Partida Rol por web

Viéndose claramente superados en número, el caballero baja la ballesta y espolea al caballo comenzando a alejarse rápidamente, mientras el otro hombrecillo mira el espadón cubierto de sangre de Dante, mira al resto, ve a su jefe escapar y decide levantar las manos...

No me matéis, por favor...

Maldiciendo de impotencia cuando ve alejarse al líder de la banda, Medea saca la lanza larga y se acerca al ladronzuelo para controlar sus movimientos.

-No te preocupes. Si no haces nada raro, una servidora te protegerá.

Mientras camino hacia el bandido superviviente, recojo la ballesta y la sacudo un poco para quitarle el polvo y los hierbajos que se han quedado pegados. Me cuelgo la ballesta y me acerco sonriendo hasta el bandido Quiere decir que no te preocupes, siempre y cuando nos ayudes a capturar a vuestro jefe, que es quién realmente nos interesa. Si nos dices dónde encontrarle, te dejaremos libre para que intentes rehacer tu vida.

En un fluido movimiento, saco la espada y le pongo la punta frente a los ojos Eso sí, si te volvemos a pillar con cualquier cosa ilegal, no habrá piedad para tí. digo manteniendo la espada cerca de sus ojos durantes unos segundos. A continuación, la guarda nuevamente ¿Y bien? ¿dónde podemos encontrar a ese cobarde que deja a sus hombres a merced del enemigo?

Mientras Durzo y Medea se acercan al ladrón Dante se pone a su espalda y al escuchar las palabras de Durzo grune sonoramente a la oreja del prisionero reafirmando las palabras de su compañero. GRRRRRRRRRRRRR

Antes de ir a donde mis compañeros, me acerco rápidamente a donde están los bandidos caídos, y rápidamente los estabilizo con el poder de mi diosa. A pesar de que el castigo de la muerte es más que aprobada por ella si es en combate justo, no me parece adecuado que mueran por culpa de la mala vida que las circunstancias les hayan obligado a llevar.

Quizá tengan redención, nunca se sabe. Si los Dioses lo quieren, tendrán otra oportunidad.

Después recojo mi ballesta y la cuelgo de la mochila. Me acerco a mis compañeros.

Como prueba verás que he mantenido con vida a tus compañeros, por lo que si colaboras no se te hará daño. Ese es mi consejo, amigo...

Sin bajar la guardia, Medea asiente a Seltius satisfecha con el trabajo del grupo.

El hombre parece que está bastante acojonado y en cuanto, Durzo le comenta algo asiente.

Tenemos el campamento no muy lejos de aquí, como a media hora a pie. Si queréis os llevo...

Haciendo un gesto con la mano, como cuando un caballero deja pasar a una dama, indico al bandido que nos lleve hasta allí.

Girándome para mirar a Jarl, que se ha quedado rezagado Trae la carreta y démonos prisa para dar caza a esa sabandija.

Jarl mira a Seltius curar a los hombre, sorprendido.

- ¿Los curas solo porque son humanos?. - pregunta - A diferencia de otros que han caído por nuestras manos, estos se han merecido su destino. - el caballero se encoge de hombros.

Trae la carreta y démonos prisa para dar caza a esa sabandija.

- Debemos esconder a estos - hace un gesto con la cabeza hacia los bandidos inconscientes - en el bosque. No me gusta dejarlos en medio de la carretera - añade mientras se dirige hacia ellos. - Y quizás sea mejor dejar la carreta aquí. El jefe ya la conoce y nos hará ir más lentos.

MIro a Jarl con el ceño fruncido.

¿Qué quieres decir, Jarl? ¿Acaso insinuas algo? Que yo sepa nunca he intentado asesinar porque sí a cualquier que se me cruza. Y si te refieres a los goblins o a los hombres rata, son criaturas que han nacido para hacer el mal. Solo saben hacer eso, y debemos defender a quienes son afectados por tales villanos. ¿O acaso me dirás que tienen redención los goblins o el licántropo, y que dejarán de matar y robar a las buenas gentes de Westcrown? ¿Igualas a un goblin con un habitante de Westcrown que quizá sea padre de familia y necesite robar para llevarles un poco de pan a la boca? No dudes de que sea quien sea que se enfrente a la ira de la Justa Señora, será castigado si es malvado por naturaleza, sea este goblin, enano, humano o elfo.

Y ahora vayamos a la guarida de estos ladrones, antes de que se reorganicen.

- Me da igual que alguien sea goblin o humano, si hace algo malo debe ser castigado, si no lo hace no. Un goblin que vive en las alcantarillas no ha cometido ningún delito. - señala con el dedo a uno de los hombres inconscientes - Esta escoria ha asesinado y robado. No me importa la disculpa, si todos lo hacemos es la ley del más fuerte. - bufa - Pero estoy de acuerdo en algo, vamos a por el resto de la basura.

¿Perdón? Esos goblins que tanto defiendes han saqueado dentro de la ciudad a los humildes habitantes de westcrown. ¿O no? ¿Me he perdido algo?

En cuanto a los humanos, por supuesto que serán castigados, serán llevados ante la justicia. Si ésta dictamina que deben morir de alguna manera, con mucha pena acataré tal decisión, pues no me corresponde a mi tomarla. Pero mientras me sea posible mantenerlos con vida, lo intentaré al menos.

-Yo lo flipo con éste--masculla Medea a Durzo por lo bajini a la vez que hace un gesto con la cabeza en dirección a Jarl--Está un poco para allá. ¿No o qué?

Los goblins huelen mal, dice Dante como si con este comentario hubiera dicho algo significativo que diera por zanjado el tema.

Vamos, no no entretengamos discutiendo, ya habrá tiempo más adelante, de todas formas me parece una putada dejar aquí la carreta, nos la han prestado, como se lo explicamos a su dueño si desaparece, no nos volverá a prestar ayuda.

Adriel espera a que lo más fogoso de la discusión amaine para meter baza, le da un poco de respeto cuando se ponen así - Bla, bla, bla - cuando capta la atención de Seltius y Jarl continua - ¿Vamos a quedarnos aquí a ver quien mea más lejos o vamos a por el resto de los bandidos?

- Será posible que en medio de una misión os pongáis de bronca. Y si hubiera algunos de sus compañeros - señala a los prisioneros y los cadaveres - por ahí escondidos entre la maleza esperando una oportunidad. - Pone los brazos en jarras.

- Ah! Y si véis a un elfo de pelo pajizo, con pinta de canalla, algo más tirillas de lo normal... puede que se llame Udol, mi Udol - mira la carnicería que han hecho las espadas de sus compañeros entre los bandidos y un escalofrío recorre su cuerpo - y ¡lo quiero vivo!

Se gira hacia el bandido que ha hablado - En ese campamento ¿hay un elfo, de pelo rubio, ojos verdes, flaco, con labia y poco dinero? ¿Lo has visto por ahí?

Cuando Medea me susurro, encojo los hombros haciendo una mueca Déjalo, lo mejor es no hacerle demasiado caso. Se hará lo que se tenga que hacer y cuando se tenga que hacer la contesto mientras me agacho a ver lo que llevan los bandidos caídos.

Cuando habla Adriel, levanto la cabeza Supongo que seréis capaces de hablar mientras andamos ¿no? porque se puede discutir mientras se camina. digo mientras comienzo a despojar de sus cosas y a meterlas en la carreta

Como bien ha dicho Dante, la carreta no la podemos dejar aquí, así que la llevaremos y la dejaremos a una distancia prudencial de donde se esconden esos bandidos.

Una vez que acabo de despojar de todo, me acerco al que todavía vive y comienzo a quitarle las cosas Venga, dame todo eso que ya no te hará falta, rápido.

Metéis a los bandidos en la carreta y comenzáis a moveros en la dirección que os indica el otro que está con vosotros. Al llegar cerca de la zona, atáis al hombre, os bajáis y os dirigís a la zona.

Enseguida llegáis al claro, es evidente que ha habido un campamento en la zona y se pueden ver huellas de caballo en la cercanía. No obstante, en la zona no queda más que un par de tiendas de campaña y el resto de un fuego de campamento.

Al llegar al campamento, miro por si hubieran dejado huellas tras de sí y cuánta gente podrían ser. Al fin y al cabo, si quedan muchos y al no haber acabado con su líder, siempre podrían volver a las andadas.

Parece que se han ido muy deprisa. No se si sería buena idea intentar cogerles o habrán captado la indirecta. acercándome al que está consciente ¿Cuántos hombres había aquí a parte de vuestro cobarde líder?