Partida Rol por web

¡Eso! vamos a celebrarlo. Se lo ha ganado mi querido Maxi. -Mientras dice ésto toquetea juguetona las puntas de la estrella de Sheriff y le da un calido beso en la mejilla.

Supongo que no se conformará sólo con beber. Ya me entiende…

Bueno, no pienso despreciarle un whisky gratis al sheriff

-ponme un whisky bien cargado anda-

"que rápidas son las mujeres para ciertas cosas" pienso y sonrio mientras apuro mi primer vaso de licor

tabernero, una jarra de zarzaparrilla y un plato de estofado.

Se rasco la nariz con el sucio dedo indice y volvió a escupir tras un carraspeo, se levanto de la mecedora y entro en la taberna. -Vamos viejo lobo.-Se dirigió con ronca voz al tabernero.-Si el Sheriff invita yo quiero mi parte, venga esa Zarzaparrilla.-Exigió golpeando torpemente en la barra

 ¿Zarzaparrilla?. Dice el anciano. Nada de eso, invite a tomar no a comer, esa comida la pagan los caballeros. Le dice al cantinero.

Judith habia llegado hace apenas dos semanas al pueblo, estaba buscando un lugar prospero y con futuro donde asentarse. Ella era tan vivaz como el rojo de sus cabellos y mas de uno de los hombres del pueblo se le habia insinuado pero la mayoria eran borrachos y tipos de mala muerte que pronto entendieron que la gatita tenia uñas.

Habia visto la escena del sheriff y Storm, bajo uno de los techos de los edificios a medio terminar lastima que el viejo no le metio una bala, sino te haces una fama de duro estos parias vuelven y se reproducen

Vio como todos empezaban a entrar al saloon para "hacer un brindis" por la victoria del Sheriff y decidio que ella tambien se merecia un trago He cantinero deme un whiskey! veamos cuanto tarda en armarse una gresca

James Dun llego al pueblo armado solamente con una biblia y gran voluntad para hablar de la palabra de Dios. Hace meses que se encontraba predicando en distintas ciudades y pueblos del Salvaje Oeste y se sentía capaz de encarar al mismo diablo.

- Arrepentíos de vuestros pecados, que el día del juicio final esta cerca...

No os procupeis, no sabia que las consumisiones iban a cargo de alguien.

Tenga tabernero, cobreme lo mio. No es costumbre en mi tierra alcoholizar a los demas. responde el grandullon, mientras hunde su cuchara en el estofado

-Vamos sheriff, intento dejar el whisky y las broncas.- Protestó Leroy,

desde su sitio habitual en el bar.

Trataba, con  todas sus fuerzas, de contener las ganas de pillar una cogorza y montar una buena bronca. Pero ya estaba empezando a sudar. –Jesús, dame fuerzas. Creo que no podré contenerme.-

El granjero Andrew McWiles entró, con su ropa sucia de trabajo y despidiendo ese característico olor a "campo". Había llegado a New Eden con su gorda mujer y sus siete hijos, en un carromato cargado de sueños y de pocas cosas más.

Ya llebaba unos meses allí; había levantado una pequeña casa y una cuadra donde vivía con su familia y sus animales. New Eden le prometía esa prosperidad que andaba buscando.

Pero ahora las cosas estaban cambiando. Echó un vistazo al local; cada día había personajes más extraños en el pueblo que no auguraban nada bueno. Fue hasta un rincón de la barra, saludó al barman y pidió el primer trago del día, a pesar de ser temprano.

- Una de lo de siempre, Herman.

Apuró su bebida de un trago, dejo el vaso en la barra y levantó el dedo, indicando que repetiría con más de lo mismo.

Un eructo que parece soltado por un oso se escucha en toda la sala al tiempo que la puerta de la letrina del saloon se abre de golpe. Por la puerta aparece tambaleante Dave "Tres tragos" (apodado así porque de tres tragos se ventila una botella de wisky)

- ¡¡Raaaaaajao!! ... Que eressh... uuuuun... ¡rajaaaaooo! Si, si... tu, Leroy Merlín, te eshtoy hablando a ti... Si no eshtuvierash con tu hermano gemelo, te daba una buena tunda por permanecer sobrlio tanto tiempo... ¡burrrp!

Tenía la boca como el suelo del desierto a las tres del mediodía. En los viejos tiempos se abría vaciado una botella de whisky XXX y luego se la abría partido en la crisma al bueno de Dave. Pero todo había cambiado en New Eden, ahora tenía esperanza.

La garganta reseca apenas le permitía articular palabra. –pppor favor Herman, rapidito con esa zarzaparrilla.-

- Ppppor favor zarzzzapppparrilla... - empezó a decir imitando penosamente a Leroy antes de girarse tambaleante - ¡Baaah! Tu antes molabas, Leroy Merlín... mírate ahora, completamente borroso y desdibujado... ¡coñe, como se mueve la maldita silla! - protesta mientras trata de sentars. Finalmente se deja caer en el asiento. El tufillo a wisky barato llega a todos los que están a 3 metros de él.

Saliendo del hotel, el forastero Trevor, observaba detenidamente como buena parte de los habitantes de New Eden se dirijían al saloon para festejar lo que el consideraba una victoria meramente cirscunstancial. Tarde o temprano la cabeza del shieriff estara en peligro nuevamente.

Ajusto su sombrero y con su mirada cansada que representaban tantos años de aventuras se dirijio hacia el lugar que ya estaba repleto a esas horas. Tomó asiento con los compañeros del poker de siempre y se limito a observar como transcurrian las acciones, mientras apostaba y enseñaba su mano a los contrincantes

Parece que he vuelto a ganar muchachos. Sirvame un whisky tabernero.

Entré en la taberna. La verdad es que quería hacer amigos en ese pequeño poblado al que acababa de llegar. Algunos tipos estaban ya borrachos, otros pedían whiskey y bebidas varias, mientras que algún otro se escandalizaban de aquella juerga ante la detención de un gran bandido... ¡ese acto lo merecía! ¡sin duda!

En esos momentos, animado y con una sonrisa por la placentera escena que estaba viendo (el buen ambiente hasta ahora) me dirigí al tabernero.

Póngame una chispa de tequila -dije amablemente mientras me apoyaba en la barra

El tufillo alcohólico de Dave se paseó por las narices de Leroy. El parpado izquierdo empezó  a temblarle, la mirada se perdía en las botellas de los estantes y la mano del revolver se convulsionaba violentamente. –Dave por favor… ten piedad.-

Leroy habla a Dave... pero Dave está dormido, soltando algún ronquido ocasional. - Zzzzz... Zzzzz... Zzzzz...

Ja ja.. murmuré mientras oía refunfuñar al tal Dave en sueños...

Me lo estaba pasando genial. Pegué un sorbito al tequila antes de beberlo.

Cita:

Acabado para todo el día ¿verdad? , jaja. -dije finalmente.

Mmm… cuántos clientes

Lisa cariño, acompañame al escenario que vamos a actuar. El local está lleno hay que aprovechar.

-Sube al escenario y se arregla el can can. ¡Muchachos! Vamos a hacer un espectáculo especial. Que la ocasión lo merece. - Le hace un gesto al pianista para que la música empiece a sonar.