Partida Rol por web

"Esto es lo que vi. Esto es lo que oí. Esto es lo que sé. Lo único que sé".

Vittorio, el Vampiro

Las últimas luces del día desaparecen tras la colina Capitolina, es entonces cuando los voraces depredadores de Roma despertáis.

Parece que los adoquines de la ciudad se han secado aun que el clima sigue siendo frío en esta época del año.

La mayoría habéis pasado la noche encerrados y por los suelos del viejo figón de Jäger, por lo que notáis los músculos ligeramente agarrotados al despertar.

Sav os espera fuera, puntual a la llamada de la noche. Finalmente os encontráis todos frente la puerta de la rústica fonda. Es hora de tomar decisiones y planear futuros movimientos.

Jäger no se despertó el primero en el grupo, pero tampoco el último. Olisqueó el lugar y gruñó levemente, aprobador, al no notar nada nuevo. Nada nuevo aparte de toda la gente que había metido dentro en aquella despensa reconvertida, se entiende.

-Si alguno está incómodo, se pasa en un par de noches -dijo, lo más parecido a una disculpa que iba a soltar a menos que se le presionase- El cuerpo a veces no se percata de que está muerto y hace traición.

Las botas del brujah recibieron los adoquines de la ciudad que estaban secos: aquella noche no habría resbalones, aunque sí posibles charcos mezcla de barro y heces como para llegar al tobillo en más de un sitio y más de diez. No había nacido con la conciencia de que fuera así en ningún otro sitio, y su experiencia no había cambiado con los años de depredaciones y superviviencia: fueran como fueran de lujo y oropel las ciudades, por avanzadas que fueran, siempre había sitios donde la mierda te podía llegar a las corvas. Era la teoría "barros" de la sistematización urbana de Jaeger.

-¿Dónde empezamos esto? Yo no tengo acceso a gente en el Vaticano, en la ciudad de Dios las cosas van por su lado.

En en cinto, el viejo convidado llevaba una hacheta, un cuchillo y una palanca, junto con unos trapos en los que posiblemente fueran un par de escoplos y un martillo. Daba aspecto de gremiario si lo veía alguien, aunque con la camisola armada daba más aspecto de gremiario de los que se dedicaban a representar a sus fuerzas en el terreno más físico. No es que fuera raro.

Gracias por el alojamiento .Digo al despertarme y ver que todo ha ido por lo mejor hacia tiempo que no compartía un refugio con otros cainitas, mucho tiempo.Ante las palabras de Jager meneo la cabeza con pesar .Yo no tengo contactos en el vaticano pero puedo pedir favores a los de mi clan y preguntar a conocidos.Supongo que vosotros tambien podreis ,no?.Creo que con 3 horas deberia de valer asi tambien nos daria tiempo a alimentarnos y a buscar un refugio para no seguir abusando de la amabilidad del buen Jager.

- A mi no me miréis. - digo encogiéndome de hombros. Pocos Gangrel conozco con contactos en las Urbes.

- Lástima no tener ningún Nosferatu entre nosotros.

El día ha pasado, demos gracias a dios, sin novedad. Y tras unas breves oraciones al despertar me uno a los otros en un nuevo paseo por la ciudad eterna, auqnue esta vez con un destino conocido, el vaticano.

La contemplación de esos santos palacios me distrae momentaneamente, "cuanto poder y cuanta hipocresia, y con que egoismo se tergiversa la palabra de dios" 

Pero ahora no es momento de eso, tengo una misión, tenemos, una bastante complicada.

-me temo que mis contactos en esta ciudad murieron hace mucho. Sin embargo tengo bastantes conocimientos sobre como funcionan las cosas aquí. Creo que podré preguntar en los lugares adecuados. Y alguien con las habilidades de la dama Mytros me sería de gran ayuda-

El Brujah gruñó un poco en asentimiento, lo más parecido que iba a hacer a aceptar un agradecimiento con gracia.

-Podéis seguir usando el sitio... dos días más. Puedo permitirme tres sin preguntas. Es como funciona.

Sacudió la cabeza ante la idea de User, sin estar nada convencido. Meter a tanta gente en aquel asunto sólo para tantear se le hacía una idea horrible, a lo que podía infuir que fuera de aquel grupo se fiaba poco o menos de nadie. Sí, dentro del grupo tampoco... pero al menos una pizca más. El malo conocido se parecía bastante al bueno como para dormir tranquilo.

-No necesitamos a ningún Nosferatu, Sav -espetó todo lo amablemente que pudo. Esto es, no demasiado- Si me dáis un tiempo, quizá pueda conseguir colarnos en el vaticano... aunque no sé si podríamos poner un pie siquiera en la tierra de Dios. Colaros dentro de los palacios ya no, esa clase de milagros...

Milos no acostumbraba a despertarse de buen humor... tampoco de malo. Pero le costaba. Mientras ya todos parloteaban sobre las diferentes maneras de entrar en la ciudad del Vaticano, empresa harto complicada para el grupo de condenados, el gitano aún se frotaba los ojos del sueño y el estómago de hambre. Era curioso como ese hambre sobrenatural, que poco tenía que ver con el hambre humana, producía efectos muy similares a los que antaño tuvo el cuerpo humano. El ansia por la sangre casi se podía sentir en la boca de un estómago yermo por más de doscientos años.

- Entrar en el Vaticano es una locura. Al menos de momento. Acceder a la Biblioteca privada es incluso más difícil. - contestó con poco tacto interrumpiendo las ideas de los otros. - Pero si nosotros no podemos entrar a buscar la información, quizá sea mejor idea hacer que la información salga a encontrarse con nosotros. 

Milos se desperezó con descaro y vehemencia.

- Capturemos a algún sacerdotillo joven... alguien fácil de doblegar. Le sonsacaremos todo lo que él sepa y, si no sabe mucho, lo obligaremos a que investigue por nosotros. Estoy seguro que la dama de Myrtos bien podría hacerlo. Y si no hallamos la información definitiva, probablemente sí un hilo del que tirar.

El día había transcurrido tranquilo, que ya de por sí, era pedir muchísimo. Al abrir los ojos miro alrededor, instintivamente, con miedo, al no estar en un lugar en el que acostumbre a despertar. Pero eso ya pasó. La caza de Sangre estaría tocando su fin. Pronto podría hallar algo de paz.

Salgo del refugio en silencio, siguiendo al resto hasta encontrarnos con Sav. Hoy parece más calmado y colaborador. Me parece correcto. Las cosas no habían empezado ya de por sí bien en este grupo.

Escucho atentamente todas las propuestas, a cada cual más rocambolesca, aunque no puedo negar que me agrada como se dirigen a mí como la "Dama de Mytros". Estaban empezando a aprender a agasajarme, demasiado peligroso para mí. De todas formas, las propuestas parecían demasiado dificiles para buscar información. Estaba claro que allí había guerreros, cazadores, depredadores,... pero no urbanitas, no viajeros.

Me gustaría añadir varias cosas. - comento, meditabunda. - Estamos todos de acuerdo en que ese libro lo ha robado un mortal, ¿verdad? Vamos, pisar suelo sagrado es un suicidio para Cainitas y otras muchas criaturas sobrenaturales. Así que lo más probable es que alguien poderoso haya encargado a un mortal haber hecho el robo.

Luego doy un par de pasos, pensando. - Bajo mi punto de vista, dudo que haya usado habilidades sobrenaturales para convencerlo para el robo, ya suelen ser poco efectivas en suelo sacro-santo, al menos las mías. Por lo que creo que lo habrá sobornado, contratado o coaccionado. Y, si ya ha conseguido el objeto de vuelta, quizás incluso lo ha matado. Al menos yo habría hecho algo así, de querer planificarlo.

Miro ahora a todos los presentes. - De acuedo a mi teoría, y mi forma de vez las cosas, deberíamos empezar desde lo sencillo hacia lo complicado. Un ladrón que se comporta extraño, que ha desaparecido sin prueba alguna o que está intentando vender algo muy extraño y preciado porque ha traicionado a su contratante me parece un patrón fácil por el que preguntar en círculos de ladrones, asesinos y prostitutas, por lo que yo enfocaría mi búsqueda en tabernas y prostíbulos y, por qué no, como dice Sav, en las alcantarillas. Quizás encontramos algún Leproso dispuesto a intercambiar información. Los secuestros y hallanamientos pueden esperar a un segundo tiempo.

Esbozo una sonrisa por la idea de Milos de elegir un sacerdote al azar para interrogarle, debe ser su primera visita a Roma. Aquí hay miles de sacerdotes, dificilmente obtendríamos resultados con ese sistema. No resultados deseables al menos.

-en ningún momento hable de entrar en el propio Vaticano. Tampoco es necesario, en roma hay docenas de iglesias y palacios cardenalicios. Son esos cardenales los que tienen permiso para entrar en la biblioteca del vaticano. Ellos y sus siervos mas leales. Creo que podría buscar a alguien que pueda entrar en la biblioteca y "convencerle" para que busque un poco por nosotros-

- De cualquier modo, el rumor de un robo en la Biblioteca del Vaticano habrá calado a buena parte de la sociedad sacra. Un "fiel siervo" como dice el buen Giani de uno de estos Cardenales, seguro tendrá un par de datos que sirvan como pistas. Aunque lo que indica Aricia también es buena idea. ¿Consideramos la opción de pulsar ambas teorías? ¿Nos separamos para ello?

Bien pues quien se encarga de que ?Pregunto algo impaciente por empezar la caza.Puede que me haya visto embarcado contra mi voluntad en esta historia pero ahora estoy deseando rastrear a la presa .

El setita de piel oscura es el primero en hablar, sugiriendo ir a buscar refugio y cazar antes de ponerse manos a la obra, ante lo que Jäger extiende su oferta de alojamiento para unas cuantas noches más.

Las ideas que salen a la luz sobre como abordar el tema son al principio dispersas: Gianni propone preguntar en ambientes eclesiásticos, mientras que Jäger comenta poder tirar de contactos para introduciros en los recintos menos peligrosos del Vaticano.

Milos en cambio, sugiere directamente la idea de capturar algún sacerdote y extraerle información u obligarlo a colaborar, ante lo cual Giani se suma a lo referente a la segunda parte: la de utilizar a algún religioso humano.

Los dos restantes, Aricia y Sav, parecen coincidir esta vez y proponen investigar en los bajos fondos.

- Yo me encargo de buscar a los Nosferatu por las alcantarillas para ver que saben al respecto. - digo sonriendo ante el fin de la espera y el comienzo de la acción.

te hace falta compañia ?Los nosferatus son un clan peligroso para aquellos que se quedan solo en su aspecto y no ven su autentico poder.Pregunto o mas bien ofreciendome a acompañarle.No tendre tiempo de buscar otro refugio asi que abusare una noche mas de tu hospitalidad si no es problema Jager .

- Puedes venir si así lo deseas. - le digo al Setita. Tan sólo espero que no se sientan atacados al aparecer dos de los nuestros diestros en el combate. - añado señalando el coleto que lleva bajo su ropa.