Partida Rol por web

Dulces sueños...

Los detectives actuaron rápido e inmovilizaron el cuerpo del maton, a Adams se le pasó por la cabeza el inmovilizarle para siempre...pero harían demasiado ruido y no podían entretenerse, ya se entretendrían con el payaso.

Al girarse observó los distintos accesos y salidas, mientras con su mano izquierda se colgaba la radio en el cinturón.

La situación era complicada, una cámara impedía el acceso por las escaleras y el ascensor, y las otras dos salidas no les servían. Adams se mantuvo pensando un momento para ver sus posibilidades.

- Podríamos intentar desactivarla...si no, solo se me ocurre que uno se vista de guardia -Acompaña la frase dando una patadita para señalar al inconsciente vigilante- Y cruce el acceso, y luego improvisar...no se me ocurren más cosas ahora mismo...

Sean se queda pensativo un momento, tras de noquear e inmovilizar al pobre diablo que el Joker había colocado para cubrir y vigilar el parking. Pobre diablo...

Ahora para llegar o bien al elevador o a las escaleras, debían pasar inadvertidos frente a una cámara de seguridad que les dificultaba la tarea un poquito más. La cámara parecía cubrir por completo los accesos y deberían confiar en tener algo de suerte, que de vez en cuando tampoco venía mal.

- Si la desactivaramos comenzarían a sospechar algo.

Taylor mira a Adams.

- Seguramente si no te han dicho nada a través de ese cacharro .- dirige su mirada ahora hacia el comunicador que le habían sustraído al sicario - es que tampoco estarán muy atentos. Todavía contamos con el factor sorpresa.

Había que encontrar un punto medio entre entrar de forma discreta y liarse a destrozar todo lo que les impidiera el paso. Aquello no era precisamente la especialidad del detective. Aún así, intenta hacer un alarde de devanarse los sesos lo suficiente como para tener un germen de idea.

- Deberíamos tomar las escaleras. En estos sitios, los ascensores suelen ir con llaves, y creo que cuantas menos puertas atravesemos mejor. La idea de vestirnos de guardia no es mala, pero si de verdad estan observando creo que sería una cantada por nuestra parte.  - Taylor se cruza de brazos por un momento - Todo esto está casi completamente a oscuras, y seguro que ese trasto está preparado para grabar en plena oscuridad. Si enfocamos con un faro lo suficientemente potente, puede que la "inutilicemos" durante unos segundos en lo que se ajusta el objetivo. Si te preguntan por radio dí que era un capullo haciéndose el héroe y que todo está controlado. - carraspea - me parece lo suficientemente suicida como para que pueda salir bien - sonríe.

La idea de deslumbrar la cámara parece interesante. Pero pronto os dais cuenta de que no disponéis de una linterna. Entonces, la mente de Adams reacciona rápido. Los faros de un coche. La Diosa Fortuna está de vuestro lado por ahora y con agrado podéis ver un vehículo aparcado en uno de los segmentos justo enfrente de la cámara. Taylor se acerca y con la culata de su arma golpea el cristal. La alarma se dispara, pero es silenciosa. De esas que avisan a la central de policía.  Están ahora para atender a alarmas Piensa el detective. Gira el mando de las luces y los focos iluminan con toda su potencia a la pared.

Dándoos toda la prisa posible, pues la cámara no tardará en adaptarse a la intensidad, empujáis la puerta y entráis en las escaleras. Esta vez mejor decoradas que las anteriores y más amplias, os llevan a la planta baja, donde se encuentra la recepción del edificio. Las escaleras siguen subiendo, pero oís voces en la nueva planta. Agachados, casi tumbados sobre los peldaños descubrís a tres matones. Uno de ellos en el mostrador de recepción. Parece controlar el edificio mediante los sistemas de vigilancia y emergencia. Los otros dos, están apostados frente a la entrada principal y están armados. Vais a continuar subiendo cuando el secuaz de la mesa dice en alto:

- Ya recupero la visibilidad. Es un puto coche. Qué coño hace freddy con ése coche? No irá a robar un coche ahora? - Coge un walkie y aprieta el botón. - Freddy qué demonios haces? Si Joker se entera de que no cumples con tu puesto te ahorcará en el palo de la bandera. Freddy... Me oyes? -

La voz del comunicador suena amortiguada dentro de la ropa de Adams. Pero ambos detectives saben que de no hacer nada, pronto surgirá la alarma. La estancia es amplia y bien insonorizada, no tendrán problemas en usar sus armas.

Kylie acude diligentemente hasta la entrada con el coche. Avanza con cautela, pues sabe que la zona puede estar tomada. Cuando recorre el pasillo principal se cruza con una figura entre la oscuridad. Con voz temblorosa dice: - Dany... -

-  Sí... O puede que no. Es una buena pregunta querida - Las extrañas palabras confunden a la joven. Suenan como la voz de Dany pero distorsionadas, como si sus cuerdas vocales estuvieran afectadas por algo que las torna más crueles. -  E... Estás bien? Qué te ha pasado? - Cuando la secretaria se acerca hasta su altura, puede observar los macabros rasgos que acaban de forjar a un nuevo ser. -  Oh Dios mío Dany - Y pierde la consciencia abrumada por la consideración de las heridas.

La recoges y la llevas en tus brazos hasta el coche. La depositas en el asiento trasero y conduces con la nueva visión que te ofrecen tus ojos. Gotham. Al igual que tú, Gotham debe recibir su descarga para volver a vivir. El Fiscal, corrupto como todos los altos cargos se aprovecha de la debil sociedad. Te asquea este sistema y vas a cambiarlo. El vehículo sale disparado hacia las oficinas de la Fiscalía. La imagen de la ciudad, aún a oscuras hasta que la energía se reestablezca es dantesca. Finalmente, la Fiscalía aparece ante tí. Un par de policías cansados de tanto estrés te ven llegar. Ofreciendo tu lado "amable" les indicas mostrando tu identificación que tu secretaria ha sufrido un ataque y necesita asistencia. Entras sin problemas en el hall. El ascensor no funciona, habrá que hacer ejercicio hasta el despacho del Fiscal.

Sin sentir agarrotamiento alguno en tus piernas subes todas las plantas. La puerta del Fiscal está frente a tí. Por la luz de la vela oscilando en el interior del despacho observas que hay alguien dentro. Es momento de comentar tu ascenso...

Con paso firme, y una fuerza y voluntad interiores como nunca había sentido, Threev entra en el despacho del Fiscal Jefe de Gotham, abriendo la puerta de doble hoja de golpe, dando un portazo. Mientras camina hacia la mesa donde se encuentra el fiscal, Threev saca su arma del bolsillo.

- Letrado... queda relevado del cargo- y sin inmutarse, dispara sobre el Fiscal.

Es hora de liarse a tiros...

- Freddy está fuera de juego capullo...- Dijo Adams por la radio que le arrebató al guardia - Y vuestros amiguitos del callejón también, tirad las armas, estais rodeados malditos gilipollas...

Las palabras sonaron por la radio de los guardias, pero la reproducción sonora no dejaba ver los movimientos del detective, que ya se había preparado para llenar de plomo a varios de ellos, apuntando su arma en su dirección, ya lo tenía pensado, primero dispararía al de detrás del mostrador, antes de que le diera tiempo a cubrirse y dar la alarma, el resto sería fácil de abatir por los detectives.

Frank apretó el gatillo y un estallido inundó el aire, un segundo y un tercer estallido lo acompañaron como si de eco se tratase, pero eran 3 proyectiles dirigidos hacia los secuaces del payaso, el detective no esperaba neutralizar a todos así, pero Taylor también tenía un arma y sabía usarla bien, así que creía que sería suficiente.

Ya era hora .... pensó el detective para sí.

Desenfundó el arma y siguió el ejemplo de Frank. Ciertamente no era un acto digno del mejor de los espías pero habían venido a detener a los malos fuera como fuere.

Buscó una cobertura algo segura y después también abrió fuego sobre los sicarios con su revolver. Aquel viejo .38 estaba deseando salir a hacer amigos y vaya si lo iba a hacer.

Las puertas golpean la cara interior de las paredes. El viento producido apaga la luz de la vela sobre el escritorio. El Fiscal, fumando uno de sus puros levanta la vista asustado. - Pero qué Demonios... - Tu silueta recortada por la ténue luz que entra por la ventana hace que te reconozca. - Dany... Eres tu? - La expresión de su rostro cambia de sorpresa a terror cuando al acercarte descubre tus nueas facciones.

- Oh Dios Mío. No... Cómo iba a saber yo... Dani tienes un arma? Dani Escucha - Apuntas a su pecho y dices: - Letrado... queda relevado del cargo - Y descargas el proyectil sobre él.  La reacción al impacto hace que se impulse sobre el respaldo de su sillón y se desplace sobre sus ruedas. La camisa del Fiscal se llena de sangre mientras lucha por mantener la vida. tu arma aún humea y apretando el gatillo un nuevo disparo se produce perforando el cráneo de tu antíguo jefe. 

Dejas el arma en su mano al tiempo que los policías llegan alertados por el sonido. - Señor qué ha ocurrido? - - Se ha suicidado muchachos. No ha podido soportar más. Entre el caos, el miedo a todos aquellos a los que ha encarcelado y a las terribles heridas que he sufrido al enviarme a la central eléctrica han acabado con él -

- Muchachos, esto no va a ser facil, pero si queremos sobrevivir vamos a tener que actuar. Aquellos en quienes confiamos son asesinados o mueren por sus propias manos. Se acabó el tiempo de las medallas, hay que retomar el control de Gotham a cualquier precio o seremos los siguientes... -

Threev sale del despacho del Fiscal rodeado por los agentes de policia. Camina con paso firme y decidido.

- Seguidme - espeta a los agentes de la ley. Estos le siguen, suponiendo que con el Fiscal muerto, Threev es el que está al mando ahora, aunque algo atemorizados por su aspecto. Threev camina hasta el hall de la fiscalia, donde, debido al revuelo, se ha reunido gran parte de los integrantes del edificio.

- Escuchadme todos. Es hora de devolverle el golpe al Joker. Se ha hecho con Gotham en sólo unas horas valiéndose del caos. Pero ya es hora de devolverle el golpe. Y utilizaremos nuestro mejor arma, y la que más teme: la Ley. Desde ahora, iremos a por el y a por su hombres. Seremos juez, jurado y verdugo. - La mirada fría de Threev y sus enérgicas palabras comienzan a provocar las primeras reacciones de apoyo. -¡Todo aquel que apoye al Joker debe ser eliminado!. ¡Todo aquel que se interponga en nuestro camino, debe ser eliminado!. ¡Basta de líderes que no saben protegernos!. ¡Basta de inútiles que interfieren con la Ley!. ¡¡¡Recuperemos Gotham!!!

Un agente de seguridad se aproxima a las escaleras desde las que está hablando Threev. Farfulla algo sobre estar por encima de la ley, lo correcto y lo incorrecto... Pero Threev no le deja terminar. Coje el arma de uno de los policias que parecen haberse convertido en su personal guardia pretoriana, mira al tipo con su rostro quemado y casi aún chispeante, y dispara a la cabeza del incauto agente de seguridad.

- ¡¿Veis lo que ocurre?! ¡Nos hemos vuelto débiles! ¡Nos da miedo tomar el control! Y Joker se ha aprovechado porque estamos desesperados. Pues necesitamos medidas desesperadas. Necesitamos imponer la Ley. Se donde está el Joker. Le he mirado antes a los ojos, y se que tiene miedo. Y voy a ir a por él. Pienso ejercer la Ley en Gotham para que vuelva a ser nuestra ciudad. ¡¿Quien viene conmigo?!

Yes of course. Tranqui que estarán en buenas manos.

Nos leemos.

Los agentes no dan crédito a lo que ven sus ojos. Aquel tipo había acabado con uno de ellos sin pestañear. Se miran entre ellos. Pero si alguno denunciara el cruel acto quién acometería contra el nuevo Fiscal? Sería degradado y estaría vigilando unos grandes almacenes antes de terminar la semana. Por otro lado, el nuevo Fiscal rebosa fuerza, seguro que conseguirá cambiar las cosas, y aquellos que estuvieran con él desde el principio serían los que mejor parados saldrían. Ascensos y mejor paga. Saldrían de las frías y húmedas calles para trabajar en despachos con una botella de whiskey en el cajón. Apoyándose entre ellos reafirman su postura. Uno de ellos con la voz un tanto temblorosa habla por el resto.

- Señor, diga qué debemos hacer y cumpliremos sus órdenes  -

Te enfundas el arma y miras a través de una ventana y comentas: - Yo traeré la luz a esta ciudad -

Y todos observan tras tus palabras cómo las manzanas van iluminándose una tras otra hasta que vuestro edificio con un sonido parecido a un estallido se ilumina de nuevo, dando veracidad a las mismas. Tus ojos buscan la punta del edificio Wayne. Allí deben estar Adams y Taylor... Allí puede estar el Joker.

Taylor se cubre tras una columna. Se asoma y visualiza el blanco. Una vez que ordena todo en su cabeza, sus nervios de acero están a flor de piel y siente un hormigueo en el estómago como hacia tiempo que no sentía. Joder!, lo echaba de menos se dice a sí mismo.

Sale de detrás de su cobertura y dispara una vez a cada uno de los tipos a los que Adams ha disparado en último lugar.

Parece que su compañero se ha encargado del de detrás del mostrador, ahora le toca a los otros cabrones morder el polvo.

Threev baja los escalones de la entrada de la fiscalía, junto con los policias y guardias jurados que le rodean.

- Vamos al edificio Wayne. Allí está el Joker, el origen de este caos. Nosotros somos la Ley. Ya he traido la luz, y ahora, traeré el Orden y la Justicia. ¡Seguidme!

El nuevo Fiscal llega hasta su coche, donde aún reposa su ayudante, Kylie, en estado de shock. - Agente, -espeta Threev a uno de los agentes-, suba a mi coche, y conduzca hasta el edificio Wayne. Parece que mi ayudante está indispuesta. -Se gira de nuevo hacia la multitud de agentes de la ley que se agolpan a su alrededor- No será fácil, así que preparad vuestras armas. ¡La Ley dominará Gotham aunque que tengamos que arrasarla!

Y sin más, sube al vehículo, que seguido por varios más, se dirige al corazón de Gotham, el edificio Wayne...

Adams dispara contra el secuaz apostado en el mostrador. Los dos impactos salpican de rojo la pared, uno de ellos ha sido en plena frente. Con seguridad está muerto. Se dispone a disparar al resto de matones, pero Taylor ya está en ello. Un disparo certero en medio de la espalda habrá alcanzado sin duda algún órgano vital y el matón suelta su arma para caer contra el suelo y producir con su sangre una expansiva alfombra roja. El segundo disparo también perfora la piel del enemigo. Parece haber impactado en el abdomen. Sin embargo, no ha sido abatido y conserva su arma que no duda hacer uso a pesar de estar arrodillado y herido.

Los disparos de Adams no consiguen terminar la contienda, impactando ambos en una de las columnas revestidas de mármol. Los dos detectives saben que deben protegerse y acabar con el herido antes de que disponga de tiempo para dar la alarma.