Partida Rol por web

Nao y Yuka se mueven casi a la vez, la chica abre la boca y grita dispuesta a atacar a Nao, parecía una bestia que iba a por ella. Nao siente como la chica le agarra con fuerza de la ropa y acerca su cara dispuesta a moderle, pero Nao es mas rápida y le clava el inyectable. Yuka se detiene en seco y mira a Nao, lagrimas negras empiezan a salir de sus ojos y cae al suelo llevándose parte de la manga de Nao, mientras cae puede ver la cara de miedo de Yuka que finalmente cae inerte al suelo

Maki sonríe y habla con ese tono de voz ciertamente prepotente que usaba:

¿Que harías? Seguro que como yo y con eso que estáis haciendo me lo estas demostrando… nos estáis matando… pero antes seras como nosotros.

Maki parece que prevee el movimiento de Mieko y se mueve para esquivarla, sin embargo, con lo que no contaba era con la presencia y la acción de Sota el cual parecía que esperaba que estuviera fuera de combate, la chica observa con terror como no puede evitar el movimiento de Mieko, la chica impacta de lleno en el pecho de Maki que mira con horror a la chica mientras dice:

¿Que? ¿Que es? Me habéis...

La chica cae desplomada al suelo, puede verse como le empieza a salir sangre negra por la nariz, mientras observa el techo dice:

¿Esto? ¿Esto es la muerte? Me habéis… por fin

La cara de la chica cambia a una sonrisa de completa paz

Mientras tanto el profesor se lanza contra Rin, este siente como le da una patada en la pierna que hace que el chico caiga al suelo:

¿Que ahora no te ríes verdad?

Sin embargo, lo que no se esperaba es que el alumno moviera su mano y le clavara aquel inyectable en la pierna, con un grito da un paso atrás mientras dice:

Maldita sea… me has…

No le da tiempo a decir nada mas ya que cae al suelo completamente inerte

Sata tenia enfrente a la enfermera, los dos adultos forcejean, parece que la mujer es mas fuerte, pero Sata era una persona atlética y tras un par de movimientos logra clavar el inyectable a la mujer que simplemente se desploma. Con un fuerte suspiro se incorpora y observa el lugar en silencio

Cuando el maestro cae, el chico en el suelo se apresura a ir a su lado, las lagrimas no dejan de fluir -Lo siento Yoshi Sensei, por favor descansa- el dolor le consume, tanto que no se percata de que sus compañeros lograron diezmar a los demás infectados.

No esperaba llegar a acertar. Seto-san se desploma, y yo me voy abajo con ella, en un fútil intento de atraparla antes de que caiga. La sujeto muy cerca, viendo de primera mano como su rostro se calma, como sonríe. Parece haber encontrado el fin a su oscuridad.

Alzo los ojos hacía Sota, dándome cuenta de que ha sido gracias a él que hemos podido derrotarla. 

-¿Estás bien?-el rostro del chico sigue manchado de sangre, y todavía puedo ver en su piel las marcas de la violencia de Seto-san contra él. 

Entonces caigo en el silencio, en la ausencia de gritos y luchas que habían de fondo hasta hace nada. Mi cuerpo se bloquea, temo lo peor. ¿Y si me giro y veo que estamos rodeados por infectados? ¿Y si Seto-san ha caído pero también el resto de mis amigos? A pesar del miedo, me obligo a girar la cabeza hacia el resto.

Afortunadamente, es todo lo contrario. 

-¿Estáis todos bien?-y aunque no es mi intención, no puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. 

Nao estaba invadida por el terror. Pero, de alguna manera, logró reaccionar a tiempo y clavar la jeringuilla en su antigua compañera. Se tapó la boca con las manos, horrorizada, mientras observaba cómo la vida la abandonaba. Se quedó paralizada. Pese a que lo había hecho en defensa propia y que sabía que ya estaba muerta, se sintió como una asesina. ¿Había hecho lo correcto?

Se giró hacia Maki mientras la oía decir aquellas palabras, que la hicieron dudar aún más de sí misma. ¿Y si tenía razón? ¿Y si eran unos asesinos?

La chica no diría mucho más, pues, poco después, Mieko lograría clavarle el inyectable. Nao vio atónita cómo se desplomaba, con una sonrisa en la cara. Se quedó su cuerpo inmóvil, como esperando que fuese a levantarse de un momento a otro.

— ¿Ya… se ha acabado? —Fue lo único que alcanzó a decir.

No podía creer que la pesadilla hubiese terminado. Miró a Mieko, queriendo responderle, pero no sabía qué decir. ¿Estaba bien? Físicamente sí, pero…

Se quedó parada en el sitio, respirando a gran velocidad. No podía articular palabra. Solo quería salir de allí. Abandonar esa pesadilla.

Se encontraba tomando aire con tanta sangre y heridas que casi parecía ser parte de una película de zombis que un estudiante. Miraba confuso el cadáver de Maki con sentimientos encontrados, pasando desde la culpa de haberla abandonado de esa forma como la tranquilidad de que ahora podía descansar. ¿Realmente habían hecho lo correcto? ¿Era esta la forma de terminar?

Escuchó la voz de Mieko, girándose para observarla durante unos instantes sin saber muy bien qué responder.

No lo sé.- Apoyó las manos en su pecho, temiendo que ahora que Seto había caído él también lo haría, ¿o le darían una nueva oportunidad de sobrevivir? – No sé qué va a pasar.- Y por primera vez podían ver a un Sota asustado por lo que pasaría en los próximos minutos.

Todo se decidiría en ese tiempo.

Sata estaba de pie en silencio, el sabia lo que quedaba por hacer y sabia que tenían que hacerlo. Con uno de los inyectables en la mano se acerca a los chicos y dice:

¿Estáis bien? ¿Os han herido? Chicos… no deberíamos entretenernos demasiado… aun quedan algunos infectados y pueden hacerle daño a mas gente y convertir a mas de vuestros compañeros… aquí y ahora debe terminar esto… si Aoi ha cumplido no creo que tarde demasiado en llegar la policía, así que… solo queda una cosa

Extiende su mano y le da a Sota un inyectable, sin mirarle a la cara dice:

Gracias por tu ayuda… lo siento mucho chico

Dice y da un par de pasos atrás

Pese a que Maki habia muerto definitivamente Sota no notaba ningun cambio en su cuerpo, aquella oscuridad seguia dentro de el y luchaba por salir

Tomó el inyectable en su mano, imaginándose las palabras que Sata quería haber formulado y no podía. En realidad había veces donde todo estaba dicho y sólo quedaba actuar, poner fin a todo. Sí, poner fin a todo.

Sota soltó aire, agotado, mientras rebajaba la tensión de sus hombros. Alzó un momento el rostro al techo creyendo poder ver a través del armazón de cemento y ladrillo, sintiendo en su interior los últimos retazos de Maki.

Supongo que no queda otra.- Bajó la mirada, esta vez dirigiéndose al resto.- ¿Sería mucho pedir un poco de intimidad? Soy malo con las despedidas y creo que agradeceréis no verlo.- Les dedicó una leve sonrisa ladeada.

La confusión, el miedo, la incertidumbre... puedo verlo en todos los del grupo. Yo incluida. Sata nos pide que nos levantemos, que busquemos al resto, pero no sé si podré. Primero debería soltar a Seto-san, dejar que se deslice desde mí hasta el suelo. Luego debería encontrar la fuerza para moverme a mí.

Hago lo único que puedo hacer en un momento así. Esperar a calmarme, esperar a sentirme como yo otra vez. Pero lo que oigo me deja helada.

-¡No!-exclamo, mirando horrorizada a Sota y Takeuchi, incapaz de creerme lo que estoy viendo.-¡Vas a estar bien! ¡Estás bien! ¡Podías resistir la influencia de Seto-san y ahora será más fácil! ¡Para ti y para el resto!

Me giro hacía Takeuchi, herida por la manera en la que parece haberse rendido. Hablaba y actuaba como si ya no quedara otra opción para Sota. No podía ser verdad, no podía serlo... Le miro con ojos llorosos, suplicante:

-¿Verdad? ¡Tiene que funcionar! ¿Por qué hemos hecho esto sino?

Lentamente se levanta del lado de su profesor, pero si mirada permanece en el cuerpo sin vida un momento más, cuando por fin logra apartar la vista mira a Sota, si bien no habían logrado entablar una amistad, talvez por que sus personalidades eran muy dispares, le estaba agradecido por haberles ayudado y le admiraba en cierta forma por lograr resistirse a aquella oscuridad, quería decir algo, pero el no era bueno con las palabras, simplemente se limito a hacerle una respetuosa reverencia agregando únicamente -Muchas gracias-

No quería molestarle o decir algo inapropiado, ya habían terminado discutiendo una vez, y dada la situación actual, era mejor callar, se limito a sacar mas inyectables de la maleta, para ofrecérselos a Nao y a Mieko, antes de salir del lugar para respetar los deseos de su compañero.

Nao se quedó prácticamente blanca cuando vio al periodista entregar el inyectable a Sota. No… ¿Por qué tenía que morir?

—No… Sota… No lo hagas, por favor. Ella ya no está. Seguro que puedes controlarte. —Miró al chico con desesperación, abatida—. Esto ya ha acabado. No hace falta que nadie siga sufriendo. Por favor, soltad los inyectables y vayámonos a casa.

Cuando Rin le ofreció la jeringuilla, ella la rechazó con un movimiento de manos. Miró cómo abandonaba la habitación sin intentar convencer a Sota. Se sentía decepcionada con él por desentenderse.

Sintiéndose inquieta al ver la jeringuilla en las manos de su compañero, se acercó a él y extendió su mano.

—Por favor, suéltalo… —susurró, implorante, esperando que le entregara el inyectable.

Sata observa a los chicos unos momentos, se acerca a Sota, le da un golpecito en el hombro y dice mirando a los demás:

Vamos… aun podemos salvar a mas gente

Tras aquello se empieza a marchar de la sala, pero se detiene al escuchar a Mieko y dice:

Estas equivocada… Maki no influía a nadie… ella era influenciada por lo que había en su interior, solo que ella ha estado años con ello y no pudo con ello… solo es cuestión de tiempo que termine de controlar a Sota… o incluso a Aoi, ella misma nos lo dijo

Después mira a Nao y dice:

Tenemos que detener a los que han sido infectados

Mira el reloj y dice:

Aoi salio hace media hora… no creo que tarde mucho en llegar la policía… deberíamos terminar antes que lleguen… vamos chicas no hagáis sufrir mas a Sota

Tras eso sale junto a Rin

Cuando ambos salen Sata suspira profundamente y dice:

Espero que lo comprendan… no podemos hacer nada por el, pero si que podemos salvar a mas gente… no podemos dejar que nadie con esa sangre negra salga de aquí… vamos

Sus ojos ahora rojos y llorosos, pasa su mano para limpiarse las lágrimas -Si, era necesario y muy doloroso, solo podemos ayudarles a liberarse de esa oscuridad y que puedan descansar, no quiero que mas personas sufran como lo ha hecho Aoi Chan- camina junto al periodista para continuar esa difícil tarea que ahora recae sobre ellos.

Tal vez fuera por su carácter o el trato que les había dado, pero Sota esperaba que las reacciones de las chicas fueran la misma que Rin, la del abandono. Las miró confuso, dedicándoles incluso una sonrisa agradecida por ese último calor que mostraban hacia él, un extraño sentimiento que no estaba acostumbrado a tener y que, por consecuente, le incomodaba.

Me gusta ser el protagonista de la conversación, no os voy a engañar, pero tampoco hay que hacer tanto drama.- Quería quitarle peso a la situación ya no solo por ellas, sino por él mismo. Realmente era malo con las despedidas y no sabía ni cómo continuar, no encontrando las palabras correctas.- El periodista tiene razón y los tres lo sabemos.

Se dejó caer al suelo, sentándose con las piernas en posición de loto, como si quisiera buscar un poco de meditación, mientras dejaba la jeringa en su regazo. Él también parecía dudar con su decisión, algo lógico que era su vida la que estaba en juego.

Nao estaba devastada. No podía aceptar lo que decía Sata. Si lo que decía era verdad, entonces no había diferencia entre Maki y los demás. Todo aquello implicaba que todos sus compañeros debían morir. No podía aceptarlo.

—No… ¡No! Tiene que haber una forma de arreglar esto. Tiene que haber alguna forma de ayudarles a controlar su oscuridad. No podemos dejar que todos ellos mueran —dijo, desesperada y angustiada. Se dirigió a Sota—. Por favor, no lo hagas. Tenemos que intentar encontrar una solución.

Miró a Mieko, desazonada, esperando que ella estuviese de acuerdo.

Sata asiente a las palabras del chico mientras habla:

Tienes razón… es una pena pero el doctor Seto lo ha dejado muy claro… y las palabras de Aoi lo ha dejado aun mas claro

Decía mientras caminaba alerta por si algún alumno mas aparecía, entonces con conviccion dice:

Tenemos que salvar a todos los que podamos… tenemos que intentar que nadie mas se contagia… y me asegurare de escribir un articulo para que todo el mundo sepa que es lo que paso aquí