Vestido de blanco impoluto, con un largo bigote blanco y un enorme sombrero de ala níveo, parecía un rey más que un poderoso terrateniente. Spencer B. Berwick, hermano de Jhou Berwick, conocido en el pueblo de Laderafría como el alcalde "Fumador" Jhou, estaba deshecho. Acompañado de otros medianos y de algunos gnolls, lloraba desconsoladamente.
De pronto, a su lado, aparece una enorme mole alada, similar a un centauro pero con alas y larga melena rubia. Tiene que agacharse del todo para poder comunicarle unas palabras al tío de Boff. De pronto, éste alza la vista y se fija en la barcaza alada que llega delante del pórtico de la mansión. Hay un mediano, dos humanos, un sombrío, un gnomo y un xvart.
Sus sollozos paran al ver tal grupo y su mueca pasa de tristeza a furia absoluta.
-No sois bienvenidos aquí, extranjeros. Y mucho menos el menudo azul. ¿De dónde venís? ¿Qué queréis? Hablad o no saldréis de aquí con vida.
Ya le daba igual. Estaba hasta las tetas de que le dieran órdenes sin tener autoridad, de que la insultaran impúnemente y de que la amenazaran sin que ella hiciera nada. Estaba tan hasta las narices que sacó la motosierra y la arrancó mientras avanzaba a la carrera contra el cúmulo de gente. Seguro que de un mandoblazo podría rebanar unos cuantos miembros y podría inutilizar a unos cuantos de aquellos.
Tenía tantas ganas de bronca, desde hacía rato, que ya no la pararía nadie, sin haber derramado sangre antes. Así por lo menos aplacaría los ánimos, puniría los preceptos que defendía y seguiría los mandatos de su dios. Igual el resto quería parlamentar, pero sin haber desvencijado a unos cuantos, no pararía.
Motivo: ataque 1
Tirada: 1d20
Resultado: 8
Apenas estaba acabando de hablar Spencer, cuando el cuerpo del Umbra se tensó, su sexto sentido se activó de forma automática presintiendo que algo iba a suceder, no podía creer lo que estaba viendo, Inovaz estaba sacando su motosierra sin mediar palabra. Con un rápido movimiento de cintura trató de hacer la zancadilla para evitar que el grupo fuera conducido a una muerte segura.
-Maldita loca! se puede saber que pretendes!- exclamó.
trato de hacer la zancadilla para caer los dos al suelo antes de que saque la motosierra. Alguna tirada?
Inovaz carga su motosierra y carga hacia la escalinata donde se encuentran los siervos medianos y los gnolls. A la velocidad del rayo, el lugarteniente del señor de la plantación salta de su lado y desplegando sus alas planea hasta llegar a los pies de la escalinata, bloqueando la entrada a la paladina, a la vez que desenvainaba su espadón.
No añadió palabra alguna.
Motivo: Iniciativa Inovaz
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+4)=8
Motivo: Iniciativa Dasshade
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+3)=22
Tirad iniciativa raunix.
Inovaz tienes en tu página de descripción la hoja de datos. He tirado por ti.
Spencer se sorprende cuando la dama de la armadura desenvaina tan exótica arma de la espalda. De hecho, le suena demasiado.
El umbra se vuelve a mover con la rapidez asombrosa que le caracteriza, tratando de evitar males mayores antes de que estos comiencen.
-Guarda el espadón, no es necesario que lo uses, nosotros sabemos castigar a los nuestros cuando es necesario. -dice Raunix.
Motivo: iniciativa.
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+1)=20
Allí no eran bienvenidos y por los sollozos que se oían antes de que entraran el momento no podía ser el peor. Tendrían que medir suavemente sus palabras si no querían morir en aquel mismo instante. Sin embargo algo enloqueció dentro de Innovaz y salió despedida a atacar a la comitiva que les había recibido.
- ¡Raunix! gritó rápido Hardem para que el Umbra pudiera hacer algo. Y como siempre cumplió interceptando a la paladina.
- Disculpad a nuestra temperamental compañera pero hemos tenido un viaje muy duro y estamos todos agitados. ¡Inovaz no vuelvas a repetirlo! la gritó mientras sacaba unos componentes de su bolsita de conjuros y la señalaba.
- Boff introducete a estos amables señores.
¿A REPETIRLO? Grita airada e histérica. ¿A REPETIRLO? ¿TENGO QUE PERMITIR QUE ME INSULTEN REITERADAMENTE?
¿A REPETIRLO? Lanzó al cielo desgañitándose la garganta.
Se gira hacia Raunix, y le pone el dedo en la nariz, haciendo aún ruido su arma, sin haberse parado esta. Con la otra mano, la que la sostiene, la acelera. - Si me insulta una vez más. Y aclara toda agresiva. - ¡Una sola vez más!. Aunque sea una mera insinuación de cualquier tipo, no me parará ni un ángel, ni un medio dueño de plantación de esta droga asquerosa, ni vosotros. Y regresó a sus gritos: - Y EL QUE SE ENTROMETA DE VOSOTROS, AUNQUE SÓLO SEA PARA EVITAR MALES MAYORES, QUE SE PREPARE... Desairó el tono, para pasar a una amenaza surgida desde el alma, ...porque lo desguazaré en trozos y en daditos como mi pulgar. Retiró la mano y puso el dedo hacia arriba, pero sin alejarla de la cara a la cual miraba y amenazaba. - Se lo daré de comer a los cuervos. Se giró hacia el angelito y preguntó:
- ¿QUEDA CLARO?
Se giró hacia los suyos y repitió la pregunta en el mismo tono:
- ¿QUEDA CLARO?
Y JURO POR MI DIOS QUE LO HARÉ. Arrastraba la mención del ser celestial mientras se reorientó hacia el angelito, sin parar la motosierra. Mirando amenazante hacia ellos, hacia los enemigos, pensaba en los suyos. - Ya hablaré con vosotros, ya. Me vais a cohartar otra vez sin perder un miembro.
El pegatauro se mostraba impasible, en guardia y con la mirada fija en la paladina y su arma mecánica. Mientras, detrás suyo, todos los sirvientes se habían escondido dentro de la casa mientras que Spencer B. Berwick se mantenía aún erguido. Hizo una señal para mantener a sus huestes calmadas.
-Esa arma fue comprada a un armero gnomo hace muchos años. Fue una regalo para agradecer que mi hermano me cediera la dirección de la plantación Vastallanura en su ausencia. Y es que no debe de haber más de veinte armas de este tipo en el continente.
Spencer señaló a Boff.
-Venís de parte de Jhou Berwick, co-propietario de la Compañía de Tabacos Berwick, Berwick & Co. Debo suponer que ha muerto y tu vienes a reclamar lo que te es legítimo, ¿me equivoco?
Tenéis tres flinds a vuestra espalda. Ellos también han sacado los flagelos, preparados para atacar. Cerca de Spencer B. Berwick se apostan 3 medianos armados con ballestas. En total tenéis seis enemigos armados sin contar al propietario de la plantación.
La paladina se mantenía firme. Con odio destilando de su mirada y pensando que si ganabas esta bronca, lo siguientes en ser castigados, serían sus propios compañeros. - Mierda de hipocresía de no usar la violencia cuando hay que usarla. Pusilanimidad estúpida e inútil. Ahora, mejor posicionado el enemigo, con refuerzos armados y superioridad numérica, empezaba a ponerse difícil la pelea.
- Si he de morir, moriré, pero hostigaré en la muerte a todos los idiotas del lugar; independientemente del bando.
Miraba furioso a su compañera, había pasado un año fuera y mucho en ella había cambiado. ¿Qué la había pasado en todo este tiempo? ¿Habría perdido su fé? No entendía su reacción y su animo parecía ser sólo para la batalla, sin importarle las consecuencias, sin siquiera pensar que es lo que podría suceder. Mantuvo a Cecil a su lado.
- Nadie te ha insultado, está todo en tu cabeza y la única que prolifera insultos aquí eres tú. Cálmate y deja a Boff que se presente. No entiendo que te pasa por la cabeza. Pero si tenemos que detenerte lo haremos. Has venido para proteger a Boff recuerdalo, no para sentenciarlo de muerte directamente.
Levantó el puño amenazadora ante Hardem.
No le tenía miedo alguno. No tenía miedo a morir si era haciendo lo que tenía que hacer y su mente no era posilánime, para no atreverse a hacer lo correcto. Lo que había que hacer. No sería ella quién dejaría en evidencia a un compañero delante del resto. Ellos si lo habían intentando. - ¿Esto no es un insulto? La relación con ellos, aquí, ahora, había terminado. Cuando terminase esto, iría por su cuenta. No eran los que eran, y si la veían como una mera espada que se jugase el tipo por ellos, estaban muy equivocados. Tanto que sería su espada la que cercenaría la vida de estos prepotentes y utilitaristas "compañeros".
- Ahora entiendo. Me habéis utilizado. Soy una mierda para vosotros. Un escudo que se coma tortas para que vuestra integridad física no sufra, a costa de la mía. Sois unos cobardes.
Sus pensamientos corrían por su mente, azuzando más aún su alma. Sus ojos estaban clavados en el angelito. - Ya arreglaremos esto, ya. ¿Qué yo he insultado a alguien? Maldito mago. Te comerás tus palabras, y detrás los dientes.
Boff se presentó y enseñó las escrituras. Él era Boff Berwick, hijo legitimado del alcalde Jhou Berwick. Al morir su padre, la concesión de la plantación a su hermano Spencer llegaba a su fin y éste debía devolver su dirección a Boff. A partir de ahora recibiría mensualmente varios cofres de oro y plata, tal y como el difunto fumador Jhou recibía.
Spencer sonrió.
-Lo que me faltaba. No solo pierdo una hija sino que encima voy a perder la plantación. Pero soy un caballero civilizado y respeto las leyes y las normas por lo que os invito a pasar. Acompañadnos en estas horas tan negras para mí y mi familia y cuando haya enterrado a mi querida hija hablaremos de negocios. Pero tu mujer, tu deberás disculparte por tus palabras y deberás entregar tu arma a Dasshade hasta que dejes de ser mi huésped.
Uno de los gnolls susurró algo al oído de Spencer tras haber pronunciado esas palabras.
Tirada oculta
Motivo: Información sobre Fuxan
Tirada: 1d20
Resultado: 20
Avanzo por Boff
Detectas algo oscuro en esta plantación más allá de la esclavitud y los siervos de Spencer Berwick. Algo más oscuro, tenebroso... Quizás tenga algo que ver con el comportamiento errático de la paladina.
Tu mente está nublada. Algo oscuro y tenebroso se oculta tras estos muros. Algo maligno mora dentro de esta plantación, algo mucho más peligroso que unos meros esclavistas y su señor.
Notas como esta maldad te está afectando y deberías resistirte a ella, de lo contrario acabará por dominarte.
Dado tus comentarios vamos a rolear con ello jejeje
La situación se había vuelto caótica desde que habían llegado. Era cierto que su tío había hablado de forma brusca pero Boff no entendía la reacción desmesurada de su amiga la paladina. Gracias al cielo que Raunix la contuvo y Hardem habló con calma para apaciguar un poco la situación. Fue cuando el mediano se acercó y sacó las escrituras que su tío pareció darse cuenta que estaba ocurriendo y los ánimos se calmaron un poco. Al fin Boff habló.
- Hola tío. Creo que no he llegado en el mejor de los momentos, acabo de escuchar sobre mi prima, lo siento mucho. Efectivamente, vengo por lo que legítimamente me pertenece, aquí traigo las escrituras...Boff las desplegó sin prisa para que se vieran bien las firmas y el sello oficial. No podía haber dudas de aquello. También era claro el parecido en los rasgos que tenía Boff con su tío. Os acompaño, tío. Decidle a vuestros hombres que bajen las armas, yo haré lo propio con los míos.
La siento mucho! No me había dado cuenta que estábamos en esta escena. Pensaba que no habías posteado aún en la plantación!!
Mil disculpas!!
Hardem mantuvo la mirada a Inovaz, aquella no era la paladina que conocia, algo raro estaba ocurriendo. Lo notaba en el vello de su piel que hacia que se le erizase. Algo había allí, en aquella plantación que era antinatural. Estaría atento a todo lo que vivieran allí y a los cambios que se fuesen produciendo en los compañeros.
Cuando Boff acabó de hablar, Hardem relajó los hombros y observó observó todo a su camino.
- Mis armas abandonarán mi mano cuando esté en el templo consagrado para ellos. No pienso comenter ese sacrilegio, así que o no seré su huésped, o no entraré allí. Miró rápidamente, desde su posición agresiva a todos. - Y vosotros tampoco deberíais entrar. Encaró el escudo, como si le fueran a chorrear con una manguera, protegiendo así, no solo a si misma, sino a todos los que tras ella estaban. Además, no solo eso. Ella pensaba que la manguera con la que les regarían, sería de mierda, y no de agua a presión.
Seguía su tono agresivo en todo momento, así que no cabía comentar que ni tenía intención alguna de disculparse por nada, y que, no solo eso, sino que además seguía ... pensando que su humillación palpitaba en el presente, y ella era la que había sido ofendida. Sólo pensaba bajar el arma, para aporrear a alguien, y seguiría haciéndolo mientras su salud se lo permitirá y su dió se lo ordenaba.
Según se iban desarrollando los acontecimientos, la cosa pintaba cada vez peor. No conocía demasiado a los paladines pero el radical cambio de Inovaz le parecía chocante. Discretamente preparo su cuerpo y su arma para intervenir, tanto para un lado como para otro pero siempre en el de Hardem.
Paladina no se que es lo que ocurre dentro de tu cerebro en estos momentos, pero el camino por el que nos arrastras es el de la perdición. Respeta al dueño de la casa y respeta a Boff. dijo con voz fría y con una calma tensa.