Partida Rol por web

La parada de tren estaba a una manzana de la clínica. Aquella parte de la ciudad era la que controlaba la Fundación Ashcroft, y estaba plagada de edificios de esta corporación. Uno de los más destacados, que ocupaba espacios en pósters y documentales, era la Clínica Ashcroft, un superhospital de tecnología punta, que controlaba una iniciativa homónima, encargada a nivel global de cuidar de la salud de los ciudadanos, especialmente de su salud mental. Las campañas de la Clínica tenían siempre un propósito beneficioso para la humanidad, y era una de las pocas divisiones de las dos grandes corporaciones que no recibía mala prensa de ningún tipo, y que más trasparencia demostraba.

Pero la transparencia no era, ni mucho menos, total. Todas las corporaciones tenían un estricto control de confidencialidad con sus empleados, y se esforzaban en que sus secretos no cayeran en malas manos. O en manos de sus potenciales competidores. Era tanto una cuestión de seguridad global como una cuestión de espionaje industrial.

En la entrada fué sometida a varios escáneres, y tuvo que mostrar su identificación varias veces para no tener problemas al llevar un arma de fuego. Un guardia de seguridad le anunció que se la esperaba en uno de los despachos, y la escoltó hasta allí. Cuando abrió la puerta vió al señor Johnson, sin sus gafas, trabajando con un ordenador. Había un hombre apoyado en una mesa auxiliar bebiendo de una taza de café, con una bata blanca de científico. Era Chris Jane.

El consejero de Ashcroft minimizó su proyector holo-interfaz cuando Tagashi entró. Por lo que pudo deducir por el diagrama fisiológico, estaba mirando algo relacionado con los mi-go. No se levantó de la silla, pero sonrió un momento. Buscó algo en un cajón, y lo dejó sobre la mesa. Era una acreditación de seguridad.

-El señor MacMahon me dijo que necesitaba esto. No obstante debo advertirla. Aunque le otorgamos un pase de seguridad de nivel muy alto para este edificio, con acceso a todos nuestros archivos, deberá firmar antes un contrato de confidencialidad. La información que obtenga no podrá ser difundida en ningún medio público, y el expediente de su investigación será ulteriormente censurado para un nivel de seguridad majestic-12* en cuanto el caso sea resuelto o archivado. Obviamente, usted estará exceptuada de este nivel de seguridad.

Proyectó una pantalla holo-interfaz secundaria con un reconocimiento de firma con un bolígrafo electrónico. Aguardó a que ella firmara.

-Le presento al doctor Jane. Algo me decía que necesitaban conocerse. Creo que tienen mucho de que hablar.

La central del Servicio Especial era un hervidero. Fruto de las recientes detenciones, la actividad en las oficinas se estaba multiplicando. Al identificar los cuerpos, y analizar la criatura, comenzaron a saltar avisos de nivel de seguridad de rango Majestic-12*. Los detenidos habían sido conducidos a celdas de aislamiento, esta vez protegidas por sellos mágicos (asunto en el que habían estado trabajando toda la noche anterior).

MacMahon reunió en su despacho a los miembros del equipo de Dickinson para ponerles al corriente, y también para que compartieran información entre ellos. A sugerencia de Mephisteo habían llamado a una agente especial del FSB, Monica Santos. Al parecer tenía algo que decirles.

Su jefe tenía cara de estar con la cabeza a punto de explotar. Había tenido que hablar con el director del Servicio Especial, y su jefe, y el jefe de todos, el señor Smith, era un verdadero tocapelotas al que los políticos habían puesto a dedo. Alguien que en su opinión no merecía el cargo que él mismo había ocupado unos años antes.

-Lo primero es lo primero. Felicidades. Han puesto a salvo a la nieta de Simon Yi. Sus padres están con ella en una de las salas de interrogatorio, les han dado algo de comer y tratado bien.

Abrió una pantalla holo-interfaz con las fichas policiales de los hombres a los que habían detenido o matado. Incluía al tipo cuyos sesos había difuminado Einar el día anterior durante el ataque de Farquad como hombre invisible.

-Todos estos hombres tienen un historial doble. Por una parte, fueron soldados de infantería del NGT, algunos de ellos bastante condecorados, e incluyendo a alguien de operaciones especiales. La mayoría, no obstante, eran marines. Por otro lado, todos ellos tienen fichas por actividad ilícitas. Pero lo más sorprendente es que todos los detenidos esta mañana, en la escuela Crayon, incluyendo los muertos, son operativos de la división T-99 de la Corporación Chrysalis.

Parpadeó, viendo que no le entendían.

-Para los profanos. La división T-99 es una de las concesiones que se hicieron a la Corporación hace más de 30 años. Se trata de un grupo de operaciones especiales que, en teoría, opera en teatros de guerra y dentro de las fronteras del NGT de forma ocasional, desempeñando investigaciones y trabajo de campo en sectores críticos relacionados con magia o arcanotecnología peligrosa para el gobierno. Esto es lo que se dice sobre el papel. Obviamente, T-99 se ha convertido en una división de sicarios al servicio del Director. Ocasionalmente encuentran muertos a algunos de sus operativos en lugares que... bueno. La verdad es que no deberían estar allí. Sin embargo, y aunque los abogados de Chrysalis siempre encuentran justificación, la verdad es que suelen ser muy minuciosos, y no dejar cabos sueltos. Sucesos como los de esta mañana confirman nuestros peores temores, y es que T-99 está relacionada con los hijos del caos, la peligrosa secta. No obstante, si no obtenemos pruebas concluyentes de ello solo tendremos un montón de cadáveres en la morgue, y un bicho hecho puré bajo las balas del agente Dickinson. Es obvio que algo salió muy mal, y que estos agentes de T-99 no les esperaban allí. Si les hubieran esperado, posiblemente fueran sus cadáveres los que ahora estarían diseccionados en la zona de autopsias. Según me ha dicho la agente Santos, esta gente sabe como atacar, y lo hace con contundencia.

La agente dejó de mascar el chicle, escupiéndolo en su envoltorio de plástico. Estaba apoyada con el trasero en el canto de la mesa. Einar pudo apreciar que era mucho mejor que el trasero de Shaw. Casi podía equipararse al de Tagashi. Y eso que el de Tagashi era bastante bueno. Parecía una tipa dura, de las que le gustaban. Solían ponerse encima y...

-Les han autorizado a conocer información de rango Majestic-12 -dijo, sacando a Einar de su ensoñación sexual- Yo misma suelo redactar informes que terminan clasificados de esta manera.

Miró a Einar, y proyectó con su holo-interfaz una foto del bicho al que él había matado. Pero en este caso, era algo diferente, y estaba metido dentro de una especie de cuba llena de algo que recordaba al líquido amniótico.

-Esto es un dhohanoide. Un cambiaformas arcano. Son soldados de élite de la T-99, y miembros del culto de los Hijos del Caos. Resumiendo para legos, se trata de un ser extradimensional fusionado con un ser humano mediante un ritual arcano obtenido por Chrysalis hace más de 20 años. Es el conocido como rito de la transfiguración. En teoría, fusiona con un ser mortal una forma "más cercana a sus antiguos maestros". Osea, un bicho extraterrestre. En este caso, de otra dimensión. Los dhohanoides pueden mantener su forma humana, transformarse en criatura o hacerlo parcialmente según sus deseos: un brazo con un tentáculo, una boca que escupe puas envenenadas...

Sonrió a Dickinson un momento, divertida.

-Me dijeron que le habían quitado una de esas puas de gelgore de la garganta. Perdí a un par de compañeros por esa mierda. Tuvieron suerte de coger al dhohanoide de buenas, o que intentara simplemente inmovilizarles con su veneno. He visto a tipos hinchados como un globo al clavárseles 20 de esas puas. Fue una autopsia que nunca podré olvidar.

Volvió al tema acto seguido.

-Bueno, como iba diciendo. Los dhohanoides actuan bajo las órdenes de El Director, y sus intenciones siempre suelen estar relacionadas con conseguir cierta tecnología, castigar a chivatos, amedrentar a los políticos y sobretodo hacerse con rituales tan prohibidos que si un censor los viera se desmayaría de la indignación. Por eso los hijos del caos tienen muchas relaciones con la mano negra, porque la mano negra es especialista en conseguir toda esa clase de contenidos. Pululan por viejas bibliotecas, y mandan gente a recónditos lugares. Chrysalis tiene los medios necesarios para mandar gente a la luna. Y no se rían, porque sospechamos que llegaron a hacerlo antes de que llegaran los mi-go.

Cambió el peso de su cuerpo que apoyaba en una pierna, en la otra.

-Pero no todo es malo. Hace muchos años, Chrysalis dió con un rito de cambiaformas más perfecto, el de la Unión Sagrada, en una ciudad perdida de la raza de los antiguos en la Antártida. Un grupo de agente sde T-99 robó el rito, y los cuatro supervivientes se refugiaron en Chicago, donde conseguieron varios contactos entre algunos senadores y empresarios. Fundaron lo que se llama la Sociedad Arcana, y que supongo que no les suena de nada, porque procuran operar en secreto. La Sociedad Arcana combate a los hijos del caos desde hace más de una década, en lo que conocemos como la Guerra en la Sombra. Este es el motivo de que a veces aparezcan muertos algunos miembros de T-99.

Hizo una pausa.

-Hasta hoy no era posible actuar oficialmente contra T-99 o Chrysalis, a no ser que traspasaran la frontera de la legalidad. Pero parece que los acontecimientos se precipitan. Los hijos del caos están detrás de la información del ordenador de Simon Yi, y posiblemente estén relacionados con esos zónicos, con la mano negra e incluso con los hijos de la madre tierra. Sospechamos que Farquad estuvo un año viviendo con los hijos de la madre tierra en una de sus bases secretas en zonas despobladas de este continente. Como ven, todo se está relacionando. Pero como me ha dicho su jefe, parece que por ahora tienen pocas pruebas para saber cual es realmente el objetivo de cada cual, y desbaratar sus planes.

Sacó otro chicle de un bolsillo de la chaqueta.

-Puedo concertarles una entrevista con miembros de la Sociedad Arcana cuando quieran. Pero deben entender que esta gente, aunque puedan ayudarnos, son muy celosos de su intimidad, y desconfían normalmente de la policía. Se tendrán que ganar su confianza, como lo hice yo. Creo que pueden ayudarles en más de un campo. Son especialistas en magia arcana. Magia prohibida.

- ¿Quien narices les pone los nombres a estas criaturas? - preguntó señalando la imagen del bicho - Podrían ponerles nombres fáciles... Como Tinki Winki. - sonrió a la mujer llevándose la mano a donde aquel bicho le había clavado la aguja aquella y volvió a mirar con semblante de asco la imagen - Sus amigos no tenián mi mala leche, esa cosa no tuvo posibilidad de volver a escupir nada... - caminó por el despacho examinando a la mujer y se paró tras ella - Sabía que Chrysalis estaba metida en esto desde que pisé la casa de Yi, pero no tenía ni ídea de que el NGT le había entregado a esos cabrones avariciosos toda una compañía de marines en la sombra para sus operaciones negras... - asintió mientras escuchaba a la joven, tenía un bonito culo aunque dejó de mirarlo antes de que McMahon se molestase - Organice esa reunión, por favor. - asintió tras dar la vuelta por detrás de la agente y apoyarse en el escritorio de McMahon - Pero antes, nosotros iremos de excursión a por el que ayudó a Simon Yi con su ritual. - señaló a Mephisteo y alzó una ceja, esperando que empezase a hablar.

Entré al despacho y Johnson estaba acompañado, una sensación extraña me recorrió al verlo sonreír, una mezcla de estremecimiento y entusiasmo, era difícil para alguien que sentía atracción por el poder como yo el no sentir una leve excitación ante una demostración de simpatía, por más formal que fuera, de un superior.
Caminé hasta el escritorio y agarré la acreditación; cuando dijo "todos los archivos" tuve una mareo por la cantidad de sangre que llegó a mi cerebro en segundos, esto iba a ser muy interesante. -Comprendo perfectamente señor Johnson, es natural que apliquen este nivel de seguridad dada la información que, puedo imaginar, manejan aquí. Le agradezco su atención, le aseguro que todo este movimiento no será en vano -esbocé una sonrisa calmada, no quería pecar de coqueta sin embargo, parecía que era algo que se manifestaba solo aun cuando quería evitarlo. Me incliné a firmar un instante y oí el apellido de la persona junto a él; alcé la vista de inmediato y lo observé rápida pero minuciosamente -Señor Jane, es una placer -extendí la mano, ¿Sabría Johnson el favor que me hacía al ponérmelo delante? Intuía que sí. -Y claro que tenemos mucho de que hablar...

EJ empezaba a ponerse de muy mal humor y es que no era algo normal en ella, ladeò la cabeza, ya se habìan metido en la mierda aquella, ahora habìa que hacerlo bien y conseguir pararlo todo pero a veces sentìa que la detenìan de alguna manera. Se quedò pensando en el tema de los adhenoides o como mierda se llamasen y mirò a Einar, a ese se le iban los ojos por todos los culos humanos que viese. Suspirò, si la tal Monica era tan bien recibida, podrìa presentarse con ellos pero no, las cosas no eran fàciles nunca.

-La nieta de Yi... Sabe la clave para entrar la computadora del abuelo...

Dijo de pronto olvidàndose de Monica, de Einar y mirando a la rara.

-Supongo que podemos ocuparnos de esto si...-entonces mirò a su jege inmediato y luego a McMahon.-¿O no?

La verdad es que EJ estaba impaciente por salir de allì y encontrar pruebas reales de la participaciòn del T-99, de lo contrario, estos seguro se moverìan màs ràpido que ellos. Era obvio que no tenìan lìmites.

Mephisteo se quedó con cara de poker al ver la imagen de semejante bicho, eso era como un tritón pero un poco amorfo, aunque bueno, las leyendas son todas distintas. Escuchó con tranquilidad el hablar de todos, y observaba sus movimientos. Estaban casi todos mas nerviosos que una puta sin bragas en medio de una misa. 

Am...respecto a lo de Yi, por lo que he averiguado aunque tengo que contrastarlo con Tagashi por si ha encontrado más información se sabe que iba mucho por un local fuera de la arcología, en un barrio residencial del antiguo Chicago. El problema es que se ve que el gerente estuvo en la mano negra y puede que aun tenga lazos, no creo que haya salido del todo además el lugra parece un local de captación de cultos, putas, alcohol, puede que drogas...y magia al mejor postor. Hizo una ligera pausa Vamos que es mas que probable que se nos echen encima si vamos rompiendo rodillas miró a Einar de reojo el dueño es un nazzadi de mediana edad llamado...tuvo que pensarlo unos segundos Guaronicex Relajó los hombros y repitió el gesto de la mujer, llevándose un par de chicles que tenía en el bolsillo de la chupa a la boca. 

- Iremos a hablar con él... - asintió frunciendo el ceño mientras su agente hablaba - No le romperemos las rodillas, al menos por ahora. - sonrió a McMahon mientras cambiaba de postura al lado de la nueva agente del FSB a la que miraba de soslayo - Mientras hablamos con el tal Guaronicex, ¿nos prepara una entrevista con esos sus amigos? - preguntó a la mujer - Nosotros llevaremos las galletitas. - sonrió como un tiburón, aunque a veces nadie pillaba su humor, ni siquiera McMahon que era más viejo que él.

El hombre era un anciano para vivir en la guerra del eón, o eso le parecía a ella. Con su pelo blanco, su aspecto serio aunque afable, y su bata blanca propia de un científico del siglo XX. La acompañó por el complejo hasta el área de psiquiatría, en particular a los archivos. De camino pudo ver a los científicos trabajando en nuevas terapias para restaurar la sanidad de los casos más graves.

El señor Jane tomó asiento en una silla, y le ofreció otra a ella. Luego sacó un bolígrafo algo retro, pero era realmente un holo-proyector de una PCPU. No lo usó todavía.

-¿Ha hablado mi hija con usted? -fue lo primero que le preguntó.

La agente miró a MacMahon, y este asintió. Luego miró la hora en su reloj de pulsera, y volvió a meterse un chicle en la boca.

-Cuenten con ello para mañana. Me consta que esta noche se reunen para analizar la presente situación. Además, su "club", o lo que sea, tendrá más movimiento por la noche.

Ordenó una operación sencilla a su PCPU, proporcionando a los presentes su tarjeta de contacto.

-Si me aburro a lo mejor me paso por allí. Me pirran los garitos de perdición.

Sonrió un momento, antes de despedirse. Parecía que no se la requería para nada más, y como siempre tenía trabajo que hacer.

Su jefe también estaba muy ocupado, pero podía dedicarles un momento más. Y más que eso. Descolgó un teléfono, y fue a marcar.

-Averiguen la dirección de ese garito y preparen su estrategia. Si quieren ir de incógnito, bien. Si prefieren entrar disparando y hacer una redada, les prepararé un equipo SPAT de apoyo. Pero capturen a ese cabronazo vivo.

Recordó algo, algo que era su prioridad inmediata.

-Entretanto pueden interrogar a la nieta de Yi, conseguir esa clave y luego ocuparse de los mercenarios de Chrysalis, a ver si les sacan algo. Hay tiempo.

Caminó hacia fuera tras asentir a su jefe, las cosas estaban claras y la única pregunta que tenía en la cabeza era... - ¿Donde cojones está Tagashi? - sentenció una vez fuera a EJ y Mephisteo - Búscala y enteráte de que ha averiguado... - señaló a EJ con una sonrisa de medio lado - Tu y yo vamos a hablar con la niña, - dijo a Mephisteo haciendo un gesto con la mano para que empezase a andar - en cuanto encuentres a Lucky, reunios con nosotros en interrogatorios, - continuó echando a andar - puede que así aprendáis algo... - concluyó sin darse cuenta que aquello podía haber sonado bastante cruel.

Tras pensar detenidamente en las palabras del agente y de su jefe salió con Einar para la zona de interrogatorios, no dijo anda respecto al comentario de que igual así aprendían algo...no tenía porque decir realmente nada. 

En un silencio casi sepulcral acompaño al cabeza rapada a la sala, esperando quizás alguna orden, aunque viendo como era una niña pequeña o eso parecía poco o nada de violencia iba a ser necesario. 

Solo tenía que mirar en su interior...

Cuando vi que me estaba guiando al área de archivos di un respiro; bien, directo a lo que me interesaba.
El sanatorio por más que era un summum de tecnología de alta gama seguía siendo un sanatorio mental y me daba escalofríos, de hecho, pude notar las miradas de algunos pacientes desde detrás de los vidrios.
Llegamos a una oficina que supuse era la suya y nos sentamos, me agradaba sobremanera el aire retro que lo circundaba a él y a sus objetos.
Esbocé una sonrisa de costado y observé su lapicera, me senté y crucé las piernas elegantemente. Pensé unos momentos antes de contestarle -No, ¿Qué me tendría que haber dicho EJ? -pregunté poniéndome mi mejor cara de inocente.

Parpadeó ante su pregunta, considerando las implicaciones. Luego recibió un mensaje de correo en su pcpu, y lo consultó. Era un modelo que podía proyectar el holo-interfaz de forma privada o pública. En este caso, había escogido la primera opción.

-El señor Johnson acaba de comunicarme que se ha hecho extensivo a su grupo de investigación conocer información del rango de seguridad Majestic-12*. Pero antes se proseguir debo hacerla prometer que guardará mi secreto. No quisiera parecer cohercitivo, ya que supongo que mi hija le habrá hablado alguna vez de mi como un padre atento... Pero créame que tengo medios para asegurarme de que cumple lo dicho.

Parpadeó un momento, y tomó una taza que tenía sobre la mesa, colocándola en la cercana cafetera.

-El señor Johnson, de hecho, trabaja para mi, y para otros once hombres más. Conocí al presidente cuando era joven, y nos une una amistad que ni mi hija conoce. Yo soy the blind man.

Hizo una larga pausa para que digiriera esa información.

-Y ahora que hemos llegado a este punto me gustaría preguntarle, antes de resolver sus dudas, y contarle lo que le dije a mi hija, y mucho más... ¿Hasta donde están dispuestos a llegar para resolver este caso?

Parecía que la pregunta era mucho más profunda de lo que podía parecer. Tal vez hablaba de lo que estaba en juego, y que ella comenzaba a perfilar poco a poco. Fuerzas muy poderosas, que podían matarles con relativa facilidad, y borrar incluso su existencia de cualquier registro. Aquello era algo mucho más importante que un trabajo que uno hiciera de 8 a 5.

-Se lo prometo -afirmé sin pensarlo, -A cada paso que doy este asunto se torna más y más complejo, sabía que tarde o temprano me encontraría con información clasificada. Pierda cuidado, soy una tumba y si falto a mi promesa con gusto seré lo que haya dentro de ella -sonreí fríamente pero mi rostro tomó matices graves y serios cuando escuché la información que me dio luego; the blind man, dios... esto era grande. Bajé la vista al suelo, sopesando lo que acababa de escuchar, esto era serio, muy serio. Si él me había dado esa información era porque planeaba compartir más cosas conmigo, secretos que solo las más altas esferas del mundo conocido sabía, secretos que implicaban, posiblemente, las claves para asegurar la supervivencia de nuestra raza o para empezar a procurarla.
Me sentí halagada por semejante honor, me mojé los labios antes de contestar y alcé mi mirada hacia la suya -Hablo por mí cuando le digo que estoy dispuesta a dar mi vida y mi alma si es necesario -la pasión nubló mi voz, sentía la adrenalina comenzar a fluir por mis venas. Hice una pausa -Tengo la certeza de que fuerzas terribles y muy poderosas están merodeando entre los humanos ahora, algo que hace que los mi-go sean niños de pecho, quizás usted ahora pueda esclarecerme más y darme la pauta de si mis pareceres son correctos -hice una breve pausa, pensativa -Y el resto de mi equipo creo que también estará dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de resolver este asunto, no por nada somos el mejor equipo dentro del Servicio Especial.
Últimamente había tenido mis dudas con respecto a mis compañeros, quería creer que la pasión por el trabajo seguía allí donde siempre había estado más allá de las diferencias personales.
Sostuve mi mirada en la del señor Jane esperando a que continuara hablando, una extraña sensación de excitación me recorrió al saberme poseedora de este secreto, sabía más de este hombre que su misma hija...

Parecía que el señor Jane se hacía cargo de sus inquietudes, y todavía iba más allá.

-El peor enemigo siempre es el que te roe por el interior. Así cayeron los grandes imperios, y así nos quieren hacer desaparecer. Pero también le digo algo. Los sectarios, las criaturas de más allá de este mundo o dimensión, siempre dirán que no somos nada. Pero contésteme a esta pregunta. Si no somos nada, si solo somos "mortales", como ellos dicen. ¿Por qué están tan nerviosos? ¿Por que nos atacan con tanto denuedo? Les asustamos. Nuestra tecnología y nuestros conocimientos comenzaron a asustarles, y por eso quieren esclavizarnos, o erradicarnos. Si este planeta fuera tan poco importante, y nosotros tan despreciables, no competirían por él dioses arcanos, razas mortales y criaturas de todo el universo. Esto siempre ha sido así, incluso antes de la llegada del hombre. Este planeta tiene algo especial. Posiblemente sean sus condiciones para que se desarrolle la vida -hizo una pausa, y bebió un sorbo de café- Pero estoy convencido de que si vencemos la batalla por este planeta, todo nos irá mucho mejor entonces. Esta es la gran prueba, la gran batalla que se está librando, posiblemente en el universo entero. ¿Por qué si no seres como Cthulhu o Nyarlathotep muestran tanto interés en la Tierra? Por eso, nunca pierda la fe, y nunca se sienta menos que nadie.

Sonrió un momento, terminando su reflexión.

-Cuando era pequeño, en las series de ficción, y en los futuros que el hombre imaginó, no eramos sino el centro de un poderoso imperio galáctico. Un imperio de exploradores, científicos y valientes soldados, que nunca perdían su humanidad para vencer a sus enemigos, por poderosos que fueran. Nunca olvide eso. Quizá nuestra humanidad nos destruya, pero quiero pensar que es un valor por el que vale la pena pelear. Ninguna criatura del universo posee nuestros valores: la bondad, el cariño, el amor... Cuando existía el cristianismo, creíamos en el amor. Este viejo nostálgico sigue pensando en eso, ¿Sabe? En la fuerza del amor. Creo que bien dirigido, ese sentimiento puede salvar el mundo.

Parpadeó y la miró de nuevo. Tenía que centrarse en los problemas concretos, y resultarle útil.

-Como dije a mi hija, Yi estuvo ingresado aquí más de una década, y yo tuve que tratarle. Aprendí mucho, se lo confieso. Dicen que los locos y los niños siempre dicen la verdad, y esa máxima se cumplía en ese caso, a pesar del escepticismo de mis colegas. Tuve ocasión de comprender bien el plan de Yi, sus intenciones. Quiero que sepa que la gente que le tildaba de loco estaba equivocada. Era un genio.

Suspiró, y le mostró algunas grabaciones acerca de sus conversaciones con él. Resultaban extremadamente interesantes.

-Creo firmemente que Yi contactó mentalmente con los yithianos. Esta raza se había mostrado indiferente con los humanos, incluso algo hostil. Pero parece que nuestro desarrollo tecnológico atrajo su atención. Ellos habitaron este planeta también, hace eones, y lo abandonaron precisamente en la última venida de Cthulhu, antes de que fuera sepultado en la ciudad perdida de Ry'leh. Pero a diferencia de otras razas, parece que ellos no sienten nostalgia por este planeta, han aprendido a sobrevivir. Son maestros que controlan el tiempo, y los viajes a través del espacio. Son una raza extremadamente inteligente, y creo que se han dado cuenta del problema que supondría una victoria de los dioses arcanos en la Tierra. Esta victoria podría hacer tambalearse a su propia supervivencia.

Se apoyó en la silla un poco más, y le mostró imágenes de archivo del proyecto Wormhole.

-Fue Yi quien recalibró la máquina interdimensional de Weisskopft, a pesar de sus reticencias. No obstante, descubrió un secreto muy revelador poco antes del gran día, de la puesta en marcha de la maquinaria. Weisskopft y parte de su equipo eran miembros de los Hijos del Caos, formados en Chrysalis, que habían falseado sus expedientes como investigadores de Ashcroft con ayuda de una conspiración dentro de la propia organización. Yi combatió esta conspiración, al precio de la muerte de su esposa, y casi la suya propia. La Sociedad Arcana se infiltró en el complejo de "la zona", y luchó una batalla apocalíptica contra los hijos del caos. Aquí murió Arthur St.Claire, uno de los fundadores de la Sociedad Arcana. La máquina fue dañada, pero la cuenta atrás estaba iniciada. El vórtice creado no apuntaba hacia un lugar fijo del espacio, sino que se convirtió en una especie de puerta que puede llamar aleatoriamente a varios lugares del universo. Este ciclo parece que se completa exactamente cada 3 años, y en las próximas semanas volverá a haber otra "conexión".

Dió otro sorbo al café, y le ofreció una taza si quería.

-Yi trató de obtener un libro. Un libro que contiene gran parte de la sabiduría de los yithianos. Su propósito era doble. En primer lugar, quería cerrar el vórtice dimensional de "la zona". Por otra parte, quería abrir un canal de comunicación con los yithianos. Al parecer, su intención era que la humanidad se aliara con esta raza, beneficiándose de sus conocimientos, y luchando juntos esta guerra, al fin con un aliado de peso que pudiera relajar la presión de nuestras tropas en el frente. Obviamente, los hijos del caos no quieren que esto suceda, como tampoco lo querrán los mi-go, los discípulos de la tormenta o la orden de Dagon. Todos lucharán para que esta tecnología no caiga en manos humanas. Para que la humanidad no tenga una oportunidad de sobrevivir. Si el libro cae en sus manos, podrían usarlo para diferentes fines, pero ninguno de ellos sería bueno. Los mi-go, por ejemplo, podrían recibir refuerzos instantáneos de Plutón, o sus hermanos del espacio. Cualquier otra secta podría llamar a uno de esos "dioses" del espacio exterior, y materializarlo en la Tierra. Todo eso, como comprenderá, sería desastroso para nosotros.

Le dió tiempo para contestar o formular preguntas. No quería que aquello fuera un monólogo.

-Exactamente -asentí esbozando una suave y serena sonrisa -Si no valiéramos nada no nos temerían tanto, eso mismo pensaba... -suspiré, había una ironía muy grande en todo este asunto -Pensar que hace mucho tiempo el ser humano se pensaba el centro del universo, luego pasamos a pensar que no éramos nada y ahora otra vez esto -casi me reí. Lo oí hablar de su pasado en el mundo antes de la arcología y de la guerra, casi podía imaginármelo de niño.
-Sí, el amor -dejé escapar -Me niego a creer que no exista como algunos proclaman -lo miré a los ojos, hubo un momento de extraña compresión y empatía entre nosotros, me sentí intimidada y hasta creo que me sonrojé un tanto, su arrojo al hablar movía fibras sensibles en mi interior, se notaba que era un hombre apasionado de su trabajo y de sus convicciones. Luego se disipó cuando empezó a hablar de Yi, lo que me interesaba de verdad.
Vi las grabaciones y no hice más que interesarme todavía más -Sí, evaluando la información que encontré me di cuenta de que por más que la escena del crimen fuera dantesca él había querido hacer un bien con sus acciones -deslicé concordando con sus afirmaciones.
Lo que escuché a continuación fue inclusive más revelador, ¿Yi había contactado con los yithianos? ¿los yitianos interesados en nosotros? Traté de asimilar lo máximo posible de lo que me estaba diciendo, permanecí en silencio, meditando sobre sus palabras. Finalmente dije -Así que en cierta forma es un héroe -sentí en mi fuero interior una gran pena por el pobre Yi, cuánto debió amar a la humanidad y a este planeta -Si pudiéramos tener a los yithianos de nuestro lado sería una lucha un poco más equitativa que la actual, con seres y deidades acechándonos a diestra y siniestra... -pensé en voz alta -¿Y qué opina del asesinato de Yi? ¿Qué le ha contado EJ? -quise saber, me llamaba poderosamente la atención que él hablara del libro como algo que no estaba en nuestro poder, si EJ no se lo había dicho debía ser por algo, pero EJ no sabía que su padre era el hombre ciego; un impulso interno me impelía a contarle que lo teníamos bajo custodia. Tenía un gran debate interno, quería decirle pero había tantos traidores alrededor que temía hacerlo y equivocarme. Me tomé unos segundos, me levanté del asiento y di unos pasos por la oficina mirando los objetos que había en las repisas, el decorado en sí; me serví una taza de café y le di un sorbo.-¿Le ha dicho ella que sufrimos un atentado volviendo de la escena del crimen de Yi? Los hijos del caos están bien enterados de todo lo que pasa, tienen espías por todos lados... -hice una pausa -Si Nyarlathotep tiene planeado algo para la humanidad seguramente lo hará cuando el portal esté de nuevo abierto, no tenemos mucho tiempo -dejé la taza a un costado, lo miré nuevamente, el tipo era the blind man, trabajaba para el Gobierno; no, mejor dicho, él fiscalizaba la información para el resto de la cúpula de poder, inclusive el Presidente, ¿Cómo era posible que no supiera que teníamos el Grimorio en nuestro poder?... Pero al mismo tiempo me estaba dando información de Estado, él estaba confiando en mí -Encontramos un libro en la escena del crimen de Yi, creo que es aquel al que usted se refiere, el que todos están buscando... -solté al fin -Puedo confirmarle que está en yithiano -me quedé observándolo tratando de leer su rostro.