Partida Rol por web

¿Rusia? ¿Italia?, está jugando con nosotros...no puede haber salido de la ciudad, no todavía...Pensaba Adams mientras era informado, al parecer tampoco había ningún explosivo por los alrededores, como bien había pensado Taylor.

Después de un rato llegó a los móviles de los detectives la información, reprodujeron el archivo una y otra vez intentando aislar los sonidos para averiguar la procedencia de la grabación, esto no se le daba muy bien a Adams, pero, puso su empeño en intentar escuchar algo que pudiera ser útil, de repente el ayudante del fiscal pareció distinguir algo.

Mmm una sirena...como de un barco...¡Ese cabrón se encontrará en los malditos muelles!

-¡¡Los Muelles!! ¡Es un buque de carga!, ¡Ese cabrón está oculto en los muelles de carga! Dijo Frank, seguro de lo que afirmaba, había que ir allí y rápido, antes de que escapara o terminara lo que estuviera tramando. El detective se vistió con su gabardina rápidamente y le lanzó una mirada de represión al celador. 

Salió corriendo junto con los detectives hacia los coches.

-Creo que lo mejor es que vallamos nosotros primero a intentar pillar a ese cabrón desprevenido, pero, seguramente sea una trampa, así que hagamos que los equipos de asalto salgan para allá en 15 minutos, ¿Qué os parece? Preguntó a sus compañeros mientras sacaba las llaves de su coche para saber si informar o no a los demás agentes.

McCoist llego a su coche. No habia esperado a nadie. Tenia que darse prisa, o la ciudad se convertiria en un infierno... otra vez.

El detective puso el coche en marcha y agarro el micro de su radio mientras su vehiculo empezaba a salir del parking de Arkham.

-Aqui McCoist. Sabemos algo mas?

Riéndome aun como un poseso después de hablar con los sabuesos miro hacia delante en la cabina del helicóptero y veo como nos acercamos al lugar donde quedamos con el Sombrerero.

-Bien...bien...Croc la diversión va a comenzar en breve!!! jejejeje.

Rápidamente lo localizamos y descendemos el helicóptero para que pueda subir.

-Caballero... digo en todo de humor puede usted subir!!

 - No perdamos más tiempo - dijo dirigiéndose a Frank Adams.

Amartilló la pistola y la dejó preparada. Con algo de suerte la necesitaría. Cierra la comunicación con el departamento y advierte a Gordon de la posiblidad de artefactos explosivos repartidos por dios sabe donde. El método favorito de ese psicópata, hacer creer que cada jodido ciudadano tiene un barreno de tnt pegado al culo y que puede hacer estallar si un abuelo se suena los mocos en un kilómetro a la redonda.

¿Quién puede ser capaz de proporcionarle la posibilidad de camuflarle y volver inservible la frecuencia de su radio para poder localizarle? Una cosa estaba clara, si él podía ocultarse de ellos, probablemente también podría escuchar lo que ellos decían, por lo que usar la radio para coordinarse entre ellos era arriesgado.

Miró a Adams y a Theev que todavía se encontraba allí, justo antes de que saliera disparado. Coge un papel y escribe un número con dos decimales.

- Si ese cabrón puede oírnos, cualquier cosa que hagamos será inútil. Si usamos una frecuencia de radioaficionado de onda corta será más complicado que nos detecte, pero también nos hará coordinarnos peor. Ahí os lo dejo. Adams... ¿qué tal se te da conducir bajo presión? - sonríe por la emoción de la caza.

El coche de Threev derrapa al frenar, justo unos metros por delante del ayudante del fiscal.

- Perdón por el retraso, señor, la fiscalia es un caos, con todo lo que esta ocurriendo. - La asistente y chofer de Threev mira a su alrededor, sorprendida de que todos los agentes suben apresuradamente a sus vehículos.

- Tranquila Kylie, has llegado a tiempo. - el letrado sube tranquilamente a su automóvil - Creo que vamos a los muelles... Pero en cualquier caso, tu limítate a seguir a nuestros compañeros. No quiero ser el coche que el payaso espere reventar de un explosivo por ser el primero en llegar... y así me dará tiempo a ojear estos archivos sobre Joker... Vaya, aquí papeles para escribir varios tomos de una novela... se ve que el payaso nunca ha estado muy aburrido.

Y sin más dilación, Kylie sube al coche, y conduce el automóvil con celeridad, siempre a unos metros de los vehículos de los agentes de policía. Threev aprovecha el viaje para repasar los legajos de documentos, esperando encontrar alguna pista o indicio de lo que les espera en los muelles...

La joven de la Fiscalía trae el coche de Threev con la documentación que le ha solicitado. En la entrada a l recinto se cruza con el coche de McCoist que ha salido como una exhalación del sanatorio. Cuando el resto de los agentes y el ayudante del fiscal salen se encuentran tan sólo con el coche que Kylie deja con un ligero derrape en el barro frente a ellos.

- Bien por vuestro compañero. Os llevo a alguna parte o vais a tomar prestada una patrulla? - Expresa lenta pero irónicamente Threev mientras sube al coche.

Desde luego McCoist es un compañero un tanto impulsivo. Adams saca su movil y pulsa el nº de marcación rápida con el número del detective cuyo coche apenas se ve en la lejanía cruzando el puente de la isla. Tras varios tonos, Alfredo responde:

- Sí? He decidio adelantarme para no perder tiempo. Perdón por las molestias, pero creo que será mejor si me adelanto -

Tras recibir la calurosa  felicitación por parte de un enérgico Adams, McCoist es informado de todo aquello que han coseguido deducir con la conversación con el lunático. Quizá eso le salve la vida. Al ver la cantidad de información que hay depositada en el asiento de atrás del conche de Threev, los dos detectives deciden solicitar una patrulla y poner rumbo a los muelles.

Recogéis a vuestro tercer compañero y os dirigís hacia lo que será vuestra base de operaciones. Tus chicos han sabido desviar la localización de la llamada y añadido los sonidos pertinentes para que los detectives piquen el señuelo y se dirijan al muelle. Allí, tan sólo encontrarán dolor.

Una risa nace desde el centro de tu estómago para sobreponerse al sonido de los rotores. Una risa tan sobrecogedora que detiene la lluvia.

Adams colgó el telefono después de haber informado a McCoist, y después de decirle que tuviera cuidado si llegaba demasiado pronto, ese asesino era muy listo.

Frank fue hacia su coche junto a Taylor mientras indicaba a la asistenta de Threev que les siguiera en la distancia. Antes de ir a toda velocidad hacia el muelle, Adams se acercó con la ventanilla bajada hacia uno de los agentes.

- Agente, llame al comisario Gordon, que envie a las unidades especiales al muelle dentro de 15 minutos, no antes, es importante que sea así.

Y después de esto, pisó el acelerador para dirigirse al muelle.

La patrulla sale del recinto de Arkham seguido del vehículo de Threev tras conversar Adams con gordon y solicitar refuerzos pasados 15 minutos desde su llegada al puerto. Los dos vehículos cruzan la ciudad que parece no poder dormir por las sirenas de otras patrullas dirigiéndose al lugar del helicóptero siniestrado. Tras un trayecto de unos veinte minutos llegáis al puerto. Sombrío y en calma, el muelle de carga se compone de los embarcaderos y un gran terreno con numerosos contenedores apilados produciendo oscuras calles.

Dejáis los vehículos en una zona cubierta un tanto escondidos. Os bajáis sin observar rastros del coche de McCoist. De pronto, un sonido de una portezuela rompe el silencio. Es uno de los contenedores. Os miráis y acecháis silenciosos en busca del contenedor. En frente vuestro, cinco hileras de contenedores que suben varios pisos se pierden en la oscuridad.

En una de las calles, se observa un portón abierto y una tímida luz que sale del interior de uno de los bloques. Camináis despacio sin perder un sólo detalle. No queréis que nada ni nadie os sorprenda. Observáis la parte alta de las columnas de contenedores, no sería extraño que un francotirador os volara el flequillo. Asomáis la cabeza y veis el interior del contenedor. Parece un improvisado centro de mando. Tendrá unas dimensiones de 10 metros por 5. Hay una mesa con unos planos de la ciudad y un portalámparas colgado. Entráis y empezáis a husmear por todo.

De pronto, una voz de alguien salido de la nada grita desde el exterior: - Saludos del Joker !! - Y lanza un cocktail  molotov dentro del habitáculo para después cerrar la puerta justo cuando Taylor está a punto de alcanzarla. Atrapados, el fuego del artefacto incendiario se expande con el impacto con el suelo. La mesa comienza a arder, pero no os preocupa el fuego, sino el humo que comienza a llenar la estancia. Debéis actuar rápido o será vuestro fin.

Sean coge un pañuelo y se lo coloca en la boca para que el humo no le llegue demasiado pronto a los pulmones. Intenta buscar algo entre tanto humo, una posible salida. Si se quedaban allí largo rato podría ser peor. Otra opción sería apagar el fuego, pero seguirían allí encerrados con todo el humo que ya se había producido, de modo que desechó la idea al instante.

Habían caído en la trampa como unos jodidos novatos.

Joker 1 - Ellos 0. Sin duda, el maníaco jugaba en casa.

Cuando nos acercamos a la central eléctrica me informan por radio de que han jodido a base de bien a esos sabuesos y aunque una sonrisa malévola se dibuja en la cara habla a continuación entre serio y enojado.

-Bien no esta mal para unos descerebrados como vosotros pero...ni se os ocurra cargarlos a todos...o al menos no lo intentéis con demasiadas ganas pequeños míos...papi quiere divertirse un poco con ellos...ajajjajaja.

Miro a Croc.

-¿Listo? PUES ES SAL DE UN PUTA VEZ DE MI HELICÓPTERO! AHAHAHAHHAHAJAJAJAJA

Mientras el cocodrilo salta al suelo donde le esperan unos sicarios míos me dirijo al Sombrerero.

-Caballero...partimos hacia su guarida en busca de sus cosas!!!

En medio de la humareda, Threev acierta a sacar su móvil y hacer una llamada rápida.

- ¡Kylie! ¡Es una trampa! ¡Nos han encerrado en el contenedor, sabes donde estan las armas del coche, ven a sacarnos de aquí!

El humo empieza a dificultarle el habla, las toses y dolores de cabeza dejan a Threev atontado. Intenta mantenerse alejado del fuego, y se quita la chaqueta para cubrirse y protejerse.

Frank pensó en quedarse cerca de la puerta para que nadie les encerrara allí dentro pero no había enemigos aparentes. Maldito cabrón, sigue tu instinto la próxima vez. Se decía a sí mismo cuando ocurrió el atentado, como primera reacción se cubrió con su gabardina del fuego, pero luego la usó para cubrirse un poco del humo, seguidamente se agachó para evitar el humo que empezaría a descender desde la parte de arriba.

Al detective solo se le ocurrió sacar su revólver y dirigirse hacia la puerta, para pegar un tiro a la cerradura y empujar con todas sus fuerzas.

Los nervios se ponen a flor de piel. El humo negro se acumula en el techo del contenedor. Portegiéndos los ojos y vías respiratorias tratáis de encontrar una salida lo antes posible. Threev trata de usar su movil para pedir ayuda a Kylie. La cobertura no es la mejor entre tanta mole metálica pero la suficiente como para pedir auxílio. Por lo que llega a entender, la muchacha se dirige hacia ellos cogiendo un arma del coche. Adams coge su pistola y descarga un par de impactos contra la cerradura que está al otro lado. Las balas perforan el metal y seguro que han roto la cerradura. Ayudado por Taylor, retiran la puerta saliendo todos al exterior. El sonido de unos tacones advierte de la llegada de kylie que al veros vivos guarda el arma en el bolso.

Las toses os impiden decir nada más por unos instantes. Vuestra ropa y rostro están sucios por el humo negro que ahora sale libre por la puerta manchando toda la pared de contenedores que hay por encima vuestro. Los planos que había en la mesa son ahora pasto de las llamas. Buscáis el apoyo de una pared y os recostáis contra ésta hasta que el aire vuelva a circular con normalidad en vuestros pulmones.

- Ha estado cerca muchachos - Comenta Kylie sin mucha tristeza en su rostro. - Mientras os esperaba, he visto un par de furgonetas sospechosas al otro lado del muelle. Cuando estéis listos podemos ir a echar un vistazo -

Y así, cuando las fuerzas regresan a vosotros, os encamináis hacia el lugar que indica la joven y observáis entre penumbras a un tipo que se monta en un coche que está junto a las dos furgonetas. Parece haber gente dentro de ellas. Poniendo el coche en marcha y encendiendo las luces, el vehículo se encamina sin mucha prisa hacia la salida. Podéis salirle al paso ya que debe pasar por vuestro lugar para abandonar el recinto. El conductor no parece haberos visto por ahora.

Frank no tardó demasiado en recuperar el aliento, pero aún le costaba pensar con claridad, mientras se despejaba, rellena el tambor de su revólver con las dos balas que había gastado. Después del mal trago se fijó en los vehículos y dijo en un tono de voz bajo:

- Voy a llamar a las unidades de apoyo para que corten la salida y la entrada y pillemos a esos cabrones, a ver si tienen algo que ver con esto, no tienen que estar muy lejos, les diré que apaguen las sirenas hasta llegar para no alertarlos, nosotros deberíamos intentar pincharles las ruedas, o algo así, Threev, intente contactar con McCoist.

Al acabar la última frase cogió bastante aire, no había recuperado el aliento tan pronto como creía. Sacó su movil esperando la confirmación de sus compañeros para avisar a las unidades de apoyo, pero no marcó todavía por si Taylor o Threev tenían otra mejor idea.

- De acuerdo, agente Adams, intentaremos localizar a McCoist -mientras, el letrado aun tosee, y se limpia la cara- ¡Je! Parece un mal día para estrenar traje... Kylie -se dirige a su ayudante- vamos al coche, intentare contactar con McCoist.

Threev saca su teléfono movil y marca el número del agente McCoist, que, al igual que los de Adams y Taylor, le había proporcionado el Comisario Gordón antes de reunirse con ellos.

Durante unos segundos, oye el sonido del dial... Vamos McCoist, coje el teléfono... No me digas que te has dejado atrapar...