Partida Rol por web

Corsarios de Belfalas

Patente de Corso - 3 - Las galeras de la religión

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25/10/2010, 20:09
Elenezer

Miraba a mi alrededor, escuchando el traqueteo de los pasos en las amplias salas y pasillos. Cuando llegamos a la sala donde nos estaban esperando. Su grandeza...oh, por fin íbamos a encontrarnos con hombres de verdad, y no aquellos paladines que se reían de las damas, y ¡¡en sus narices!! Que desfachatez.

Me coloqué bien los velos, me atusé la ropa y puse mi mejor sonrisa, mi mejor gesto cuando fui a entrar en la sala.

Entré en la sala y miré a ver quién era aquel que tan enorme título poseía, al que tan bien se dirigían. Agaché la cabeza nada más verlo.

Los hombres iban hablando y yo, callaba y escuchaba, tratando de no abrir la boca ni los ojos cuando fueron diciendo, uno tras otro, los títulos y parentescos. ¡¡HEREDERO AL TRONO!! ¡¡¡¡¡¡¡Y YO CON ESTOS PELOS!!!!!!! Tragué saliva y traté de que el olor a barco, a pez, a sal y a inmundicia náutica no fuese demasiado evidente en mi. Es justo en estos momentos cuando yo añoro haber tomado un buen baño. Si es que debería pedirles una tina a esta gente, llevarla a mi camarote, para poder estar aseada...y perfumes, perfumes también, para tapar el olor a sal...y un corsé...porque claro, eso siempre realza de donde tien que realzar para cuando una se encuentra con hombres como el que agora nos recibe...pero para podérmelo poner debería tener una doncella que me ayudase a vestir...

¡¡Ay Eru!! ¡¡Que desastre!! ¿Nos marcharemos pronto? porque este es el tipo de gente con la que una chica como yo debería relacionarse. Cuando le diga a Padre que he conocido a un heredero al trono...¡¡cuando se lo diga a mis amigas!! ¡¡Se mueren de envidia cochina!! jujuju.

Sonreí suavemente al joven y cuando todos se inclinaron, hincando sus rodillas en el suelo, yo hice uan perfecta reverencia, que esperé siguiesen todos los allí presentes. El que no se arrodillase o era tonto o no sabía muy bien con quién estaba...vamos, que era tonto.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: Suerte
Resultado: 2

Notas de juego

No la vemos...

PERO POR QUE SACO ESTOS MALDITOS DADOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! CAWENLAPUTEN!!!!!!!!! ya me he quedado sin marido!!! mierda!!! joder, que asquito de dados... >___________>

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25/10/2010, 21:03
Director

Notas de juego

ja, ja, Lissuin. Pues no, el príncipe no te conoce, ni a ti ni a tu familia. Oportunidad perdida... xDD.

por cierto, ya se ve la imagen :)

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25/10/2010, 21:29
Elenezer

Notas de juego

Tu dame tiempo, Pi, un par de días, que yo lo pongo al día : D

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25/10/2010, 23:39
Herion
Sólo para el director

Notas de juego

Y un joven príncipe de la casa de Anarion va a estar, precisamente, en la fortaleza esta situada en tan curiosa isla.

Ponte en contacto con Amanaris y que explique lo que es una Mary Sue de esas. Te resultara interesante.

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26/10/2010, 00:52
Director

Notas de juego

Esta sólo de paso, curiosidades de la vida. Buscando experiencias y curtirse. tiene la insolencia y la temeridad de la juventud. hubo nobles muy valientes en la historia, muchos de los cuales murieron. y este va con los paladines de Ulmo, a cuyo lado los soldados de Gondor son mariquitas... xD. Tú cómo te crees que estos grandes reyes llegaban a ser tan buenos guerreros??? entrenando en el salón de casa?? xDD. en realidad es muy fácil decir que los príncipes y reyes eran grandes guerreros (en la mitología de tolkien todos lo son) aunque la verdad es bien distinta, los reyes y los príncipes eran unos flojuchos corruptos. pero bueno, este en cuestión se lo va a currar... porque huevos tiene unos cuantos, como pronto comprobarás... xD. en cuanto a la isla, no es tan curiosa. en menos de un año será territorio de Gondor...

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26/10/2010, 00:56
Director

Con el trato distante aunque sencillo y educado del príncipe Ondoher, pareció serenarse la bahía. Pronto se entró en detalles sobre asuntos mercantiles: fletes, derechos de aduana, barcos, y asuntos de guerra y batallas, con lo que empezasteis a calmar los nervios iniciales. No tardaron tampoco en servir la cena un par de chambelanes de la Casa del Príncipe. Todo muy ceremonioso. Una excepcional sopa de mariscos y pescados de la zona y un delicioso guiso de venado acompañado de un vino del propio monasterio -adjunto a la fortaleza- hecho con miel y azahar. Y de postre dulces y golosinas élficas -regalo del Príncipe de Edhellond- que Ondoher se dignó a compartir con todos los presentes.

-Señores -anunció Ondoher en una de estas, levantando su copa engarzada en joyas- creo que es divina la providencia que nos ha traído hasta aquí a estos caballeros... y señorita-apuntilla galán, sonriendo majestuosamente a Elenezer, que se ruboriza por momentos. El resto emula su gesto -los que tenían las copas vacías hacen un gesto para que los atentos chambelanes las rellenen- aguardando un anuncio del Príncipe que no esperaban, por las caras que ponen- Y creo que con su inestimable ayuda podremos sin duda acometer la tarea que se nos estaba resistiendo por falta de personal.

Los presentes se miran entre sí. Evidentemente, los paladines que venían con vosotros no saben a qué se refiere el Príncipe. Por fin, el Mentor de la Orden de los Caballeros de Tulkas hace acopio de valor y se decide a replicar: -Pero Su grandeza, nosotros no disponemos actualmente de galeras, y únicamente podríamos aportar hombres para tan arriesgada gesta. Estamos demasiado lejos de...

-¿Qué queréis decir, mi buen Gurandur? Para un soldado gondoriano, su oficio es su honra. Y yo soy un soldado gondoriano antes que Príncipe. Qué mayor honor que masacrar enemigos bajo nuestras tres banderas -se refiere a la de Belfalas, a la de Dor-en-Ernil y a la del Tridente de Ulmo- ¿no lo creéis así, Galandur?

-Pero Su Grandeza no debería correr tanto riesgo innecesario-
contesta el aludido Galandur.

-Muchos son los reyes y los príncipes dúnedain que han caído en batalla. Por qué no podría ser yo uno más...

-Su juventud...

-Mi juventud déjemela a mi, buen Galandur -replicó enérgico Ondoher pese a su mocedad- Vuestra merced también fue joven, y si no recuerdo mal, rindió la fortaleza de Bar Númendur asaltándola por la noche con sólo cien soldados -había sido tomada por más de mil sarracenos -os aclara a vosotros- Y sólo quedó vivo uced si mal no recuerdo. No olvidará que a la mañana siguiente llegaban refuerzos y que podrían haberla tomado más cristianamente*...

-De eso hace muchísimos años, Señor, Su Grandeza ni siquiera había nacido... -replica Galandur sonrojado por momentos.

-¡Pero ya ve que estoy informado! -el Príncipe apenas le había empezado a salir la barba pero era tenaz y no se amilanaba de verbos- ¿qué opinan nuestros invitados? ¿Debe combatir un Príncipe de Gondor junto a sus hombres -en las mismas batallas que combaten estos-, o debe permanecer altanero en la lejanía y a salvo de riesgo... y honra?-Lleva un cinto con la efigie de Ossë también pavonado en lo que parece acero plateado, y con filigrana en relucientes tonos metálicos que le da un aspecto de caballero de leyenda.

Notas de juego

*hemos traducido lo mejor posible la frase original de Ondoher... xD.

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26/10/2010, 08:43
Tarcil

Observo en silencio la escena. La verdad no soy muy dado a la charla de salón, y menos ante un miembro de la dinastía gondoriana. Mejor callar y escuchar atentamente. Quiere luchar junto a sus hombres como los reyes del Reino septentrional, eso le honra. Nunca entendí a los reyes que se ocultan tras sus legiones de soldados. Ellos debería luchar al lado de los suyos ya que su sangre es la baña la tierra conquistada.

Me cae bien este Ondoher...espero que tenga una vida larga y próspera...aunque algo me dice que no la tendrá aburrida...por sus venas corre sangre de soldado...

Tengo ganas de contestar y decirle que un rey ha de ganarse a sus hombres en el campo de batalla, que además de rey es líder de su pueblo y general de los ejércitos pero no por el derecho al trono si no por la valentía que debe arrojar ante los enemigos de su pueblo...pero me controlo y evito hacer comentarios. Hay gente influyente de Gondor presente y mejor no meter la pata.

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26/10/2010, 09:21
Rhogar

Rhogar estaba atónito ante todo lo que le estaba sucediendo, el no estaba acostumbrado a tanta majestuosidad, esas salas tan grandes con decoración austera pero de gran belleza, iba caminando mirando cada uno de los detalles como un niño que entra por primera vez en una galera de guerra.

Esa noche tenía el placer de compartir y conocer al mismisimo heredero al trono de Gondor, el guerrero puso en práctica toda la galanería que había aprendido con el trato con cortesanos, como el padre de Elenezer.

El anuncio del principe cogió a los Paladines despistados, los estaba lanzando contra alguna empresa que ni ellos se imaginaban o esperaban. Una pequeña sonrisa se dibujo en la cara de Rhogar, divertido ante esa situación, pero ocultandola a todos tapándose con la servilleta, si que tenía agallas el muchacho y creo que más agallas tiene nuestro capitan y tripulación, por lo que alguna escaramuza se avecinaba, mi mirada se cruzó con la del capitán, esperando que él como comandante de todos nosotros hablara de nuestra parte.

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26/10/2010, 20:01
Herion

Y he aqui que ante nosotros, aparece nada menos que Ondoher. Príncipe heredero del trono de Anarion en linea directa. Nada menos que el actual bis nieto del actual Rey, Telumehtar.

A la manera de Gondor, cruzo los brazos sobre el pecho e inclino la cabeza para saludar al joven heredero.

Un honor inesperado el que recibo en esta estancia Sire. Que vuestros días sean longevos y fructíferos.

Tras decir esto, me cuadro y, habiendo recibido la venia del heredero, Ecucho en silencio la charla que acontece. Hasta que un detalle en particular, me llama la atención. Miro a los rostros de los mios cruzando mi mirada con la de Rhogar, tras un leve carraspeo con el que llamo la atención de los presentes, digo.

Yo, evidentemente, no soy quien para juzgar la juventud del joven vástago de la estirpe de Anarion.  Niel grado de entrenamiento que haya podido recibir. Después de todo, se halla a muchas millas de la corte de Minas Tirith. Y, supongo, que estará aquí con el beneplácito de sus mayores. Tan solo me compete anunciar que como soldados de Gondor que somos, estamos al servicio del joven príncipe para acometer la misión que nos designe.

Dicho esto, miro de cierta manera inquisitiva al joven cachorro que tenemos delante. Pues si bien nadie pone en duda su temple, otra cuestión distinta es su experiencia. En cualquier caso, me encojo mentalmente de hombros pues el deber de un soldado, no es cuestionar a sus superiores precisamente. Por tanto, me limito a añadir.

Y exactamente, ¿cual es ese cometido que se os resiste sire?.

Notas de juego

Ondoher. Muerto finalmente en combate contra los Aurigas en la batalla al norte de la Dargolad. Junto a el, murieron sus dos hijos Artamir y Faramir. Por tanto, el trono de Gondor quedo vacante y fue cuando se produjo la reclamacion a través del palantir de Fornost Erain por parte de Arveudi ultimo rey de Arthedain, de la casa de Isildur.

Finalmente, la corona alada de Gondor, fue entregada al pariente de Ondoher, Earnil, general victorioso en aquella guerra. Que acabo coronado Rey de Gondor. Me sigue pareciendo fuera de lugar, que Ondoher aparezca por aquí. En este año, no es mas que un pipiolo que se dedica a entrenar en Minas Anor. Hay muchos otros candidatos mas aptos para su aparición. Pero en fin, si te ha dado por ahí, pues vale.

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26/10/2010, 20:26
Director
Sólo para el director

Notas de juego

Los personajes de tolkien suelen ser intocables, pues ya tienen su historia descrita por el maestro. no obstante, hay algunos de los que tolkien no habló demasiado y dan más juego. Aún así, yo he elegido a este para darle un papel especial. antes los nobles mandaban a sus hijos a la marina, al ejercito o a un convento. Así que Ondoher pudo perfectamente ser entrenado como paladín en la Tierra Media de Rolemaster, ¿por qué no? además de que la dinastanía de Anárion, con su padre y su abuelo al frente ya tiene de sobra para que Gondor no se quede sin rey tras telumehtar... xDD.

También debes recordar que en la antiguedad, los grandes almirantes -todos ellos nobles menos el gran Antonio Barceló y poco más- se curtían en los navíos poco a poco, empezando de guardamarinas. Muchos  a los 13 y 14 años (también pajes y grumetes). Evidentemente, en esas épocas. Así, perfectamente, los 22 años de Ondoher pueden coincidir con los 13 de un hombre normal; simplemente he optado porque sea un superdotado. y bueno, más a salvo que entre los paladines de Tulkas y con dos galeras de paladines de Ulmo no te creas que se puede estar... xDD.

si sigue sin parecerte bien... doy por hecho que no os plazca todo lo que os vayáis a encontrar en Corsarios de Belfalas. pero es mi deber poner mi toque en la historia de tolkien... xD.

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26/10/2010, 20:50
Herion
Sólo para el director

Notas de juego

Vale. Pero saca a Arciyas mismamente. Hijo menor de Telumehtar. Inventate a algún hijo de Arciyas, pues su estirpe continua, saca algún descendiente de Telemnar, como dije antes, saca a Calimethar, el hijo de Namarcil, Padre de Ondoher. O que leches, convierte en Dama guerrera a la hermana, me parece que mayor, de Ondoher.

Sera por opciones. Ahora bien. ¿Un crío suelto por aquí?. En fin, ya te digo que es tu elección.

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26/10/2010, 21:02
Director
Sólo para el director

Notas de juego

¡uy! pero es que donde yo miré no tenían más hijos, sólo uno cada uno. en cuanto a Calimehtar es mayor, y yo quería a alguien muy jovencito. pero ya te digo que esto es la tierra media de rolemaster, bien podemos imaginar a un Ondoher un poco más mayorcito. y te repito que en la dotaciones de navíos había verdaderos críos. de hecho había un aley que si tenían pelos en los aparejos ya podían ser ahorcados, y si no, pues no (así que había críos que incluso ni les habían salido pelos en las pelotas, no te digo na...). Y Ondoher, de la casta de Anárion, era mucho dúnedain, y más que he querido hacerlo yo...

en cuanto a Telemnar murió en el 1636 de la TE, así que difícilmente pueda ponerlo; y Arciyas no sé de dónde lo sacas xDD, y una mujer no me cuadra para almirante de una galera xD. si es que está todo pensao... xD.

 

Y por cierto, marca los mensajes como sólo para el director, no aburramos a la gente... xD

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26/10/2010, 21:19
Director

El duque de Ostara os pone al corriente de la misión, mirando de reojo a su Príncipe para ver si en algún momento del discurso entra en razón y se echa para atrás. O lo pospone hasta una posible llegada de refuerzos. Mas no parecía cambiar un ápice su semblante: altivo, inescrutable y obcecadamente decidido. Más parecía modelo para escultura que meditara los pormenores de la gesta.

El caso es que se habían visto numerosas embarcaciones haradrim por la zona en el último mes. Y sus fechorías y saqueos habían aumentado. Hasta conseguir que los pueblos gondorianos costeros de más al norte se hallasen todos abandonados, con la consiguiente pérdida de tierras prósperas.

Mas parece que se había avistado por fin a los verdaderos responsables en las cercanías hacía bien poco: y por la informaciones, eran cinco galeotas haradrim y una galera númenóreana, así como pequeños bajeles de apoyo y reconocimiento. Parece que habían conseguido convencerle -por bien poco... xD- de que dos galeras -aunque fueran galeras de gran porte y de los paladines de Ulmo- no eran suficientes para rendir a tanto sarraceno, pero vuestra llegada pareció darle nuevos ánimos...

Quizás no había sido buena idea meterle en la cabeza todas esas ideas de que un soldado gondoriano valía por cinco cobardes mornumedain y era cinco veces más valiente. Eso sin contar a los haradrim, de los que ni siquiera se reconocía su pabellón.

Así, al peligro del número y osadía del enemigo había que añadir la posibilidad de que se hubieran sumado más navíos al contingente. Aunque también podría haber ocurrido al revés. Estaba claro que las temibles galeras de la religión eran el azote de toda la Bahía de Belfalas; odiada por cuantos profesaban la fe de los haradrim; la de Tulkas era la última de las grandes órdenes militares de las guerras de la Religión (contra Harad). Las otras dos eran la de Ulmo y la de Eönwe. Y no cabía duda de que los paladines de Ulmo de Pelargir eran los que tenían el honor de serlo en la mar. Y más en estos tiempos, desde que el osado Príncipe Ondoher los lideraba.

El Príncipe ansiaba honores y necesitaba méritos, además era valiente guerrero y bien instruido paladín. Mas todos temíais que más instruido en los conceptos teóricos y filosóficos que en el arte real de batallas navales; aunque todo sea dicho que iba bien asesorado -que se podía estar más a salvo entre los muros de la fortaleza principal de los paladines de Tulkas que entre las conspiraciones de palacio allá en Pelargir, o en Minas Anor. Y no sabíais si era inconsciencia de mocedad o estaba obnubilado por quién era y a qué representaba, y lo que se esperaba de él -sería intolerable la más mínima mácula de cobardía en la estirpe de Anárion- pero no parecía ver el peligro de enfrentarse a tanta embarcación enemiga en sus propios dominios. Vosotros sólo seríais tres, y el Turupanto ni siquiera era una galera de gran porte. Aunque todo fuera dicho de paso: mayores gestas y más peligrosas se habían realizado a lo largo de la historia...

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27/10/2010, 11:36
Elenezer

Pasé toda la cena mirando y callando. Si bien me hubiese gustado presentarme y hablarle de mi familia, no era el momento propicio ni el lugar adecuado: yo era una mujer y esta. definitivamente, era una conversación de hombres.

El joven tenía ímpetu, fuerza, aunque cuando se tiene demasiado de lo primero y se piensa que demasiado de lo segundo, no es un buen final el que le espera al guerrero...Un escalofrío me recorrió entera y me santigüé mentalmente, regañándome por un pensamiento tan funesto...Era un heredero al trono de Gondor, si hacía falta vendrían los mismísimos Valar a ayudarle en combate contra los infieles.

Cuando Su Grandeza preguntó a lso presentes si debía o no combatir. Me limpié la boca con la servilleta y esperé las respuestas de los hombres. Por supuesto, a no ser que me inquiriera personalmente no iba a decir nada. Soy una mujer, no entiendo de guerras, y menos aun si esta implica mandar a tan joven y apuesto heredero a luchar en ella...aunque si él decía que era su obligación ir, amén a sus palabras, que para algo tenía ese rango y nosotros no...Ya se entretendrían sus allegados en disuadirlo si hacía falta.

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08/11/2010, 09:06
Tarcil

Estoy atento a las conversaciones aunque no intervengo mucho, soy de los que prefieren escuchar antes que hablar. Parco en palabras sería una forma de definirme aunque normalmente soy más hablador con mis hombres que con los nobles, seguramente debido a mi educación.

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08/11/2010, 13:36
Rhogar

La cena estaba siendo más amena de lo que me había parecido en un principio, las palabras del joven heredero inundaban cada uno de los rincones de la sala y su convencimiento y fe de que era una batalla ganada no conseguian llenar en demasia los corazones de esos caballeros y nobles, la batalla parecía perdida de antemano poniendo algo de razón a todas aquellas palabras. Arrugé mis pobladas cejas al terminar de contar los planes el heredero, me estaba empezando a preocupar, sin comerlo ni beberlo el Turupanto y si tripulación estaban metidos en un callejón sin salida, donde en la pared del fondo esperaban dos destinos, o el mundo subacuatico o la gloria de la victoria.

Mi misión en ese barco había sido hasta ahora la de proteger a la dulce curandera y en la última batalla con Haradrim en el mar no había tenido que intervenir, pero un mal augurio pasaba por mi cabeza, por lo que tendría que tener mi espada y mi lanza esta vez bien afiladas, por que de bien seguro que tendría que participar esta vez.

Dejé los cubiertos sobre el plato al terminar la deliciosa cena y miré disimuladamente mis compañeros de mesa y al cruzar la mirada con la dulce Elenezer la sonrei intentando ocultar de todas todas mi preocupación en mi semblante, estabamos ante el reto más peligroso en mucho tiempo y eso hacía sentirme orgulloso de poder participar en él, però preocupado por el futuro de mi protegida.

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08/11/2010, 19:35
Herion

En el curso de la cena, presto atención a los distintos argumentos, ya sea a favor o en contra, sobre la intervención del joven hijo de la casa de Anarion en un posible combate. Pero puesto que yo ya he mostrado mi parecer, me limito a disfrutar de la cena y, una vez que he acabado con el plato, deleitarme con na copa e buen vino blanco. Un excelente colofon para una velada en estas latitudes.

De vez en cuando, miro a alguno de los interlocutores del debate. Pero permenezco en silencio pues no quisiera coartar al heredero de Anarion, de mostrar su carácter si así le place.

Y el tiempo continua transcurriendo mientras que el contenido de mi copa, mengua. Ni siquiera la mención a la disparidad de fuerzas, me saca de mi mutismo. Como soldado de Gondor que soy, es mi deber obedecer las ordenes. Tan solo espero que estas, no tarden demasiado en llegar. Pues para mi, mi misión esta cumplida. Y por lo tanto, tan solo espero la próxima misión.

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08/11/2010, 21:51
Director

-Bien, caballeros, su mutismo es la mejor de las respuestas. Mañana en la amanecida partiremos. Buscaremos a esos infieles enemigos de los valar y daremos con sus huesos en las profundidades del mar. Eso es todo. Ha sido una agradable velada-y diciendo esto, el Príncipe se levanta y se retira a sus aposentos, imitado por el resto de comensales. Uno de los paladines os indica donde están vuestros aposentos. Unas estancias sobrias y pequeñas, pero con un jergón bastante cómodo.

-Ya lo han oido vuesasmercedes. Mañana después de maitines* se harán los preparativos para partir. Que Manwë y Ulmo velen por nosotros-y sin más de despide deseando buenas noches.

Notas de juego

*Maitines es la hora más temprana del amanecer y que sirve de rezo en los servicios matutinos de los religiosos de Tierra Media.

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15/11/2010, 12:12
Tarcil

Espero a que salgan los altos cargos de la sala antes de retirarme yo, los despido con una leve reverencia para mostrar mi respeto. Tras su marcha me quedo pensativo, partiremos mañana con las primeras luces del día. Hoy dormiré en tierra firme, y la verdad es que me apetece descansar en una mullida cama. La comida ha sido excelente y eso siempre anima a un hombre como yo, el problema es que nuestros hombres no han podido probar semejante manjar y eso me apena. Siempre me ha gustado compartir todo con los soldados, a pesar de haber nacido noble no uso el "derecho de nacimiento" como distinción, lo único que uso es el coraje. Y frente al enemigo todos somos iguales.

- Capitán, creo que será hora de retirarnos a nuestras habitaciones. Mañana tenemos que partir y por lo menos en mi caso no me vendría mal estar descansado...

Dicho esto espero la respuesta del capitán para poder retirarme a la habitación que me ha sido asignada aunque creo que deberán indicarme cuál es.

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15/11/2010, 13:43
Herion

Cuando el heredero de la casa de Anarion se retira, me levanto y saludo a la manera de Gondor. Permanezco en pie hasta que abandona la sala en la que hemos cenado y antes de que pueda hablar, escucho las palabras de mi segundo al Mando.

Totalmente de acuerdo amigo mio. Es hora de descansar pues mañana, nos espera una jornada interesante cuanto menos.

Tras estas palabras, me giro en dirección a los paladines de Tulkas y tras una inclinación de cabeza menor, naturalmente que la que he dedicado al Heredero al Trono, añado.

Con su permiso, los miembros de mi tripulación y yo mismo, marchamos ahora a nuestros aposentos. Agradezco la velada y la amena conversacion de la que hemos formado parte.

Sin mas dilación, tras las consabidas frases de cortesía, me retiro de la sala y me encamino hacia los aposentos que se nos han asignado. No tardo en llegar ante una puerta de roble que se abre a lo que parece mas la celda de un monje que la habitación de un castillo. Pero con un encogimiento mental de hombros, tras dejar mi equipo al lado de un camastro, acabo por tumbarme boca arriba. Y habiendo tenido la precaución de cerrar la puerta, puedo ponerme a roncar a gusto. Pues se que mis gruñidos, bien podrían pasar por los de un Valaraukar de tiempos pretéritos.

Tras unas horas de descanso, antes incluso de que los primeros rayos del sol, anuncien el nuevo día, estoy ya en pie. No tardo nada en equiparme y con paso decidido, abandono la habitación y bajo por las escaleras del ala del castillo hasta el acceso al patio principal. Allí respondo a los saludos de las gentes con las que me cruzo y no tardo en atravesar las puertas de la fortaleza para dirigirme al embarcadero.

Suspiro satisfecho al ver al Turupanto. En perfecto estado de revista naturalmente. Y en un par de zancadas, no tardo en subir a bordo de mi nave. Saludo a los tripulantes de la misma y espero que hayan tenido una velada tranquila. Pues en un lugar como este, poco esparcimiento de otro tipo podrán hallar.

Y tras pedir a uno de los marineros un cubo atado a un cabo, lo arrojo por la borda. Inmediatamente lo izo y me lo arrojo por encima. Nada mejor que un buen roción de agua de mar para espabilar y empezar un nuevo día.

Y ya listo y alerta, voy dando las ordenes pertinentes para estar preparados para zarpar.