Partida Rol por web

Capitulo 3: No importa lo que suceda, no lo consigo

Esta es una de esas mañanas en las que no estoy segura de si estoy soñando o despierta. De vez en cuando pienso que me he levantado y vestido, incluso llegado al instituto, justo antes de que suene la alarma y compruebe que sigo en mi cama. Me suele pasar cuando estoy agotada. Y mientras llego a clase, sigo teniendo esa sensación. El mal tiempo, los alumnos, los saludos a mis compañeros y amigos... todo parece real, pero perfectamente podría no serlo.
Pero algo no encaja. Lo más desorientador es que durante esos sueños, nada me hace pensar que lo que estaba viviendo era falso. Y nunca había visto a Aoi correr sin casi caer desfallecida a los pocos metros, y mucho menos sin gafas. Hasta me cuesta reconocerla, convencidisima de que mi subconsciente ha decidido innovar mis noches con una dosis de surrealismo. Que ha mezclado a Aoi y a Seto-san, confundiendo lo que sé de cada una, creando una doble quimera. ¡Si hasta el mismo líquido negro está saliendo de su nariz! Pero fue Seto-san, no Aoi, quien empezó a sangrar, y no fue en el patio, sino en clase... Parpadeo y me quedo mirandola, como si en cualquier momento mi mente fuera a corregir todo este lío que se ha montado... Pero a pesar del cansancio, la parte de mí que se está despertando poco a poco recuerda todas las cosas raras que llevan ocurriendo desde que la chica del intercambio llegó. La misma parte que me recuerda las palabras de Sota y del doctor. Que me dice que esto no debería estar pasando. Claro que una cosa es entenderlo y otra ser capaz de expresarlo a las 8:30 de la mañana tras unas pocas horas de sueño. 
Así que solo soy capaz de señalar a la sangre de Aoi y murmurar...
–T-tu nariz...

El terror se apodera de Rin, algo muy en el fondo le hacía pensar que esto podría pasar, pero guardaba la esperanza que no fuera así y aun ahora intenta negarse a sí mismo lo que sucede, aquello que cambio a Makie Seto hace años, ahora ha cambiado a su única amiga, teme que esto pueda terminar por alterar completamente la mente de la chica y que dentro de poco se vuelva tan siniestra como Seto San, hasta ahora ha intentado investigar por sí mismo el asunto, pero ahora está seguro que debe buscar ayuda profesional, aun cuando pueda llegar a ser tratado como un paranoico o una persona sugestionable.

Tomando de su maleta un libro lo extiende a Aoi Chan, en la portada diría “un mundo feliz de Aldous Huxley” -Espero te guste, pretendía llevarlo en la tarde al hospital… pero no imagine que te darían el alta tan rápido- luego de decir le presento a Sota una mirada de “te lo dije” -es bastante corto, pero el tema que trata es lo suficientemente interesante- hizo como que no veía el extraño fluido que salía de su nariz, intentaba controlar el temor en su cuerpo, no quería dar señales de alerta y menos teniendo a la siniestra Seto cerca -perdona que no pudiera ir a despedirme ayer, me tarde más de lo que creía en la cafetería-.

Empezaba a pensar que algún tipo de virus corría por el lugar y ambas chicas se habían infectado sino, ¿por qué tanto sangrado últimamente sin ningún golpe aparente por medio? Pensaba mucho más esta opción en vez que una de ellas fuera una especie de monstruo encarnado en el cuerpo de una chica que intentaba matar gente y tenía una curación milagrosa como algunos suponían, por eso ante la mirada extraña de Rin no pudo más que enarcar una ceja. ¿Realmente sigues con eso? – Decidió apartar el tema por el momento, no era el lugar para empezar una disputa que ni le venía al caso, optando por sacar un pañuelo y tendérselo a la chica.

Vida nueva, cambio nuevo supongo. Te sienta bien estar sin gafas, pero tal vez deberías preocuparte un poco por tu nariz visitando la enfermería.- Después miró a Seto, quien parecía estar en el centro de todo problema actualmente.- ¿Cómo te encuentras tú?

A la mañana siguiente, Nao se encontró con una escena insólita. Aoi estaba allí, corriendo, como si nada. Viendo aquello, nadie podría llegar a concebir que la chica hubiera sufrido una caída tan terrible solo dos días antes. El médico había dicho que las heridas no eran tan graves como parecían. Pero Nao la había visto cubierta de sangre y con las extremidades retorcidas. ¿Acaso se lo había imaginado?

Aquello no era lo único extraño. Aoi siempre había sido muy mala en los deportes, pero en aquel momento era capaz incluso de seguirle el ritmo a Maki. Y ¿dónde estaban sus gafas? Nao nunca la había visto sin gafas.

—Ho...Hola, Aoi… Me alegra ver que ya te han dejado salir del hospital… Y que estés tan bien… Incluso para correr… —murmuró Nao, intentando ser amable. Aunque por dentro sentía que algo iba terriblemente mal.

La intranquilidad de Nao se acrecentó aún más al ver que la chica comenzaba a sangrar por la nariz, de la misma forma en que lo había hecho Maki unos días antes. Nao se quedó paralizada, y su rostro se volvió pálido.

La sangre, la sonrisa, la habilidad para correr… ¡Incluso haber sufrido un accidente! Todo eran demasiadas coincidencias. Fuera lo que fuese lo que le pasó a Maki, ahora le estaba pasando lo mismo a Aoi. ¿Qué significaba aquello?

Aoi mira algo extrañada a Mieko cuando esta le habla de su nariz y se lleva la mano a está tocándose la sangre, la chica se mancha la mano y se extiende un poco por la zona entre la nariz y la boca al tocarse, al ver como Sota le extiende un pañuelo lo toma mientras dice con una sonrisa:

Gracias… no me había dado cuenta

Mientras se limpia con cuidado tanto la nariz como la zona de alrededor y la mano toma el libro que le extiende Rin y responde:

Muchas gracias, lo leeré con atención, seguro que es interesante como dices. No pasa nada, al final nos hemos visto ¿verdad? Gracias Sota, me las he quitado porque ya no me hacen falta, es mucho más cómodo así la verdad

Responde de una forma bastante animada para centrarse ahora en Nao que le había preguntado por su estado, sonríe de nuevo y comenta mientras Maki se termina deteniendo junto a Aoi:

Me encuentro muy bien, con muchas energías, seguro que es porque he estado mucho tiempo sentada sin moverme. Me apetecía mucho correr, no sé por qué, pero me apetecía correr y me relaja.

Termina el comentario con una amplia sonrisa mientras termina de limpiarse la nariz

Maki que había llegado junto a Aoi y se detiene a su lado, algo más atrás de esta observaba a los chicos allí reunidos, a la pregunta de Sota comenta:

Estoy bien. Como sabéis todos me hago muchos chequeos en el hospital

Comenta en un tono tranquilo, como si fuera lo más normal del mundo lo que estaba comentando. Después mira a Aoi y le sonríe, de nuevo como una chica normal y dice:

¿No deberíamos irnos a cambiarnos de ropa antes de que empiecen las clases?

Después mira a los allí presentes con esa sonrisa que ya para casi todos era tan habitual y que no tenía nada que ver con la que ponía al hablar con Aoi últimamente.

Rin hace una pequeña reverencia y dice -nos veremos en clase- retirándose camino a cambiarse los zapatos y dirigirse a clase.

Rin está muy alterado, esa chica ya no parece Aoi, o mejor dicho, muchos de sus comportamientos son inusuales, solo estuvo dos días en el hospital y su caída desde la azotea fue realmente destructiva, algo raro pasaba y necesitaba ayuda, mientras se retiraba de la presencia de su amiga y al estar a una distancia prudencial, tomo su móvil y marco al Detective Kashiwagi, debía reunirse con él lo antes posible.

Minamoto llegó un poco tarde al instituto. Se había quedado profundamente dormida la noche anterior y no había oído para nada el despertador. Así pues, cuando retomó su camino habitual para ir a clase, había advertido que su vecino Sota ya se había ido, por lo que viendo la hora, se encaminó hacia el instituto.

Hacía mal tiempo y andaba todo el rato con los brazos pegados al cuerpo abrazándose a sí misma. Cuando llegó, observó que sus compañeros de clase, junto con Aoi, estaban en la entrada.

-B-Buenos días. -Comentó bostezando tapándose la boca. Fue entonces, cuando un hilo de sangre captó su atención. Buscó de entre sus cosas de la mochila un pañuelo y se lo entregó a su compañera. Ten, estás sangrando.

Definitivamente esta Aoi no es la que conozco. No son solo sus gafas, o las ojeras, o que le haya dado por correr... es también su piel y sus gestos. Al igual que Seto-san, no tiene muy buen color... Y al contrario que Seto-san, sonríe a menudo. ¿Debería aliviarme que al menos su personalidad siga ahí? Quiero decir, al menos sigue pareciendo amable, aunque... aunque no se despegue de Seto-san. Vaya. Miro a Rin de reojo, sintiendo pena por el chico. No me extraña que se marche tan rápido...

—Adelante, si tenéis que ir a cambiaros... Yo iré directa a clase.

Y mientras presencio si se quedan o si se van, caigo en algo. "Chequeos"... Voy a por mi móvil y abro la aplicación de mensajería.

El móvil sonó 4 veces y entonces suena como se descuelga, al otro lado se escuchaba ruido de una oficina y la grave voz del policía:

¿Si? ¿Diga?, ¿Quién me llama a estas horas?

Mientras tanto algo apartado Rin podía ver como sus compañeros en su mayoría iban marchándose de allí y pudo darse cuenta como algunos alumnos que no conocía miraban extrañados en dirección a Aoi y hablaban entre ellos.

Con un suspiro empezó a hablar -Detective Kashiwagi, Habla con Murasaki Rin, el día de ayer nos encontramos en la cafetería del hospital, me gustaría que pudiéramos reunirnos, de ser posible en un lugar privado- el chico trago saliva, tenía un nudo en la garganta, sabía que lo más probable era que el detective le considerase un loco o uno de esos chiflados de las conspiraciones, pero luego de ver el extraño comportamiento de su amiga debía arriesgarse, esperaba que aun pudiere rescatar a la vieja Aoi, pero de no poderse, al menos evitar que algo similar pudiere volver a ocurrir -creo que tengo información referente al caso y me gustaría discutirla solo con usted- se quedó expectante a la respuesta del policía.

Mientras las chicas se marchaban el resto de alumnos que entraban parecían muchos de ellos mirar a Aoi y hablar algo entre ellos, sin duda las imágenes de ella tras a caída habían sido vistas por más de uno y parecía que la habían reconocido.

No muy lejos de allí estaban Aki y Yui que hablaban entre ellas, las dos chicas cerca de la zona donde cayó Aoi como solían hacer en vez de ir a clase, solo que la mesa y el banco estaban delimitados por una cinta policial.

Maki y Aoi se marcharon juntas en dirección al gimnasio, en donde estaban los vestidores, aun había tiempo antes de empezar las clases, la primera seria inglés y justo antes del descanso para comer tendrían educación física.

¿Ya volviste a quedarte dormida? – Preguntó a su amiga Natsuki al verla bostezar, sonriendo ante la pequeña broma.- Iré también a clase.- Esperó en voz alta antes de acercarse a Mieko, quien también parecía ir en su dirección.- ¿Sacásteis algo en claro ayer?

El hombre se queda en silencio unos segundos y después de aclararse la garganta dice:

Vaya… el chaval malhumorado del hospital… sabía que sabrías algo.

Parece que consulta algo porque tarda unos momentos y se podía escuchar como pasaba unas hojas para decir entonces:

Pues supongo que estas ahora en el instituto… cuando termines las clases podemos vernos en el café Rhino y ahí me cuentas esa información que tienes

Levanto la mirada del móvil hacía Sato y le miro sin entender. Imagino que se refiere al tema de Seto-san, pero durante un momento me pilla desprevenida.

—No mucho. Pero tengo a un amigo investigando...—sea lo que sea que vaya a decir, me callo. Quizás lo mejor es no especificar el qué investiga, al menos por ahora. Quizás podía llevarnos a tener falsas ilusiones—Tenía un contacto que puede ayudarnos a entender qué está pasando. Me acaba de pedir que vayamos a verle después de clase, os podéis venir si queréis.

Aun con gran nerviosismo dice -me parece un buen lugar, estaré allí apenas terminen las clases- dicho esto se despidió y colgó, luego se dirigió para prepararse para una larga y tediosa jornada de estudio, se encontraba bastante ansioso ante la reunión de mas tarde, esperaba poder ser de ayuda y no ser tomado por un loco, como parecía que sus compañeros de clase le veían, hasta el mismo comenzaba a dudar de su cordura.

Nao se extrañó cuando Aoi dijo no necesitar gafas. ¿Cómo era posible que su visión mejorara de un día para otro? Y sus energías… ¡Acababa de recuperarse de unas heridas horribles y estaba corriendo como si nada!

La chica no sabía qué decir. Al ver que los demás se disponían a ir a clase, ella los acompañó.

—Bueno… Hasta ahora… Nos vemos en clase… —comentó, algo turbada, y se despidió con un saludo.

El resto de alumnos también estaban comprensiblemente sorprendidos al ver a Aoi tan recuperada. Mientras tanto, Mieko comentó algo sobre un contacto. Cuando dijo que podían ir con ella a verlo, Nao asintió brevemente con la cabeza. Ella también estaba preocupada por lo que estaba ocurriendo, y quería ayudar a los demás a descubrir la verdad.

Y las clases pasaron, fue un día como cualquier otro, o al menos eso habría sido si obviamos el detalle de que Aoi en su tiempo libre, aunque como siempre seguía leyendo lo hacía sentada junto a Maki, ambas incluso comieron juntas y cuando hablaban entre ellas eran chicas normales, interacciones que no fueron así con los demás compañeros de clase.

El día no había hecho más que empeorar el tiempo por lo que ahora llovía y hacia frio, era una lluvia que podía soportarse bien debajo de un paraguas, pero que resultaba realmente molesta sin uno de estos. Cuando salían de allí Aoi y Maki caminaban juntas, saliendo del instituto.