Partida Rol por web

El inframundo de una ciudad es uno de los lugares más tranquilos y puede ser la boca al mismo infierno donde todo lo que  te imagines va a dar a está zona, incluso la información, los conductos forman redes que conectan con todos los puntos importantes de la ciudad, el complejo sistema no ha sido explorado en su totalidad.

Cucaracha degusta la comida que Alex le ofrece mientras escucha las indicaciones del Nosferatu.

-Hay un rumor en la ciudad... al parecer se preparan ajustes de cuentas entre bandas rivales, el gobierno del estado va a blindar las principales salidas puesto que hay cadáveres cayendo del cielo...-

Cucaracha le da un breve sorbo a su bebida.

-Así cómo lo escuchas... el cadáver de una mujer totalmente seca cayó del cielo...- se limpia delicadamente las comisuras de los labios con un pañuelo de seda más o menos limpio...- Traga el último bocado y continúa.

-Con respecto a esos dos nombres investigaré su situación... DelaVerde no me suena conocido... Faethor... Faethor... tengo ese nombre en la cabeza pero no se donde ubicarlo...-

Azpilicueta se levanta en cuanto ha terminado de devorar el alimento y espera la indicación de su amo, así cómo su dosis de vitae para continuar con su encomienda.

...el cadáver de una mujer totalmente seca cayó del cielo (...) DelaVerde no me suena conocido... Faethor... Faethor... tengo ese nombre en la cabeza pero no se donde ubicarlo...

 Alzo el índice... a modo de advertimiento:

No olvides a Howlett - añado -. James Howlett: Este es prioritario, va por encima de los otros dos - señalo -. Averigua cuanto puedas acerca de estos tres tipos y mantente alerta en lo que... - cómo describirlo - ...a la lluvia de cadáveres respecta: Se avecinan tiempos difíciles y hay que tener la guardia bien alta, entiendes?

Dicho lo cual, de un bocado rasgo mi muñeca y le ofrezco su burbujante contenido a mi ghoul, dejando que se encamine a practicar las gestiones que le he encomendado.

Allí huele muy mal. Es el hedor a la podredumbre y la pestilencia humana. Me retiro un mechón blanco de pelo de la cara, sujetándolo detrás de la oreja para que deje de entorpecerme la visión, ¡es un mechón revoltoso! Como una nube de algodón que intenta jugar con el sol, tapándolo y haciéndolo corretear para quitársela de encima. Es suave y esponjoso, lo noto entre mis dedos; un perfecto mechón de hilos de algodón.

¿Eh? Me he despistado, retiro las manos de mi pelo y observo de nuevo mi alrededor. Bajar hasta allí no ha sido difícil, nadie se preocupa de que alguien entre en el mundo subterráneo, ¿por qué lo harían? Allí están las cosas feas y necesarias que el mundo prefiere olvidar que existen.

Cojo el palito que he metido en mi mochila de cuero ajado, ¡es mi mochila de exploración! Solo la llevo en ocasiones como esta.

Apoyo el palito en una de las paredes y lo uso como bastón ciego mientras oigo el chop chop que mis botas hacen al chocar contra el agua del alcantarillado.

Chico veneno, ven. Chico veneno, ven.  No puedo evitar pensar en él y en la rosa arrugada, quizá si pienso fuerte en él, venga. Tengo que hablarte de la cucaracha erudita.

No puede ser... La absurda espantapájaros se ha colado inconscientemente en mis dominios... Insensata! Hay que estar loca para hacer algo así... Sonrío amargamente, cobijado e invisible entre las sombras que me amparan... Aunque es precisamente eso: Esta tipa está mal de la chaveta...

Observo sus movimientos torpes, dubitativos en medio de la oscuridad... Sin que pueda detectarme me pongo justo detrás suyo olisqueando su pelo enmarañado de loca recién salida del psiquiátrico, su coño seco y maloliente, sus desconcertantes pensamientos y fabulaciones... Sigo sus cerriles intentos por orientarse en mis reinos y la dejo avanzar durante un tiempo, hasta tenerla donde deseo, lejos de la superficie, en un lugar en el que está perdida e indefensa... Estúpida perturbada...

El dorso de mi mano, como un fogonazo que aparece como un rayo ante su perplejidad, aparece ante sus ojos para propinarle un severo revés en la base de su mandíbula... Nada serio, solo un advertimiento que anticipa la brutal paliza que voy a darle si no es capaz de satisfacer mi curiosidad... el golpe la proyecta haciéndola caer de culo al suelo, me hago visible ante sus asombradas narices.

Qué mierdas quieres, imbécil??? - Relajado ante su tamaña estupidez - Espero que tengas un buen motivo para estar aquí... En caso contrario te liberaré de tu tormento... - cierro mi puño en la mano opuesta, haciendo sonar los nudillos de manera elocuente.

Estoy aburrida de andar, los pasadizos subterráneos se suceden uno tras otro en un paisaje que se acaba volviendo monótono, aunque eso tiene sus ventajas. Es imposible despistarse con nada, pero me sume en un estado letárgico en el que dejo mi consciencia en modo automático, sin prestar mucha atención a lo que me rodea.

¡BM! ¡PLASH! De repente me encuentro sentada en el suelo, algo dolorida, mientras una marca roja se empieza a formar a la altura de mi mandíbula. Hay una figura delante de mí, juraría que es el chico poison pero no presto atención, el susto y el golpe me han aturdido e, incapaz de reaccionar, comienzo a emitir débiles sollozos, asustada.

Estúpida retrasada! Ni siquiera se percata de lo que le estoy diciendo, ensimismada como está lloriqueando mientras trata de no mearse en las bragas... Si no fuera consciente del aparente valor de estos dementes acabaría con su absurda existencia en este mismo instante, para siempre!

Agarro su pelo, tirando hacia atrás la cabeza e inundando su compungido espacio vital con mi nauseabundo aliento, pestilente e insoportable... mucho peor que el hedor que caracteriza el apestoso ambiente en que nos encontramos.

Imbécil... - repito muy cerca de su rostro, tentado a partirle el cuello de un bocado - ...te he preguntado qué haces aquí. Espero que tengas un buen motivo para venir a dar por culo en mis dominios, puta! - lamo libidinosamente una de las lágrimas de miedo que resbala por su temblorosa mejilla... mi lengua es áspera, seca, asquerosa, repta por su rostro hasta recoger la fuente del humor en la base de su ojo.

Noto el tirón de mi pelo y mi mis labios se abren en un gritito mudo. Noto el grito de verdad anudado en la garganta, oprimiéndola y lastimándola. Sollozo más fuerte mientras el hedor del ambiente de incrementa, así que dejo de respirar y todo cesa.

Imbécil...te he preguntado qué haces aquí. Espero que tengas un buen motivo para venir a dar por culo en mis dominios, puta! 

Su lengua araña mi cara e intento moverme para apartarme de él, mientras mis lágrimas siguen escapándose presurosamente de mis ojos, como si con eso pudieran huir de todo lo malo del mundo. Noto el miedo abriéndose paso hacia mis pies, bloqueándolos lentamente como una red de araña de hilos invisibles, comenzando a subir hacia mi pecho, asfixiándolo...

Una imagen me golpea en ese momento: Me veo sollozando en el suelo, asustada y dolorida. Mi pelo es rubio, pero un mechón blanco ya se ve en él. Hay sangre por el suelo, y sé que es mía. Se oye una risa fría y sin emoción, una voz masculina. En algún rincón de mi cabeza resuenan unos gritos de dolor desgarradores. Son míos.

Enmudezco, y el sonido de mis sollozos va cesando lentamente. Inmóvil. En silencio.

Catatónica. La jodida puta se ha quedado así... inmóvil, muda, absurdamente estática... igual que la estúpida basura que resulta ser! A merced de todo... Está bien... Reflexiono... Ella se lo ha buscado: Ha venido hasta aquí y no me dice nada que justifique ese comportamiento... Estamos lejos de todo, no tienes escapatoria, cariño... Irónico. Tuerzo una sonrisa mientras desabrocho mi cinturón y el botón del pantalón y bajo la cremallera... Esto va a resultar muy divertido, ya lo verás...

Me inclino hacia ella, inundando de nuevo su caparazón con mi inmunda pestilencia... la manejo como si de una muñeca de trapo se tratara... sitúo su cuerpo de boca al suelo, alzando levemente su escuálido trasero para bajar sus pantalones y bragas y poner frente a mi sus nalgas y lo que hay entre sus piernas...

No me excita, eso es algo que ya hace tiempo que pasó... pero me provoca un oscuro placer violar a esa puta, dominarla y vejarla hasta esas insondables profundidades...

Su culo frente a mi, mi cuarteada mano lo recorre, abriendo su raja hasta encontrar su vagina, más seca que una mojama... Mejor, así le dolerá más... Sonrío, la izquierda toma una erección que me he esforzado porque sea enorme... 

Agua. Noto agua en mi cara. Está mojándome, ¿por qué hay agua? ¿De dónde sale? 

Frío, estoy sobre piedra fría y mojada. Noto una mano que intenta levantarme la ropa y me giro en el suelo. Es el chico veneno, ¿Qué quiere de mí? ¿Por qué me ha tirado?

Me encojo de piernas, haciéndome una bolita y me alejo de él a gatas, pegándome contra las paredes de piedra del corredor. Veo sus manos en los pantalones desabrochados y mis ojos se abren levemente. "Daño. Quería hacerte daños, Eirín... Tú queriendo salvarlo y él solo quería hacerte daño" Es la voz de uno. Uno nunca dice mentiras. Es fiable.

Aprieto los labios, casi tentada a darme la vuelta y marcharme de allí. Olvidarme de él y escribir su nombre en la libreta negra. 

Me incorporo apoyándome en la pared de la cloaca, aún dudando. Debería dejarle allí, debería morir por sus malas acciones. No se merece ayuda. Que el jinete le duerma como durmió a otros antes que a él.

¿Y si es su última oportunidad para salvarse? ¿Y si le abandono antes y nunca llega a conseguirlo? 

No muy segura aún de que esté haciendo lo correcto, saco una pizarra blanca tamaño carpeta de mi mochila. Al principio iba a coger el rotulador azul, pero no se lo merece, ya no. Cojo el rojo.

"VAN A COGER A TU CUCARACHA ERUDITA. LA MATARÁN. LUEGO IRÁS TÚ"

Le muestro las letras, aún a disgusto con la situación. Puede que él ya no se merezca que lo salven, pero la cucaracha erudita aún merece ser salvada.

Por fin la absurda criatura parece reaccionar a mis halagos, repta hasta una pared y escribe algo en su pizarra... aún con el pene reptando en mi mano le arrebato la tablilla enérgicamente, molesto ni que sea por su presencia.

VAN A COGER A TU CUCARACHA ERUDITA. LA MATARÁN. LUEGO IRÁS TÚ

Los carácteres, en rojo, recorren en trazos mal definidos la precaria superficie que transmite las descabellades maquinaciones de la tipa hasta mi... Lo único que me queda claro es que me está trasladando una amenaza, y si no fuera porque estos locos suelen acertar en sus prediccions, volvería a postrar a la demente en el suelo para violarla, quizás mutilarla... desfigurar su rostro, arrancar alguno de sus dedos para que conservara un horrible muñón como bonito recuerdo de su visita a las profundidades... pero no, mejor averiguar qué hay de cierto en lo que escribe.

Quién quiere matarnos y porqué??? - le devuelvo la pizarra a la vez que devuelvo mi ya flácida erección a su lugar, confiando poder comunicarme con la absurda y parece que molesta espantapájaros.

Se lleva mi pizarrita, con brutalidad ¡qué desconsiderado! Estoy segura de que no volveré a venir hasta aquí, ni si quiera por una cucaracha erudita, por mucha literatura que sepa.

Oigo llorar a mi pequeña pizarra blanca entre sus manos, asustada y contengo las ganas de abalanzarme sobre él para salvarla de su maltrato. Pero enseguida él me la devuelve, mientras me habla de malos modos.

No le contesto, ella me necesita primero. Abrazo mi pizarra blanca contra mi pecho, mientras mis manos la acarician, intentando tranquilizarla. Podría estar triste durante días, y ¿qué haría yo hablando con tanta tristeza? La contagiaría como una enfermedad del corazón.

Tras un ratito así parece mejorar y tranquilizarse, le sonrío para infundarle ánimos mientras saco el rotulador verde de mi bolsillo y escribo un 4 en cada una de las esquinas. ¡Es difícil estar triste con tantos 4 para animarte!

Pero él no se lo merece, se ha portado muy mal. Le sigo escribiendo en rojo.

"LAS SOMBRAS DEL EXTERIOR. LOS HIJOS DE LA MUERTE"

La zumbada se entretiene abrazando y... Consolando??? A la pizarra que acarrea consigo... Me mantengo incómodamente erguido frente a ella, escrutando rigurosamente cada uno de sus desmadejados movimientos... a punto estoy de perder la paciencia y arrearle otro bofetón y en verdad que no lo hago simplemente porque me produce curiosidad saber hacia donde guiarán las ensoñaciones de la espantapájaros... Por fin vuelve a escribir algo, otra vez me muestra sus trazos crispados rodeados de números 4...

LAS SOMBRAS DEL EXTERIOR. LOS HIJOS DE LA MUERTE

Algo me dice que preguntarle qué entiende ella por "Sombras del Exterior. Hijos de la Muerte" iba a ser absurdo así que trato de dirigir el incómodo interrogatorio hacia un terreno neutro en el que ambos podamos manejarnos...

Bien... - estúpida imbécil, retrasada mental de los cojones - ...y esas... Sombras... - señalo la palabra en su pizarra - ...solo quieren acabar conmigo o también desean pelar a todos los que estaban en la reunión que mantuvimos??? Esa en la que nos... conocimos... - mascullo, ya que no fuimos presentados formalmente, algo que agradezco sinceramente...

Nieve en el camino que recorre por última vez la cucaracha erudita. El dolor de su tortura se puede sentir aún, pero el dolor de su traición le hace más daño. Cuando las sombras le destrozan no hay nada más. 

Bien..y esas... Sombras...solo quieren acabar conmigo o también desean pelar a todos los que estaban en la reunión que mantuvimos??? Esa en la que nos... conocimos... -                                       Alex

¿Una reunión de gente que pela? ¿Que pela el qué? ¿Melocotones? No recuerdo ver fruta la última vez que estuvimos juntos en la sala del pájaro. ¿Estará el chico poison mal de la cabeza? ¿Enfermo como uno de esos vampiros locos de los que he oído hablar? ¿De esos lunáticos que nadie quiere y que acaban solos y perdidos?

Cuando vuelvo a mirarle, hay tristeza en mis ojos. No sé que contestarle de la gente pela-malkavians a los que parece temer. No sé como explicarle que la gente no va a pelarle porque él no es una fruta. Podría decírselo, claro. No corres peligro de que te pele nadie, no eres un melocotón. Pero ¿qué sentido tendría? Si cree que es una fruta por mucho que yo le diga lo contrario no me creerá.

Suspiro de forma bajita, para no asustarle mientras escribo otra vez. Aunque ya no de color rojo, uso el amarillo, eso debería ayudarle a estar mejor.

"SOLO VOSOTROS. DE MOMENTO. PUEDE QUE LOS DEMÁS LUEGO"

Vaya... Así que alguien desea acabar conmigo; no solo eso sinó con una colectividad que la espantapájaros llama "Vosotros"... y viene ella; esta... demente, a advertirme de la amenaza... demasiado habituado a ser odiado y que por ello deseen mi muerte, resultaría ingénuo, imprudente no tomar en serio la advertencia de la frágil y ridícula criatura que está postrada ante mi... le pongo la mano en la cabeza y le acaricio el pelo enmarañado de manera condescendiente, diría que casi amistosa...

Así que dices que estamos en peligro... - Tuerzo una sonrisa - ...que alguien quiere matarnos, dices... - sigo acariciando su cabeza, diria que a través de mis dedos encallecidos soy capaz de notar la locura que bulle en su interior - ...está bien... - estúpida retrasada - ...has sido una buena chica...

Le agarro, repentinamente, el pelo, echando, de manera violenta, su cabeza hacia atrás, su mirada se pierde hacia arriba, topándose con mi rostro desfigurado y el aliento pestilente, insufrible...

...pero tienes que serlo aún más si quieres que seamos amigos! - concedo, la boca de dientes podridos muy cercana a sus labios, apestando nuevamente su atormentada existencia - Debo buscar a alguien, me lo ordenaron en la reunión. A parte está tú amenaza tus... Sombras del Exterior o Hijos de la Muerte... Sea lo que sea lo que eso quiera decir! - Estrecho todavía más el agarre al que someto su encrespado pelaje, aumentando el dolor que ello pueda produir - Me ayudarás a encontrar al tipo que me mandaron hallar - Sentencio -. Si, lo harás, y de mientras buscaremos a esos "Hijos de la Muerte" y les contaremos que no deben matarnos... - aflojo el agarre, recuperando la carícia, mis dedos pasan por su cabello reconfortante, placenteramente - ...así seremos... amigos -. En mi vida jamás supe lo que eso significaba y no va a ser ahora cuando lo averigüe... me conviene disponer de la atormentada criatura y su desconcertante sabiduría... eso es todo.

Así que dices que estamos en peligro...que alguien quiere matarnos, dices..está bien...has sido una buena chica...

                                                                                                                                     Alex

Aunque al fin parece haber entendido el mensaje, hay algo en él que empieza a resultar incómodo. Sus palabras mienten, tienen formas bonitas pero en su interior está el mismo odio descarnado. Las ha disfrazado y me las ha lanzado como si no pudiera ver la auténtica forma que esconden. No me gustan las mentiras, son peligrosas. Al menos antes su odio rezumaba con sinceridad, era libre y me hacía libre a mí.

De repente se vuelve a abalanzar agresivamente hacia mí, tirándome del cabello con violencia. El dolor repentino hace que una lagrimita asustada se escape. Pobrecito mi pelo de algodón, tan maltratado sin razón...

...pero tienes que serlo aún más si quieres que seamos amigos! Debo buscar a alguien, me lo ordenaron en la reunión. A parte está tú amenaza tus... Sombras del Exterior o Hijos de la Muerte... Sea lo que sea lo que eso quiera decir! Me ayudarás a encontrar al tipo que me mandaron hallar. Si, lo harás, y de mientras buscaremos a esos "Hijos de la Muerte" y les contaremos que no deben matarnos...así seremos... amigos .                        Alex

¿Amigos? Es la palabra más disfrazada que me ha lanzado, pero es una palabra muy grande, él nunca ha podido entenderla. La simple palabra gratitud ya escapa a su dominio. Por ello, no sabe disfrazarla debidamente, es demasiado voluminosa, demasiado importante para que sea fácil hacerla pasar por algo que no es.

Y yo no puedo ayudarle, es peligroso. Las sombras nos atraparán a ambos y nos harán pedacitos pequeños e insignificantes. Ellos no hablan, no como nosotros al menos. Creen en un ideal distinto y mientras se arrojan a su deseo de libertad se encarcelan entre ellos, unos a otros. Allí no podría ser Eirín, no hay espacio para los que desean su propio dominio.

Niego muy suavecito, mientras me retiro con tranquilidad alejándome de sus dedos mentirosos también. 

"NOS MATARÁN. NO HABLAN. NO RAZONAN. PROTEGE A TU GHOUL"

Le escribo, con calma. Yo no puedo salvarle, ni puedo salvarme a mí si insiste en ir tras ellos. Sólo queda que se proteja, cuidando a los que pueden llevarle hasta él.

Encaro a la loca, repentinamente sobresaltado, excitado, los ojos como platos con las pupilas inyectadas en sangre, agarro vigorosamente su escuálido brazo... Cómo diablos dijo que se llamaba??? Eirín... Si, eso dijo, así se llamaba...

Qué coño dices, Eirín??? - Trueno, a la vez que la sacudo enérgicamente - Qué sabes tu de mi ghoul??? Qué le ha pasado??? Quieren llegar a mi a través suyo???

La suelto y me giro... recordando súbitamente las palabras de Emilio Rage "...nadie extraña a las cucarachas cuando las aplastas con el pie..." Una asombrosa asociación de ideas germina en mi interior, temo estarme contagiando de la locura de la muchacha pero es algo que debo descartar... necesariamente... me vuelvo hacia la espantapájaros, el semblante muy serio:

Supone Emilio Rage, el Azote, una amenaza para nosotros??? - Confío arrancar de su sesera alguna idea, alguna sugerencia acerca de lo que está tratando de comunicarme... la referencia a mi ghoul hace que, por vez primera, no me tome a la ligera las disertaciones de la loca.

Un campo árido tapizado de huesos, el cielo negro se extiende hacia el infinito... y tú estás sola en medio de la nada, sólo el viento mece tu cabellos puedes escuchar el crujir de los huesos al quebrarse bajo tus pies.

-HSDP... ¿Es tO...dO... lo... quE TieNeN?...- Escupe al suelo y comienza a reír, un rodillazo en la columna lo hace callar sofocado. Tú también lo puedes sentir.

Un perro gruñe a lo lejos y las sombras se preparan para devorar a la cucaracha erudita... no sabias que las sombras también comen bichos aparte de asustar en los rincones oscuros de tu habitación.

No puedo evitar que mis ojos se estremezcan mientras noto como la locura comienza a invadir al chico poison cuando, de nuevo, comienza a zarandearme.

Le he dicho todo lo que sé, ¿por qué se enfada conmigo? Las hormiguitas siempre encuentran la comida siguiendo el rastro de migajas que ha dejado el pan. Siempre ha sido así, las cosas no han cambiado. ¿Por qué se lo pregunta entonces?

Supone Emilio Rage, el Azote, una amenaza para nosotros???                     Alex

¿Emilio? No recuerdo conocer a alguien así, pero podría ser. Quizá lo conozca y no sepa su nombre, no siempre sé el nombre de todas las cosas ¡Qué lindo sería si fuera así todo! Podría nombrar todas las cosas del mundo, entonces ellas no tendrían secretos para mí, porque yo las conocería, sabría como es su misma esencia. Sería un mundo sin secretos ni mentiras, un mundo de cristal.

¡Ah, sí! El chico poison. Niego ante su idea, no he visto ha nadie así... De pronto, mis ojos se abren asustados, mientras me llevó una mano a la columna, con un gesto de dolor. El daño sentido me ha hecho doblarme, pero no es mi dolor. No del todo al menos, es un dolor prestado. Como la gente o las voces. Vivo una vida prestada.

Lo están maltratando, le harán hablar. Está ensangrentado y sus huesos rotos, ¿Cuánto falta para que de derrumbe? ¿Para que le arrebaten su hálito? Son las sombras, las sombras lo están matando.

Hay que avisarle, hay que prevenir antes de que sea tarde. Con rapidez, escribo:

"PROTÉGELO. LAS SOMBRAS LO MATARÁN. BÚSCALO, DEFIÉNDELO DE ELLAS"

Alarmado, suelto precipitadamente a la loca muchacha, dejando con un gesto que se derrumbe contra el suelo y lama sus heridas... desaparezco entre las sombras al mismo tiempo que agarro el móvil y tecleo un número de teléfono... Debo encontrarlo... está en peligro... al menos eso dice la zumbada!