Partida Rol por web

- Muy bien, McCoist, acompáñeme al interior de la celda. Creo que lo más conveniente será mantener al preso en su... "habitat natural". Si lo ataran o drogaran no creo que nos sirviera de mucha ayuda. Y ustedes, caballeros, -Threev dirige su mirada a Adams y Taylor- no quiten ojo de encima ni al payaso... ni a nada. Tengo la extraña sensación de que somos marionetas en un espectaculo que nos viene grande...

Y pasando el brazo por encima del hombro del detective McCoist, ambos entran en la celda de Joker.

- "Poli bueno, poli malo", ¿de acuerdo McCoist? -susurra Threev con disimulo en el oido del detective cuando se acerca a él.

Threev se acerca al pequeño ventanal de cristal templado y lo golpea on los nudillos, como un vendedor profesional llamando a la puerta de un cliente.

- Buenas noches señor. Se que en su circulo social a usted se le conoce como Joker... Sin embargo, no este el caso actual. Mi nombre es Dany Threev, y soy ayudante del fiscal. Me acompaña el detective McCoist, de la policia de Gotham. Quisiera tener una charla con usted, pero me sería de gran ayuda que me dijera su nombre, su verdadero nombre. Así podríamos tener una cordial conversación acerca de una serie de sucesos que han ocurrido en la ciudad, y de los que estoy seguro usted ya habrá oido algo...

El ayudante del fiscal se toma unos segundos de pausa para sacar su libreta y su estilográfica.

- Bien, ya podemos comenzar, señor...

Mientras espero las palabras del recluso, le miro con una ligera sonrisa, como alguien que sabe la respuesta a su pregunta...

Frank andaba detrás de sus compañeros siguiendo el paso mientras miraba a su alrededor, se fijaba en las celdas, aquellas celdas con demonios en su interior, y no eran los peores, el detective miraba asqueado hacia los rincones, él había encerrado a unos pocos de los que allí estaban, y había conseguido pruebas concluyentes contra otros muchos.

-No me hace falta esto para sacarle información al payaso. Dijo secamente mientras dejaba su arma reglamentaria junto a las de sus compañeros, además, dejó también una pequeña navaja que acostumbraba a llevar consigo, siempre por si acaso.

La rabia al ver a algunos de los presos campar a sus aires por las celdas empezó a llenar de rabia a Frank, empezaba ha apetecerle un cigarrillo, se le vino a la memoria el chicle que rechazó anteriormente de Sean, pero ahora daba igual, tenía que concentrarse en lo que se aproximaba.

Ante la afirmación de que entrara uno solo con Threev, Adams iba a ofrecerse, pero McCoist se le adelantó. Tiene valor nuestro amigo Freddy...

-Llamadme si no conseguis nada del payaso, yo tengo un metodo bastante bueno que suele funcionar... Dice dirigiendose hacia sus compañeros. -No os fieis del payaso, no le deis la espalda...Advirtió a los que se disponían a entrar en la celda, aunque con un tono tan bajo que parecía que se lo decía a él mismo.

-¿Sean, te encargas tú de vigilar alrededor y yo de mirar a dentro?, no quiero perderme esto...Preguntó al compañero que hasta ahora más confianza le produjo.

-Celador, espero que pueda abrir esta puerta en cuanto sea necesario si se lo pido...

Justo antes de que entren paro de dar golpes en los barrones Maldición si que son rápidos...parece que tendré que esperar un poco para divertirme...

Al poco de entrar veo que sin apenas pensárselo uno de los tipos se acerca a la pequeña ventana a través de la cual pueden verme.Golpe el cristal.Comienza ha hablar. Le huelo y solo puedo oler en el miedo.Una fea sonrisa se dibuja en mi cara.

-Dany dany ....repito su nombre con voz burlo nada mas llegar y sin siquiera conocernos ¿pretendes que te diga mi nombre? no no...una sonrisa enseñando todos los dientes como si de un perro rabioso se tratara se forma en su boca aaaa que maleducado soy...no les he preguntado si quieren sentarse dice mientras se da la vuelta y se dirige a su cama se sienta y desliza lentamente una de sus manos por la cama vamos...prometo portarme bien dice cruzando los dedos al fin y al cabo es nuestra primera cita ah ah ah jjajaja.

Cuando su risa se calma se gira hacia otro de los tipos que permanece callado.

-Oh hola Alfredo...¿por que estas tan callado? mira con detalle al tipo y sigue hablando vaya...a pesar de ser tan callado veo que los tienes bien puestos. No vas armado....ME ENCANTAN LOS HOMBRES VALIENTES!...quizas cuando salga de aqui tu y yo...ya me entiendes...AH AH JAJAJAJAJA.

Dejó el arma reglamentaria cuando los agentes de Arkham se lo pidieron. Alguno de ellos era una cara conocida, a la que saludó con un simple movimiento de la mano, sin reflejar demasiada alegría por encontrarse allí. Avanzó por los pasillos con el pintoresco grupo. No hacía falta escuchar las recomendaciones de los celadores... cualquiera que no tuviera sangre fría e instinto era lo suficientemente ignorante como para ser peligroso en un sitio como éste.

Algunos de los nombres que figuraban en las celdas eran de sobra conocidos.

Viktor Fries, Selina Kyle, Oswald Cobbelpot, Jonathan Crane, Carmine Falcone... todos ellos jodidamente tarados y gente peligrosa que poblaba las calles de Gotham, aunque la mayoría de ellos, ya hace tiempo que dejaron de ser peligrosos, y alguno no es más que un inofensivo delincuente retirado para no hacerse daño a sí mismo en uno de esos arrebatos de megalomanía como los que tenían hace más de diez años.

Vio la reacción de Theev, y se volvió hacia Adams.

- Menos mal que "la investigación es suya detectivas, yo solo estoy aquí para informar" - dijo con un evidente tono sarcástico. - Tranquilo Adams, estaré con vosotros echando un vistazo.

Entra en la celda, no sin antes dirigirse al celador.

-Hágame un favor y estén preparados. Cuatro personas son suficientes para que algo pueda salir mal.

Sean reflexiona para su interior.

¿Quién coño será el Threev éste? Pregúntandole al payaso por su verdadero nombre. No me hagas reír. Eso es, tu dile quién eres y donde trabajas. Si sigue teniendo amigos ahí fuera, no tardarán en visitarte, solo por puro descojone. Este tío no es un criminal cualquiera. Es un sociópata, si pretendes estudiarlo, saldrás de esta habitación sabiendo que es él el que te ha estudiado a ti.

Nada más entrar. Sean busca si el ayudante del fiscal lleva consigo el archivo con el resumen del caso, y si esta a la vista lo coge. No le agrada estar siguiendo un caso y ni siquiera saber el nombre de la pobre muchacha que ha resultado muerta y ha iniciado esta locura.

S

- En fin... -Threev baja la mirada y gira la cabeza, como una negación, mostrando su desaprobación hacia las palabras del payaso. Tras unos segundos así, vuelve a levantar la mirada, y la clava fijamente en los ojos de Joker.

- ¿Crees que eres peligroso? ¿Crees que eres gracioso? ¿Crees que controlas la situación? Dejame decirte algo, amigo mio... No tienes ni la más remota idea de que va esto. ¿Crees que saber nuestros nombres te da ventaja? Sólo demuestras lo que yo suponía, que las noticias vuelan en Gotham... y no siempre con alas de murcielago...

Sin mover un músculo, Threev saca un pequeño estuche plateado de su chaqueta, lo abre y coje un cigarrillo, que deposita con tranquilidad en su boca. A continuación, saca del mismo estuche una cerilla, que prende con un movimiento contra la pared. Con parsimonia, enciende el cigarrillo, cerrando los ojos un segundo para disfrutar de la calada, y expulsando una densa humareda sobre el pequeño ventanal de la celda, que queda totalmente tapada durante un segundo. Segundo que el ayudante del fiscal aprovecha para dar un par de pasos a un lado y quitarse del ángulo de visión del villano.

- ¿Le importa si fumo, Joker...? -la voz de Threev suena ahora más profunda, como si fuera de otra persona- Ya que se niega a decirme su nombre, le llamaré por su apodo. Aunque mi conversación con usted termina aquí. Sólo he venido para acompañar a los detectives, y asegurarme de que obtienen de usted toda la información que necesiten... Sin importar lo que cueste... De modo que le sugiero que coopere... O esta celda le parecerá un palacio comparado con el sitio al que haré que le manden...

Threev mira fijamente al detective McCoist, y le indica con un gesto con la cabeza que es su turno.

Alfredo se desabrocho la chaqueta, agarro una de las sillas, le dio la vuelta para que el respaldo golpease suavemente contra la mesa y se sento, cruzando las manos sobre el respaldo.

-Por que no nos dejamos de zarandajas, Joker. Lo ocurrido esta noche tiene que ver contigo, hace un siglo que nadie viene a verte, nos esforzamos en ponernos guapos para hacerte una visita, y nos tratas asi? Venga payaso, estamos jugando tal y como te gusta, por que no nos das un respiro?

Los truenos dan paso a una fina cortina de lluvia. El rumor de la tormenta parece crecer. Los dos hombres están atentos a todo, pues cualquier despiste podría acabar con un bolígrafo clavado en el cuello. El rumor de la tormenta sigue creciendo. No, eso no es la tormenta, parece un helicóptero. Threev y McCoist se miran para mirar al paciente que no deja de pronunciar su más alegre sonrisa para ellos. El ayudante del fiscal da una calada y expulsa el humo hacia el techo antes de tirar la colilla al suelo y pisarla. - Estás tramando algo escoria? - Como una respuesta, el sistema anti-incendios se activa para producir una sirena de alarma, un tanto distorsionada, como si estuviera forzada a a producir un mayor sonido. Al mismo tiempo, un aspersor comienza a emitir un abanico de agua sobre vuestras cabezas. El agua os comienza a empapar vuestros trajes como si la tormenta se hubiera colado en la celda. Jocker no se mueve de su sitio sin dejar de reir - Creo que fuma usted mucho Dany... uhm? -

En el pasillo, Adams y Taylor también se ven sorprendidos por el sistema anti-incendios y pronto son conscientes del caos que comienza a producirse en el interior del resto de las celdas. Taylor se gira para ver cómo el ascensor ha sido activado con el viejo celador entre las rejas diciendo con voz casi inaudible por el tremendo sonido: - Lo siento... Me han obligado - Y desaparece de vuestra vista sin haber pulsado el activador de emergencia. Un pensamiento se cruza muy rápido por vuestra cabeza. Es muy probable que las celdas se abran para evitar que sus ocupantes mueran ahogados o carbonizados. Si eso ocurre, este pasillo podría ser el peor lugar de Gotham donde encontrarse. Con todo el elenco de psicópatas a unos metros vuestros no duraríais ni unos instantes. Algo debéis hacer muy rápido para evitar dicha apertura.

Maldito payaso, si estuviera yo ahí dentro ya nos habría dicho lo que sabe...Pensaba Frank mientras iba de un lado a otro un poco inquieto, la activación del sistema anti-incendios le sorprendió como a todos. La imagen del celador huyendo le enfureció rápidamente ¡Maldito bastardo traidor!

-¡Taylor, diles que salgan rápido de ahí, voy a dar la alarma para intentar que no se abran las puertas!- Gritó para que su voz se oyera por encima de las sirenas que indicaban el peligro de incendio.

Nada más acabar de decir la palabra rápido realizó un sprint para llegar lo antes posible al botón de alarma que hacía cerrarse la planta, ya no tenían el ascensor así que tenía que intentar que las puertas no se abrieran cuanto antes. Corrió todo lo rápido que pudo intentando no resbalarse con el suelo mojado y cuando estuvo al lado del botón alargó la mano para presionarlo lo antes posible.

El pánico. Lo que impide al ser humano usar su mayor poder, la razón. Threev notaba como el pánico se empezaba a apoderar de sus músculos, impidiendole actuar de inmediato.

Sin embargo, esa sensación duró sólo un segundo. Esto no era diferente. No era distinto a cuando hace 20 años, cuando era un niño, el blanco de las burlas de sus compañeros, objeto de sus golpes. Sólo por ser diferente. Sólo por pensar más rápido que ellos, por ser más incisivo, más racional.

De modo que Threev, con un extraño brillo en los ojos y una sonrisa en el rostro, termina de pisar su colilla en el suelo. Mira al techo, dejando que el agua del sistema antiincendios le empape el rostro. Cierra los ojos. Se pasa una mano por la cara, dejando que la fina lluvia artificial le refresque. Y entonces ocurre.

Ya le pasaba siendo sólo un crío. Cuando la situación de peligro le superaba, cuando se encontraba indefenso ante los chicos que se metían con él, cuando el tipo que le intentaba golpear era más fuerte, cuando todo parecia en contra... Dany se transformaba. Dejaba de ser ese chico amable y confiado. Todo su intelecto, todo su raciocinio, se volcaba en una única tarea: sobrevivir. Como fuera. Y actuaba de forma expeditiva. El fin justifica los medios, decia Maquiavelo. Y si la respuesta a la amenaza podía suponer además un correctivo para el agresor, no había motivo para no usarlo.

Por eso, a Threev, no le costó ni un solo momento ejecutar el plan que su cerebro había desarrollado: primera acción, abrir su chaqueta con la mano izquierda; segunda acción, sacar el arma que lleva colgada en su funda con la mano derecha; tercera acción, extender su brazo derecho, ahora armado, sobre la pequeña ventana de cristal que separaba la ley del caos; cuarta acción, apuntar y disparar.

El agua sigue fluyendo tratando de apagar un incendio inexistente y se acumula en el pasillo. Adams reacciona instintivamente con gran rapidez para adelantarse a las medidas de seguridad del desfasado edificio. Correr con una alfombra de agua sobre el piso de baldosines no es tarea facil. A mitad de su carrera en busca del pulsador un sonido de un proyectíl golpeando uno de las estrechas ventanas os alerta aún más. Es en la celda de Jocker. Mientras Sean Taylor se aproxima a la celda para ver qué pasa, Adams se desliza sobre el suelo para desplazarse más rápido los dos últimos metros. Justo cuando va a poner su mano sobre el pulsador, un zumbido electrónico se produce en todas las puertas. El pulsador es activado y el mismo sonido se vuelve a producir. La expulsión de agua se detiene y una compuerta de seguridad sella la entrada al ascensor que continúa en otra planta debido a la huída del celador.

Taylor mira en todas las direcciones. Las contramedidas de algunas celdas van más allá de una mera puerta blindada. Se habrá desconectado algo? Lleva su mano a la funda del arma. - Maldita sea! - La ha dejado en recepción. La pequeña ventana de la celda del psicópata es una gruesa telaraña y es casi imposible ver a través de ella. La puerta está cerrada y ellos tienen la jodida llave magnética.

En el interior de la celda...

Threev ha perdido los nervios con su arma trata de amedrentar al payaso. Lejos de causar efecto en él, la situación parece divertirle, casi la esperaba. McCoist se acerca al ayudante del fiscal que parece ser otra persona totalmente opuesta al racional Threev. - Eh, vamos hombre contrólate - El Jocker estira los brazos dejándose caer sobre su lecho con las piernas levantadas. - Siii, eso es Dany!! disparaaa - Un enorme estruendo hace vibrar los cimientos de la celda. El aspersor del agua se ha detenido. - Qué ha sido eso muchachos? Parece que este maldito edificio ya no se tiene en pie verdad? O quizá falta alguien en esta fiesta? - McCoist empieza a sentir el peligro allí dentro. Su compañero parece haber perdido la cordura y con un psicópata ya es suficiente. Cuando va a pedirle la llave, un estruendo mayor al anterior se produce y de forma súbita, la pared de la derecha se viene abajo. Los pesados escombros caen encima de nuestros protagonistas y todo se llena de polvo y barro. Cuando vuestros ojos lo permiten, no podéis mas que observar anonadados la imponente figura de un monstruoso ser.

- Déja que me coma a uno Jocker - - No tenemos tiempo ahora para tus dietas. Sigamos el plan - Los dos villanos salen por el boquete dando a parar a otra celda contígua, en la que previamente se ha derribado el muro exterior. Parece que una escalinata sostenida por un helicóptero va a ser su vía de escape. Threev busca su arma entre los escombros y McCoist se quita de encima varios bloques de cemento para ponerse en pie.

Justo antes de huir me vuelvo sobre mis paso puniendome de cara a los detectives:

-¿Que yo no tenia el control? que os jodan!!!no necesito el control.

Mira a Croc con una sonrisa y sigue hablándoos.

-Caos....eso es todo...no necesito mas. Caos y hasta el mas pintado sucumbirá a sus mas bajos instintos. El hombre de la casa: padre de tres niños, buen padre, buen marido mejor trabajador y temblara como una viejecita y venderá a su madre por salir vivo.

Mira en dirección a su salida y con una gran y fea sonrisa se despide de vosotros.

-Con permiso caballeros Gothan me necesita. Necesita caos....Y YO SOY EL CAOS!!! AH AH AH HAHAHAHHA

En un desesperado intento para detener al payaso, Threev busca su arma entre los escombros y el agua que cubre el suelo de la celda. Empapado, cubierto de restos de la pared derrumbada por la gigantesca criatura, consigue coger la pistola, y dispara desemfrenadamente, hasta la última bala dela cargador, sobre los fugitivos que estan subiendo al helicóptero.

- ¡Maldito payaso! ¡Acabaré contigo! ¡Lo juro! ¡Te borraré esa maldita sonrisa de la cara, aunque tenga que perseguirte hasta el infierno!

Aunque ha vaciado el cargador, Threev sigue apretando el gatillo, no parece consciente de que no le quedan más balas. De hecho, no parece consciente de nada más alla de él en el suelo y Joker huyendo en el helicóptero.

Sean se acerca a la puerta de la celda e intenta abrirla por todos los medios. Si todo esto está orquestado por ese maníaco los que estaban allí dentro podían correr un grave peligro.

- ¡Adams! ¡échame una mano con esto! - había que sacar a esos dos hombres de ahí dentro, antes de que el payaso decidiera darse un gustazo con ellos.

Busca su teléfono móvil en la chaqueta. No tenía su pistola pero al menos podría pedir refuerzos... refuerzos qué quizá cuando llegaran sería demasiado tarde. Sólo había un nombre en su agenda que fuera de plena confianza y que pudiera ayudarlos desde fuera. Jodidas ratas corruptas. Les habían dejado allí encerrados a merced de la prisión más peligrosa que haya conocido el hombre.

Suerte tenía ese payaso de qué siempre fuera el murciélago quien le echara la mano encima, de no haber sido así en otro tiempo no habría estado tramando todo esto entre las paredesde su celda.

Sin dudar y todavía intentando abrir la puerta de la celda pulsó el botón de marcar esperando que una de las únicas personas todavía dignas de confianza no se hubiera derrumbado.

- ¡James! ¡Problemas en Arkham! ¡Todo esto era una jodida trampa!