestro pueblo.

Caminad con la satisfaccion que da el deber cumplido pues lo merecéis. Ante vosotros, esta la ciudad de Lond Ernil. Teneis la noche libre para relajaros.

Sonrío de una manera algo cínica pues tan soldado soy yo como ellos. Y se perfecta mente que clase de solaz pueden encontrar hombres de armas recién llegados a una urbe.

Presentaos mañana aqui para pasar revista a nuestra nave.No os entretengo mas. ¡Romped filas y disfrutad!. Pues hoy, os lo habéis ganado con creces!.

Mientras resuenan algunos vitores y la perfecta formacion que hay ante mi, se va deshaciendo. Me giro hacia mi segundo y añado.

A nosotros nos queda todavía un deber mas. Presentar nuestra lista de caídos ante la autoridad portuaria.

Me giro entonces hacia la Dama Elenezer y su guardaespaldas y concluyo.

Quizá sea conveniente que nos acompañeis mi señora. Un puerto de mar, no es un lugar acorde con los gustos de una Dama de noble alcurnia. Mucho menos, de noche.

Y cierta sonrisilla aparece en mi rostro mientras añado esto ultimo.

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21/09/2010, 20:51
Tarcil

Asiento con la cabeza ante la tarea que nos queda. Es la tarea más dolorosa y la vez la más solemne. Como segundo al mando del Turupanto es mi deber acompañar el capitán en estas duras tareas y lo hago con orgullo por Gondor y también como deferencia hacia él. Al fin y al cabo me salvó la vida cuando me encontró vagando por tabernas y tascas de mala muerte. Gracias a él volví a ser un hombre digno.

- A la orden señor - digo seriamente

Aviso a dos infantes de marina de confianza para que vigilen a los nuevos y que eviten que se metan en líos, muchos tras el fragor de la primera batalla se creen invencibles y hay que evitar esas euforias ya que conllevan a muertes accidentales o lesiones graves.

Tras recoger la lista de caídos y el albarán donde anotamos lo recuperado de la nave enemiga me acerco al capitán y le comento:

- Cuando usted diga capitán...ya está todo dispuesto...

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22/09/2010, 00:05
Director

Otra versión de Lond Ernil, que aunque parezca mentira, es más acorde con la realidad... xD

Los viajeros que visitan la ciudad suelen recordar siempre los brillantes estandartes que ondean por encima de las torres que salpican la ciudad y las murallas del castillo. Pero vuestros ojos nunca han podidoapartar la vista de la Torre de Vigía Marítima, con sus casi 120 metros de altura. Ya llevabais casi un día entero atisbándola en lontananza entre los vaivenes de la galera, deseando admirarla de cerca. Y ahora la tenéis encima, alzada en un pilar de roca situado al oeste del castillo principal. Sus cimientos élficos profundizan hasta la capa de basalto del suelo, y marcan el punto más occidental de la Colina. La Torre es con mucho la estructura más antigua de la ciudad, ya que su inveterado origen data de la Segunda Edad, como bien os había apuntado Fiaras antes de desembarcar.

Acunada por debajo de su magnífico castillo, Lond Ernil tiene una población superior a los once mil habitantes, la mayoría de los cuales son de sangre dúnedain relativamente pura. Esta población vive en tres compactos barrios conectados por unas estrechas y serpenteantes calles que trepan por las puertas y túneles tallados en el azulado granito de la colina. Cada barrio ocupa un saliente de piedra aplanado, lo que da a la ciudad una disposición semejante a las terrazas de cultivo.

La ciudadela del príncipe ocupa la parte central y occidental de la cima de la Colina, así como la loma que hay entre ellas. Casi todos los edificios están construidos con una piedra cuidadosamente cortada, y la mayoría tienen numerosos pisos. Muchas de las edificaciones que se apoyan en la ladea de la Colina se elevan todavía más, y algunas llegan a alcanzar una altura superior a los treinta metros. Así mismo, por toda la ciudad hay árboles y pequeños jardines que ocupan exiguos escondrijos, adornados con bellas fuentes situadas en los nichos más insospechados.

Los elaborados postigos, balcones, aguilones y adornos recuerdan a los viajeros la ascendencia élfica de los lugareños, de la misma forma que su colorida colección de brillantes banderas y gallardetes dan a la ciudad su merecida reputación de ciudad de caballeros e hidalgos.

Notas de juego

Para más información véase el módulo de Joc: 'Los Puertos de Gondor'.

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22/09/2010, 00:31
Director

La oficina de Intendencia de la Real Armada se haya en un edificio de tres plantas en la calle de Tar-Meneldur en el barrio del Nuevo Puerto (zona CV3 en el módulo). Hace una hora y media que aguardáis en el piso más bajo entre otra veintena de personas:  marinos de uniforme, paisanos, ancianos y mujeres enlutadas con niños en brazos. Hay neblina de tabaco y rumor de conversaciones. Y todas giran en torno a lo mismo: pensiones y sueldos que no llegan. Un guardia con el reluciente celado tocado por un cisne blanco monta guardia frente al despacho de Pagos e Intervención. Al rato, un escribiente de la Armada asoma la cabeza por la puerta.

-¡Herion de Tolfalas, capitán de la galera Turupanto!

Notas de juego

se supone que aquí estás por lo de las familias de los caídos, etc.

Bueno, y que no todos tenéis que estar juntos si no queréis. aunque ahí dependeréis de lo que diga Herion.

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22/09/2010, 09:18
Rhogar

Roghar sin decir escuchó la arenga del capitán, y al finalizar acató las órdenes de este sin mediar ni una palabra, aunque deseaba poder pasear por esa hermosa ciudad con una bella señorita, ese no era su trabajo, siguió a la joven por la calle hasta llegar a la casa de Intendencia.

Siempre la siguió a una distancia prudencial, sabía que su imponente presencia podría intimidar a Elenezer, y aun no tenía suficiente confianza con ella como para poder caminar a su lado, yo solo era un simple sirviente y me tenía que limitar a realizar mi trabajo.

Plantado como una estatua en el hall de la intendecia Roghar esperó a que fueran atendidos por alguien y a las órdenes del capitán.

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22/09/2010, 09:53
Tarcil

Espero en silencio mientras llaman al capitán. No hay mucho que hacer en este mismo momento salvo esperar, me siento en uno de los bancos de piedra que hay en la entrada de las oficinas portuarias y espero allí tranquilamente y en silencio.

Medito un poco acerca de la situación que hemos vivido recientemente. Muchos de los marinos era jóvenes y no estaban suficientemente preparados para mi entender, la verdad es que para que lo estuvieran deberían de empezar mucho antes la instrucción. En el Norte es lo que solemos hacer, desde pequeños nos enseñan a luchar aunque claro allí en enemigo está muy cerca y no poseemos las defensas ni los ejércitos de Gondor.

Espero a que el capitán termine con la dolorosa tarea de dar el parte de bajas para poder descansar y disfrutar un poco de la noche de la ciudad.

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22/09/2010, 13:02
Herion

Los tacones de mis botas resonaban sobre las suelas de marmol mientras paseo lentamente de un lado a otro esperando la llamada que nos indique nuestro acceso. Finalmente, desde el umbral de una de las puertas que se abren al espacioso salón en el que nos hallamos, y un escribano, nos reclama.

Asiento con la cabeza pues la espera empezaba a impacientarme y antes de encaminarme, miro a mis acompañantes y digo.

Demasiado tiempo habéis estado aquí. Seguidme si queréis pues quizá sea necesario mas de un testimonio para que el escriba pueda contratar opiniones.

Dicho esto, me encamino hacia el despacho desde el que he sido nombrado. Respondo al saludo del guardia al pasar a su lado y ya frente al escribano, el cual se hala sentado al otro lado de un escritorio, presento un pergamino con un listado de nombres. Mientras el escribano lo agarra, yo me limito a decir.

Bajas de la galera de combate de su Majestad Telumhetar. Todos valientes soldados que ahora descansan en los brazos de Unien. Solicito la máxima indemnización para sus familiares así como que sean registrados en los anales de la armada. Su comportamiento fue intachable, demostrando gran valor y obteniendo la victoria en alta Mar.

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22/09/2010, 14:01
Director

Entráis. Tras una mesa pequeña cubierta de legajos y pergaminos, sobre uno de los cuales hay media hogaza de pan y una botella de vino vacía, un requain* con la colorida librea de la Marina de Gondor trabaja asistido por un escribiente.

Sin levantar siquiera la vista hacia ti y tu improvisado séquito, masculla: -¿fecha?

A lo que contestas con los datos pertienentes.

Al poco, el escribiente le pone delante un libro de registro abierto y un carpatacio con papeles manuscritos. Ojea tu documento y anota con flema los datos oportunos.

-La indemnización tendrá que esperar, me temo. Se le notificará.

Después se queda esperando a que os retiréis.

Notas de juego

*caballero. En realidad no se cuadra ante ti pues tu título de capitán hace referencia realmente a capitán de barco y no a capitán de la armada de Gondor (Gaerim Arat o Armada Real).

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22/09/2010, 14:21
Tarcil

 Espero a que el capitán le de la lista al escribano y en cuanto lo veo salir me levanto para acompañarlo. Seguramente quiera cenar algo y luego podremos debatir largo y tendido la táctica a seguir en nuestra siguiente salida al mar.

Debo instruir a mis hombres para el siguiente abordaje, hemos tenido algunos fallos que no me gustaría que se repitieran en el futuro y acepto mi parte de culpa en no haberlos instruido adecuadamente.

- Bueno Herión...ya que hemos terminando vayamos a cenar algo y a tomar una buena pinta de cerveza...los hombres estarán bien vigilados para que no se metan en líos graves... - le comunico al capitán tras haber hablado antes de llegar aquí con dos oficiales veteranos.

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22/09/2010, 14:28
Herion

Una vez cumplido el tramite, a la salida del despacho, recibo un propuesta mas que interesante por parte de mi segundo. Asiento con cierto grado de energía y respondo.

Excelente idea. Nada mejor que aprovechar estos momentos de calma, antes de nuestro próximo destino. Y en cuanto a os hombres.

Ahora miro a Tarcil y tras guiñar un ojo disimuladamente, continuo.

Tienen todo el derecho a divertirse. A fe mía que se lo han ganado.

Tras estas palabras, me giro hacia el guardaespaldas de la Dama y la susodicha y con una leve inclinación de cabeza, añado.

Por supuesto, ambos estáis invitados. Creedme. Nada mejor que una cena en una posada portuaria con pescado fresco en el menú y con buen vino para acompañar.

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22/09/2010, 16:07
Rhogar

La verdad es que Rhogar no estaba demasiado cansado, ya que no había participado a penas en la batalla, aun así los días en el mar eran duros y siempre era bienvenida una buena comida en tierra firme y unas pintas de cerveza. No obstante, el trabajo del de Tolfalas era el de asegurse la seguridad de la señorita y no podía permitirse el lujo de ir a disfrutar la noche de la ciudad de los principes. Por eso se limitó a decir .- Es muy amable su invitación, pero yo me limitaré a acompañar a la señorita a donde ella decida ir .- se giró hacía la curandera y esgrimió una sonrisa y una pequeña reverencia .- ya que así es el deseo de su padre.-

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23/09/2010, 09:40
Director

Antes de nada volvéis puerto, donde todavía se amontonaban fardos de equipajes y enseres, y os despedís de algunos camaradas, tan engolfados en el juego como en las busconas de medio manto que aprovechaban el desembarco para hacer buena presa.

Como vais a estar unos días en Lond Ernil, aprovecháis para pasear por sus numerosos jardines, descubriendo que es una ciudad que se deja conocer de forma agradable y sorprendente. Altas construcciones que no os atrevéis a jurar si rinden tributo o desafían los dominios de Manwë, y numerosos e inesperados rincones, unos soleados, otros umbríos: todos de una hermosura élfica.

También os dejáis deleitar con la comida expuesta a la puerta de las tiendas: las naranjas, los limones, las pasas, las ciruelas, el olor de las especias, las salazones y el pan blanco de las tahonas, las voces familiares que pregonaban género y mercancías singulares como papel de Pelargir, cera de Harondor, vinos de Anfalas y Andrast y azúcar de Linhir.

Y como no podía ser de otra forma, os hacéis conocer en la Pulpería del Negro, un establecimiento en el barrio del Nuevo Puerto, de dudosa fama, pero con un excelente pulpo asado, sardinas en espetón y vino tinto, que os había recomendado algún fulano de la tripulación del Turupanto, oriundo de Lond Ernil, o que tal decía.

Al sargento de los soldados del duque no le hacía gracia frecuentar ese tipo de tugurios, y menos aún que acudiera la Dama Elenezer, sin embargo, se había ido tranquilizando con el paso de los días desde que partierais de Pelargir. Había visto a Herion desenvolverse en la galeota enemiga como exaltado Heraldo, y no estaba por buscarle un desaire. Así que, tras meditarlo un poco, acabó por mascullar: -me iría bien enjuagar las encías. Donde así le plazca al capitán.

Con el paso de los días, los soldados del duque se fueron relajando, y cada uno empezó a marchar a su aire: Elenezer no parecía correr peligro. De hecho, cada vez que el duro sargento anoriano había despertado en el Turupanto para el trámite de rascarse, despertado por la lluvia o con alguna madera clavada en los riñones -ya que aún estaba poco acostumbrado a las estrecheces de la vida en la galera- encontraba a Rhogar los ojos abiertos, tan claros que parecían hechos con la misma luz de la luna, y siempre muy cerca de Elenezer, mas sin osar turbarla. Cuándo dormía ese amasijo de músculos tampoco le importaba, pero en compañía de semejante cofradía, úsease, vosotros, la noble curandera no parecía correr peligro.

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23/09/2010, 09:42
Director

Así que, al tercer día, frecuentabais como de costumbre la Pulpería del Negro. Ya habíais cobrado un adelanto de lo que se os debía, después de que Alandur se pasara las horas en la oficina de Intendencia de la Real Armada. Y la camarera empezaba a coger confianza a Herion, a fe de las miradas que el capitán le obsequiaba.

Notas de juego

Decidid quiénes estáis. Podéis estar simplemente los PJs, pero también podría haber algún PNJ. Etcétera. Como gustéis.

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23/09/2010, 10:24
Tarcil

Mis días son tranquilos esperando a que el barco esté listo para partir. Me levanto temprano siempre que me es posible para poder ir entrenar un poco con la espada y alguno de los infantes de marina. Estoy siendo duro con ellos pero quiero que rocen la perfección, no quiero bajas innecesarias en el próximo abordaje.

Todos los días le comento al capitán los progresos de los soldados por si quiere concretar algo o sugerirnos la práctica de alguna maniobra necesaria. El conoce más maniobras que yo en alta mar y su consejo siempre es buen recibido.

Como en su compañía todos los días, intento comer carne y verduras ya que normalmente es lo que menos tenemos a bordo, además la carne en salazón termina cansando así que mejor aprovechar y hacer un acopia real de fuerzas con comida fresca y de cierta calidad. Por las tardes suelo pasear por los muelles y siempre que puedo me acerco a supervisar la reparación del buque y siempre que voy me encuentro al capitán allí. Tras tres días empiezo a querer zarpar, no porque lo esté pasando mal en tierra sino porque empiezo a cogerle cariño a este modo de vida y no quiero acostumbrarme por eso siempre intento estar en movimiento. No quiero echar de menos el Norte.

Me dirijo a la Pulpería del Negro donde espero poder llenar mi estómago y poder charlar con el capitán a ver cuando zarpamos.

Notas de juego

 Yo estoy.

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23/09/2010, 14:14
Herion

En estos días, no he faltado ni un solo amanecer en hacer una visita a los astilleros en donde el Turupanto es reparado para su próxima misión. Y siempre, tras recibir el informe pertinente sobre el progreso de las reparaciones, marchaba a reunirme con mis compañeros. A veces encontrábamos a hombres de nuestra tripulación por los tugurios del puerto. Una circunstancia, que siempre me alegraba el animo.

Y naturalmente, era fácil hallarme en mi local favorito. Favorito no precisamente por su comida, si no mas bien, por la camarera que nos servía.

Pero a pesar de disfrutar del ambiente relajado de la ciudad, toda la tripulación sabia que este era un breve receso en nuestras obligaciones. Por tanto, me suponía un motivo de orgullo personal, no haber tenido que ir a los calabozos del castillo de la guardia, a librar a algún miembro de la tripulación.

A lo largo de esos días, también presto atención al entrenamiento de nuestra nueva tropa pues cuanto antes alcanzaran el grado de disciplina necesario para servir en una Galera de combate, antes podrían cumplir con su servicio hacia Gondor con las máximas posibilidades de supervivencia.

Y así iba transurriendo el tiempo. Tiempo que nos acercaba inexorablemente, hacia nuestra siguiente singladura.

Notas de juego

Por mi, como querais gente.

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23/09/2010, 17:34
Rhogar

Rhogar había pasado los días intentando tener controlados los movimientos de la doncella, aunque siempre a la distancia, he intentando respetar su intimidad al máximo, siempre que se alejaba de ella demasiado su mirada estaba posada en su pulsera, pero solo era así cuando era imprescindible. Aquellas largas jornadas paseando por la ciudad con ella, estaban aflorando en el corazón de Rhogar un sentimiento de amistad, empezaba a coger confianza con ella y eso podría volver peligroso.

Aquel día Rhogar había siguido a la joven noble como hacía cada día.

Notas de juego

Yo voy donde vaya Elenezar! así que espero a que se prununcie!

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24/09/2010, 20:25
Director

La vista os traiciona al intentar revolverse hacia el escote de la camarera cuando se inclina a servir la mesa y la blusa insinúa, moldeados por su propio peso, unos volúmenes grandes, morenos y llenos de misterio. Mas de repente, su sonrisa desaparece de su cara y se aparta presta para alejarse hacia la barra. Cuando alzáis la cabeza para ver qué ha podido espantar a tan afable camarera os topáis con una figura que se ha parado a pocos metros de vosotros y que alza la voz entre el bullicio de la taberna:

-Me llaman Rondalph, como el pueblo que me vio nacer, no muy lejos de aquí, en la costa de Anfalas-dice el tal fulano. Tiene una gran hombrera pavonada en negro y filigrana de oro, botas de ante y un pañuelo rojo atado a la cabeza, al modo de los corsarios de la Bahía de Felaya. Grande, seis pies de altura. Avanza hacia vosotros con gran bullicio de hierros al cinto, cual duende en armería. Cruza su cara una sonrisa irónica que no acaba de delatar sus intenciones. Parece un fulano peligroso.

-Tengo algo que interesará saber a vuestras mercedes.
-Pero nada diré en ayunas, así que agradeceré que vuestras mercedes me inviten a un buen refrigerio. Pero no en este tugurio de mala muerte, si no en la hostería de Haldarion, famosa por su cordero a la miel y por el guiso de carrillada de puerco, y que no está muy lejos de aquí.

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24/09/2010, 20:33
Herion

Estaba yo diasfrutando de la cena y de el servicio de una camarera de rasgos y proporciones acordes con mi gusto y maneras, cuando he aquí, que un suceso inesperado, espanta a la grácil criatura.

Frunciendo levemente el ceño, cruzo una mirada con Tarcil mientras extiendo las piernas y me inclino un poco a la derecha para facilitar desenvainar mi espada.

Nada digo o hago mientras un desconocido, se nos presenta y nos habla. Y una vez que ha dicho lo que tenia que decir, cruzo otra mirada con Tarcil y respondo.

Para aceptar un trato como este, primero hemos de saber mas de ti. Pareces un hombre curtido. ¿Donde has servido?. Y digamos que no estaría nada mal que tus palabras fueran convincentes o bien, que haya alguien, de reputación conocida, que pueda corroborar tu historia.