Partida Rol por web

"Encontraremos el organizador de todo esto, está claro."

*Se escuchan fuertes ráfagas de viento*

Angélica finalmente le da la razón a Patrick a su arisca manera.

"Están subiendo por Adams street, en el distrito de Jacksonville. En los tejados"

sigue dando la localización para ubicar a Salazar.

Tu consciencia de repente estalla con una onda expansiva indómita y las calles del centro de repente se convierten en una especie de extensión de tu propio ser. El downtown está abarrotado de coches, las calles están completamente saturadas de vehículos detenidos y se escuchan sirenas por todas partes.

Los bomberos apagan un fuego en un edificio comercial y hay gente apelotonada alrededor del perímetro. Al mismo tiempo, en Washington Av. la calle que se dirige al campus de la universidad James Madison hay varios contenedores en llamas, pintadas en las paredes y escaparates rotos. A lo lejos se escucha follón, pero queda fuera de tu rango perceptivo.

Buscando criaturas sobrenaturales encuentras a dos vástagos jóvenes que aprovechando la confusión se están pegando un festín en un 7-eleven sin que les importe mucho que alguien paseando por la calle pueda verles o los testigos que puedan dejar.

Ves como Miriam a pie de calle se mete dentro de un coche cuyo conductor arranca enseguida esquivando el tráfico.

La calle está más alborotada que nunca. En la recepción del hotel y en los restaurantes, la gente se amontona alrededor de las pantallas de televisión donde los noticiarios no dejan de mostrar reporteros e imágenes en directo de los distintos incidentes que se están sucediendo a la vez.

No es difícil encontrar un vehículo parado, pues la mayoría de calles están abarrotadas de coches. Te montas en el primero que pillas de una larga cola y un joven rubio parece molestado hasta que hace contacto visual contigo y le lanzas las órdenes. 

Le haces dar la vuelta y conducir por la carretera que queda medio libre, pero al cabo de un par de manzanas encontráis otro atasco.

- Mierda, está todo imposible. Oye, quién eres tú? he tenido un mal día y quiero irme a casa.

Los análisis de auras te dejan ver a varias coteries de vampiros segregadas; pero desconoces si son parte de la organización o simplemente vástagos degenerados o jóvenes que se están aprovechando del cáos para dar rienda suelta a sus instintos más primarios.

El tremere volvió a subir al helicóptero de la azotea, sin duda era el medio de transporte más rápido sobretodo teniendo en cuenta que la ciudad era un autentico caos. Desde allí pudo escuchar los mensajes de radio mientras él mismo compartía los datos que iba viendo desde el aire con los demás.

Robert intento pensar más allá dejando en manos de Salazar y el brujah la contención de los ataques mientras el se encargaba de intentar intuir el sentido del propio ataque.

Ordeno al piloto dirigirse hacía la zona de la biblioteca y el museo para comprobar si se encontraban a salvo, mientras tanto su clarividencia le permitiría visitar los otros refugios.

Radio

Hay 3 focos de disturbios,

Las cercanias del hotel Walden de donde salimos. El distrito portuario en las zonas industriales pesqueras y el paseo y en UpperWest cerca de la biblioteca y el teatro.

Veo altercados menores en Jacksonville, Chinatown y Old Eastford.

Me ocuparé de mirar lo que no quieren que veamos, si todo esto es una distracción los encontraré, revisaré los refugios.

La hija de Haquim manda un mensaje de texto a Umar, Abdel (Marco), Farah y a su chiquilla que diga sin más:

¿Estais bien? acabo de llegar a la ciudad y esto parece un kaos

Entonces habla por la radio con el resto de los miembros de la mano

-Estoy accediendo a la ciudad ¿que sucede? y... ¿a donde me dirijo?-

Nadia estaba desconcertada, alomejor aquel mensaje de la cardenal estaba tomando forma en un ataque del sabbat, o podía ser un ataque de otro tipo...

(a partir de aquí es si el defecto de durmiendo con el enemigo es aceptado, siéntete libre de hacer las modificaciones que quieras)

La antigua decidió ponerse en contacto con alguien más, se trataba de su amante, un garou de la tribu fianna llamado Corcoran, era un muchacho joven que debido a esto y posiblemente a la forma de ser de su tribu era demasiado impulsivo. Le llamó diciendo lo siguiente en cuanto el contestó:

-¿Donde estás?-

No podía decir nada más, pues podría ser del todo inseguro y podrían escucharla. Si estaba en la ciudad debía convencerlo para que saliese y si estaba fuera no debía dejarle saber nada o él se metería de cabeza a enfrentar eso que consideran Wirm con la impulsividad y temeridad que solo un adolescente, como el era, mostrarían.

Abro el canal de la radio y comunico.

-Me he quedado sin transporte, me dirijo en busca del foco más cercano al Walden. Agradeceria algo más de información sobre que o quienes estan allí.
Si alguno de vosotros tiene control sobre comunicaciones localizarme donde estaba Fitzpatrick, creo que lo han atacado a traición.

La frustración era bastante alta por la mierda del tráfico, el cual no me dejaba acercarme a una velocidad en condiciones, si estoy seguía así o me encontraría a los mios muertos, o me perdería la diversión.

El tipo me pregunto que quien soy, con lo cual le miro de nuevo y le sonrio.

Si lo supieras te tendría que matar. Lárgate a casa y descansa, ya has cumplido tu ayuda.

Seguí por el camino a pie, tenía claro donde debía ir y llegaría aunque tardara algo más de lo necesario.

 Reflexiono sobre la voz que he escuchado, intento hacer memoria por si me suena.

 Una vez cierro el canal de comunicacion, me acerco a las puertas del hotel, dado el nivel de preparacion que estamos sufriendo, no es dificil que tengan vigilada la puerta.

Me asomo por uno de los laterales y miro a ambos lados de la calle.

-Estoy accediendo a la ciudad ¿que sucede? y... ¿a donde me dirijo?

Es la indiscutible dulce voz de Nadia.

La calle está más alborotada que nunca. Ves movimiento a lo lejos. En la recepción del hotel y en los restaurantes, la gente se amontona alrededor de las pantallas de televisión donde los noticiarios no dejan de mostrar reporteros e imágenes en directo de los distintos incidentes que se están sucediendo a la vez.

Compruebo que llevo mis dagas a mano en la funda de la espalda y salgo al descubierto en la acera, con un poco de suerte no seré objetivo fácil  desde la otra acera gracias a los coches.

 Miro a ambos lados y comienzo a caminar hacia lo que parece el foco de problemas.

Uno de los vástagos del 7-eleven te suena. Lo has visto en algún elíseo o por alguna fiesta, o quizás te lo presentaron formalmente? en todo caso, sabes que es un malkavian joven, sin ninguna repercusión en las cúpulas de poder en las que te manejas habitualmente. El otro no tienes ni idea de quién es.

Una mujer de mediana edad entonces pasa por delante del establecimiento y no puede contener un grito al ver las estanterías revueltas y los cuerpos de los mortales de su interior desmadejados por el suelo.

En este momento el malkavian abre la puerta de golpe y se dispone a lanzarse sobre ella.

Tu mente vuela aún más rápido que el helicóptero en el que has montado. Empiezas a ver los refugios conocidos de tus compañeros uno por uno.

El exterior del lujoso edificio donde se hospedaba Patrick parecía intacto, el barrio adinerado parecía no estar sufriendo tanto alboroto como otras partes de la ciudad. Intentar acceder a su interior mediante tu poder mental te resultaba totalmente imposible por mucho que te esforzaras. Sin duda, tu compañero se había esmerado a fondo en proteger su intimidad mediante poderosos rituales.

Lo mismo ocurría con el paradero de Nadia. Conocías más o menos la zona por la que residía, pero la hechicería Assamita protegía con fuerza el acceso de todo tipo de intrusos, incluso a nivel telepático. Tampoco parecía haber grandes alborotos en aquella zona alejada de la colina oeste.

La mansión Salazar estaba impoluta. Los miembros de seguridad a sus puertas no permitirían el acceso a ningún intruso y en su interior la siniestra oscuridad estaba tan quieta como siempre.

A diferencia suya, la Universidad James Madison, el dominio y principal refugio de Éttiene estaba siendo uno de los principales puntos calientes. Una multitud de estudiantes y manifestantes de todo tipo protestaban alrededor de todo el campus. Había disturbios violentos: contenedores volcados, ruedas ardiendo cortando la carretera y varias ventanas y escaparates rotos. La Universidad era un hormiguero de gente y los responsables en su interior correteaban de un lado a otro con los teléfonos a mano. Sin duda, el refugio de Etienne podía estar comprometido.

En tu refugio las cosas también están de lo más complicadas, y a medida que el helicóptero avanza puedes ir contrastando las imágenes que recibes de tu clarividencia con tu visión en directo des del aire.

El teatro arde y un gran equipo de bomberos con varios camiones hacen lo que pueden para que las llamas no se propaguen hasta la biblioteca anexa. Hay policía acordonando el perímetro y cuando tu mente penetra en los pasadizos del museo ves a varias figuras corriendo en su interior. Vampiros. No sabes cómo ni cuando, pero han logrado meterse ahí dentro y corretean a sus anchas en un sepulcral silencio.