Partida Rol por web

10 horas más tarde

La mano de Willbur apagó el despertador analógico de EJ. Ella seguía desnuda, acurrucada en su cama. El xenomezcla le dió un beso de buenos días. A decir verdad, era un beso mediodía. Había llegado tarde por la noche, manchada de sangre y algo conmocionada por lo que había sucedido en el tranquilo barrio de la antigua Chicago: un equipo de SPAT muertos en el acto, casi una decena de sicarios de mano negra que habían pasado a mejor vida, y otra decena de detenidos. Entre los muertos había un parapsíquico de la guardia personal de Lasalle, y otro que estaba en búsqueda y captura (la chica a la que casi detuvieron) por lo que el escándalo tenía visos de volverse internacional. La prensa asediaba a la oficina con preguntas, y los telenoticias arrancaron con las imágenes de los mechas patrullando la antigua Chicago "redada contra el crimen organizado", decían los titulares. 

Willbur la había esperado, quedándose dormido en el rellano de la escalera. Ella lo había despertado, y tras ducharse (y durante) hicieron el amor como nunca antes pensó que podía hacerse. Así había amanecido aquella mañana, casi mediodía, cuando se levantó y subió el volúmen de la tele, todavía medio dormida.

-Chicago se halla conmocionada por el anuncio de la visita de "El Director", el presidente de la Corporación Chrysalis, que se espera llegue mañana a mediodía al espaciopuerto de Chicago. El director Massoud, que no visitaba Chicago desde 2065, ha sido calificado por la revista Time como "uno de los hombres más influyentes y enigmáticos del siglo XXI". Según la oficina de prensa de la Corporación Chrysalis, su visita responde al deseo de estrechar los lazos entre su corporación y el Nuevo Gobierno Terrestre, algo que sin duda ha molestado a la Fundación Ashcroft, que vería peligrar su relación preferente para con el gobierno...

En ese momento, Marie Keller, la sicaria de élite de Lasalle, hablaba con su jefe a través de una videoconferencia. Estaba detenida en un idílico descampado junto a una granja, con la moto aparcada en el arcén de la antigua carretera de asfalto.

El líder la mano negra parecía estar en un aséptico salón de color negro con unas luces indirectas de color rojizo, que enmarcaban el símbolo del puño cerrado de color negro. Marie sabía que aquella era la sala de juntas, en lo que llamaban "El Búnker". Uno de los lugares más secretos de este mundo. Solo los iniciados del círculo interno podían llegar hasta allí. Había una copa de vino sobre la mesa, delante de él.

-Has tardado en informar. ¿Tenemos ya la localización de la máquina dimensional de Weisskopft?

Su jefe parecía nervioso.

La chica negó, despacio. Parecía una tia dura, pero sabía lo que podía pasar si le fallaba a la organización. Muchos amigos suyos habían terminado ejecutados cuando menos se lo esperaran. Era el estilo de la mano negra. "Nadie es imprescindible", oyó decir una vez a Lasalle, antes de que dejaran caer a un tipo a la masa incandescente del arrabio en una fundición. A veces, por las noches, todavía escuchaba sus gritos de horror.

-No, me temo que no. Ni la localización ni la copia del Necronomicón que buscaba aquel magnate. Apenas tuve tiempo de hablar con él, y como siempre se resistió a dar información por las buenas. Pidió el dinero por adelantado. Estaba comenzando a trastear su PCPU para darme las coordenadas, cuando llegaron esos agentes del servicio especial, y los de Chrysalis. Según se, lo tienen los federales en su poder.

Esperó a que llegara el chaparrón, estoica.

Su jefe apretó la mandíbula con un acceso de ira. Sin embargo, lo dejó en un puñetazo a la mesa, indignado. Se permitió hablar en francés.

-Baise ceux fédéral putaines. Esa mierda del Necronomicón no era importante, solo dinero. Pero esos hijos de puta de la Orden de Dagon nos matarán si no les damos las coordenadas de la máquina. Pagaron millones por adelantado, solo como fianza...

La señaló, aunque en realidad señaló a su holo-interfaz de lujo en las catacumbas de la antigua París.

-Te hago responsable de este asunto, Marie. Hablaré con los hombres-pez, pero debes averiguar que se traen entre manos los federales, y Chrysalis. Averigua donde está puta máquina, porque debe ser nuestra. Hay mucho dinero en juego. Dinero, poder y prestigio. Tenemos un puesto asegurado en el nuevo orden. Y ese orden no llegará si seguís cagándola.

Hizo una pausa, poniéndose de morros.

-La maldita célula de Chicago está siendo desarticulada. Viaja a Nueva York, allí tenemos mucha gente. Llevate a los que te haga falta y no escatimes en armamento. Esto es una puta guerra, chérie. Cuando El Director llegue a Chicago, será el todos contra todos. Y nosotros debemos prevalecer.

La transmisión se cortó, y Marie volvió a montarse en la moto, derrapando mientras enfilada la carretera. Una vieja señal de tráfico indicaba que quedaban 200 millas hasta Nueva York.

Mephisteo llegó a la división de MacMahon a las 12 de la mañana. Hace rato que Einar, remendado por los nanobots y un médico de la clínica Ashcroft, estaba reunido con su jefe. Tagashi, entretanto, vigilaba a los prisioneros en sus salas de interrogatorio. Les había hecho desnudarse, y les había hecho someterse a unos rituales para anular cualquier sello de protección que tuvieran sobre el cuerpo. Los magos de la división habían trabajado a destajo durante la noche, y lo mismo podía decirse de ella, la única que no había descansado. Sabía lo que estaba en juego, y no podía perder el tiempo durmiendo.

MacMahon estaba reunido con el señor Johnson, Santos y Xander. Aquello cada vez más se parecía a un pétit comité. Cuando vió aparecer a Mephisteo con cara de necesitar un café, le sonrió un momento, y rogó que se sentara.

-No ha sido fácil tener que dar la mala noticia a los familiares de los SPAT. Pero cada vez esto pinta más serio, la gente pone toda la carne en el asador. Ayer detuvimos, en colaboración con el FSB, a casi cuarenta personas que estaban fichadas como miembros de la mano negra. Einar se cepilló a un sicario importante, Assante, que varias ordenes de busca y captura internacionales. Y según su informe de anoche, Mephisteo, había otro pez gordo entre los sicarios: Marie Keller, mano derecha de Lasalle, una parapsíquica muy peligrosa. Tenemos al ministerio de información trabajando en localizarla, y hace poco rastrearon un contacto con Lasalle en la campiña de Massachussets. Están intentando rastrear el dispositivo PCPU para hacer un seguimiento, pero tienen buenos hackers.

Tamborileó los dedos sobre la mesa.

-Pero tenemos el premio gordo: MacAllister. Chrysalis y la mano negra estaban detrás de él, y ahora lo sabemos. La última le ha dado protección, a cambio de datos. Pero según los archivos del OIS, Mac ha estado jugando a varias bandas los últimos meses, y casi no pisaba su piso de Chicago. Ha sido un puto milagro que lo encontraran allí.

Parpadeó, mirando a sus acompañantes, como si tuvieran algo que añadir.

Xander bebió un poco de café, saludando con la mirada a Mephisteo. Cuando MacMahon le dió paso, habló con cierto atropello.

-Tenemos varios frentes ahora mismo. Hay que interrogar a MacAllister, exprimirlo. Anoche desencriptamos al fin el ordenador de Yi, y dentro había maravillas que tendrán ocupados a los científicos durante décadas. Pero entre los últimos proyectos, uno de los más extraños que hayamos visto jamás, hay una máquina que parece diseñada para amplificar la fuerza orgónica en un complicado ritual. Sospechamos que este ritual está contenido en el libro yithiano que encontraron en su cuarto secreto, los llamados "fragmentos de Caeleno". Su archivera jefe y el equipo están en pleno proceso de traducción, ayudándose de superordenadores con reconocimiento de caracteres. Quizá esta es la gallina de los huevos de oro que todos andan buscando: la máquina y el ritual. No sabemos a ciencia cierta ni para que sirve la una ni la otra.

Prosiguió tras un respiro.

-En otro orden de cosas, está la mano negra y Chrysalis. Tenemos piezas que no encajan. Debemos averiguar el interés de la mano negra en todo esto, así como el de Chrysalis. Y para eso tendremos que exprimir a MacAllister, pero también habrá que encontrar a Keller. Podemos poner a un equipo en su búsqueda, en equipo SPAT del OIS con artillería pesada, mechas, si están fuera de las arcologías.

Añadió algo más

-Por último, están los sectarios. Hay que averiguar los objetivos de los Hijos de la Madre Tierra, y por qué Weisskopft y esos zónicos actuan unas veces por libre, y otras a las órdenes de El Director.

El señor Johnson habló entonces, con cierta vehemencia.

-Es imperativo que averiguen los planes de Chrysalis a corto plazo. La visita de El Director huele a azufre. No habrían comprometido su posición movimiento al rey del tablero si no supieran que tienen todas las de ganar. Y sea lo que sea en lo que puedan ganar, no es bueno para nosotros.

Cuando escuchó hablar del diseño de Yi no compuso la misma cara de sorpresa que el resto.

-Es posible que intenten utilizar esa máquina, pero también es muy posible que lo que deseen sea volver a reactivar el Proyecto Wormhole. La máquina interdimensional. Su posición es alto secreto de estado, y estamos finalizando las pruebas para volver a ponerla en funcionamiento. Solo nos faltan las coordenadas, el punto de contacto con los yithianos. El secreto mejor guardado de Yi. Un secreto que ni siquiera nosotros conocemos.

EJ seguía mirando a MacAllister, pensando en como podía abordarlo. Parecía un mago experto, seguro de si, con mucha trayectoria a sus espaldas. El interrogador que estaba con él ahora mismo no sabía ni por donde iniciar la conversación. De momento, se estaba limitando a pedir tratos con la policía. Sobretodo relativos a la protección de su persona.

Fue entonces cuando en la antesala, donde estaba el cristal camuflado, apareció Chris Jane, escuchando a su antiguo compañero de trabajo con las manos en los bolsillos.

- Tendremos que dividirnos el trabajo, - suspiró echándose hacia atrás e hizo una mueca, aun le dolía ligeramente la zona donde le habían atravesado con una katana - la agente Santos y yo interrogaremos a MacAllister mientras usted y Mephisteo intentan rastrear a la putilla parapsiquica. - dijo en referencia a la tal Keller - El OIS será mas colaborador si ven a uno de los suyos y el enfoque del FSB en un interrogatorio me será de ayuda. - explicó en general por si alguien dudaba de porqué repartía así al equipo - Pondré a EJ con el tema de la Madre Tierra y los zonicos, quizá también a Tagashi, aunque lleva toda la noche de guardía y creo que debería dormir unas horas. - concluyó apoyando el codo sobre el respaldo del asiento, esperando ver si aquel pez gordo de Ashcroft o el jefe tenían algo que añadir.

Estaba a centímetros del vidrio de visión unilateral con los brazos cruzados y el peso del cuerpo apoyado en un lado de la cadera, una postura muy común en mí, y observé a los que estaban en la sala de interrogaciones, específicamente a MacAllister... ese era el hombre por el que casi nos mataban a todos; rogaba internamente que tanto riesgo hubiera valido la pena aunque, por como lo defendieron los de la mano negra podía deducir que les era muy valioso y el hecho de que hubiera gente vinculada directamente con Lasalle hablaba otro tanto del asunto. Casi me daba lástima que estuviera del lado equivocado, parecía alguien culto, no se lo veía amedrentado por la presencia de los agentes adentro y en su mirada podía ver ese destello propio de la inteligencia. Evidentemente lo preocupaba la "caza" que deducía que le estaban dando los de Chrysalis y pedía protección, esperaba que los chicos supieran aprovechar su necesidad en nuestro favor, después de todo éramos los únicos que le podíamos dar lo que él quería.
Vi por el rabillo del ojo que alguien había entrado a la habitación, giré la cabeza y vi que era el señor Jane -Hola Chris -lo saludé inclinando levemente la cabeza, sorbí un poco del café de mi vaso y luego le ofrecí a él -¿Qué se siente ver a tu compañerito después de todos estos años? Estoy segura de que quieres ir a darle un abrazo, ¿no? -bromeé mientras esbozaba una sonrisa de lado.

El señor Jane le sonrió de modo muy político, pero no carente de cierta ironía.

-Sentimientos encontrados. Este hombre es un mago excelente, agente Tagashi, pero perdió el camino. Ahora es necesario que lo vuelva a encontrar. Imperativo, para la seguridad del NGT.

Miró la hora en su reloj de pulsera plateado.

-Vine en cuanto se informó al presidente. Su interrogador no está descubriendo una mierda, porque no sabe por donde van los tiros. ¿Cree que lo haríamos mejor usted y yo, agente? Un mano a mano.

La miró con cierta curiosidad al preguntar eso, con una mano metida en el bolsillo de forma elegante.

-Justamente estaba pensando en eso -solté con seriedad abriendo de golpe los ojos, estaba sorprendida -Este mago sería muy valioso para nosotros -asentí intercalando mi mirada entre él y el sospechoso tras el cristal.
-Estoy segura de que usted lo haría mejor -me encogí de hombros y respondí en un rapto de humildad a su pregunta -Mi especialidad no son los interrogatorios pero podría intentarlo, qué demonios -dije con resolución mientras aplastaba en la mano el vasito vacío de plástico y lo arrojaba en el tacho más cercano -Pero planeemos la estrategia primero, ¿Quién es el bueno y quién es el malo? -pregunté medio en serio, medio en broma.

El señor Jane sonrió a Tagashi, sin sacar la mano del bolsillo.

-No creo que haga falta hacer de malo, atienda.

Dejó que Shylock entrara la primera en la sala de interrogatorios, y MacAllister se la quedó mirando con cierta curiosidad, quizá leyendo cosas en su aura. Luego, mientras el interrogador se marchaba, entró Chris Jane. Y el bueno de Mac se puso visiblemente nervioso. De hecho comenzó a sudar.

MacAllister se quedó mirando al señor Jane como si fuera el mismo demonio. Cuando se sentó delante de él, fingió simpatía para componer estas palabras.

-Doctor Jane... un inesperado placer. ¿Tantos problemas causo al NGT para que me visites personalmente? ¿O es que voy a morir después de este interrogatorio? Me han dicho que es tu estilo habitual.

Sonrió con cierta ironía, poniendo las manos esposadas sobre la mesa. Se le juzgaba por la ley antiterrorista, así que era lícito tenerle encadenado.

El señor Jane ni siquiera parpadeó cuando dijo eso de matarle. Y Tagashi tuvo la certeza de que no se trataba de ningun tipo de coña que hubiera proferido MacAllister para pincharle. Jane tomó un café que traía en la mano derecha, y lo puso sobre la mesa.

-Eso depende de si estás dispuesto a colaborar o no. Con nosotros, me refiero... que estás dispuesto a colaborar con la escoria de la mano negra y con nuestros enemigos ya lo se. Deberíamos fusilarte por alta traición... intentar revelar la localización del proyecto wormhole. Además, me han dicho que Weisskopft ha vuelto, y anda matando a todos los que participaron en el proyecto del área 51. Si mal no recuerdo, te mandamos allí para las evaluaciones psicológicas. ¿O es que también estás de parte de esos zónicos?

La agente Santos caminó con Einar camino de la sala de interrogatorios, pero se detuvo a sacar un café de la máquina en la sala de descanso de la división. Luego miró al escandinavo arrugando el ceño un momento.

-Tengo a la gente de la Sociedad Arcana esperando a que hables con ellos. Con la visita de El Director están muy nerviosos, y quieren colaborar con la policía. Dicen que es su momento para terminar la guerra en la sombra, pero que necesitan vuestro apoyo. De cualquier modo, todavía no conocéis ni el significado de su lucha... ¿Me acompañas luego a hablar con ellos?

MacAllister sonrió por aquellas preguntas, como un niño al que le habían cogido en falta. Tagashi ignoraba que estuviera relacionado con Wormhole porque, simplemente, esos datos habían sido borrados de su perfil corporativo en Ashcroft. La corporación tenía secretos mucho más oscuros de lo que pudiera parecer.

-Había un español, Quevedo. Decía eso de... "poderoso caballero es don dinero". Me parece una frase muy acertada, ¿Sabes? Después de que me largarais con cajas destempladas no podía ir a trabajar a ningún lugar serio, y mucho menos a Chrysalis. Me hubieran sacado todo de mi cerebro y me hubieran dejado catatónico para el resto de mi puñetera vida.

Parpadeó, mirando el café como si tuviera ganas de necesitar uno.

-Veo que seguís siendo tan sutiles como un elefante en una cacharrería. No, no trabajo para esos locos, pero tampoco me guardan rencor. Yo estaba allí para ayudarles a sanar sus mentes, expuestas a todo lo que veían y hacían. Era como... como su confesor. Cuando los hijos del caos atacaron el complejo, uno de los becarios me sacó de allí, en previsión del desastre. Debo la vida a ese chaval, que luego desapareció en el agujero de la zona, y que no ha vuelto jamás. Es para estar agradecido, ¿No te parece?

Tamborileó los dedos en la mesa, algo divertido. Parecía un hombre acostumbrado a coger la sartén por el mango en las discusiones.

-¿Has venido aquí solo para amenazarme, Chris?

Quizá había llegado el momento de que Tagashi interviniera.

- Claro. - asintió sacando un café para él también - Iremos con Tagashi, que es la que sabe de mierdas mágicas y todo ese rollo. - explicó pasando del azucar, la leche y todas esas chorradas - Gracias por el apoyo en el antro aquel, por cierto. - añadió caminando - Llegastéis justo a tiempo. - sonrió de manera amable, si es que podía y continuó en silencio hasta entrar en la sala contigua a la de interrogatorios.

-De ninguna manera, señor MacAllister -respondí con una sonrisa relajada -Soy la agente especial Tagashi -extendí la mano para estrechársela pero la retiré al verle las cadenas -Disculpe, nos daremos la mano luego, si todo sale bien -recalqué esta última parte. -Conozco el difícil e incomprendido arte de ser mago y pienso que debe haber sido duro para usted después de que lo desvincularan de Ashcroft, sin embargo podría haber escogido caminos menos tortuosos, como sabrá, todo en la vida se paga -aquello era doctrina personal de Tagashi, pero venía bien para la ocasión -Pero quizás esté de suerte y pueda redimirse -sonreí un poco cínicamente -Creo que podemos intercambiar conocimientos y beneficiarnos mutuamente, tengo entendido que teme por su seguridad personal ¿No es cierto? Estoy 100% segura de que podemos ayudarlo si colabora con nosotros, una mente como la suya sería más útil para el NGT que para los enemigos de la humanidad, ¿No cree Dr. Jane?