Partida Rol por web

Willbur estaba vestido con ropa casual, ya que su empresa no tenía uniforme. La saludó con una sonrisa jovial cuando estaba en el café-pub Dollar, un sitio algo retro frecuentado por bohemios y contraculturales. La cafetería constaba de tres pisos, el superior con una pequeña galería de arte, el central con una librería falsa y un piano que los clientes podían tocar, y la inferior donde estaba la barra, con asientos menos lujosos.

El joven le dió dos besos según la costumbre humana, y le retiró la silla cortesmente.

-Me alegro de que estés bien. Se te ve un poco cansada. ¿Mucho trabajo?

Sin querer, a Willbur se le cayó su bolsa, donde llevaba sus enseres, y EJ la cogió. Sintió una emoción residual muy entrañable. Era como una especie de nerviosismo previo a una declaración amorosa. Amor, pero también miedo al rechazo.

-Lo siento si anoche te quité tiempo para descansar... -pareció titubear- Se que tu trabajo es importante, claro. Tienes que salvar el mundo cada dos por tres, y todo eso.

Sonrió, encantador. Pidieron su consumición, y a Willbur se le veía bastante nervioso. Entonces, se fijaron en que el dueño del local había conectado una televisión, y la gente estaba mirando lo que decía la reportera. Willbur giró la cabeza, entre nervioso y curioso.

"Soy Amanda Mackenzie y estamos retransmitiendo desde la parada del tren maglev de Sunset Boulevard, donde hay un gran despliegue policial. Hace treinta minutos saltaron todas las alarmas al evacuarse la estación central de Chicago por un aviso de bomba, acudiendo equipos especiales de respuesta de la policía.

Según hemos podido informaros, un terrorista suicida, parecido al del atentado de París, ha sido detenido y puesto a disposición policial en el interrogatorio. El terrorista burló la seguridad de la estación central pirateando los controles de uno de los trenes, que comenzó la marcha con al menos cien personas a bordo. Se produjo luego un tiroteo entre las fuerzas del orden y el terrorista, resultando herido y capturado el mismo, aunque lamentando la muerte de una anciana de 65 años y dos heridos leves.

Hace un momento un portavoz del OIS, ha realizando unas declaraciones públicas ante la prensa

(Aparece un tipo vestido de negro en pantalla)

-El detenido parece formar parte de una secta o organización secreta relacionada con el atentado de París. Ha sido puesto a disposición de las autoridades y conducido a un lugar seguro para su interrogatorio. Según vigencia de la ley antiterrorista, artículo 14, se le privará de derecho de abogado durante el mismo, y su paradero no será revelado a la prensa. Se darán a conocer más datos conforme el juez de instrucción decida mantener o no el secreto de sumario. En todo caso, el OIS y el Servicio Especial emitirán la información que estimen oportuna mediante comunicado oficial

EJ pudo ver que por detrás del tipo estaba Mephisteo, y eso la hizo removerse de la silla.

-He de destacar que esta detención ha evitado una catástrofe, ya que el detenido portaba un dispositivo nuclear que pensaba detonar en el centro exacto de la ciudad de Chicago. El mérito de la detención corresponde a la cooperación entre el OIS, el Servicio Especial y la policía de Chicago. En la persecución y detención del sujeto tuvieron un papel determinante agentes del Servicio Especial y un ciudadano cuya identidad no se puede revelar de momento, veterano de guerra, que decidió colaborar altruistamente con las fuerzas del orden. Dichas fuerzas estudiarán la amenaza y centrarán sus esfuerzos en esta investigación. La ciudadanía puede estar tranquila, pues estamos en buen camino. La catástrofe ha sido evitada, y no cejaremos hasta la desarticulación de esta organización, cuya identidad todavía no conocemos. Muchas gracias y eso es todo.

Willbur la miró, suspirando. Quizá sentiría ahora la urgencia de marcharse o llamar por teléfono. Parecía que aquello le había "cortado el rollo".

-Lo más escondido es no esconderse. Déjame hablar a mi y luego te vas sin que nadie se entere.

Salió al andén, y reclamó a la prensa para hacer un comunicado. Para improvisarlo, le salió bastante bien.

-El detenido parece formar parte de una secta o organización secreta relacionada con el atentado de París. Ha sido puesto a disposición de las autoridades y conducido a un lugar seguro para su interrogatorio. Según vigencia de la ley antiterrorista, artículo 14, se le privará de derecho de abogado durante el mismo, y su paradero no será revelado a la prensa. Se darán a conocer más datos conforme el juez de instrucción decida mantener o no el secreto de sumario. En todo caso, el OIS y el Servicio Especial emitirán la información que estimen oportuna mediante comunicado oficial.

EJ pudo ver que por detrás del tipo estaba Mephisteo, y eso la hizo removerse de la silla.

-He de destacar que esta detención ha evitado una catástrofe, ya que el detenido portaba un dispositivo nuclear que pensaba detonar en el centro exacto de la ciudad de Chicago. El mérito de la detención corresponde a la cooperación entre el OIS, el Servicio Especial y la policía de Chicago. En la persecución y detención del sujeto tuvieron un papel determinante agentes del Servicio Especial y un ciudadano cuya identidad no se puede revelar de momento, veterano de guerra, que decidió colaborar altruistamente con las fuerzas del orden. Dichas fuerzas estudiarán la amenaza y centrarán sus esfuerzos en esta investigación. La ciudadanía puede estar tranquila, pues estamos en buen camino. La catástrofe ha sido evitada, y no cejaremos hasta la desarticulación de esta organización, cuya identidad todavía no conocemos. Muchas gracias y eso es todo.

Las cámaras le flashearon, y luego le cosieron a preguntas, pero él no hizo más declaraciones. Mientras entretenía a la prensa Mephisteo se dió el piro a la central del Servicio Secreto, donde tenía su moto. Antes pasó por las taquillas a cambiarse la ropa por otra de calle. Lo que no se esperó fue que al pasar por el hall y dirigirse a por la moto, un montón de miembros del departamento le estaban esperando para darle un aplauso. Su jefe estaba allí.

MacMahon le estrechó la mano, sonriente.

-Un buen trabajo, agente Mephisteo. Un excelente trabajo. Le recomendaré para una medalla. No es para menos. Vaya a su casa y descanse, se lo tiene bien merecido. Mañana analizaremos todos los datos que han conseguido.

 Al final sería ella el que tendría que invitar al cara pasa a una cena, de menuda le había librado. Suspiró al salir de tanta algarabía y tener el placer de poder llegar y descansar un poco. Lo que no se esperaba era el recibimiento, quedándose con cara de "Que coño pasa aquí..." cuando entró en la central para ir a por su moto, miró a cada uno de los presentes como si nunca hubiese visto algo así, y por primera vez se puso rojo. Si, roja. Era una situación tan diferente a lo normal que no sabía como tomársela. Ante las palabras de MacMahon solo pudo asentir 

-ya...a...si...claro...yo, voy a por mi moto, y...hasta mañana- huyó de esa situación antes de que fuese mas violenta aún. Si nada mas se lo impedía pillaría la moto y se largaría a su casa, a pegarse una buena ducha y cambiarse de ropa. Tras la ducha sacó al peluche del armario y se tiró en el sofá con el abrazado, en pelotas, que se estaba mas cómoda. Se lo pensó varias veces, llamar...mensaje..llamar..mensaje...claro una llamada era mas personal, pero..igual estaba ocupado, un mensaje era menos personal pero le vendría mejor si....el primer tono sonó antes de que pensará más. 

Acabó llamando a Xander para la cena

Descolgó el teléfono al otro lado.

-Ey, ¿Como te va, héroe? Estoy terminando de fichar en la central del OIS. ¿Quieres cenar por ahí? Conozco un buen sitio, un sitio con clase. Está junto al barrio de Sears, el restaurante Piccolomini. Es un italiano muy famoso. ¿En cuanto puedes estar por allí?

......madre de dios, si que hablaba rápido ...am..yo...pues en media hora...creo que puedo estar, pero si necesitas mas tiempo nos vemos en una hora, como veas se rascó la barbilla mirando al peluche "No me mires así....no te vienes conmigo" ¿Cuanto hacía que no salía a cenar con alguien? Ni lo recordaba realmente, igual no había ido nunca con nadie, a comer hamburguesas si, pero le...mierda, con clase....un sitio con clase. "Ostia puta...mierda"

Ladeò la cabeza, a veces odiaba tener tal sensibilidad y en especial con Willbur, estaba un paso por delante de èl y podrìa intentar cortarle la vuelta pero era su amigo y lo apreciaba. Ademàs de su padre, era la persona màs normal que conocìa. Se quedò pensando un momento en ello, en lo que podrìa decirle, incluso ella se sentìa nerviosa.

-No te preocupes, no he dormido pero no importa, no ha sido tu culpa.

Esbozò una sonrisa, rogando que èl no se atreviese a decir nada y no hubo tiempo porque entonces mirò al televisor y ahì estaba su jodida compañera y todo se iba a ir al carajo, si es que empezaba a dudar de sus propias capacidades. Tenìa que irse, por un lado se alegraba, por el otro no pero habìa que hacer lo que habìa que hacer.

-Will, escucha, ve esta noche a casa. Cenaremos con mi padre, hay cosas que tengo que decirles a los dos, es importante que estès ahì. ¿Iràs?

Tomò su mano, intentando no percibir nada y lo mirò a los ojos.

-Lo siento mucho, no creì que tuviera que irme asì pero ya sabes... De hecho creo que alguien pedirà mi cabeza... Escucha: Eres el mejor amigo que podrìa tener, gracias.

Le dio dos besos en las mejillas y se encaminò a la salida, estaba furiosa. Desde que habìa empezado todo se sentìa asì y si seguìa cometiendo estupideces, poco tiempo le iba a quedar en el equipo.

Cuando salió por la puerta llamó a la central para informarse. Le descolgó el teléfono su jefe, MacMahon.

-Agente Jane, su compañera la buscaba. No se preocupe, Mephisteo se hizo cargo de la situación y la amenaza fue neutralizada. Le ayudó su nuevo enlace del OIS, un tal Xander. Ha salido por la televisión. El agente Mephisteo se pasó por aquí hace una hora pero ya ha vuelto a su casa, que es a donde le mandé. No se preocupe, mañana por la mañana ya hablaremos sobre las pruebas que han conseguido reunir. Ahora descanse, porque según se con el asunto de Yi y demás llevan desde ayer sin pegar ojo.

Se giró y vió a Willbur pidiendo un refresco en la barra, algo desencantado. Creía que le iba a abandonar súbitamente otra vez.

Respirò profundo y respondiò.

-Ok, jefe. Hasta mañana.

Cortò y se dio vuelta sobre sus pasos y se acercò hasta la barra.

-Dame a mì uno de esos tambièn.

Entonces le sonriò a Willbur y se encogiò de hombros. Sentìa que iba a pasar algo importante, que la vida les tenìa reservadas aùn muchas sorpresas pero si necesitaba tener a alguien a su lado en ese momento, sabìa bien que era èl.

-Me han enviado a casa a dormir, asì que tomemos esto y vayamos tranquilos a casa, porque cenas con nosotros ¿no?.

Habìa un brillo en los ojos de Willbur, no la miraba como siempre, intentò calmarle poniendo una mano en su hombro pero èl no se calmarìa hasta que hablase.

Sonrió un momento, sintiendo su mano. Ella no solía hacer esas cosas. Era muy reservada, y el contacto corporal procuraba evitarlo en la medida de lo posible. Se sintió algo reconfortado por su sonrisa.

-Claro que si. Ya sabes que me cae muy bien tu padre. Es un tipo muy culto y simpático. Y te quiere mucho.

La miró un momento, y pensó en si callarse y seguir como siempre, o atreverse a decir algo. Ella le miraba y parecía que estaba esperando algo, así que él se puso gris claro tirando a rojo y carraspeó.

-Esther... ya sabes que he sido amigo tuyo desde que tu eras una adolescente y yo un niño. Que me has visto jugar en el parque, crecer y todo eso. Se que tengo 18 y tu 25. Pero también se que no hay un nazzadi xenomezcla mayor que tu, y que eres única.

Hubo una pausa, y él sonrió.

-Tu eres única en muchos sentidos, Esther. Eres un ser bondadoso, paciente, inteligente... y eres muy bella, aunque te puedas ver fea. Esta piel blanca -estiró la mano y tocó un momento la suya- Esta piel es bella, Esther. Y quien no lo quiera ver, que se vaya al cuerno.

Cuando la tocó sintió unas trazas de genuino amor y pasión. Juvenil, quizá, pero muy intensa, casi digna de un cuento de antaño.

-Se que te han hecho mucho daño, que te han torturado... Tu padre me contó cosas, hace un mes, aunque no mucho, puedo suponer. Fuistes un experimento de laboratorio para ellos, un sujeto de pruebas. Yo les maldigo. No supieron ver la belleza de tu interior, y se asustaron porque parecías diferente -parpadeó- Tú y yo somos diferentes al resto, pero a la misma vez somos iguales. ¿Acaso no sentimos, acaso no padecemos...? ¿Acaso... acaso no amamos?

Bajó un poco la mirada, cohibido.

-No te puedo mentir, porque no quiero abusar de tu confianza, ni perpetuar esta pregunta que me lleva asaltando desde que era un niño. Yo te he visto crecer, y tu me has visto crecer. Me conoces. He estado enamorado de ti, Esther, durante toda la vida. Desde que era un adolescente, me enamoré de ti, de tu sonrisa.

Hizo una pausa, estaba temblando. Parecía que tenía miedo al rechazo.

-Se que no soy mucho para ti... no tengo un trabajo tan bueno como el tuyo, y soy bastante más jóven. Pero sabes que mi padre me abandonó cuando tenía seis años, y he tenido que madurar pronto. Esther, lamento no haber nacido unos años antes, pero quiero que sepas... -la miró- Que eso no me impide amarte. Porque te amo, y me tortura. Me tortura no saber si algun día te fijarás en mi, si encontrarás a otra persona.

Parpadeó.

-Se que esto es propio del siglo XX pero... Esther... ¿Quieres ser mi novia?

Ella lo mirò en silencio, lo dejò hablar tendido porque no querìa interrumpirle y echarle a perder la decisiòn, suspirò profundo, estaba emocionada hasta las làgrimas. Mirò alrededor suyo, lo sabìa, lo intuìa pero era algo que pensò que èl harìa en otro momento pero claro, ahora màs que nunca, sabìa que el tiempo era relativo. Sentìa calor por todos lados, èl habìa destapado años y años de un amor que ella nunca pensò pudiera ser y no porque no fuera un chico guapo y trabajador sino porque imaginaba que habìa veces en que dos seres estàn simplemente destinados a ser amigos. Conmovida se removiò en la mesa.

¿Quièn podìa pensar todas esas cosas bellas de ella? ¿Quièn era capaz de decir, intuir lo que le habìan hecho y maldecirlos por eso? Nadie, sòlo Willbur. Parpadeò, estaba muda, un poco petrificada tambièn y notaba que su cuerpo estaba acusando sensaciones que antes nunca se habìa dado oportunidad de sentir y si, eso era lo mismo que èl sentìa, lo mismo que ella veìa en los ojos de èl. Estaba emocionada, de ello no habìa la menor duda, segura de que su padre se volverìa loco de felicidad sabiendo que estaba con èl porque lo apreciaba mucho y sabiendo que ella no podìa ser feliz con nadie màs.

-No...

Dijo haciendo una pausa que parecìa acabar con las esperanzas del joven nazzadi, una pausa casi mortal que ni ella sabìa muy bien por què la habìa hecho, tenìa los ojos llenos de làgrimas pero las contenìa.

-No es tan del siglo XX, Willbur... Si alguien es capaz de amarme ese eres tù y si soy capaz de amar, sòlo es a ti.

Apretò las manos de èl, se estaba pensando lo de besarle pero allì, delante de todo el mundo, no lo creìa.

-Si, si quiero...

Sacò algo de dinero, lo puso sobre el mostrador, tomò la mano de Willbur y tirò de èl hasta sacarlo de aquel lugar lleno de gente, por una vez querìa ser impulsiva y cuando encontrò un rincòn apartado, lo besò suave y dulcemente en los labios.

-¿Vamos a casa y esperamos a mi padre para contàrselo?

La nazzadi sonreì como casi nunca, siempre se guardaba lo que sentìa pero no aquel dìa, no. Aùn tenìan que hablar pero lo otro podìa esperar.

Se puso a llover cuando se besaron bajo la farola. Parecía una película. Su ropa condicional se activó, volviendo la chaqueta y los pantalones impermeables, pero su pelo se mojó. Se besaron una vez y otra, y él la abrazó por la cintura. La miró con una sonrisa, casi riendo.

-Soy el hombre más feliz de este planeta. Tu me haces feliz.

Corrieron para refugiarse de la lluvia, hasta la parada del bus. Allí siguieron besándose de vez en cuando, acariciándose el rostro. Viajaron en asientos contiguos, y ella apoyó la cabeza en su hombro, fatigada tras el largo día, cerrando los ojos. Tenían las manos cruzadas.

Cuando llegaron al barrio de los trabajadores de Ashcroft, y al bloque donde ambos vivían, se habían secado solo parcialmente. Cuando entraron en casa de su padre, este saludó a Esther y se quedó un poco extrañado de que estuviera Willbur. Pero este le pidió permiso para quedarse y él no tuvo inconveniente. Tomaron asiento en la mesa, donde su padre había preparado una cena hogareña mientras tenía algo de música clásica de fondo. Risotto cuatro estaciones para cenar.

El señor Jane les miró algo extrañado, aunque no preguntó nada acerca de Willbur. Respetaba la intimidad de su hija y sus decisiones. Descorchó una botella de lambrusco rosado y sirvió las copas con una sonrisa.

-Supongo que has tenido algo que ver con lo que he visto por la tele del atentado. Parece la típica cosa que hace vuestra división. Hay que celebrarlo, estamos vivos gracias a vosotros.

Dió un sorbo al vino, y la miró con un gesto interrogante.

-Por cierto, he escuchado que ha muerto Simon Yi. Que lamentable. Él es otro responsable de que hoy estemos vivos. Sin la máquina-D, sin el motor-A... ahora mismos seríamos esclavos de los mi-go. Una gran pérdida, la verdad. Todo el departamento de desarrollo le echaremos de menos, y especialmente en el área de psiquiatría. ¿Sabéis que estuvo ingresado en la clínica Ashcroft durante casi 10 años? Ensayamos muchos tratamientos pioneros con él. Parecía un caso irrecuperable, obsesionado con lo oculto, con entender lo que había visto más allá de la energía que generaba su máquina. Una vez me contó... -sonrió- Me contó que quería viajar a otros mundos. A conocer a otras razas que podían ser amistosas con el ser humano, que compartían su sufrimiento. ¿Que tontería, verdad? Todas las razas alienígenas que hemos visto hasta la fecha solo quieren conquistar este planeta.

La comida estaba deliciosa, quizàs la mejor que comiò en su vida o le sabìa asì porque ahora las cosas las podìa ver desde otro punto de vista. Escuchò a su padre con atenciòn e incluso sonriò, habìa cosas que parecìan increìbles en boca de cualquiera pero no de su papà.

-Padre...

Se atreviò a interrumpirlo porque segùn como venìa la mano, se iban a enterar de màs cosas.

-No he estado allì hoy, supongo que he tenido un dìa malo pero si es una pena lo de Yi... Supongo que hasta esto tiene un por què... Hay cosas que tienen que saber los dos y una que tengo que decirte a ti padre.

Mirò entonces a Willbur y tomò su mano.

-Willbur y yo hemos decidido ser novios...

Querìa comunicàrselo porque entre ellos no habìa secretos y una vez que lo hizo, prosiguiò y sin hablar de los detalles del asesinato, les relatò a ambos lo que habìa visto, esperando una reacciòn, un poco de respuestas de alguien a quien ella respetaba y un poco de esperanza tambièn, habìa cambiado un poco aquel dìa.

Su padre sonrió un momento cuando dijo lo primero. Era algo que podía suponer, o que sabía que tarde o temprano llegaría. Willbur estaba coladito por su hija desde que eran niños, pero hasta ese momento él creía que ella no quería nada con él. Alzó la copa para brindar por ellos, pero luego escuchó todo aquello que le estuvo contando sobre sus visiones, sobre Yi y sobre el interrogatorio de Farquad.

No dijo nada hasta que Willbur se despidió para ir a su piso, y EJ se puso el pijama para ir a dormir. Entonces, picó a su puerta y pidió permiso para pasar. Le pidió que se sentara y él hizo otro tanto. Se cruzó de brazos entonces, parecía preocupado.

-Tuve que tratar a Yi cuando estaba loco. Y te aseguro que muchas cosas de las que decía no eran locuras, sino que se volvieron verdad. Tengo el convencimiento de que Yi se convirtió en un zónico, al menos durante un tiempo. Era todavía presidente Ashcroft cuando Weisskopft trabajó en el proyecto wormhole, y sus crisis mentales se agudizaron justo despues del incidente de "la zona". Estaba obsesionado con decir que él tenía la culpa, y que ellos volverían sedientos de venganza. Me habló de una manipulación del condensador que utilizaron para crear el agujero de gusano. Se ve que él ordenó recalibrarlo, buscando contactar con una raza específica. Pero algo salió mal.

Restaurante Piccolomini, 45 minutos más tarde.

A Mephisteo le había costado vestirse. ¿Hombre, mujer o ambas cosas? Xander creía que era un hombre, y no sabía si sacarle de su ensoñación podría resultar bueno o malo. Sea como fuere, llegó a Piccolomini y preguntó al maître en que mesa le esperaba él.

El local estaba ambientado con numerosas estatuas, bustos y frescos que evocaban a Pompeya y la antigua Roma, mientras sonaban canciones clásicas italianas del siglo XX y XXI. No entendía el lenguaje, pero sin duda eran bonitas. Xander no se dió cuenta de su llegada hasta que se acercó a la mesa. Se había cambiado para vestirse con una camisa negra bastante sobria. Estaba bebiendo una copa de vino.

Tagashi se dió una ducha, y el sueño la vencía por momentos. Se obligó a comer algo, aunque fuera un sandwich, y mientras puso la tele para no quedarse frita. Estaba muy cansada. Entonces, vió una noticia en el canal 24 horas.

"Esta tarde, un terrorista suicida, parecido al del atentado de París, ha sido detenido y puesto a disposición policial. El terrorista burló la seguridad de la estación central pirateando los controles de uno de los trenes, que comenzó la marcha con al menos cien personas a bordo. Se produjo luego un tiroteo entre las fuerzas del orden y el terrorista, resultando herido y capturado el mismo, aunque lamentando la muerte de una anciana de 65 años y dos heridos leves.

El portavoz del OIS, ha realizando unas declaraciones públicas ante la prensa

(Aparece un tipo vestido de negro en pantalla)

-El detenido parece formar parte de una secta o organización secreta relacionada con el atentado de París. Ha sido puesto a disposición de las autoridades y conducido a un lugar seguro para su interrogatorio. Según vigencia de la ley antiterrorista, artículo 14, se le privará de derecho de abogado durante el mismo, y su paradero no será revelado a la prensa. Se darán a conocer más datos conforme el juez de instrucción decida mantener o no el secreto de sumario. En todo caso, el OIS y el Servicio Especial emitirán la información que estimen oportuna mediante comunicado oficial

Tagashi pudo ver que por detrás del tipo estaba Mephisteo, disimulando como si la cosa no fuera con él.

-He de destacar que esta detención ha evitado una catástrofe, ya que el detenido portaba un dispositivo nuclear que pensaba detonar en el centro exacto de la ciudad de Chicago. El mérito de la detención corresponde a la cooperación entre el OIS, el Servicio Especial y la policía de Chicago. En la persecución y detención del sujeto tuvieron un papel determinante agentes del Servicio Especial y un ciudadano cuya identidad no se puede revelar de momento, veterano de guerra, que decidió colaborar altruistamente con las fuerzas del orden. Dichas fuerzas estudiarán la amenaza y centrarán sus esfuerzos en esta investigación. La ciudadanía puede estar tranquila, pues estamos en buen camino. La catástrofe ha sido evitada, y no cejaremos hasta la desarticulación de esta organización, cuya identidad todavía no conocemos. Muchas gracias y eso es todo."

Se tiró mirando el armario cerca de 20 minutos...como si ese fuese el lado desconocido del mundo. Miró un vestido que le regaló su abuela, que en paz descanse...nunca se lo pondría. Era hasta infantil, así que lo dejó de lado. No tenía mas vestidos, y en ese momento se dio cuenta de que igual necesitaría ir de compras. Suspiró y eligió un modelo que no se lo había puesto en la vida, lo compró por tenerlo hacía ya un par de años, así que a la moda no estaba. 

(el de la derecha)

Se puso un top negro deportivo de estos ceñidos de tirantes finos, con la parte de arriba estos no se verían, liso para que no se le viese nada. Algún día tendría que rellenar ese armario. Maquillarse...¿para que? Simplemente salió de casa con el pelo aún húmedo y se montó en la moto para llegar al lugar acordado. 

Nada mas entrar no pudo evitar resoplar por lo bajo, era un sitio bonito, pero no era su sitio. Avanzó hacia la mesa donde estaba el cara pasa y le saludó al pasar por su lado para sentarse 

-Buenas...un ligero movimiento de cabeza para hacer al saludo quizás algo menos frio. Veo que no te has ahogado entre el papeleo, siempre es lo peor

Xander fue a levantarse para saludarle pero él/ella se sentó. No pudo evitar mirar su cintura, aunque quedaba disimulada, y sobretodo los pechos que se marcaban en el top. Carraspeó y le miró a los ojos, algo confuso.

-Si... el papeleo. He dejado a los de guardia con el marrón.

Tamborileó los dedos en la mesa, e intentó disimular un momento. Dejó que pidiera de beber y les trajeron la carta. Pero él no podía concentrarse escogiendo el plato.

-Debo pedirte disculpas -dijo entonces- Creí que eras un hombre...

Mephisteo miró a Xander, bueno , más bien la copa de vino, y pidió lo mismo. 

Am...se cruza de piernas dejando salir un suspiro, y coloca los codos en la mesa, dejando la carta de lado para apoyar su mentón en las manos entrelazadas, mirándole creía que os mirabais bien las fichas de la gente con la que trabajáis...soy intersexual le miraba fijamente, pero tambien de forma distraída.Oye...susurró de forma complice, quedándose en silencio unos largos segundos, y es que sin darse cuenta a veces ponía a la gente en situaciones un poco...tensas. ¿Qué me recomiendas para comer en este sitio?