Partida Rol por web

En medio de la nada, aparece un mecanismo gigante, una especie de castillo lleno de mecanismos de relojería, tuercas gigantes y ciclópeos tornillos. En medio de todo ello, un telescopio más grande que una torre de castillo.

-Pocos humanos han llegado a ver esto. Bienvenidos al Observatorio, el centro de la rueda cósmica.

Mientras os acercáis veis que hay poca gente en las calles. Githyankis, mercanos y constructos parecen ser los únicos habitantes.

-Debéis llegar al centro del Observatorio y preguntar por el Ojo que Todo Lo Ve. Él sabrá encontrar lo que buscáis. Pero debéis tener cuidado, ese ser no quiere dinero ni joyas por aceptar un favor, pide cosas realmente extrañas. ¡Ah! Y por último, la atmósfera de este lugar vuelve loco a cualquiera. No tardéis mucho u os quedaréis atrapados para siempre en una pesadilla infinita. Cuando hayáis encontrado la respuesta, simplemente volved a usar la tarjeta.

Después de escuchar las advertencias e indicaciones de Amazo Tryggale, Raunix observó todo el entorno que los rodeaba. No solía quedarse impresionado fácilmente pero esta era una de esas ocasiones. Apenas unos segundos después su cerebro reaccionó a las indicaciones y al tiempo finito del que disponían.

-Debemos de apresurarnos, vayamos al centro del Observatorio, localicemos al Ojo que Todo Lo Ve y espero que lo que llevamos con nosotros sea suficiente para encontrar lo que hemos venido a buscar.

Hardem se quedó asombrado al ver aquel castillo en el centro de la rueda cósmica. Aquel lugar. Aquel lugar era intrigante y mortal. Debían ser rápidos o perecerían en aquel lugar. 

- Esta bien, debemos darnos prisa y encontrar a ese ojo que todo lo ve lo antes posible. Vamos hacia el castillo Raunix, y sea lo que tenga que ser lo que ese ser nos pida. Esperemos que no sea una ballesta. Le dijo bromeando.

-Jajaja, por lo menos es bueno que no has perdido tú sentido del humor. Seamos veloces, ya noto como mi cabeza no recibe el oxígeno con la rapidez necesaria para tener claro los pensamientos.  Espero que no sea difícil encontrar al Ojo que Todo lo Ve.

El grupo se puso en marcha hacia el centro del Observatorio.

- Cierto. dijo ya más serio, esta atmosfera, la siento más pesada avancemos lo antes posible antes de que nos perdamos en nuestros pensamientos.

Avanzáis hasta el centro del Observatorium y una vez allí subís las escaleras hasta llegar a lo alto. Una vez allí os encontráis a un hombre de larga barba junto a un enorme ser que flota en el aire. ¡Un Beholder! La mítica criatura que sale en todos los cuentos para no dormir, solo que éste era más grande y, por suerte, más amigable.

-Bienvenidos al centro del multiverso, jóvenes aventureros. Soy el Observador, también conocido como el Ojo que Todo lo Ve.

Os dais cuenta que el ser no habla sinó que usa al viejo humano para transmitir sus palabras.

-¿Cómo han llegado aquí un humano y un morador de las sombras? ¿Y por qué motivo? Me llama el Ojo que Todo lo Ve, pero me temo que eso es solo un eufemismo. La verdad es que veo solo lo que deseo ver y aunque tengo muchos ojos y jamás duermo hay demasiados planos para vigilar solo.

No tardaron mucho en llegar al observatorium y cruzar sus puertas. Desde ellas pudieron observar unas escaleras en el centro que llevaban a un piso superior. Quizá allí encontraran lo que buscaban. Tras subir las escaleras se encontraron con algo que sorprendió a Hardem e hizo que Cecil se pusiera tras él, inseguro, muy inseguro. Un Beholder se alzaba en el aire flotando ante ellos, no pensaba que en su vida se encontraría con uno de ellos, pero allí estaba en todo su esplendor. Había oído que eran malvados sin embargo este no lo parecía. Un hombre se encontraba de pie a su lado y Hardem supuso al escuchar las palabras que profirió que ese hombre hacía de boca para el Beholder.

- Gracias por el buen recibimiento observador, yo soy Hardem, junto a mi se encuentra mi amigo Raunix y tras de mi la fiel Cecil. Es un honor el que nos reciba en este momento de apuro para uno de nuestros compañeros. presento Hardem al grupo. El Observador volvió a hablar haciendoles preguntas y era el turno de ellos el responderle.

- Aparte de aventureros formamos parte de la Compañía Interplanar Amazo Tryggale, llevando mercancía a través de los planos. Hemos pedido ayuda al capataz de la Compañia de Amazo debido a que la vida de un querido amigo está en peligro en mi plano de existencia y nos ha traído a este lugar para poder contar con tu sabiduría de los planos. tomó un poco de aire y le explico la situación en la que se había encontrado en la mansión. - Nos encaminamos a la mansión del tío de nuestro amigo que está en peligro para que este reclamara sus derechos como dueña de esta y la empresa familiar como heredero de ellas. Pero al llegar allí nos encontramos una revuelta de los esclavos del tio y uno de ellos acabó convocando una criatura de otro plano el cual desconocemos para que asesine todo el linaje de esa familia. Y hasta que no lo haga no desaparecerá. Hemos conseguido saber que consiguiendo una escama de dragón de diferente alineamiento, y una piedra o tierra del plano de donde proviene. Podemos devolverla a su plano aunque ahora que lo pienso también desconocemos que debemos hacer con estos objetos. dijo rascándose la cabeza. - Bueno, hemos venido hasta aquí para buscar en tu conocimiento en los planos el plano originario de esta criatura. Por ello hemos llegado hasta aquí. Finalizó esperando la respuesta del Observador.

-Una criatura de otro plano... asesinar familias... Déjame que mire. 

El Observador posa su gran ojo sobre la mira del telescopio y "ordena" (telepáticamente) al viejo mago que le acompaña que mueva las palancas del Observatorium. Todo comienza a girar y el castillo entero que sobrevuela en la nada parece moverse. Todo engranaje, rueda y bisagra de aquella fortaleza mecánica se mueve al unísono. De pronto, todo para.

-Tethyr... Sí Tethyr... Veo, veo una criatura pequeña a lomos de una libélula y un, ¿eso es un centauro que vuela? ¡Maravilloso! El plano terrenal nunca deja de sorprenderme. ¡Ah! Le veo... uhm... lo veo. Corre como un demonio pero no es un demonio. Acaba de... ¡acaba de matar!

El beholder parece aborrecer el asesinato, algo raro entre los de su especie. Quita su gran ojo de la mira y se vuelve hacia vosotros. El viejo habla por él.

-Extraña criatura la que hay en vuestro plano. El problema que tenéis, jóvenes aventureros, no es saber de "dónde" proviene la bestia sino de "cuándo" proviene.

El beholder sonrió. 

Hardem había expuesto a la perfección lo que necesitaban, y el Umbra se mostró sorprendido por la facilidad con la que el Observador les ayudaba, pero lo más sorprendente era su carácter. Sin duda esta era la mayor sorpresa que había vivido en todas sus aventuras.

¿Cuando?.-repitió. La respuesta del Beholder, lo dejo completamente confundido, no esperaba una respuesta directa pero tampoco pensaba en tener que viajar en el tiempo.

-Observador, hablamos del pasado o del futuro, nuestros conocimientos de planos son muy limitados, pero lo que si que desconocemos por completo son los pliegues del tiempo.

-Hardem, ¿tú entiendes a que se puede referir?.

-Quién sea que lo haya invocado domina la magia del tiempo, la cronomancia. Esta criatura ha salido de un tiempo en que Faerun aún era muy joven, de cuando aún estaban las razas creadoras sobre vuestro plano terrenal. Es, o mejor dicho, era, un fey, un ancestro de los actuales elfos y hadas. Alguien lo corrompió hace eones y alguien lo ha estado usando como perro de presa sobrenatural. Debéis conseguir una piedra o tierra de su época. 

El Observador dio instrucciones mentalmente a su ayudante y luego os habló a través de él.

-Creo que tenemos un mapa de Abeir-Toril hace 35.000 años. Si lográis encontrar algo que aún perdure de esa época, tendréis lo que buscáis, aunque me temo que yo solo llevo observando vuestro plano un millar de años y desconozco totalmente...

Un tremendo chirrido inunda toda la sala. Algo está pasando fuera.

Nos hace falta ver ese mapa para tratar de localizar el punto en donde podamos encontrar la tierra original de la criatura. Confio en que tus conocimientos de geografía antigua sean mejores que los míos, Hardem.

Cuando parecía que se estaban aproximando a la solución final gracias al Observador, de repente se dieron cuenta que algo sucedía fuera.

-Mierda, que sucede ahora. -Raunix se asomó con cautela para ver que es lo que estaba sucediendo, pero tal y como estaban saliendo las cosas se esperaba algo malo.

Os asomais con cuidado al límite de la plataforma (no hay paredes) y veis que una especie de balsa flotante ha anclado en uno de los engranajes del Observatorio. Son seres bípedos, de piel verde, semejantes a los orcos pero más delgados y todos ellos van armados Gritan y arramblan con todo. ¿Serán piratas... espaciales?

¿Cuando? Aquello no tenía sentido, si la criatura era del propio plano en el que la criatura había sido convocada. Cualquier piedra valdría ya que esta ni se generaba ni se destruía pero, ¿y si no era así? Se mantuvo pensativo mientras Raunix hacia el resto de preguntas. Se sorprendió con la historia sobre la criatura. Ojala pudieran sacarla de su tormento, pero era algo que no veía viable, no con sus capacidades actuales. Miró a Raunix inseguro, ¿En qué lugar iban a conseguir una piedra de hace 35.000 años? El mapa quizá les ayudara pero, ¿Lo conseguirían a tiempo?

Un chirrido alteró a Hardem por completo sacandole de sus pensamientos y se movió deprisa con Raunix y Cecil hacia el borde de la plataforma.

- ¿Están atacando esos seres este lugar? le preguntó al Observador. - ¿Hay algo que podamos hacer para ayudar? Imaginando que aquel lugar tendría sus propias defensas.

-Vienen a robar. Lo intentan una y otra vez cada década pero nada de lo que hay aquí sobrevive más allá. Este lugar fue creado por una magia ancestral, de la cuál sabemos poco o nada. Roban oro, joyas, pergaminos pero todo ello se convierte en polvo al poco de salir del Observatorio..

Veis que los golems ni siquiera intentan detenerles.

-Les llamamos githyanki. Los jóvenes piratas de su raza no aprenden.

De pronto uno de los githyanki posa su mirada en lo alto del Observatorio, viéndoos a vosotros. Rápidamente se gira y le dice al timonel de la barcaza flotante algo, señalando la parte donde estáis. Al instante lo veis bajarse de la barcaza empuñando una gran espada.

-Vaya parece que tendremos diversión.

El Observador ni se immuta, al igual que su esclavo mental. Parece como si les divirtiera.

El pirata espacial parece gritaros algo pero no le entendéis. Al subir las escaleras se os planta enfrente vuestro, con clara intención de atacaros.

- Cierto es que de poco les va a servir lo que puedan robar. Raunix prepárate parece que nos han visto y vienen a por nosotros. dijo Hardem tras escuchar al Observador y ver como una de las barcazas venía hacia ellos. El ser verdoso que salió de ella les grito algo ininteligible y se preparó para atacar, pero ellos ya estaban preparados y Cecil salió a la carrera y se lanzó contra el Githyanki que logró esquivarle sin problemas, está batalla parecía que iba a requerir mucho de ellos y sólo luchaban contra uno.

Hardem comenzó a conjurar y de sus dedos salieron dos proyectiles que impactaron directamente sobre el enemigo causándole dos pequeñas heridas.

Apenas Hardem había terminado de hablar y Raunix ya tenía la espada larga en la mano. Listo para contratacar ya que el pirata había esquivado el golpe de Cecil, aunque por suerte la magia de Hardem alcanzó su objetivo.