Partida Rol por web

Doy un paso al frente, con las riendas de mi caballo en mi mano. Cuando llego a su altura, hago una pequeña reverencia.

Mis disculpas, noble caballero. Es un honor para mi estar frente a una celebridad de tal calibre, pues acabo de llegar a mi ciudad natal proveniente de las cruzadas en el este. Pero incluso allí, en las veladas de guitarras, violines y cerveza amarga, se narran vuestras actuaciones.

Sentimos cualquier inconveniente que le hayamos podido causar, pero este hombre únicamente ha seguido nuestras indicaciones acerca de los caballos, y estábamos seguros de que no os entorpeceriamos. Pero nuestros cálculos han errado, de lo cual me hago responsable y os pido mil disculpas. Si fuerais tan amable de indicarme cómo podemos compensaros, me encargaré personalmente de poner los medios para llevar a cabo dicha tarea.

Al ver la forma en la que intenta llevar el problema Selitus, decido darle una pequeña ayuda.

Así, me llevo una mano al pecho y, poniendo una cara de culpabilidad A....¿pero eran estos sus caballos? cambio la cara por una de alegría ¡Pero qué bien entonces que hayamos llegado justo a tiempo!, y además justo para ver a unos de mis actores favoritos. Guaaaaauuu digo chasqueando los dedos mientras doy una vuelta sobre mi mismo. Menos mal que no le hemos estropeado su puesta en escena, no me lo perdonaría por nada del mundo.

A propósito ¿Me podría firmar un autógrafo?

Jarl se mantiene detrás de los que hablan con una mirada seria, intentando tapar con su armadura la entrada de la luz en el establo.

A Medea le sonaba de algo aquel estrafalario tipo. No podría asegurarlo, pero probablemente fuera de alguna de las multitudinarias fiestas privadas que tanto le aburrían y que de vez en cuando tenía que soportar en casa. ¿Quién sabe? En cualquier caso, la mera presencia de la desganada joven poco iba a aportar en esta ocasión. 

Dante cepilla su caballo mientras escucha la conversación, cuando acaba y el pelo del animal brilla, prosigue con el de Durzo e interviene en la conversación   Estooooo  señor, mire, un leve cepillado y los caballos lucen como si estuviesen recién lavados, la verdad es que son unas bestias magníficas añade mientras hace un gesto señalando al animal cepillado.

Se nota que a este hombre le sientan bien los halagos y tras un rato dorándole la píldora, se tranquiliza y saca una bolsa.

Está bien, acepto vuestras disculpas. - sin más se dirige a Jacovo y le entrega varias monedas.

Encárgate de que los animales estén a punto para la actuación de esta noche.

Sin más, el hombre os saluda respetuosamente y se va por donde ha venido.

En cuanto lo ve alejarse Adriel no puede evitarlo y añade: - vaya tipo más pedante ¿no? - mientras con el puño cerrado y el pulgar extendido apunta por encima del hombro a la puerta por la que ha salido.

Gracias por vuestra amabilidad, Lord Umbero. Os deseo lo mejor para esta noche, y haremos lo posible por acudir a vuestra actuación y así disfruta de uan agradable velada.

-¡Uyuyuyuy! Espero que esté de coña--se guarda para sí Medea mientras niega con la cabeza mirando al suelo.

Despidiéndole con la mano Ale, con Dios y que tenga suerte en su actuación. luego, volviéndome hacia Jacovo Puff, menos mal que hemos medio arreglado el tinglado este. No nos habría gustado fastidiarte un buen cliente como este. alzo los hombros sonriendo antes de palmear en uno de los hombros a Javoco. Al menos te hemos cepillado a alguno, jijiji gracioseo haciendo muecas y gestos a Dante, como de cepillar al caballo.

Acto seguido, miro al resto Buenos chicos, hemos de largarnos de aquí. No se vosotros, pero yo tengo hambre digo frotándome la barriga con ambas manos mientras me paso la lengua por los labios.

Tras el encuentro con uno de los divos de Westcrown, volvéis a la Capilla de Aroden. Allí está la práctica totalidad de vuestro grupo, los que fueron con Janiven están contándoles a los demás cómo fue la emboscada y cómo rescatasteis a Arael. Sclavo es el que está contando la historia con más detalle y notáis como habla con orgullo de vuestra compasión para con los enemigos. Tarvi mira a Adriel cuando entráis con ojos de admiración por su eficaz magia que durmió a varios de vuestros enemigos y Ermolos está enseñando musculatura a las chicas.

Mientras tanto, Arael se encuentra sentado y Janiven junto a él escuchando las historias del grupo. Gorvio se une enseguida a los demás y relata cómo habéis conseguido calmar al pedorro de Umbero lo que consigue la primera mirada de admiración por parte de Yakopulio a Durzo y Seltius.

Me alegro que hayáis llegado ya. Por lo que parece, -dice refiriéndose a la historia de Gorvio- llegasteis a tiempo de echar una mano a Jacovo. Tendré que ir a darle las gracias por todo.

Pero ahora, dejadme que os presente a la persona sin la cual todos estaríamos haciendo otras cosas y Westcrown sería un lugar con menos esperanza...

Arael, me complace presentarte a los héroes que han conseguido que estés nuevamente con nosotros: Seltius, Medea, Dante, Durzo, Jarl y Adriel. A ellos les debemos tu libertad y la esperanza...

El atractivo semielfo tiene un aspecto mucho más saludable que cuando lo rescatasteis, sigue teniendo algún golpe, pero le ha debido dar tiempo a lavarse y cambiarse de ropa.

No sabéis lo agradecido que estoy por vuestra ayuda y sobre todo por haber confiado en Janiven y en nuestra idea, sin gente valerosa como todos vosotros nuestro sueño de hacer de Westcrown un sitio mejor para vivir se vería truncado.

La valerosa Iomedae os ha puesto en nuestro camino y creo que juntos podremos conseguir que esta ciudad sea un mejor lugar para sus habitantes.

Pero, seguro que tenéis muchas preguntas y querría responderos lo mejor posible antes de irme a descansar y recuperarme de los cuidados de los caballeros del Potro...