Partida Rol por web

Anda hacia Leroy. -¿Alguna vez te he dicho que me encanta cuando me llamas "Dulce Clementine"?- Apoya su delicada mano izquierda sobre el hombro derecho de Leroy. -Tendrías que darme las gracias por pensar así. Si realmente votara a las masas y no me importara ponerle un coyar de cáñamo a cualquiera, ahora serías tu quién dejara el taburete vacío y no Dave. Bastante mal me supo que colgáramos a ese pobre diablo.

Su único error fue beber y hablar demasiado. Hasta los borrachos merecen una segunda oportunidad.- Hizo una pausa dramática. -Tu mejor que nadie deberías saberlo.- Quitó la mano de su hombro y siguió andando hacia el escenario. Dispuesta a dar un nuevo espectáculo.

Desde luego Clementine era una mujer de armas tomar. Se movía delicada y elegante pero su boca disparaba las palabras igual que un winchester escupía fuego. Me dio la espalda, cosa de la que no pienso quejarme, y me dejó con la palabra en la boca. – Por lo menos espero disfrutar de un buen espectáculo. -

Ya empezaba a discernir, al menos,los comportamientos de la gente. Sabía que algunos eran de fiar, sospechaban que otros no, y barruntaba en mis pensamientos qué argucias podría tratar de hacer "éste" o "aquel otro" con el simple hecho de beberse un trago de alcohol... ¡pura paranoia!

Lo siento Trevor, ¿cómo puedes pensar en jugar ante el dilema que este pueblo tiene en su cabeza? -le dije negando.

Al menos Wayn o Leroy (del cual uno sospechaba y otro había cambiado mi percepción de las cosas) hablaban y estaban centrados en el tema, entre otros.

Trinidad se acerco a la barra del bar y se sirvió un vaso de whisky que tomo de un trago. Tras relamer las gotas que no habían entrado por la boca usando su sucia manga se volvió para observar al resto de los parroquianos. La cantina no estaba muy concurrida, como si la gente hubiera decidido marcharse precipitadamente unos días a estar con la familia a cantar canciones felices y olvidar el peligro interior que convivía con ellos en el pueblo.

 Ese día, todos han votado. Algunos del pueblo mientras las votaciones construyeron una horca mejor.

La que tenían estaba muy maltrecha.

Después de caer la tarde uno de ustedes, Waiser, camina hacia la horca. Todavía no habla, pero les hace un gesto de asco a todos.

Le ponen la soga en el cuello y muere. Buscan en sus pertenencias, curioso, sólo tiene implementos de un vaquero normal, es decir que no era un forajido.

En mitad de la ejecución se escucha un disparo, y evidentemente varios fueron a  ver, se trataba de Cristine More.

En realidad pocos sabían que era muda y loca, así que poco podía votar. Se suicido. Sus pertenencias mostraron que no era un forajido.

La noche llega llena de incertidumbre.

 Cuando escucho el disparo soy de los primeros en correr, pensando si tan seguros se sentían los forajidos como para empezar a matar de día. Mejor, así podríamos cargarnoslos, y no esperar a morir como perros

Sin embargo, el escenario es muy diferente, pues lo que nos espera es el cuerpo sin vida de la señorita Moore... Su propia bala había decidido su destino

Vaya, vaya... -dije al ver el cuerpo de la señorita More. Pobre chica. ¿Qué habrá ocurrido?¿Qué estaría pensando? La verdad es que no le había oída una palabra en todo el tiempo que estuve aquí. Parecía tímida, callada, quizá ocultase algo ¿Puede ser? Yo creo que deberíamos registrar su cuerpo, en busca de alguna otra arma o algo así.

Al volverme a colocar el sombrero con un toquecito miré a Trevor.

¿Haces los honores, señor Trevor? -dije finalmente con un pequeño guiño de ojos.

Observando en que se había convertido el pueblo a trinidad se le escapo un comentario en voz alta.

Cuanta locura.

De nada vale lamentarse ahora, si al menos Waiser se hubiera defendido, si hubiera dicho algo

Sacudo la cabeza, el y Cristine han sido víctimas de su silencio, no hemos avanzado nada y ya llega la noche. Considero irme a mi casucha, atrancar la puerta y mantenerme en guardia durante la noche, pero no creo que sirva de nada, y estoy recién afeitado, habrá que aprovecharlo

Tras dudarlo un momento me voy al Saloon, si la muerte me alcanza que sea en la cama de una de las chicas

Como se temía Joe, aquella mujer estaba muerta no muy lejos de donde ellos se encontraban, lo que le sorprendió es que el disparo parecía salir de su propia mano.
-Pobre muchacha, supongo que el echo de estar en la mira por no participar a podido con ella...-Dicho lo cual con el sombrero en su pecho volvió a su casa esta noche sacaría el Whyski de la botella.

Maldita sea!!! nadie puede detener esta locura?acaso solo nos mataremos entre nosotros? Judith se acerco en silencio al cuerpo de la mujer y cubrio su rostro con su propio chaleco

Cita:

Judith le lanza una mirada furibunda a McBride Ten un poco de respeto por esta mujer por el amor de Dios!... luego busca con con la mirada entre la multitud a una persona Criollo esta vez te dare una mano con los entierros

Cristine, pobre mujer, era muda, sorda y pendeja, por eso no se dio cuenta de nada pero ¡porque se suicidaría? , ¿Sabria algo que nosotros no?

Me siento frustrada. Parece que los forajidos estan logrando lo que quieren, que nos matemos entre nosotros para quedarse con el oro....

Bien Judith, creo que tu podras arreglar a la mujer para el velatorio, si quieres. Las tumbas las puedo cavar yo, me pagan por eso. Este pueblo se está volviendo realmente trágico, y todavía no hemos cogido a ningún criminal. Yo creo que es alguno de los que se esconden entre las masas. LLevamos los cuerpos a la iglesia y allí son velados cristianamente. Despues de cavar las tumbas voy a la cantina a ponerme al dia.

 Esa noche, New Eden duerme, pero otra vez, se vuelve  un sarcasmo de su nombre. Esto parece un infierno, porque esta vez, en vez de uno hay tres muertos.

El primero es El criollo, el cual fue encontrado horriblemente atacado, con disparos de más de un arma.

Cerca a él y con un disparo directo en el corazón, esta  Trevor Hanson

El Criollo tenia un arma apuntando al anciano.

Pero no sólo eso, el saloon, se ha quedado sin una de sus chicas.

Rose Matilda Brown,  es encontrada en su habitación con un disparo limpio en el craneo.

Es curioso, revisan las pertenencias de los tres muertos, y ninguno es un forajido. La salvaje ley del oeste, le esta dando la razón a los malos, y parece que los pobladores no estan listos para enfrentar esta amenaza.

A la mañana siguiente, cuando vi a Criollo, el propio enterrador, yaciendo horriblemente allí, pensé de una vez por toda que el infierno había llegado a esta parte del mundo...

Si no se respeta al mismo sepulturero... entonces no hay lugar para la tolerancia... y encima dos cuerpo más....horrible. -pensaba.

Señore/as, -dije a los presentes-, esta claro que esto tienen múltiples lecturas. Parece que alguno de ellos se ensañó con algún otro... menuda "limpia".

Acto seguido me quité el sombrero, una vez más ante estos casos.

¿Quién enterrará ahora los cuerpos?

Cuando Judith llega al pueblo no podia creer lo que venian sus ojos, la tragedia de New Eden se estaba convirtiendo en una masacre, en una lenta herida que no cerraba y que amenazaba con dejar moribundo al pueblo Demonios!!! es que no podemos tener ni siquiera una noche de paz?

Cita:

Cuando McBride empezo a hablar ella puso sos ojos en el, intentado desentrañar algo que tal vez le dijiera que era el el sospechoso pero no podia estar segura yo creo.. su voz se corta por la angustia pero rapidamente vuelve a tener el tono de voz de la mujer segura y fuerte que habia demostrado ser hasta ahora creo que las sospechas se estan haciendo muy fuerte, cvreo que Trevor o el Criollo desidieron terminar con ella a punta de pistola y el otro de defendio pero lo de Rose...eso es lo que no entiendo.

Observando las tres muertes del día de hoy a trinidad le quedo claro que este pueblo estaba maldito y que aún iba a morir más gente.

Yo diría que el criollo fue atacado por los forajidos y que este elimino a Trevor antes de morir pensando que era uno de ellos. Respecto a la bella rosa matilda supongo que algún pistolero solitario acabo con ella.

Ethan McBride:

Yo mismo, por dios, no podemos dejar que los cuerpos sin sepultura.

Sobrio y con mala cara me dirijo a donde han juntado los tres muertos antes de llevarlos al cementerio

-alguien ataco al Criollo y el disparo a Trevor creyendo que era su atacante, un fallo fatal- Mis pasos terminan junto a Rose "pobre chica, ella nunca hizo daño a nadie"

-yo te ayudare con las tumbas Trinidad- digo tristemente y voy a por una pala

Harlock llega con las palas. Hasta cierto punto no puede creer que el Criollo fuese el sepulturero, (pues hasta el momento Harlock había sido el encargado de enterrarles)

-Ya van demasiadas muertes, no suelo acusar a la gente, pero la actitud de la señorita Spenser se me hace sospechosa. Llamenlo corazonada, pero no me fío de ella.