Partida Rol por web

Cuando llegas al laboratorio, la cara del doctor Iqbal es un cuadro. Asumes que debe llevar varias noches sin dormir y le cuesta mirarte directamente a los ojos. Te han llegado detalles de lo ocurrido: una encarnizada batalla en el centro de alto rendimiento con heridos y acontecimientos sobrenaturales que podrían considerarse graves roturas de la mascarada.

- Erica García, Boris Glenn y Brandon Stokley.

Frente suyo hay tres carpetas perfectamente organizadas con los retratos enganchados en un clip al expediente de cada uno de los implicados.

- Tres de los mejores perfiles de nuestra cantera, por no decir los mejores.

Conoces a los tres y de hecho recuerdas haberlos alentado a perseguir la exceléncia en las esporádicas charlas que habéis compartido.

- Las investigaciones y entrevistas que he podido realizar con sus hallegados apuntan que los tres iban tras un tomo de conocimiento antiguo: El Eugetaimatikon. Desconozco si encontraron el verdadero libro de la sangre radiante o si dieron con otra cosa completamente distinta.

Tampoco se si eran conscientes que sus experimentos involucraban a criaturas prohibidas. Puede que todos se relacionaran con la misma entidad demoníaca y que ésta les lanzara a unos contra otros, o quizás fue el deseo de eliminar a sus ribales antes de que atesoraran más poder que ellos;

el echo es que el conflicto escaló e intentaron asesinarse de forma abierta en medio del campo de atletismo.

La entidad o entidades demoníacas les habían conferido poderes sobrenaturales y quienes presenciaron la escena hablan de rayos negros y llamas azuladas.

Me he encargado de que la memória de todos los testigos fuera borrada y de preservar la mascarada, pero queda a la espera de tu decisión resolver qué hacer con los sujetos implicados.

Tu sed de conocimiento es insaciable y aunque sabes que hay ciertos saberes que no deben utilizarse, a lo largo de los últimos siglos has atesorado los tomos más secretos y valiosos que existen sobre la faz de la tierra y tu biblioteca se ha convertido en un crisol de erudición que podría resultar peligroso de caer malas manos.

El afán de coloccionismote ha llevado recientemente a adquirir una antiquísima antología: seis tomos que tus estudios han datado del siglo IIaC. A pesar de que la serie viene titulada bajo el nombre de Eugetaimatikon, tienes  razones suficientes para pensar que no se trata del famoso libro de la sangre radiante, sino una perversión impía del mismo.

Se trata de una antología infernalista con detalles y nombres poderosos. La mera posesión de los mismos va en contra de las reglas que acordó la Mano durante la fundación de Union City, y ahora... has perdido uno de estos tomos.

No recuerdas como o cuando lo has pedido o si lo pueden haber robado. Lo único cierto es que el segundo volúmen de la colección ha desaparecido y no lo encuentras por ninguna parte.

Con el tiempo, a la par que tu discipulo, Mateo se ha convertido en un fiel compañero de trabajo y de la organización secreta a la que ambos pertenecéis. Sabes que él guarda secretos, de la misma forma que tu también lo haces con los tuyos.

Esta noche, el Giovanni te ha citado para confesar algo importante. Se le ve especialmente serio mientras rodea la mesa de operaciones y suelta una carpeta de documentos sobre el metal.

Hace frío en el sótano del hospital y huele a fuertes productos desinfectantes.

- ¿Te suena, verdad?

En la carpeta se lee el nombre "Christen Brady" y adjunto con un clip ves la fotografia de una mujer que conoces.

Se trata de una tzimisce a la que llevas siguiendo des de hace unos años. Había pisado Union City en varias ocasiones y la infección del comealmas era rampante en ella. Hasta donde conoces, aquella caínita ha engendrado ya a dos chiquillos.

Mi ira se puede observar a simple vista, es como si me envolviese.

-Donde estan...

Digo con un susurro apenas contenido.

El doctor Iqbal te hace una señal para que lo sigas.

Mientras cruzáis los pasillos hacia la enfermería, el hombre se mantiene serio.

- Los hemos separado por seguridad y están siendo monitorizados en todo momento.

Cuando llegáis a la primera de las camas, Boris está inconsciente con una vía en el brazo, suero y varios cables midiendo sus pulsaciones además de una máscara de oxigeno sobre la nariz.

- El señor Stokley se encuentra en un estado similar al de Glenn.-dice señalando a la puerta al otro lado del pasillo.- Entró en fallo cardíaco pero logramos traerlo de vuelta. Las funciones motrices siguen intactas y sus órganos no han sufrido daños graves. Creemos que se recuperaran a su debido tiempo y con los cuidados necesarios, aunque todavía es pronto para ver en el TAC si ha habido daños cerebrales.

Observo la imagen con un desapego palpable.

-No te mates mucho. Serán condenados a muerte.
Infernalistas de cualquier especie no tienen cabida en nuestra sociedad.
Ocupate de mantenerlos vivos hasta que sea oficial.

Me giro dejando de observar a Boris.

-Dos cosas más.
García y como de conocido es entre los nuestros el asunto.

¿Como había podido pasar? Aquellas palabras resonaban una y otra vez en la mente de Robert, alguien había sido capaz de superar las protecciones de Robert y había se había llevado uno de los tomos más importantes de su colección.

¿Porqué ese tomo y porque solo ese? eran preguntas que asaltaban al tremere mientras intentanba explicarse lo sucedido, quizá superar las protecciones no había sido fácil y solo hubieran podido sustraer uno de los tomos o quizá no querían llamar la atención y alargar el tiempo hasta que Robert se diera cuenta.

Fuera como fuese habían quitado algo muy importante y de inmenso poder y valor... además de que la posesión de aquel tomo resultaba comprometido para el propio Robert.

Asiento a la pregunta de Mateo.

- ¿Has encontrado una ventana? – pregunto tranquilamente para darle pie a que revele más del motivo de nuestra entrevista.

 - ¿Está seguro señor? son nuestros mejores atletas, eso puede repercutir en las clasificaciones de la James Madison durante algunas temporadas.

Una punzada de preocupación recorre su rostro ante la última pregunta.

- García es quizás la más mal parada en todo este asunto.

con la carpeta en la mano te hace un gesto para que lo sigas hasta una de las habitaciones individuales. Allí está la chica de bellas facciones y cuerpo atlético a medio sentar en la cama. Sus ojos están huecos: ciega, y su cabeza se gira hacia la puerta cuando escucha ruido.

- ¿Madre, sois vos? - se hace un silencio en la sala.- son mas tiernas en febrero, cuando puedes sentir todo el jugo de sus alas ¿Qué? ...no, me das miedo ¡HE DICHO QUE NO QUIERO JUGAR!

sus párpados abiertos con las cuencas vacías te apuntan directamente a ti mientras todo su cuerpo se ha quedado inmóvil como una estatua.

- Mejor aún.

Mateo se acerca a uno de los cajones metálicos de la pared de la morgue, y con un tirón del asidero, la camilla interior se desliza hacia vosotros.

Sobre la plateada superficie, una manta blanca cubre el cuerpo de Christen Brady, perfectamente preservado como el primer día en el que fue abrazada. O mejor, si cabe. Tal es el grado de pureza, que al principio te cuesta de reconocer a la mujer.

No hay rastro de sus modificaciones corporales o el uso de vicisitud, pero es ella. Es ella sin ninguna duda. Aunque con una sustancial diferencia: no queda la más mínima huella del comealmas en su cuerpo.

Una fina estaca de madera encerada atraviesa su pecho.

Miro a la muchacha sin un ápice de compasión en mis ojos.

-Duermela no merece la pena que siga sufriendo.
Solo nos arriesgamos a que en su desvarío vuelva a generar problemas.

Salgo de la sala ya con el teléfono en la mano.
No dignifico las dudas de Iqbal con una respuesta.

-Resultados...

Niego con la cabeza pensando que tal vez hemos separado demasiado la formación filosófica y mental de la física.

-¿Cómo de conocido es el hecho entre la estirpe?

Mantengo mi semblante frío(1) durante largos segundos, algo más de un minuto, mientras inspecciono con detenimiento el cuerpo (2)(3) hasta quedarme convencido de que es ella. Una vez me quedo satisfecho lo miro largamente. Me alegro de llevar siglos practicando mi cara de póker para no dejar translucir mi excitación ante la posibilidad de que al fin hayamos podido encontrar una cura porque una parte de mí me dice que es una trampa, que de alguna forma Mateo ha descubierto mi infección a pesar de mi meticulosidad, que todo esto es un ardid para engatusarme y que yo mismo me delate a la Tal’mahe’Ra.

- ¿Has encontrado una cura? – pregunto al fin alzando ligeramente mis cejas para mostrar mi admiración por la posibilidad.

1. Manipulación + Subterfugio
2. Percepción + Medicina
3. Percepción + Ocultismo

Al invocar tu clarividencia sobre el conocido tomo, ves el interior de un armario oscuro y pequeño. Puedes intuír el libro recostado sobre la madera, pero la falta de luz absoluta hace que esté todo completamente negro.

Eso te indica dos cosas: no te lo has dejado en ningún rincón de tu biblioteca olvidado, y que alguien ha dado con él y se ha tomado las molestias de ocultarlo debidamente en un oscuro cajón.

Los intentos de la clarividencia de Robert no dieron mucha información, pero al menos quedaba clara una cosa y es que el tomo seguía de una pieza... pero quien lo robará parecía saber muy bien que es lo que quería y había sido capaz de hacerlo.

Robert examino su colección y el resto de tomos, asegurándose de que no había nada más que echar en falta. En los días y noches posteriores el tremere visitaba el tomo con su clarividencia a expensas de poder ver o escuchar algo o alguien que pudiera darle una pista sobre su paradero.

De puertas hacía fuera Robert trato el tema con normalidad, como si nada hubiera pasado pues de conocerse sería un problema aun mayor. No quería ni imaginarlo pero no pudo evitar en pensar en Nadia, sin duda era la que más secretos guardaba y siempre había mostrado un especial interés en los rituales del tremere.

Patrick había elegido a su heredero a conciencia, Robert no tenía duda de que usaba a su heredero como una herramienta para evitar las limitaciones propias de su clan pero no habría llegado tan lejos.

Su propio heredero quedaba descartado, su contrato de sangre jamas le permitiría hacer algo así. Aun con Nadia en la cabeza intento evitar aquel pensamiento con la esperanza de que la amenaza estuviera lejos.

Además de visitar el libro, Robert vigilaba con la clarividencia a los circulos de infiernalistas, assamitas y demás clanes que conociera a fin de ver si algo había cambiado o se hacía alguna referencia.

No han sido años, ni décadas, sino siglos los que has consumido tratando de encontrar una cura para la maldición que emponzoña y atormenta a tu clan; y como una broma pesada del destino, la paciencia de la casta guerrera ha tenido que acabarse justo ahora. Ha tenido que estallar la guerra civil assamita justo cuando has obtenido una línea de investigación que podría llevar a la remisión definitiva de la maldición Tremere.

Sin embargo no todo son buenas noticias. Sabes bien que el precio que va a requerir proseguir con el experimento es muy superior a nada que hayas podido pagar antes y quizás no estés dispuesta a seguir adelante.

Todo empezó hace unas semanas, cuando estudiabais junto a Robert este nuevo ritual suyo: "Sangre Aliada" su gran obra maestra y el legado que quería dejar al mundo. Te habías enterado que el tremere había adquirido una nueva joya para su biblioteca, una de esas piezas que guardaba en su colección privada y a la que ni siquiera tu o sus compañeros de clan tenía acceso. Debió ser un despiste no intencionado, pero durante vuestros estudios conjuntos Robert se dejó uno de los tomos de la antología sobre la mesa del taller después de irse.

Al principio lo cogiste por curiosidad, no podías dejarlo sin guardar al alcance de cualquiera y tenías intención devolvérselo de inmediato, pero al ojear por encima sus páginas te percataste de la importancia que tenía aquel libro. Se trataba de una copia auténtica del Eugetaimatikon, el libro de la sangre radiante. ¿Sabría Robert lo que tenía entre manos?

Si las leyendas eran ciertas, ese libro contenía los secretos con los que se forjó la maldición tremere, y seguramente la forma de liberarse de ella.

No se lo has devuelto de inmediato, antes tendrías que decidir si seguirlo investigando en secreto o devolverselo a Robert.

A la espera de dicha decisión, aparcaste el libro en un lugar seguro. Al fondo de un armario oscuro cerrado con llave.

Y bien, ¿estás dispuesta a liberar a tu clan de la maldición y la guerra civil a cambio de traicionar a un amigo?

Ante tus indicaciones, tu sirviente asiente y se dirige a uno de los armarios de material quirúrgico. Prepara una jeringuilla y se la inyecta a la chica que tras desvariar un poco, cae inconsciente sobre el colchón.

- Desconozco que el evento haya podido llegar a oídos de otros vástagos, señor. Sin embargo...

El doctor Iqbal baja la mirada

-  sospecho que su heredero, el señor Fitzpatrick, esté involucrado en el asunto.

Tus observaciones te confirman lo aparente, la mujer es quién tenías identificada y la remisión de todo tipo de infección del comealmas parece haber remitido totalmente.

Mateo dibuja una sonrisa fanfarrona.

- No está muerta todavía. Si le quitáramos la estaca podríamos hacer más comprobaciones.

dice sin darle demasiada importancia, muy convencido de que su experimento ha sido un éxito absoluto.

- No ha sido fácil y éste es el primer sujeto que sobrevive al proceso, pero por nuestras conversaciones previas creo que entenderás la importancia del hallazgo.

A Mateo le brillan los ojos, ves la ambición de un talentoso joven bajo la solapa de su americana.

Si no estás equivocado, y pocas veces lo estás, el tomo desaparecido es prácticamente idéntico a los otros 5: un encuadernado rústico de piel manchado por los años, seguramente elaborado por el propio autor de la obra. Los jeroglíficos escritos en la portada, indican el número y título del volumen en cuestión.

Cuando llega a tus oídos la reciente noticia de la llegada de los inquisidores, piensas lo peor ¿Tendrá que ver con tu libro desaparecido? ¿Deberías denunciar la desaparición ante los inquisidores o el conocimiento de la existencia del mismo? ...te podrían inculpar por ello si lo haces.