—Pero… Habéis hablado como si fuese un virus, ¿no? Si es un virus, no deberían poder elegir a quién contagian, ¿no? —preguntó Nao ante las dudas de Mieko.
—¿Ver al padre de Seto? Pero… ¿Crees que eso es buena idea? —¿Cómo reaccionaría si le dijéramos que sabíamos lo que le ocurrió a su hija, y lo que está tratando de hacer? ¿Y si se enfadaba? —Puede que no se lo tome bien…
Tras decir aquello, el chico se dispuso a marcharse. Ver que se iba hizo que Nao se sintiera un poco más insegura e indefensa. Sería mejor cuantas más personas estuviesen juntas en eso, ¿no? Aun así, se despidió de él educadamente.
—¿Entonces…? ¿Qué podemos hacer? —preguntó, indecisa.
Mientras salía de allí Sota pudo ver como llegaba Sata, el periodista parecía algo agitado y prácticamente llego corriendo, por lo que no pareció darse cuenta de su presencia.
Para cualquier mensaje o cumunicacion asi puedes usar la escena de Line, esta para eso. Por eso intento teneros siempre en la misma linea temporal
Casi al instante de marcharse Sota aparece Sata el cual estaba bastante agitado, se notaba que había llegado corriendo. Al llegar toma asiento tras un leve saludo con la mano y dice:
Ufff… menos mal que estáis aquí… siento el retraso, espero que no me haya perdido nada importante
El camarero llega en ese momento para tomar el pedido de Sata, este pide un café americano y empieza a hablar:
Bueno… tengo un par de cosas que hablar con vosotros… pero antes, me gustaría saber que es lo que habéis averiguado
Comentaba mientras iba recuperando el aliento.
-Si descubres algo interesante, por favor cuéntanos.-la rapidez con la que se quiere ir Sota de repente me extraña, pero no soy quien para detenerle. ¿Es que había dicho algo malo?
-No deberían poder, pero...-me rasco la frente, sin estar segura de mi teoría.-¿Y si están durante mucho tiempo en contacto con algunas personas, para aumentar las probabilidades de contagio aposta? Lo de Aoi no parecía casualidad, ¿no?
-Pero sin saber exactamente como se transmite no sé si a nosotros nos podría pasar también.
Casi sin darme cuenta, empiezo a rayar la parte inferior de la hoja. ¿Cómo sería si al día siguiente cualquiera de nosotros apareciera cambiado? ¿Nos daría alguna ventaja en la investigación, o nos alejaría de ella? No sé si quiero comprobarlo.
La llegada de Sata me alegra y preocupa a la vez. Le hago espacio como puedo, y cuando pide información, coloco la hoja en el medio de la mesa, dejando que todos la lean, y a la vez poniéndole al día de lo que habíamos estado hablando*.
Síntomas: palidez de piel, velocidad, se curan de sus enfermedades y condiciones físicas (a no ser que seas adulto?), se empiezan a llevar genial con Seto-san de repente (con Yuki fue como si no hubiera pasado nada), no pueden morir
Posibles transmisiones del virús: aire, sangre, saliva, sangre negra??
Su padre quiere detenerla, o al menos su asistente
Su padre investigaba la regeneración de celulas.
Contagiadas: Seto-san, Aoi, Yuki, madre de Yuki, enfermera, profesor de gimnasia.
*¿Prefieres que lo especifique o así bien? En otras partidas que he jugado hemos informado a los pnj así porque al final el master ya tiene toda la info, pero si hace falta edito o/
Rin se levanta un momento para saludar a Sata, luego de tomar asiento mira su tasa de café con mirada perdida para luego terminar lo que quedaba de un solo sorbo, después de eso decide al fin mirar al periodista e informarle lo poco que alcanzo a escuchar en el hospital antes de salir y queda pendiente a la reacción del mismo.
No le gustaba cómo se habían referido a Seto durante toda esa conversación, sobre todo después del agradecimiento que procesaba por ella al "salvarlo" de un fatídico destino que tenía escrito hace tiempo, tratándola como una especie de ente maligno cuando sólo ayudaba a aquellos que más lo necesitaban.
Había intentado aún así guardar la calma para no alterarse y sangrar delante de ellos sabiendo que, al hacerlo, toda credibilidad que pudiera tener caería sobre saco roto, prefiriendo marcharse de la reunión y tomar el aire fresco para despejar sus ideas y meditar, pero sobre todo avisar a su compañera.
Tras escribir un mensaje a Mieko, cambió de ventana para llamar a Seto por teléfono, queriendo ponerla sobre aviso o buscar la manera de que todos entendieran el cometido que tenían.
Pues eso, a llamar por teléfono a Maki :)
—Pero… Yuki y ella se llevaban mal, ¿no? No creo que pasaran mucho tiempo juntas. Además, Seto acababa de llegar a la escuela cuando le pasó eso a Aoi —contestó Nao, escéptica.
Una vez Mieko dejó la hoja sobre la mesa, Nao la examinó, pensativa. «Sangre negra…».
—La verdad es que tendría bastante sentido que el método de contagio fuese la sangre. Es algo extraño que solo Seto y las demás contagiadas tienen. Y eso explicaría por qué solo ciertas personas se contagian, y tan rápido —argumentó.
Sata escuchaba en silencio, se notaba que estaba muy atento a lo que le decían, mientras hablaba asentía a las palabras de los chicos, entonces suspira y dice:
Algunas de las cosas que habéis dicho puedo corroborarlas… Esta noche he quedado con el asistente del doctor Seto, me llamo hace unos minutos, me ha dicho que puede explicarme y demostrarme con pruebas lo que esta sucediendo con Maki Seto. Así que espero que esa información pueda hacer que nos enteremos de algo más. No ha querido contarme mucho mas por teléfono porque no quería que el doctor Seto le pillara, así que supongo que el padre de Maki no debe estar de acuerdo con lo que va a hacer su asistente.
Sobre el método de contagio… eso que decís de la sangre tiene bastante sentido, sin embargo, hay algo que me sucedió anoche que la verdad me tiene dando vueltas y algo preocupado…
Se toma unos segundos como para reflexionar un poco sobre lo que iba a decir, y entonces empieza a hablar:
Anoche Maki vino a verme a la oficina… no había nadie mas y me resulto extraño, así que me reuní con ella en una sala de reuniones en donde Takeo, uno de nuestros informáticos estaba y me resulto extraño porque Maki se me insinuó, me dijo concretamente que comprendía porque Mieko me rondaba, que seguro que un beso mío tenia que ser algo… atractivo.
La verdad que me sorprendió mucho y mas que estaba sentada frente a mi y se levanto y sentó a mi lado e hizo el amago de besarme, pero reaccione rápido y me levante, sin embargo, parecía que le divertía.
Hace un gesto negando con la cabeza, como tratando de apartar ese recuerdo mientras señala una de las cosas de las notas de Mieko, concretamente la que decía que no podían morir y dice:
Aquí tiene que haber un error, o algo extraño pasa con esto. Vuestro profesor el que tenia una relación con Aoi…
Se detiene un momento y mira a los allí presentes, pero sobretodo a Rin aunque disimuladamente, suspira y dice:
…. Sin duda tenia que estar contagiado, pero… el sí que ha muerto
El teléfono dio 4 tonos cuando Maki lo descuelga, unos cinco segundos pasan hasta que la tranquila pero gélida voz de la chica se escucha:
¿Sí?
Al fondo podía escucharse que había gente detrás, aunque Sota no era capaz de distinguir si estaba en la calle o en algún otro lugar concurrido.
-Es verdad que no estuvieron mucho tiempo juntas, no...
Anoto en la hoja las observaciones de Nao, sin poder evitar mostrar un gesto desmotivado. No porque me moleste que encuentre agujeros en la investigación, sino al contrario. Sus dudas son razonables, y por lo tanto, necesarias. Lo único malo es que parezca que estamos dando vueltas y vueltas y sin estar seguros de si nos acercamos a la verdad....
-Sí, yo también apostaría por la sangre. En ese caso, para contagiar tendría que entrar en contacto con alguna mucosa, tipo la boca, los ojos o una herida abierta, si no me equivoco.-me golpeteo el labio con el boli, tan pensativa como si estuviera respondiendo a un examen. Aunque hacía mucho que no repasaba biología, creía recordar lo suficiente de las lecciones.
Una vibración me avisa de un mensaje del móvil. Le echo un rápido vistazo mientras a la vez escucho a Sata. En el momento en el que nombra a Maki, parpadeo confundida. Temo no haber oído bien, pero para bien o para mal parece que mis oídos funcionan perfectamente. Sobre todo para mal, porque me noto un cosquilleo crecer desde el estómago y subirme por el cuerpo.
Y cuando aparezco en la historia, el cosquilleo se transforma en ardor. Pero no es hasta que Sata termina de hablar que termino de procesar lo que acaba de contar.
-¿Pero de qué va?-móvil en mano, me levanto de repente indignada. El ardor ya ha llegado a mi cara, y juraría que estoy roja. Si es por la vergüenza o el enfado o lo que sea, no estoy tan segura. Lo que sí tengo claro es lo que quiero ahora mismo.-Voy a tomar el aire.-y previendo alguna oferta para acompañarme, añado.-Sola, ahora vuelvo.
Y dejando todo lo demás en su sitio, recorro a zancadas el camino hacía la puerta, saliendo antes de que me pudieran detener.
No me detengo, yendo directamente en búsqueda del callejón que Sota menciona, mientras le aviso de que ya he salido. Quizás no sean los 10 minutos que dijo, pero ya es tarde para volver adentro y esperar pacientemente a que pasen de verdad.
Al salir de la conversación, me fijo en el nombre del contacto de Seto-san en el móvil y le abro chat. Pero a la hora de escribirle, los posibles mensajes y otras preocupaciones se amontonan como un remolino en mi mente. ¿Qué exactamente quiero que sepa? ¿Cómo le hago saber lo que temo que ha hecho? ¿Acaso no estaré avivando sus palabras? ¿No lo he hecho ya?
Todavía roja y enfadada, cierro la pantalla y me fijo en el camino. Ya tendré tiempo de hablar con ella luego.
Rin escucha a Sata con cara pensativa, el comportamiento de Maki es bastante incomprensible para él y al final cuando menciona que el profesor no debería haber muerto no puede evitar mirar a Mieko, pero ella salió rápidamente del lugar a tomar aire antes de que el pudiera decir algo, por lo que decidió volver su mirada a Sata -No estoy muy seguro, pero creo que con lo que nos contó Takenaka San sobre la madre de Hiwatashi Yuki San, es probable que el “virus”- dice al poniendo comillas con sus manos cuando dice la palabra -no afecte de la misma forma a las personas mayores, no la ayudo a curar su cáncer por ejemplo-
Le agradó oír que el asistente estaba dispuesto a ayudar. Eso seguramente serviría para aclarar bastante las cosas y salir del punto muerto en el que se encontraban. Pero eso no era lo único que Sata tenía que contarles.
—Intentó darle un beso… —susurró Nao, atónita. «Qué atrevimiento» pensó—. Sí… también tendría sentido que pueda contagiarse así. Es algo que le podría hacer a cualquiera si lo pilla desprevenido. Y no podría contagiar a nadie sin querer de esa forma —razonó.
Mieko no se tomó bien que Maki la hubiera mencionado. —Tranquila… Seguro que… No lo decía en serio —dijo de forma bastante poco convincente. No tuvo mucho éxito.
Ante el argumento sobre que el profesor no debería haber muerto, Nao asintió.
—Puede ser lo que dice Rin. O puede ser que solo Maki pueda contagiar. No lo sé…
Sólo te llamaba para avisarte.- Se sentía en una especie de doble juego donde se había metido él solo, pero no quería que su amiga y la que, de alguna forma, le había “devuelto a la vida” tuviera problemas que podría solucionar.- Fujimura Nao, Murasaki Rin y Takenaka Mieko han estado tiempo investigándote.- No era la primera vez que se lo comentaba, pero sí que citaba uno a uno sus nombres.- Tienen incluso a periodistas con ellos investigando tu caso, no sólo eso sino que la policía les pidió que te vigilasen. Saben lo del virus y que tu padre quiere detenerte.- Se apretó el puente de la nariz, enumerando todo para que no se olvidara de ningún punto.
Me han estado preguntando pero sólo les he dicho lo que es de dominio común. Aun así intentaron indagar con Yuki, sobre su madre, y no tardaran en preguntarle a Aoi.- Era su mayor temor, puesto que la chica ya había intentado quitarse la vida en varias ocasiones. Nada le impedía soltar todo.- Les he intentado hacer ver que tal vez sólo estés ayudando sin desvelar demasiado, pero sólo Mieko parece estar dudando de tus intenciones. El resto las rechaza por completo.
Suspiró, mirando de vez en cuando al callejón para que nadie los escuchara.
Había pensado en hablar yo con Aoi y llevarme a Mieko. Ella es la que tiene contacto con la prensa, tal vez si supiera la verdad podría usar sus contactos para que te dejaran en paz Maki.- Sólo quería eso, que dejaran a la chica tranquila con sus propios problemas, no tener a la prensa y policía investigando.- ¿Cómo lo ves?
Maki permaneció todo el tiempo en silencio, Sota podía escuchar la respiración de la chica al otro lado, esta era calmada y tranquila, no fue hasta que pasaron unos segundos que empezó a hablar, pero con gran tranquilidad:
Así que esos tres están interesados en lo que sucederá… y mi padre quiere detenerme… eso es algo que no sabía… bueno, me dijo que me detuviera, pero…
Algo le decía a Sota que Maki estaba en esos momentos sonriendo de aquella forma tan particular suya:
Sobre Aoi no te preocupes, hasta la próxima excursión no podrán verla y cuando sea ese día… no habrá ningún problema, ya que ella… bueno, no creo que vuelva a intentar hacer aquello, dejara de ser una cobarde como era antes. Sin embargo, a lo de la policía y ese periodista. Puede ser un problema… especialmente el policía, al periodista lo vi ayer… no es peligroso, un tal Takeuchi… periodista de una revista de cosas sobrenaturales… no tienen credibilidad.
Por el tono de voz se notaba a la chica bastante tranquila, como si realmente lo tuviera todo controlado y aunque Sota noto cierta sorpresa ante la revelación de que el padre de Maki quería detenerla parecía bastante tranquila en general.
No entendía bien qué quería decir con que Aoi no sería un problema, sonándole a la típica frase de película de mafiosos cuando los protagonistas hablaban de matar a un rehén para silenciarlo. No hará nada. Quería convencerse de aquello, negando con la cabeza a cualquier otra opción posible. Además, la chica ya había “muerto” varias veces, dudaba que fuera ese el camino.
¿Qué quieres que haga? Ya sabes que voy a ayudarte.- Miró de soslayo la hora en su reloj, calculando esos 10 minutos que le había pedido a Mieko para verse.- Le he dicho a Mieko de vernos en poco, solos. Estoy seguro de que podrá entenderte.- En su momento le prometió a Seto no decir nada respecto a su “don”, teniendo claro que no iba a incumplir su promesa.- ¿Qué te parece vernos los tres? Lleva evitando preguntarte directamente por miedo, pero conmigo delante creo que se atreverá.
Sata escuchaba a los chicos atentamente mientras iba reflexionando tras el comentario de Rin dice:
¿Estamos seguros que no curo el cáncer? Por lo que sabemos no es algo que sepamos a ciencia cierta. O quizás… algo en el cuerpo de la madre de vuestra compañera afecte al virus. Deberíamos de comprobar si han infectado a mas adultos para saber el cómo afecta.
Después de la aportación de Nao se queda unos momentos pensando y dice:
Un virus que solo Maki solo puede contagiar… es una opción, pero el mayor problema que tenemos es que no sabemos demasiado, solo sabemos que lo tienen Maki, Aoi y Yuki y que sus síntomas son la sangre negra, hace que sangre la nariz…
Se queda unos momentos en silencio y dice:
Espero que la reunión con el asistente del doctor Seto arroje mas luz, porque… sinceramente no se muy bien que hacer, solo se me ocurre una cosa, pero… creo que sería ir demasiado lejos.
Mientras Mieko esperaba pudo ver como por allí paso caminando la enfermera del instituto, la mujer llevaba una leve sonrisa. Caminaba con una mirada algo ausente en dirección como si se hubiera marchado del instituto hacia poco tiempo.
—Mieko ha dicho antes que oyó a Yuki decir que el cáncer no había mejorado, porque afectaba diferente a los adultos —explicó Nao. Lo había dicho antes de que el periodista llegara, por lo que era lógico que no lo supiera.
—No. No sabemos prácticamente nada —comentó con voz queda—. Sí. Puede que el asistente pueda aclarar muchas cosas.
Ante su última frase, Nao levantó la mirada y miró al periodista en silencio, inexpresiva, preguntándose qué había querido decir con «ir demasiado lejos».