Partida Rol por web

Asomado al balcón observaba todo cuanto ocurria en la tierra, la batalla contra los orcos y el nacimiento de una nueva esencia casi divina... Y la desaparición de dos.

-Que interesante...

Como tantas otras veces, Khalis simplemente aplaudio, lentamente cuando el destino de una de sus hermanas quedo sellado para siempre. No parecia sorprendido, de hecho ya sabia que eso ocurriria, y sus sentimientos como siempre eran solo suyos, su mascara se encargaba de eso.

-Bueno un problema menos. E insisto en la velocidad, si queremos solucionar mas problemas eficientemente. Si tiene que morir uno por cada no-nacido... En fin... ¿Para cuando ese conclave?

Su voz tan alegre y burlona como siempre, parecia ajena a todo dolor o perdida.

Airlia se asomo al balcon ante tanta espectacion y observo la batalla entre Raizas, su primer impulso fue desatar una tormenta en favor de Raiza, aunque habia tenido sus roces con ella era su hermana despues de todo, pero se mordio el labio

su deseo es que no nos interporgamos

asi que se limito a mirar, Raiza, era la original, asi que despues de todo, aunque la batalla fuera cruel, la diosa ganaria sobre la no nacida... pero entonces ocurrio... Raiza estaba agotada y bajo la guardia, ambas calleron al suelo y desaparecieron.

no!!

Acavaban de comprobar que los dioses si que podian morir, y eso, le encogio el corazon

la esencia de los mortales vuelve a ellos cuando mueren¿y cuando muere un dios? a quien vuelve su esencia?

se pregunto esto y volvio a dentro, para ver la reaccion de sus hermanos, Raiza era odiada y querida entre sus hermanos, pero no a todos parecio afectarles igual, entonces escucho a Khalis

si claro, la reunion... preparare el plano Onirico y cuando este listo visitare a cada lider por la noche

Airlia se concentro, preparando el plano Onirico para los mortales.

 Se alejo de todos sus hermanos, y en medio de la nada, unio sus mentes con las de los heroes que le habian asignado sus hermanos, escogiendo de entre los suyos, a Irelia, Poppy era demasiado campechana y Maddy estaba un poco loca, asi que Irelia, tambien de casta noble como Maddy, pero mas cuerda seria la candidata idea para dialogar.

En el sueño de Irelia, esta estaba subia a una nuve de metal, y sobrevolaba la isla, pero entonces una niebla blanca la engullia, y se perdia por ella....

Mientras, en el sueño de Cenarion, este perseguia a un grupo de dientes de sable, que parecian indicarle que algo ocurria en el centro del bosque, y cuando intentaba seguirlos, se alejaban mas y mas... hasta que la niebla blanca lo engullia y se perdia....

El sueño de Dhuan, entraba en una cueva, buscando nuevos minerales, y extraños vapores surgian de sus paredes, para Dhuan no era un problema, el frio o el calor eran relativos en su mente, pero la niebla empezo a volverse muy espesa y perdio el sentido de la orientacion...

El rey enano, salia fuera a pasear por las extensas galerias de las entrañas de la tierra, buscando nuevas zonas para ampliar su ciudad, y alli, se perdio... envuelto por una niebla que jamas habia visto, ¿niebla en las entrañas de la tierra?

El sueño de la Tuio´hama las llamas la envovian en uno de sus paseos, cuando se disipaban ya no estaba en el poblado, si no que se encontraba en un lugar totalmente extraño.... no veia nada y todo estaba blanco....

Se quedo pensativa mirando a Garok... su diosa ya no esta, y su pueblo esta muy mermado... ¿es necesario que el lider de nada se presente ante el resto de razas? supongo que si... aunque solo sea por que no sean los unicos seres inteligentes que no conocen al resto.

Garok soño, con una batalla, los orcos los estaban masacrando, la batalla parecia perdida, era el sueño de todas las noches de Garok, la batalla donde moria su padre, el no estubo alli, pero el recuerdo, la noticia. Su padre moria ante el, y su diosa desde lo alto, desaparecia para no darles ninguna señal mas y Garok corria asustado hacia la nueva aldea, pero esta vez, Airlia coloco en su sueño la Niebla... y este se perdia como el resto.

Nadiathar se encontraba nadando, buscando nuevas cosas para su gente, para los cultivos, como todos los dias, y entonces encontraba un islote extraño, y su curiosidad la hizo salir del agua para internarse en tierra firme, la piel se secaba, y ese extraño viento a acariciaba, era tan extraño, pero nuevas cosas en la superficie le llamaron la atencion, asi que se puso a recorrerlo y entonces algo blanco la envolvia y se perdia dentro de la niebla

y el ultimo sueño, Selendris se encontraba probando su magia, controlar la quinta esencia no era facil, pero conseguia convocar armas de la nada, escudos, detener cosas en el aire, acelerar un cuerpo o detenerlo... era perfecto, lo que siempre habia soñado, se sentia poderosa, nadie podia pararla, y conjuro nuevamente, pero esta vez su conjuro creo una niebla a su alrededor, intento disiparla, pero no lo consiguio.

Selendris lo intento varias veces, y al final parecio conseguirlo, pero se asusto rapidamente, al encontrar a otros 7 seres, tan diferentes a ella, en el lugar, ya no estaban en sus hogares, si no que se encontraban en medio de una llanura, desierta, sin nada, solo unos asientos etereos frente a ellos, 7, y una manta.

Medusa se mostro indecisa ante como actuar, no le habia gustado Raiza en ningun momento pero en el fondo sabia que era su hermana y que deberia de mostrarse afligida

-Tsk, esa idiota... nunca supo considerarnos  sus iguales. Todos deberiamos de aprender de lo sucedido y empezar a ver que esos No-Nacidos son algo que deberiamos tomar en consideracion, seguramente Padre sabia algo acerca de ellos e impidio que esto sucediera, parece que estaban deseos de nacer.

-Debemos impedir que los No-nacidos nazcan. Debemos impedir que los Orcos beban sangre de las razas....si no podemos impedir eso...si alguno vuelve ha aparecer...no debemos confrontarlos en solitario. Somos más...no podran nada contra nuestro poder combinado. ¿Estáis de acuerdo?-

Serune aparecio en la sala...apenada.

Khalis aun observaba el mundo, aunque le parecia mas interesante lo que ocurria en el mundo de los sueños.

-No se trata tan solo de que beban la sangre... Tienen que beberla en un momento o lugar afin. No pudieron hacer nada a pesar de tener la sangre de los centauros pues no llegaron al paraje natural gracias a la brillante estrategia de Medusa. Y si alguno de los no nacidos se vuelve a levantar... Es obvio que son poderosos... Pero decir que en duelo sigular perdiriamos. Guerra contra guerra pierde.. Pero quizas al resto no se les pueda eliminar simplemente atravesandolos con una espada.

Cita:

-O quizá si, Khalis ¿Querrías comprobarlo? Yo no...ya ha muerto uno de nosotros...no quiero imaginarme que....-

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Serune observaba a sus elfos, como acostumbra a hacer, su pueblo era el más grande de la creación, ya no puede ser catalogado como Pueblo, sino que debe ser llamado Ciudad, aunque, algunos elfos están quizá algo agobiados al estar en la misma ciudad durante tantos años ya....deben expandirse.

Eso la tuvo pensativa un buen tiempo, para expandirse necesitarán avanzar sus conocimientos en una via que aun no lo han hecho jamás en 220 años, pero no es imposible.

Llamó a sus hermanos, mentamente, a todos. Empezó por el único al que no necesitaba pedirle nada...por desgracia, le hubiera gustado encontrar una forma, pero no es asi.

-Hermanos, quiero pediros algo, quiero pediros permiso para usar una chispa de vuestra esencia*, a todos y cada uno de vosotros, excepto a Loke...lo siento pero no encuentro la manera de incluirte, hermano.-

-Tengo en mente una criatura, bella y terrible, expléndida, maravillosa. Y letal.-

Espera la respuesta de todos antes de realizar su obra. Sus hermanos ya crearon cosas parecidas...pero, no así, no tan magníficas, ya que solo pertenecen a la esencia de uno.

-Necesito una chispa del fuego de Tabahätta, la dureza de la roca de Gálmaro, un soplo del viento de Airlia, un guiño de Khalis, y el conocimiento de Medusa. Yo lo uniré todo, y daré alma y propósito al ser.-

Les pide permiso para tomar esas pinceladas de cada uno, más bien del campo de cada uno, por respeto a todos.

Gálmaro se quedo dubitativo ante la petición de Serune. No entendía el por que de pedir su permiso. Era el Padre de todos quien creo las virtudes del planeta y a nosotros nos dio la afinidad para dar a conocer sus virtudes y defectos.

 Gálmaro mismo había tomado el agua, las plantas y la carne de la Naturaleza sin pedirle permiso a Medusa. Se servía de los vientos para enfriar la roca sin consentimiento de Airlia o su pueblo, que tomó el magma de Tabahätta, sin pagarle tributo alguno. Tras sobreponerse a la sorpresa de su petición le dijo 

- Claro que puedes servirte de la roca - aun sin comprender la finalidad de su petición - las cosas están allí para usarlas. 

Tabahätta era una sombra. Desde que la Diosa de la Guerra había caído, y su esencia se había unido al vasto Universo, sus llamas no habían vuelto a calentar la casa del Cosmos. Se le veía caminar, con el único sonido del tintineo de su armadura, por la ahora deshabitada habitación de Raiza. Los dibujos de las paredes, que él mismo grabó a fuego, y que representaban escenas de combate de sus hijos, ahora no eran más que oscuros surcos en la pared, sin vida.

Ahora apenas hablaba con sus compañeros y hermanos, pasando toda su existencia en la Atalaya de Ruth-adum. Cuando Serune los llamó, simplemente no se negó a que usase su esencia, aunque la diosa del amor sabía que no se habría negado a nada que pidiera. Simplemente, no tenía la llama de su interior que le hacía sentirse vivo.

Las ganas de vivir habían desaparecido en aquel lago corrosivo.

-mm, requieres de nuestra esencia, es divertido ver lo que nuestras mentes superiores puedne llegar a inventar en momentos peligrosos...te dare mi esencia pero te la dare el ultimo de todos nuestros hermanos... me gustaria que me contaras tus ideas tan brillantes que tienes

Una sonrisa maliciosa aparecio en aquel rostro que seguia siendo el de la ninfa traviesa y alocada en la que se habia convertido el tranquilo Medusa.

-Cuenta cuenta y quizas te de algo mas que mi esencia

 Serune, cuentame que tienes pensado y yo decidire el poder que va a costar y como lo reparto :P

La idea de Serune cobraba forma, el pedir permiso a sus hermanos era por que no necesitaba coger piedra o fuego, como bien dijo gálmaro, están ahi para todos. Si no algo más. Más profundo, más intenso. Una suerte de comunión.

La roca sería los huesos de la criatura, también la piel, aunque claro, no tan...fea como la roca, igual de resistente, o más, eso si.

La criatura sería grande, enorme, pero se desplazaría con igual facilidad por tierra que por aire, de ahi la esencia de airlia, para que algo tan grande pueda volar, conocer el cielo.

Su fuerza sería tremenda, sus garras y colmillos, afillados. Capaces de defenderse por si mismos, pero su  mayor arma, por lo que serían conocidos y temidos, por el fuego que les llena por dentro, el fuego que exhalan. el fuego, que proviene de la esencia de Tabahätta.

Bestias, animales, pero más inteligentes, mucho más, aunque sin llegar a poder ser considerados "inteligentes". El rey de las bestias, reconocido por todas las demás, el aura de Medusa atestiguaría eso.

Y muy longevos. Jamás pararían de crecer, viviendo durante cientos de años, llegando al tamaño de montañas pequeñas, para su longevidad, un soplo de Khalis.

Y ella misma, Serune, lo uniría todo, daría vida, alma, capacidades mágicas, nobleza de espiritu....y un lugar en la creación a los Dragones.

Su idea aparece en la mente de Medusa, ya que le ha preguntado.

en  profunda concentracion mientras miraba hacia el mundo asintio a la peticion de su hermana mientras hacia un gesto de aprobacion con la mano

claro hermana.. si es lo que necesitas...

dijo meintras seguia concentrada mirando el mundo

Medusa empezo a andar y dar saltitos emocionada, mientras daba palmadas al aire. Parecia que algo iinteresante iba a ocurrir y tenia ganas de que ocurriera.

-Bien, todos estan conformes...va a ser muy divertido,

    Loke no le presta atención a las peticiones de Serune a los otros dioses, y menos si el queda excluido, asi que se enfoca en observar lo que ocurre en el plano onirico.

    - Creo que deberiamos guiarlos, se estan desviando del proposito de esa reunion... Si es que aun el proposito es acabar con los orcos.

El Señor del Fuego había percibido la distorsión que provenía del Encuentro Onírico como una ligera molestia en la nuca, pero no le dio importancia. El antaño Titan ahora sólo era una armadura oscurecida que miraba eternamente El Mundo, clavando su mirada en cierto monumento que se alzaba sobre cierto lago corrosivo. Su atronadora voz ahora sólo era un suspiro que resonaba en la oquedad de su cuerpo.

Ni siquiera se vanagloriaba de los descubrimientos de sus predilectos, pues apenas les prestaba atención, y eso los Tanar´ri lo percibían. Pero a Tabahätta no le importaba. Hacía tiempo que nada le importaba. Había un vacío en su existencia, porque le habían arrebatado una gran parte de él de un sólo plumazo.

Serune acaba por acercarse a Tabahätta.

-Hermano, das pena. Atodos nos afecta la muerte de Raiza ¡A mi la que más! Pero no puedes dejar que...que te afecte así. ¿Crees que a ella le gustaría verte así? ¿A su Tab?-

Le da golpecitos en el pecho con un dedo.

-¿Acaso la engañabas y no eres como decias ser? Pues para ser el caos...- no acaba la frase.- Piensalo, Raiza era la diosa de la guerra, la guerra puede ser fria táctica o ardiente pasión. Pero no es patéticamente triste. ¿Así honras a mi hermana?-

Se empieza a alejar.

-Vuelve a ser quién eras, ella querría eso. No a un cascarón patético como eres ahora...-

Los segundos (¿o quizás fueron horas?) que el Dios del Fuego esperó para responder a Serune se hicieron eternos, pues ningún sonido emergía de la cáscara vacía que ahora era su armadura. Cuando llegó el momento adecuado, respondió, sin ni siquiera girarse.

- Soy el Cambio, y Señor del Fuego, Diosa del Amor - se notaba reproche en sus palabras - como hermana mía que eres, te pediría que tuvieras en cuenta esas cosas. Yo no digo que seas la Diosa del Pelo Rojo, así que nada de "para ser el Caos...".

Finalmente se giró, y la miró. Las llamas que antaño brillaban en las cuencas de sus ojos ahora sólo eran leves brillos ambarinos, carentes de todo calor.

- Aunque sabes más del Amor que ninguno de nosotros, no sabes absolutamente nada de lo que sentía por Raiza - Serune pudo percibir una gran ternura en sus palabras hacia la fallecida diosa de la guerra - Era parte de mí, y yo era parte de ella. Era mi igual. Ninguno de vosotros me completáis como lo hacía ella. Es por eso que ahora me siento tan vacío, porque me falta una parte importante.

Se incorporó, y su cuerpo sonó como metal astillándose, oxidado y abandonado. Puso la mano sobre la piedra divina que formaba la atalaya, y una imagen de la diosa se formó en fuego. Había mucho amor en esa imagen, y sólo Serune podía percibir eso.